domingo, 27 de diciembre de 2009

Mujeres en riesgo

Por: BERNARDO KLIKSBERG

Mató
a su novia de 75 puñaladas y lo condenan por imprudencia", reza el titular periodístico. El tribunal de General Roca, en Argentina, entendió que, como estaba alcoholizado, el asesino actuó de manera negligente y sin intención. La sentencia fue apelada por el fiscal. En Guatemala hubo 2.920 homicidios de mujeres en los últimos cinco años, y la Fundación Sobrevivientes, apoyada por el Gobierno, da ayuda a 18.000 mujeres que han sido víctimas de violencia doméstica. Más de 500 mujeres fueron asesinadas en Ciudad Juárez desde 1993. Cada año se reportan 100.000 denuncias por violencia doméstica en Perú. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el 40% de las mujeres de América Latina sufre violencia física, y en algunos países cerca del 60% padece violencia emocional.

Hay avances
, pero la violencia de género y la impunidad continúan. En un fallo ejemplar que sentó un precedente pionero, la Corte Interamericana de Derechos Humanos acaba de dictaminar sobre los asesinatos de varias adolescentes en Ciudad Juárez: el Estado mexicano "debe encontrar, juzgar y condenar a los culpables"; remover todos los obstáculos que impiden una "debida investigación"; investigar a los funcionarios acusados de "irregularidades" en la investigación, sancionarlos y realizar un acto público de reconocimiento de su responsabilidad en honor a la memoria de las jóvenes, y erigirles un monumento para recordarlas.

Ante la gravedad de la violencia de género en el mundo (en Italia, por ejemplo, siete millones de mujeres sufrieron agresiones o maltratos al menos una vez en su vida), el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha lanzado la campaña universal Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres.

La violencia es uno de los campos donde hay muchísimo que hacer en discriminación de género en América Latina. Otro muy complejo y delicado es la situación de la mujer en el mercado de trabajo, como lo indica Trabajo y familia, un riguroso informe de 2009 realizado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la OIT.

La sociedad saludó el ingreso masivo de la mujer al mercado laboral. Más de 100 millones de mujeres trabajan, y ello es una fuente fundamental de dignificación, autoestima, y hace un decisivo aporte al producto bruto. Entre otros indicadores, la CEPAL ha estimado que si no fuera por las mujeres pobres que trabajan, la pobreza urbana sería un 10% mayor, y la rural, un 7%, lo que supone unas cifras explosivas en una región donde una de cada tres personas es pobre.

El 50% de las mujeres que trabajan lo hace en la economía informal, con bajas remuneraciones y casi sin protección social. La vida tampoco es un lecho de rosas para las mujeres ocupadas en empresas en la economía formal. Ganan el 70% de los hombres, deben hacer méritos muy por encima de la norma para progresar y tienen una limitada representación, menor al 20%, en responsabilidades directivas.

Al mismo tiempo, las mujeres siguen a cargo de los niños, los hogares, las personas mayores y toda la "economía de cuidado". En México, por ejemplo, dedican a ello 50 horas semanales, mientras que los hombres, sólo 10. Ni sus cónyuges, ni las políticas públicas, ni las empresas las ayudan mayormente en su doble y agotadora jornada diaria (en el trabajo y el hogar). Entre otros aspectos, la discriminación hacia las mujeres que quieren ser madres, o lo son, sigue siendo activa. Es difícil argumentarla como suelen hacerlo algunos sectores empresariales como un problema de costes cuando, según estima la OIT, el coste de licencias de maternidad, apoyo a la lactancia y guarderías es el 2% del sueldo de las mujeres, y la mayor parte es subsidiado por la Seguridad Social.

En la crisis actual, los impactos para las mujeres latinoamericanas son mayores que para los hombres. Mitos como que el trabajo de la mujer es secundario o que su aporte al mantenimiento del hogar es marginal, ajenos a la realidad, inciden en sus altas tasas de despido y sus reducciones salariales. Además, son más vulnerables frente a la crisis porque "el funcionamiento de las instituciones laborales que protegen sus derechos es más débil, y por su menor presencia en organizaciones sindicales y en sectores que negocian colectivamente".

Por otra parte, sus responsabilidades en hogares apretados por el aumento de la desocupación (2,5 millones de desocupados nuevos en 2009) y la pobreza (8 millones de pobres adicionales) son crecientes. Asimismo, es débil su presencia en algunos de los espacios de más peso en las decisiones económicas vinculadas con la crisis, como los ministerios de Economía y los bancos centrales.

Todos los problemas mencionados sobre la condición de la mujer en América Latina tienen respuestas posibles. Hay importantes luchas en marcha, y no pertenecen al mundo de las quimeras. Se están practicando en sociedades avanzadas como las nórdicas, en donde la sociedad apoya activamente con leyes y presupuestos a las mujeres que trabajan. Son de alto interés iniciativas como el plan para conciliar trabajo y familia que lanzó la Generalitat de Catalunya, que consta de 166 medidas y afecta a 13 departamentos. Entre ellas están: incentivos a las empresas, tener en cuenta sus récords en esta materia en las adjudicaciones de contratos, impulso al teletrabajo, flexibilización de horarios en los centros educativos e impulso a las guarderías rurales.

La impunidad, la discriminación, el machismo no afectan sólo a las mujeres. Como lo plantea la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navanethem Pillay, la igualdad de género "es esencial para la realización de todos los derechos humanos, el desarrollo sostenible y el progreso general de todas las sociedades". La cuestión no es en América Latina un problema de las mujeres, sino colectivo; está en juego el perfil ético y la calidad de las sociedades de la región. No hay más excusas posibles, es hora de pasar de los discursos a las acciones.

Bernardo Kliksberg es economista, asesor principal de la ONU/PNUD para América Latina y coautor de Primero la gente junto con el premio Nobel de Economía Amartya Sen.

viernes, 25 de diciembre de 2009

2009: año de frustraciones

Por José Guerra

Concluye otro año y con él se marcha también parte del ciclo vital. Doce meses más de una década que parece interminable donde la tónica ha sido la experimentación con un país al aplicarse políticas erráticas unas y contradictorias otras en busca de una quimera llamada el socialismo del siglo XXI, cuyo rostro es cada vez más parecido a los modelos fracasados en Europa, Asia y América Latina.

Desde el punto de vista económico, ha entrado Venezuela en la fase de estanflación al registrarse una contracción de la economía y al mismo tiempo sufrir el alza de precios.

Quienes analizan los hechos simplistamente pueden tentarse a afirmar que ello se debe a la crisis global que desde septiembre de 2008 afecta la economía mundial.

Sin embargo, la información consignada en el gráfico adjunto documenta que la caída de la economía nacional viene ocurriendo desde finales de 2007, porque esta declinación del PIB no es un hecho meramente coyuntural sino que más bien pareciera obedecer a un agotamiento del paradigma económico que guía al gobierno y consiste en reducir a su mínima expresión al sector privado de la economía con el objeto de darle preeminencia al Estado en su rol de empresario.

Con la recesión y la inflación que expresan las cifras oficiales quedaron seriamente averiados los pronósticos del gobierno acerca de lo que debió el comportamiento de la economía en 2009.

Así, el Ministerio de Economía y Finanzas estimó que la inflación cerraría 12% y todo indica que su valor alcanzará 27%, más del doble de la cifra anunciada. En cuanto al crecimiento de la economía, éste se previó en 4,0% y lo más probable es que la economía decrezca alrededor de 2,5%.

La destrucción del BCV
En 2009 se consolidó la destrucción institucional del BCV, exacerbada con un engendro sacado debajo de la manga por Armando León y Rodrigo Cabezas cuando concibieron el Fondo Nacional de Desarrollo (Fonden) para confiscarle las reservas internacionales al banco central y de esa forma permitir el financiamiento con impresión de dinero del déficit fiscal.

Entre otras razones por esas transferencias de los activos del BCV es que la inflación se mantiene elevada no obstante los controles de precios y de cambio.

Si fuese poco, la despedida del año toma a Venezuela con la quiebra de varios bancos y la posibilidad de que otros sigan el mismo camino, no ya como consecuencia del latrocinio de falsos banqueros aliados con funcionarios situados en las posiciones más altas del escalafón de la administración de la finanzas nacionales, sino más bien como resultado del deterioro de la economía y el consecuente impacto negativo en la cartera de crédito de los bancos.

La sacudida bancaria probó lo que era un secreto a voces: la sociedad conformada por la llamada boliburguesía y ministros y ex ministros del gobierno de Hugo Chávez.

El Poder Judicial
Se va 2009 con una nueva doctrina constitucional, lanzada por la presidenta del TSJ, según la cual no debe haber separación de los poderes ni el control entre ellos sino todo lo contrario, que exista un solo poder, el Ejecutivo.

Aunque en la práctica ello ha venido sucediendo, su legalización constituiría no solamente un exabrupto sino también un gravísimo peligro para la vida republicana de Venezuela.

Fueron muy sabios los que diseñaron el sistema de pesos y contra pesos en una República en la medida en que la rama Ejecutiva suele ser arbitraria y para ello el Poder Judicial es el encargado de erigir una barrera institucional para atenuar la tendencia generalmente despótica de los presidentes.

Algo similar sucede con el Poder Legislativo, reclamado a dictar leyes como representación de la soberanía popular manifestada en comicios libres. Todo ello puede ser borrado por un TSJ dedicado más a legalizar los actos del gobierno que a impartir justicia de manera independiente.

La inclemencia con la cual actúan los jueces y fiscales al servicio del gobierno se puso una vez más de manifiesto en los juicios de los cuatro comisarios y los policías sentenciados a la pena máxima y en el Casio del prefecto de Caracas, Richard Blanco.

Ante un muro infranqueable se estrellaron los alegatos razonados de los abogados defensores que clamaban por juicios en libertad para los imputados. Algo similar sucede con los casos de corrupción.

Mientras los ex gobernadores Didalco Bolívar, Manuel Rosales, y Eduardo Manuitt tuvieron que pedir asilo porque la cárcel era su destino, indiciados con pruebas irrefutables que acababan de dejar alcaldías y gobernaciones, fueron promovidos a cargos de mayor responsabilidad y con alta concentración en el manejo de recursos financieros, en una especie de ensayo para que afinaran sus dotes en el peculado.

Pero en la medida que el país se sumerge en la crisis con ella se alzan también las posibilidades de una nación que no se ha rendido ante la acumulación de poder de una persona que no tiene límites en sus ambiciones de seguir mandando.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Mi amigo Wuilly

Por: Marcelo Morán

Hace treinta años, cuando se producía un secuestro había una conmoción que sacudía los cimientos de todo el país. No era común, ni siquiera en los tiempos gloriosos de la guerrilla política que intentó sembrar base en la década de los sesenta. Hoy, las cifras son tan alarmantes que cualquier hecho que se registre en cualquier parte de la nación se ve como algo normal.

Desde ese tiempo se hablaba de la inseguridad y de otros flagelos que le hacían comparsa: como la corrupción, que empezaba a socavar de manera terrible los estratos de la sociedad al extremo de que no había ningún organismo en Venezuela exento de sus tentáculos.

Es por ello que ahora traigo a colación el caso de amigo Wuilly, a quien conocí 1973, en Maracaibo, después de instalarme con mis padres en la urbanización La Marina, adonde habíamos venido a parar procedente de las Parcelas de Mara.

Ambos éramos adolescentes y jugábamos pelota con otros vecinos en las desiertas calles de la recién fundada San Jacinto. Wuilly era un perreroso incorregible que resolvía las desavenencias del juego a trompadas. Terminó el bachillerato a fuerza de reparación y luego, entró en las filas de la policía estadal. Al cabo de un año vi su fotografía en uno de los diarios de Maracaibo.

Había sido expulsado del cuerpo policial por su mala conducta basada en casos puntuales de extorsión y otros delitos. De allí no lo vi más hasta los primeros días enero de 1980, cuando me tocó entrar por casualidad a un restaurante de especialidades del mar en la avenida Bella Vista.

Ése día yo tenía una entrevista para entrar al hoy extinto Banco de Maracaibo luego de culminar con éxito un largo y aburrido curso de computación. Entré al restaurante a efectuar una llamada telefónica para corroborar la hora de la cita. Allí estaba Wuilly: se veía muy elegante, flanqueado por dos damas y otros dos caballeros. Disfrutaba de un banquete digno de un ejecutivo: había dos botellas de escocés de la marca más codiciadas del planeta. Una rueda de mariscos, tan hermosa, que parecía uno de los tapices guajiro diseñado por el también desaparecido artista Luis Montiel, un reloj de impresionante brillo se mecía en su muñeca de lado a lado.

Cuando se dio cuenta de mi presencia, exclamó:

-¡Hermano mío!

-Sentate. Conozcan a Marcelo. Echate un palo. Vamos a comer –decía emocionado.

Yo, más que alegre, estaba sorprendido por los signos de opulencia que mostraba el inefable amigo Wuilly.

“ En que andará éste”, me decía a mi mismo conociendo muy bien sus correrías.

A pesar de que era hora del almuerzo no deguste ninguna pieza de los exquisitos mariscos. Le dije que no podía libar licor, pues en escasos minutos tendría una entrevista, y se iba a ver de mal gusto que percibieran un olor a aguardiente, sobre todo de quien aspiraba a ser reclutado como trabajador, así fuera del whisky más caro del mundo. De modo que se quedó tranquilo, rememorando algunos pasajes de nuestra adolescencia.

Hice un paréntesis para realizar la ansiada llamada, y luego de varios minutos me despedí de todos con premura, pues por nada del mundo me perdería esa cita de trabajo.

Era la hora del tráfico pesado y en que el sol maracucho se empeñaba en hacer sus estragos. Después de veinte minutos de calurosa espera, paró un por puesto. Y justo cuando lo abordaba vi a Wuilly saliendo a toda prisa por la puerta de emergencia junto a sus tres acompañantes, detrás de él, un tumulto de gente trataba de librarse a toda costa de un chorro de humo que empezaba a escaparse también a través de la misma salida.

El tráfico se detuvo y un aluvión de curiosos nos quitó en segundos la visibilidad.

-¡Explotó la cocina del restaurante! –grito alguien en la confusión.

El carro arrancó y pude llegar a mi compromiso con media hora de antelación. El resultado de la entrevista me hizo olvidar de una vez el incidente, pues al otro día me estaba estrenando como empleado de la “Entidad bancaria más sólida y antigua del país,” como era el lema del banco. Sin embargo, en el reposo del almuerzo visualicé un periódico. Le di una ojeada y en la última página estaba la noticia:

“Explotó bomba lacrímogena en restaurante”.

Diez personas fueron atendidas de emergencia en el hospital más cercano por presentar severos problemas respiratorios, decía además el rotativo.

Doblé el periódico y enseguida me acordé de mi amigo Wuilly.

El rostro de 2010

Por: Alonso Moleiro

Se va un año que, como quedó reseñado, fue inusualmente arisco y difícil. A las complicaciones cotidianas que de natural hemos tenido que enfrentar como país en cada lustro, se fueron sumando otras, producto de la ineptitud de un gobierno que, queriendo sin querer, lo único que hace es complotarse en contra del bienestar general.

Deficiencias de servicios y zozobras en materias como la inseguridad personal a las cuales habría que sumar estupideces acumuladas en cada mes, como aquella de la democracia del espectro radioeléctrico ­con la asignación a la frecuencia concedida a la Asamblea Nacional ya vimos que, en lo tocante a estos temas, por "democracia" el Gobierno sólo entiende espacio para ensanchar su burocracia­ o la otra tarugada de la república comunal: un gobierno que ni siquiera saber hacer que los semáforos funcionen pretende que le creamos que puede parir una replica tropicalizada de los soviets.

No hay que engañarse, no promete demasiado el 2010. Si la existencia de la física existe deberían los números de encuestas y elecciones tomar nota del descontento popular producto del deterioro de la calidad de vida de todos.

Descontento éste que, de materializarse, como siempre, no encuentra expresiones políticas acabadas. Ya hemos presenciado cómo ha quedado vulnerada la lógica de la política convencional en todos los lances anteriores

A quienes hemos decidido quedarnos, nos toca conjugar con sensatez y responsabilidad la pelea por salvar a este país. El alto gobierno trama un perverso plan para no dejarle espacio a nadie más, ni siquiera a aquellos de sus compañeros que discrepen, siempre postulando imposturas a nombre de la causa popular.

La estructura misma de la nación que conocimos podría conocer una terrible metamorfosis. No se trata, necesariamente, de casarnos con todas las bondades y miserias de la nación.

Todo el mundo puede decidir en su fuero personal que quiere vivir, si le provoca, en otro lado. Hablamos, en este caso, de algo más estructural: tener país al cual regresar el día en que decidamos volver.

El Gobierno cuenta con sus simpatías, pero cada vez esconde con menos decoro qué se trae entre manos con su disparatado proyecto, y la distancia entre los que Chávez postula y lo que el grueso de sus seguidores espera se va ensanchando objetivamente.

En eso consiste la tibieza de la gente recogida en todas las encuestas y ese debe ser el epicentro de un movimiento nacional destinado a que la nación recupere la cordura en los dos años que quedan.

¿Serán suficientes los índices de criminalidad, la deficiencia de los servicios, la probada estulticia de la plana mayor que nos gobierna, la quiebra de Guayana, la comprobada circunstancia de que el país no camina, que llevamos diez años dando vueltas en torno a un montón de estupideces superadas en todo el mundo para que la voluntad de las masas se desplace a otra parte?

¿Estará el Gobierno en capacidad de imponerle su voluntad al país aún si llega a estar en minoría? ¿Podrá la oposición superar sus lastres para presentar una alternativa que nos permita enderezar el rumbo?

No voy a decir que es seguro, pero yo siento que las condiciones tienen rato madurando, lenta pero progresivamente.

Entretanto, quienes, aún sabiendo que, viviendo en Madrid o estudiando en Canadá, no tenemos en nuestras mentes otra oficina que no sea ésta, otro registro de afectos que nos complete de igual forma, otra forma de ser ciudadanos del mundo, tenemos que, al mismo tiempo, arrear con todo para intentar ser felices con nuestros hijos y familiares mientras libramos una batalla que definirá cómo viviremos en la décadas que siguen.

viernes, 18 de diciembre de 2009

La 'cuestión' de Oriente

Por: Augusto Trujillo Muñoz

Su historia se caracteriza por la guerra, pero más que agresores han sido agredidos. Primero fueron dominados por Ciro y luego por Alejandro Magno. En 1221 invadió su territorio el Gengis Khan quien, hacia finales de la centuria anterior, fue considerado por un grupo de historiadores como el hombre más poderoso del milenio. En el siglo xx los invadieron los rusos y en el siglo xxi los norteamericanos.

Irak y sus vecinos son árabes. Como los judíos, los árabes tienen un origen semita que, al parecer, se remonta hasta el viejo patriarca Abraham cuyos dos hijos, uno tenido en Sara y otro en Agar, son considerados los padres de aquellos pueblos tan antiguos como rivales. En Irán son persas. Sus antepasados formaron uno de los más grandes imperios de la antigüedad. Pero todos ellos, en el siglo xx, fueron obligados a jugar en el ajedrez de la guerra fría, empujados por la Unión Soviética y por los Estados Unidos.

Kabul, Bagdad, Damasco, Jerusalén figuran entre las ciudades más antiguas del mundo. En Ariana nació el célebre Rig Veda, uno de los textos fundamentales del hinduismo. Mesopotamia produjo el código de Hammurabi y luego Bagdad, varias de las más famosas obras de la literatura universal. Jerusalén es una ciudad sagrada para tres de las religiones más extendidas por el mundo. En fin, Oriente se corresponde con los orígenes de la civilización.

Las cosas cambiaron con la aparición de Occidente y de la modernidad. La expansión económica y militar de Europa impuso una visión del mundo que se consolidó con el hallazgo de la ruta de las especias y el descubrimiento de América. La historia de Europa también se caracteriza por las guerras pero, a diferencia de los pueblos de oriente, los europeos han sido más agresores que agredidos. En América los continuadores de la vocación expansiva de Europa son los Estados Unidos.

Después del 11 de septiembre la historia es menos desconocida, pero más manipulada por el gobierno norteamericano y por los medios de comunicación de Occidente. A la violencia de aquel día el fundamentalismo de Bush respondió con la violencia de una década. El resultado no ha sido ni la victoria ni el armisticio. Han sido la injusticia y la venganza, en un mundo en el cual la política, como sustituto de la guerra, exige unos patrones de conducta que garanticen la convivencia.

El mundo vive un desajuste espiritual que hace difícil no sólo la coexistencia armoniosa sino el mismísimo debate propio de las sociedades plurales, sin el cual es imposible concebir la democracia. En efecto, si el fin de la guerra fría trajo consigo lo que podría llamarse la “cuestión de Oriente”, esta especie de pax romana de los gringos, pone sobre el tapete una suerte de “cuestión de Occidente”.

Salvo las potencias emergentes de Asia, los pueblos de oriente perdieron el lugar que ocupaban en la geopolítica del siglo xx. La civilización occidental no sólo los ignora sino que quiere cooptarlos. El propio presidente Obama, al poco tiempo de recibir el premio Nobel de la paz, envió treinta mil soldados más a Afganistán. ¿Dónde está la política como sustituto de la guerra?

Con razón el sociólogo Amin Maalouf –nacido en Beirut, residente en París e hijo tanto de Oriente como de Occidente- sostiene que mientras aquel ha llevado su conciencia ética hasta la indigencia, éste ha convertido su conciencia ética en herramienta de dominio. El resultado es que las actitudes asumidas por cada uno de los dos –Oriente y Occidente- terminan siendo poco diferenciables desde el punto de vista moral.

El reloj de hielo

Por: Ana María Cano Posada

El reloj de sol existía cuando la intemperie y la naturaleza regían la vida sobre el planeta; y el reloj de arena era preciso cuando la perpetuidad y la conservación en monumentos que abarcaban a muchas generaciones, era lo único que importaba en una historia humana que comenzaba a construirse sobre la tierra que apenas tenía huellas humanas.

Sin percibir el enorme surco abierto por el uso y abuso de ejércitos de humanos que buscaron aquí su supervivencia y su lucro en los recursos naturales, comenzó a sentirse el efecto en severas modificaciones planetarias. Ahora la metáfora es en sí una obra de arte efímera y dramática: un oso polar en hielo, que se deshace a lo largo de diez días, sin que nadie pueda impedirlo, pero todos asistimos a este desesperante derretimiento.

Once toneladas de hielo y diez días de existencia son las señales particulares de esos dos concretos símbolos de la fragilidad del planeta ante el calentamiento global y de nuestra postura por completo externa a lo que ocurre. Dos osos polares que fueron hechos por el escultor Mark Coreth, ambos con una estructura de metal por dentro, uno en Copenhague en una de las plazas que dan a la gran conferencia climática de la ONU en este diciembre de 2009 y el segundo en Trafalgar, en Londres, desde el 11 de diciembre, los dos desaparecerán antes de Navidad. Es un acierto este símbolo para que quede en la memoria de los que somos testigos de este momento donde el futuro nos impone recomponer la jugada de nuestro estilo de vida en el planeta, hoy insostenible individual y colectivamente.

Mientras este acontecimiento artístico y ecológico ocurre ante los ojos, pasan delegaciones, curiosos, detractores por aquella conferencia que busca, al reunir a 110 jefes de Estado, hacer algo definitivo para cambiar la mentalidad de los países y la actitud frente a la responsabilidad personal en el deterioro, pero se teme pueda llegar a desperdiciarse esta ocasión única de que los humanos nos hagamos cargo de lo acumulado por generaciones al devastar el planeta como si fuera una propiedad privada individual y una fuente desechable de recursos.

La prueba de la completa falta de conciencia es que el Protocolo de Kioto, asumido por unanimidad en 1997 y que tenía unos compromisos que irían hasta 2013, ha sido ignorado y saboteado al punto de llegar a esta nueva conferencia con los mismos referentes, los de buscar un culpable al cual poderle endilgar toda la responsabilidad para que los enormes productores de deterioro ambiental y los pequeños queden enfrascados en una rebatiña. Una batalla de culpables que es parecida a la de aquel que intenta hacer algo por sí mismo contra el cambio climático pero se descorazona ante el primer vecino que contradice el mandato de preservar los recursos naturales y fácilmente desiste. Quién da menos, es la consigna.

Ese delicado equilibrio de supervivencia con permanencia del planeta para las generaciones que siguen es lo que nos queda en la imagen perdurable de ese oso polar derritiéndose ante nuestra actitud egoísta e impotente. Que no vayan a timar al planeta los negociadores y los jefes de Estado que representan el mundo en Copenhague como si fueran los dueños del balón: las consecuencias de esta irresponsabilidad histórica serán dramáticas, extensas y deplorables.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Venezuela: ¿un país en guerra?

Por: Marlon Montero Lugo

Esta es la pregunta que nos hacemos los ciudadanos cada vez que escuchamos las cifras de personas
fallecidas, víctimas de la delincuencia en nuestro país.

Según datos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) entre 1999 y el 2008 ocurrieron 101.141 muertes violentas en todo el territorio nacional, es decir 28 personas diarias. Sí, escuchó bien, 28 personas diarias, casi tres equipos de fútbol.

Si usted cree que la situación está mejorando se equivoca. El Observatorio Venezolano de Violencia estima que nuestro país podría cerrar el 2009 con una tasa de homicidios que ronda la cifra de 18 mil víctimas de la delincuencia (49 por día), uno de los índices más altos en el mundo.

Esta situación nos debe llevar a la reflexión para buscar juntos las soluciones ante esta grave realidad. La delincuencia no conoce de parcialidad política, nivel económico ni tendencia religiosa. Todos por igual somos víctimas de este flagelo.

Durante los últimos 10 años hemos sido testigos de un proceso político que ha generado enfrentamientos entre los diversos sectores de la sociedad, afectando notablemente la lucha contra la delincuencia.

Adicionalmente, las instituciones encargadas de velar por el cumplimiento de las leyes en el país han sufrido un debilitamiento profundo, fomentando la desconfianza de los ciudadanos y complicando mucho más el escenario actual.

Antes era un conocido, luego le tocó a un amigo, más recientemente a un familiar. ¿Cuándo nos tocará a nosotros? ¿Cuantas madres de familia deben sufrir la pérdida de sus hijos para que se tomen, con la seriedad que se requiere, acciones contundentes para disminuir las cifras de homicidios?

Madres de Petare y el Country sufren por igual esta realidad. Resultados de un estudio denominado Mapa de Violencia 2008 muestran que Venezuela se ha convertido en uno de los países líderes en homicidios de jóvenes, ocupando el tercer lugar en América Latina, con 64,2 crímenes por cada 100.000 habitantes.

Debe existir un trabajo mancomunado del gobierno nacional con los estados y municipios, capaz de definir estrategias que permitan disminuir estos alarmantes indicadores.

Si los gobernantes realmente piensan en los ciudadanos deben dejar a un lado sus diferencias partidistas para coordinar en conjunto políticas públicas en materia de seguridad.

Como ciudadanos nos corresponde exigir a los líderes que tomen medidas acertadas para garantizar nuestras vidas y sobre todo, nos corresponde prohibirnos, a nosotros mismos, acostumbrarnos a tan dramáticas cifras que enlutan cada día a más familias venezolanas.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Si los hombres aprendieran de las mujeres…

Por: Patricia Lara Salive

En la aleccionadora entrevista que el miércoles le publicó El Espectador, ella hizo reflexiones que bien vale la pena recalcar, con la remota esperanza de que la Virgen de Los Remedios nos haga el milagrito de que algún amigo le mande a nuestro Presidente, quien no lee periódicos, un mensajito de texto contándole lo que dijo su colega. Y Dios quiera que también lo reciban esos otros “machos”, tan atornillados como Uribe a ese poder que los hace sentir más grandes, seguros, fuertes, atractivos y amados… Me refiero a esos pobres de Chávez, Ortega, Correa, y ahora Evo, para no hablar de Zelaya quien, por esa misma libido, llevó a Honduras al desastre que vive hoy.

Oigamos, pues, a la Bachelet quien, con un apoyo de 76%, bien podría repetir presidencia, pero no va a hacerlo porque la estética no se lo permite. Michelle, entre otras cosas, dijo:

“Creo que en la vida como en la política hay que ser ético y estético. Jamás cambiaría una situación para beneficio personal. Si yo alguna vez hubiera pensado que hay que hacer un cambio a la Constitución, habría mandado un proyecto de ley que hubiera entrado en vigor desde el próximo gobierno en adelante (…) No es una buena política que las personas arreglen las legislaciones, el mundo político, la autoridad a su tamaño. Los cambios en las leyes, en las instituciones, tienen que ser para mejorar la situación del país, no las situaciones personales”.

“Algunos dicen que el poder es sexy. Pero a mí no se me ha generado esa droga. El boato no me impresiona (...) Lo que sí he visto es que tiene que ver en algunos casos con la ambición personal, que puede ser ambición de fama. También he visto que hay en esto algo vinculado al género (…) No quiero caricaturizar..., pero... parece ser que en el caso del hombre se ofrece una suerte de atracción fatal más potente por el poder (…) Lo he visto en jefaturas diversas (…) Hay gente espléndida, encantadora, (pero) cuando llegan a un cierto cargo se transforman en pequeños dictadores”.

“Una mujer (…), Gilligan, ha hecho estudios de neurociencia basándose en observar cómo el niñito y la niñita resuelven los conflictos en los jardines infantiles. Ella dice que todos quieren resolver el conflicto (por eso no digo que los hombres llegan al poder a hacer una cosa mala y las mujeres una buena), pero las mujeres, cuando resuelven un conflicto, buscan el win-win solution. Buscan que el resultado sea bueno, pero no a costa de muchos heridos en el camino, sino de que ojalá todos salgan ganando. En cambio, los hombres se preocupan más por el resultado que por el proceso”.

Pensándolo bien, ¡qué bueno sería que, en Colombia, donde se han recorrido tantos caminos fracasados para lograr la paz, ensayáramos el único que no se ha probado: elegir durante un par de períodos a dos presidentas. ¡La primera podría ser Shakira! (¿Ya la vieron hablando de educación en Oxford, en el mismo escenario en que lo hicieron Churchill, Newton, Dalai Lama y Sor Teresa de Calcuta?). Luego podría ser cualquier otra… Así, el país sería más alegre, pacífico, educado, próspero y, por consiguiente, más feliz…

jueves, 12 de noviembre de 2009

El existencialismo

Por: Eduardo Vásquez

Hacia los años sesenta tradujimos al español "El existencialismo es un humanismo", una obra de vulgarización de esa filosofía hecha por Sartre. Es de fácil lectura y por eso comprensible para el gran público.

En nuestra opinión la concepción de la libertad de Sartre, reunida en un axioma, "el hombre está condenado a ser libre", nos parece que ya se encontraba en Descartes y luego desarrollado por Hegel.

En efecto, sabemos que Descartes, mediante la duda se despoja de todo lo que se encuentra en la conciencia y así reduce a ésta a ser una especie de lugar vacío (o tabula) raza. Esto significa que no estamos dominados por nada, que podemos rechazar, desechar o aniquilar todo aquello que ha penetrado en nosotros y que podría imponérsenos.

He allí expuesta nuestra libertad. Podemos sustraernos de todo y dominar a lo que trata de dominarnos.

En su Filosofía del derecho en el parágrafo 5, Hegel describe cómo está constituida la conciencia.

Ella puede pensarse a sí mismo, dirigiendo su atención a lo que está dentro de ella. Mediante esa reflexión ella puede disolver toda limitación, todo contenido, cualquiera sea su origen, sea del mundo externo o elaborado por la propia conciencia.

Eso produce que la conciencia sea la "pura indeterminación", esto es, no esta determinada por nada, ningún contenido puede imponérsele puesto que ella puede rechazarlo, o abstraerse de el. Es un poder extraordinario de la conciencia. Hegel se expresa de ella de esta manera: "es la ilimitada infinitud de la abstracción absoluta o universalidad, el puro pensar de si mismo".

El yo puede vaciarse a sí mismo, expulsar todo lo que lo ha colmado.

Hegel la llama libertad negativa o libertad del entendimiento, o también libertad del vacío. Esa liberación respecto a todo puede conducir a la destrucción de todo. Puede llegar a la destrucción de todo, no reconocer a nada, ya que puede considerar a todo como una traba a esa libertad.

De allí proviene el "fanatismo" de la destrucción de todo orden social, así como la expulsión de todos aquellos de los que se sospecha que quieren un orden". Y Hegel añade sentenciosamente: "Sólo destruyendo algo tiene esta voluntad negativa el sentimiento de su existencia". La voluntad negativa puede querer que nada firme se establezca.

Ella lo que desea es realizarse a sí misma. Tener conciencia de sí misma, la cual sólo logra en la furia de la destrucción. Hegel sostiene que en la historia ella siempre aparece y ve en la etapa del terror de la Revolución francesa, en la que "toda diferencia del talento, de la autoridad, debió ser suprimida", la presencia de la furia de la destrucción. Tocqueville escribió que aquella Revolución produjo un tipo de hombre que sólo puede destruir y es incapaz de construir nada.

No nos cabe duda que entre nosotros esa furia destructiva está actuando. En la concepción de la universidad (todos son iguales), en la escuela (mueran las diferencias de talento e inteligencia), en lo social en general. Hegel también sostuvo que para hacer igual a los hombres habría que cortarles la cabeza.

martes, 10 de noviembre de 2009

Con la guerra no se juega

Por: Teodoro Petkoff

Tiene que estar muy preocupado, diríase, incluso, que desesperado, el señor Presidente, para ponerse a tocar, enloquecido, los tambores de la guerra con Colombia. Es una típica operación de diversión, una cortina de humo. No le faltan razones para tratar de hacernos voltear hacia otro lado, porque lo que está ocurriendo en nuestro país es gravísimo y cualquier gobernante estaría con las manos en la cabeza. Pero, Su Excelencia la Reencarnación de El Libertador, tiene un motivo adicional para mesarse los cabellos. Por más que se menea, no logra que los venezolanos, todos, pierdan de vista que la culpa de lo que está pasando es suya y exclusivamente suya. Su irresponsabilidad, su incompetencia y la corrupción de su régimen han lanzado sobre el país cuatro crisis simultáneas, cada una tanto o más grave que la otra. Seguridad, electricidad, salud pública, economía y, en Caracas, agua, son áreas en las cuales el desmadre alcanza niveles sobrecogedores. Nadie escapa a las consecuencias de la peor gestión administrativa que haya conocido el país en su historia contemporánea.

Lógicamente, lo que venía siendo un lento, aunque sostenido, descenso del apoyo al gobierno en los últimos tres años, se está convirtiendo en una barrena. A menos de un año, en principio, para las elecciones parlamentarias, razones le sobran a Chacumbele para sentir un frío en la espalda.

De allí que ya esté en campaña electoral. No lo oculta; actúa con el desparpajo y la desfachatez de quien sabe que nadie en el Estado le va a llamar la atención. Pero el domingo elevó los decibeles y prácticamente llamó a zafarrancho de combate. Se necesita una carencia total de escrúpulos para hacer de un tema tan delicado, de vida y muerte, materia de campaña electoral. Cree que puede recoger el respaldo que se le escurre entre los dedos, tocando la fibra patriotera de sus conmilitones.

Fracasará, porque ya se le ven demasiado las costuras. Es tan burda la maniobra electorera que cualquier mandatario que hablara en serio de una posibilidad de guerra, llamaría, ante todo, a la unidad de la nación contra el "enemigo".

Pero Chacumbele no. Su guerra no es contra Colombia sino contra más de la mitad de sus propios compatriotas. Es tan obvia y, al mismo tiempo, tan torpe su jugada, que no vacila en agredir a una supuesta "quinta columna", que sería la de sus adversarios políticos. Estamos ante una estratagema electorera de vuelo gallináceo. No son las bases militares en Colombia las que le quitan el sueño sino las bases del pueblo venezolano. Para aquellas, la diplomacia suramericana ya ha venido colocando muros de contención y tanto Uribe como los gringos se han visto obligados a dar garantías a sus vecinos.

De hecho, el propio Correa, desmarcándose de Chávez, avanza en el camino del restablecimiento de relaciones con Colombia, a pesar de las bases.

Pero Chacumbele necesita la conflictividad permanente, hacia adentro y hacia fuera. Por eso no se pueden subestimar los niveles que podría alcanzar su carencia de escrúpulos.

Editorial de Talcualdigital.com (10-11-2009)

domingo, 1 de noviembre de 2009

El Síndrome de la Totuma

Por: Vladimiro Mújica

A veces nuestra entrega parece ser total. La incapacidad de desarrollar un lenguaje propio que nos permita comunicarnos con nuestro propio pueblo nos lleva a tratar de explicar por qué no es tan malo lo que está ocurriendo, so pena de parecer que nos estamos burlando precisamente de aquellos con quienes pretendemos comunicarnos.

La descomunal incapacidad y corrupción del gobierno venezolano hacen que todo lo que asociamos con desarrollo y progreso se vea cada vez más comprometido y amenazado.

El país que se va despejando ante nosotros es más pobre, más violento, con peor educación, más polarizado, menos solidario. Sin embargo, y aquí está la gran tragedia, una parte importante de nuestros compatriotas no lo ve así, o al menos piensa que estamos igual de mal de lo que siempre estuvimos.

El último ejemplo del desencuentro de la comunicación entre las dos Venezuelas es dramático. A la escasez de agua y electricidad responde el gobierno con una serie de razones cada cual más insólita que la otra.

El Presidente insta a los venezolanos a bañarse en tres minutos, con totuma, y a ahorrar electricidad. Ahora la culpa es de todos por nuestros malos hábitos. Los más grandes despilfarradores de nuestra historia nos piden que ahorremos en un ejercicio de burla y cinismo sin igual.

El Gran Comunicador de la Revolución crea una nueva fantasía para sus seguidores y nosotros, el otro país, nos encontramos arrinconados pensando cómo responder a la nueva charada. Parte del problema es que estamos aprendiendo el lenguaje de sentir la pobreza en la propia piel.

El desencuentro de las dos Venezuelas comenzó hace muchos años, inclusive antes de Chávez, lo que ocurre es que antes nos permitíamos ignorarlo y ahora sentimos la potencia de la manipulación del resentimiento y lo que ello significa en términos del control del poder.

No hay deshonra en la pobreza, al menos en el sentido bíblico. El hombre pobre y sabio, no apegado a los bienes materiales que envilecen al hombre rico, es una utopía grandiosa que desafortunadamente no tiene nada que ver con Venezuela.

Las bondades de la vida en el campo, los cuentos de nuestros abuelos, nuestra identidad cultural representada en la totuma son todos valores a defender. Lo que es inaceptable es que los nuevos amos del país utilicen todos estos símbolos para esconder su incapacidad y su corrupción.

Pero más allá de la manipulación y la burla del gobierno me angustia que quienes estamos llamando a construir una alternativa nos entrampemos en no criticar el regreso a la totuma por no ofender a quienes usan la totuma.

Por ese camino tendremos pronto que defender que se destruyan las universidades para no ofender a quienes no han podido estudiar. El reto es defender nuestra cultura y tradiciones al tiempo que nos imaginamos y podamos transmitir la imagen de un país distinto, mirando a un futuro sin miseria, donde el culto y la manipulación de la pobreza no justifiquen el fracaso de los gobernantes.

lunes, 26 de octubre de 2009

Totuma y Velas

Este Gobierno ha tenido los más altos ingresos de cualquier administración en la historia de Venezuela. Pero además ha tenido el control de todos los Poderes Públicos para invertir esos ingresos en lo que el Presidente decida, sin que los mecanismos normales de control puedan retardar y menos oponerse a la voluntad del Jefe. Además ha tenido suficiente tiempo para resolver los problemas con los cuales se encontró, para eso lo eligió el pueblo, tienen más de 10 años en el Gobierno, cuando de acuerdo a la Constitución anterior ningún Presidente podía durar más de 5 años. De tal manera que cuando tratan de excusarse echándole la culpa a los Gobiernos anteriores, el pueblo enseguida nota que les crece la nariz como a Pinocho por decir tantas mentiras.

Durante estos 10 años de un gobierno que por su discurso incluyente de los pobres generó esperanzas en los sectores populares, se ha demostrado que ese discurso es una estafa a los sectores más necesitados que cada día sufren más las consecuencias de la ineptitud de esta gestión para administrar bien los inmensos recursos que ha manejado en beneficio de los intereses del pueblo.

Debemos empezar por decir que estamos cada vez más alarmados y tristes por la manera como todos los días matan, atracan y roban a tantos ciudadanos, enlutan a tantas familias, y ver como este gobierno supuestamente fuerte por estar dirigido y compuesto principalmente por militares no es capaz de cumplir su primer deber: garantizarle la vida y la seguridad a los ciudadanos.

El colmo de los fracasos de esta administración es lo que ha pasado con la luz y el agua, el Gobierno en vez de reconocer con valentía que ha fracasado en estos dos aspectos vitales para garantizarle calidad de vida a la gente, que no hicieron las inversiones y el mantenimiento necesario con todo el tiempo y el dinero que han tenido para incrementar la generación, trasmisión y distribución de electricidad, así como la dotación de agua potable, tomando en cuenta el incremento natural de la población y por tanto del consumo. Y ahora, en vez de reconocer su incapacidad le echan la culpa a los consumidores, le imponen el racionamiento de agua, los mandan a bañarse en tres minutos, y a utilizar tobos ó totumas para que no gasten el agua, y además, le faltan el respeto a la gente ofreciéndoles bombardear las nubes para que llueva y así resolver el problema.

En materia eléctrica, la gran solución que ofrece el Presidente es más burocracia, un nuevo Ministerio para la electricidad, es decir, profundizar el error de centralizar, para seguir fracasando, precisamente la estatización y centralización de empresas eficientes de electricidad como Enelven en el Zulia, y la Electricidad de Caracas en la Capital, son una de las causas del fracaso en materia eléctrica. Y además le exigen a la gente que reduzca el consumo eléctrico, y a los Centros Comerciales que se compren plantas eléctricas.

Seguramente ante el alto costo de la vida le van a pedir a la gente que coma menos. La verdad cada día está más clara, o cambiamos a este Gobierno, o nos acostumbramos a bañarnos con totuma y a iluminarnos con velas.

Por: Omar Barboza Gutiérrez

domingo, 18 de octubre de 2009

Cultura ingenua

Por: Luis Lozada Soucre

Todo régimen totalitario tiene una visión sectaria y prejuiciosa del quehacer cultural.

El carácter hegemónico de su pensamiento lo induce a imponer a cal y canto una cultura oficial, cuyos contenidos, significados y trascendencia varían, según convengan a los grados de nacionalismo radical que determinen sus objetivos y al tenor de la transculturización contaminante que pretendan exterminar.

El realismo social, con todos sus ismos contenidos, como el naturalismo, el criollismo y el folklorismo, tiende a ser la bandera ideológica y creativa de todos los sistemas de gobiernos de izquierda extremista, opresores del libre pensamiento y de la pluralidad intelectual.

La extinta Unión Soviética y la Cuba sobreviviente son ejemplos palpables de esta orientación e imposición culturales, refrendadas desde los cenáculos gobernantes con valencias comunistas.

Más allá de los estruendosos fracasos que tal política cultural coercitiva ha significado para sus pueblos sojuzgados, no es objeto de estas reflexiones abundar en ellos, sino sentar sus precedentes para poder entender la realidad del hecho cultural venezolano en estos tiempos de decadente revolución y anacrónico socialismo.

Enfrentar la ingenuidad y comprender, por ejemplo, las previsibles razones para el más reciente de sus arrebatos subsidiarios en contra del Ballet Contemporáneo de Caracas, pese a su dócil actitud y performances de los últimos años.

La sustitución de valores culturales se impone con el mismo modus operandi: hacer tabla rasa de todo lo que les huela a contra revolucionario, para reconstruir sobre sus hedores una visión panfletaria y propagandística de país y ciudadanos nuevos.

Y dentro de este contexto, ¿a quién le importa Bizet? La purga es de vieja data. Comenzó en los albores del régimen, con el despido revanchista de Sofía Imber del museo que creó y al que le entregó gran parte de su vida, hasta convertirlo en ícono de excelencia museística.

Saltando significativos ejemplos de exterminio en todas las disciplinas y cerrando sus antecedentes depredadores, con la procaz metamorfosis del Teresa Carreño en foro proselitista exclusivo del partido de gobierno, la barbarie socialista ha expoliado también al Ateneo de Caracas, una institución que por el solo aval de organizar los festivales internacionales de teatro se granjeó fama mundial.

Queda en pie el magistral proyecto orquestal de José Antonio Abreu, gestado y parido en la cuarta república y del que el régimen ha sabido aprovecharse como telón de prestigio ante la comunidad internacional.

Del resto es poco lo que les interesa y mucho lo que la ingenua ­y en muchos casos acomodaticia­ intelectualidad criolla deberá sacrificar, luchar y aprender de sus errores y sus silencios.

lunes, 12 de octubre de 2009

Un cantor de Fonseca

Por: Marcelo Morán

Mi primo Luis Emiro me había invitado a una reunión en casa de mi hermano Pedro, el 12 de octubre del año 2002. Cita a la que yo había llegado con un día de antelación. Y era un poco más allá del mediodía cuando él se apareció con una caravana de parranderos que hacían estremecer con la algarabía la estancia de Las Parcelas. Enseguida bajo de su camioneta y se dirigió a todos los presentes con su fraternal manera de saludar. Lo acompañaba un viejo muy moreno, pequeño de estatura, de sombrero de alas cortas que denunciaba sin equívocos su lugar de origen. Con pasos lentos se acercó sin proferir palabras, sólo esbozó una sonrisa familiar como cortesía a los que nos encontrábamos allí: parecía cansado.

No había terminado de sentarse cuando mi primo dijo:

“Les presento al viejo Bienve”.

“¿Y quien es el viejo Bienve?”, pregunte por no dejar.

“Es una gloria del folclor vallenato que he convidado para compartir con nosotros esta reunión”.

Después de transcurrir un tiempo en que el personaje ya se encontraba relajado, dijo que se llamaba Bienvenido Martínez y fue entonces cuando caí en la cuenta de que era el famoso compositor colombiano del tema “Berta Caldera”, que es mencionado en otro clásico del vallenato El “Cantor de Fonseca”, escrito por Carlos Huerta, y que recorriera el planeta como un huracán en la voz de Carlos Vives.

A medida que la conversación tomaba calor, le pedí a don Bienvenido que me hablara de Berta Caldera. Él, sin ningún tipo de reparo accedió a mi petición de manera gentil, transportándose cincuenta años atrás a su pueblo de Fonseca, enclavado en el corazón de la Guajira colombiana y donde había sido flechado sin remedio por los encantos de la bella muchacha.

“Berta Caldera era un amor platónico, de esos que endulzan la vida cuando uno se encuentra joven, y hace que uno se vuelva poeta para inventar canciones con que enamorarlas, como nos pasaba a los pelaos de mi pueblo, en esos lejanos tiempos”, dijo.

“Qué es de la vida de Berta Cladera”, le pregunte´.

“ Ella vive en Machiques, acá en Venezuela, desde hace muchos años”.

Yo jamás había escuchado esa canción, y alentado por efectos de los tragos que libábamos en ese momento, le pedí que me complaciera. Y sin pensarlo dos veces, le quitó a uno de sus hijos que lo acompañaba, el acordeón, y en segundos, empezó a soltar las notas pegajosas que identifica el tema y de pronto, tuve la sensación de que el ejecutante hubiese salido por arte de magia de uno de los libro de García Márquez. Don Bienvenido a sus ochenta y cinco años tocaba el acordeón con la soltura de un muchacho de veinte, y sólo como saben hacerlo los colombianos, como si el instrumento de lengüeta libre, inventado por el austríaco, o alemán Cyrill Demian, fuera exclusivamente para ellos.

En la conversación le plantié que teníamos por vecino a un señor de Fonseca, que había cumplido por esos días noventa y cinco años y habíamos mandado a buscar para que viniera a conocerlo. A él le pareció espléndida la idea, pues no esperaba encontrarse con un coterráneo allí, en el pueblo de Las Parcelas.

A los minutos le presentamos al señor José María Arregocés, cuya familia se había establecido en esa comunidad marense desde comienzo de los años sesenta.

Fue una sorpresa para Bienvenido que se tradujo en el acto en una expresión de alegría: “¡Chema!”

Ambos se conocían desde hacía ochenta años. Don Chema, había sido cajero en su juventud de muchos conjuntos vallenatos y por supuesto compañero de parranda de don Bienvenido.

Así terminó aquel 12 de octubre inolvidable, amenizado por un cantor de Fonseca que se le ocurrió un día escribirle una canción a Berta Caldera.

domingo, 11 de octubre de 2009

El excremento del Diablo

Por: MOISÉS NAÍM

El petróleo
empobrece. Los diamantes, el gas y el cobre también. Los países pobres que cuentan con abundantes recursos naturales suelen ser subdesarrollados. Esto ocurre no a pesar de sus riquezas naturales, sino debido a ellas. ¿Cómo puede ser que la riqueza natural de un país perpetúe la pobreza de la mayoría de sus habitantes? Debido a un fenómeno conocido como "la maldición de los recursos naturales".

Hay
países que logran conjurar esta maldición. Noruega o Estados Unidos, por ejemplo, son a la vez petroleros y desarrollados. Pero son excepciones que no sólo confirman la regla, sino que también ilustran los antídotos contra esta maldición: democracia e instituciones que limitan la concentración del poder. Además, para neutralizar la maldición también es necesario mantener la estabilidad económica, controlar el gasto público, ahorrar para los años de vacas flacas, diversificar la economía, impedir la concentración del ingreso y evitar que la moneda del país sea demasiado costosa comparada con las de otras naciones. Los países exportadores de recursos naturales que no adoptan estas medidas empobrecen y maltratan a la gran mayoría de su población. La tragedia es que pocos logran evitar estos nocivos efectos. ¿Por qué?

La maldición de los recursos es como una enfermedad adictiva: le quita a la víctima la voluntad de curarse. Los grupos más poderosos de estas sociedades no tienen muchos incentivos para luchar contra los efectos perversos de la excesiva dependencia de los recursos naturales. Los efectos son perversos para el resto de la población, no para las élites. Éstas, por el contrario, se benefician de la situación.

El venezolano Juan Pablo Pérez Alfonzo, uno de los fundadores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), fue el primero en llamar la atención sobre esto. El petróleo, dijo, no es oro negro; es el excremento del diablo. La intuición de Pérez Alfonzo ha sido rigurosamente confirmada. Desde 1975, por ejemplo, las economías de los países ricos en recursos naturales han crecido menos que las de los países que no exportan principalmente materias primas.

Peor aún, en los países afectados por la maldición, los beneficios del crecimiento económico se concentran en pequeños grupos políticos, militares y empresariales. Además, su moneda se encarece con respecto a las de otras naciones, lo cual frena las exportaciones de todo lo que no sea el recurso natural que tienen en abundancia. Esto, a su vez, inhibe la diversificación de la economía y condena a los países a depender cada vez más de las exportaciones de su principal materia prima. En el caso del petróleo, el crecimiento que este genera no crea puestos de trabajo en proporción a su peso en la economía. Así, en los países cuya principal exportación es el petróleo, esa industria genera más del 80% de los ingresos totales, pero tan sólo el 10% del empleo. Inevitablemente, esto aumenta la desigualdad económica.

Dado que los gobiernos de los países exportadores de materias primas no dependen de los impuestos de su población para financiarse, sus líderes pueden darse el lujo de ignorar las exigencias y necesidades de sus ciudadanos. Éstos, a su vez, desarrollan relaciones tenues y parasitarias con el Estado. Además, cuando mucho dinero público es controlado por pocos individuos que no rinden cuentas al resto de la sociedad, la corrupción es inevitable. Las similitudes de países tan diferentes como Rusia, Irán o Venezuela no son una casualidad. Son el resultado de la maldición.

Es muy difícil sacar del poder a gobiernos ricos en petróleo que, además, tienen la posibilidad de usar sus vastos recursos financieros para comprar o reprimir a sus opositores. Las estadísticas demuestran que es mucho menos probable que un país petrolero autoritario se transforme en una democracia de lo que resulta para una dictadura que no cuenta con abundantes recursos naturales. Las estadísticas también confirman que, en todas partes, las autocracias petroleras gastan más en armas y ejércitos y son más propensas a tener conflictos armados.

Esto no quiere decir que los países pobres con abundantes recursos naturales estén condenados al subdesarrollo. Chile y Botsuana son extraordinarios ejemplos de países menos desarrollados que a pesar de ser exportadores de materias primas han escapado de la maldición. Sus experiencias confirman cuáles son las vacunas que protegen a un país contra sus efectos. Pero ¿por qué estos países estuvieron dispuestos a vacunarse y otros no? Nadie sabe. A quien encuentre la respuesta a esta pregunta habría que darle el premio Nobel. No el de Economía. El de la Paz.

domingo, 4 de octubre de 2009

El marxismo soviético

Por: Eduardo Vásquez

En 1963, las Editions Gallimard publicaron la versión francesa de El marxismo soviético, publicada originalmente en inglés, y cuyo autor fue Herbert Marcuse. Es un libro de gran importancia si tenemos en cuenta que el marxismo que se conoció en Suramérica fue el exportado por los soviéticos.

El dogmatismo de los pro-soviéticos los llevó a rechazar toda crítica, toda modificación del dogma soviético. Hoy todavía estamos padeciendo de esa formación. Nuestros marxistas fueron hijos de la URSS y lo siguen siendo.

Los soviéticos tenían una especie de anatema para descalificar a cualquiera que se atreviera a leer a Marx de manera distinta a la oficial: revisionista. Hacia 1950 se empezó a conocer la lectura de G. Lukacs.

H. Lefebvre publicaba El materialismo dialéctico, en el que mostraba por primera vez la teoría de la alienación, rechazada enseguida por los soviéticos por su vinculación con la filosofía de Hegel. Un discípulo de G. Lukacs publicó en Francia Investigaciones dialécticas, en el cual exponía en varios ensayos la interpretación de Lukacs.

Uno de éstos era la reificación o cosificación, llamada así por Goldman, para evitar la banalización a que había dado lugar el uso de alienación o enajenación. Cuando en la presentación de nuestra traducción calificamos a Goldman de revisionista esto desencadenó contra él (y contra mí) toda la furia del dogmatismo.

Sin embargo, la teoría de la alienación prosperó, pero más en su sentido psiquiátrico y como ocurre con los conceptos de moda perdió su significación precisa.

Para leer Historia y conciencia de clase había que conocer a Hegel y aquí ese conocimiento era (y sigue siendo) muy pobre. Disponíamos de la traducción de El capital (F.C.E.) pero el traductor había volatilizado toda la terminología dialéctica de Hegel que permitía comprender lo que Marx había dicho: que él había coqueteado con el lenguaje del gran pensador.

Así, la teoría del valor construida con la categorías de la dialéctica de Hegel se hacía incomprensible. Anuncian la repartición de una edición de El capital. ¿Será la del F.C.E. con sus mismos errores de traducción y quién enseñará a leer lo ya interpretado? ¿Los formados por la Academia de la URSS o los formados por la interpretación (?) de la Academia Militar? Las alternativas son espantosas.

Pero permitirán a los actuales mandatarios recubrirse con el manto del marxismo, como antaño hicieron los dirigentes de la URSS. Ello les permitirá expoliar a los trabajadores, manteniendo una figura de progresistas y de libertadores. Pero, estalinistas incurables, seguirán sosteniendo que el fracaso del socialismo se debe al complot externo.

No conocen a Gorbachov, quien proclama ¡que no había que buscar los fracasos de la Unión Soviética en la conspiración de enemigos externos o internos, sino en los crímenes de la nomenclatura! ¿Puede la nomenklatura hacer semejante crítica? No, porque sería un suicidio y la pérdida del poder.

lunes, 21 de septiembre de 2009

El Mural de Ojeda

Por: Marcelo Morán

Era un tanque viejo y sombrío que parecía pertenecer a una época muy gris. Fue la impresión que me dio cuando lo vi por primera vez en el año 1990, tiempo en que decidí radicarme en Ciudad Ojeda. Había sido abandonado desde hacía tres década atrás por el INOS, y desde ese período se conocía como el monumento a la sed más grande del siglo XX.

Entraba la década de los noventa y por los signos que mostraba prometía ser una etapa de grandes cambios para el futuro del país. Edinson Martínez también lo avizoraba, y animado por un arrebato de inspiración casi sublime, decide enfrentar un reto: cambiarle el rostro al ordinario coloso de 42 metros de altura y convertirlo en una joya de arte urbano, que sería el primero en su género en el estado Zulia.


Para ese fin se acompañaba del reconocido artista plástico, profesor Manuel Vargas, a quien se le encomendó el diseño y la ejecución de la obra. Inicialmente no fue una tarea fácil. Había que buscar fondos para acometer la propuesta con presentaciones y otros recursos de captación, llegándose incluso a vender lienzos y foto montajes de lo que sería el mural como una manera de ablandar la sensibilidad de sectores de la comunidad que aún se mantenían escépticos, y veían la idea de Martínez como una quijotada.

Lo primero que se le vino al profesor Vargas, fue realizar un muestreo de más de 1.200 fotografías que arrojó como resultado: todo un entorno gris. Las casas, las cabrias, el pavimento, el lago, tenían la misma tonalidad. Había un predominio de esa valoración en todo el poblado de Las Morochas, que obligó al viejo artista oriental a verter su creatividad en una composición que reflejaba su particular manera de concebir la naturaleza y donde hacía participar a través de un enrevesado juego de trazos y matices complejos la libre imaginación de los espectadores. El cilindro que nunca llegó a almacenar agua absorbió en sus paredes de 2.100 mts cuadrados, nada más, 800 galones de pintura (tipo poliuretano) de 200 tonalidades diferentes que garantizaría la vistosidad del arte por un lapso de quince años.

El Mural Más Grande -como se le llamó desde el principio- fue inaugurado el 13 de diciembre de 1993 con la asistencia de la gobernadora Lolita Aniyar y el pueblo de Ciudad Ojeda que se volcó de forma masiva para tomarlo como el símbolo que le faltaba. Tras la inauguración vino un tumulto de gente de distintas partes del mundo, -en su mayoría- representantes de medios especializados en arte, para dedicarle grandes reportajes y calificarlo como el mural
más grande en su estilo en Latinoamérica.

Después de transcurrir dieciséis años de su apertura, esta obra pictórica reclama una pronta restauración; actividad que no será fácil para La Fundación Cultural Ojeda 2000, quien lo dirige desde esa fecha, considerando que, el conjunto de empresas que una vez apoyaron su proyecto y lo hicieron una realidad, ya no podrán hacerlo; desaparecieron a causa de las recientes expropiaciones. Mientras tanto hoy frente a ellas, se alza hacia el cielo plomizo de Lagunillas la mole multicolor como una señal esperanzadora de que todo no se ha perdido sobre todo, para el golpeado pueblo de Las Morochas.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Mar de Fondo

Por: Teodoro Petkoff

Cuando el señor Chávez asumió la presidencia por primera vez, en 1999, el Estado central contaba con 900.000 trabajadores a su servicio, entre empleados y obreros. Hoy la cifra monta, según el Instituto Nacional de Estadística, a 2.3 millones de personas. Se incluyen en esta cantidad, por cierto, varios miles de beneficiarios de las misiones, que en la práctica, no pueden ser considerados realmente como servidores del Estado...pero cobran.

El tradicional capitalismo de estado venezolano (petróleo, petroquímica, aluminio, electricidad), reforzado por las recientes estatizaciones y reestatizaciones (Sidor, briqueteras, CANTV, Electricidad de Caracas, cementeras, Costa Oriental del Lago, Banco de Venezuela), así como por la participación mayoritaria de Pdvsa en las empresas petroleras de la Faja, le ha presentado al gran patrono estatal un problema que lo tiene enredado: la contratación colectiva con los sindicatos de tales compañías.

Si bien la tasa de sindicalización en Venezuela nunca fue particularmente elevada, en las empresas públicas si lo fue -y lo es. Por otra parte, en ellas, los trabajadores y los sindicatos, conociendo de su alto poder de negociación y contratación, han sabido alcanzar, desde siempre, reivindicaciones laborales de alto calibre.

El manirroto petroestado venezolano fue siempre, hay que decirlo, bastante desaprensivo, e incluso irresponsable, a la hora de discutir y firmar los contratos colectivos. Puesto que la mayor parte de esas empresas son deficitarias, su existencia ha dependido, toda la vida, de las transferencias que el fisco nacional hace a ellas, para enjugar los déficits...y garantizar las condiciones laborales.

En un país rentista, donde todos sus sectores luchan por captar la mayor parte posible de la renta petrolera, no se puede culpar a los trabajadores de haber cultivado también, como los empresarios y la burocracia estatal, una cultura y una mentalidad rentista. El gobierno del señor Chávez ha llevado el rentismo y su cultura a extremos delirantes y los trabajadores del Estado y de las empresas públicas no muestran ninguna disposición ­menos aún en tiempos de crisis­ a echar sobre sus lomos la carga de las dificultades económicas, cediendo parte de lo que han conquistado.

Por su lado, eso es lo que pretende el gobierno y de allí que vivamos en estos tiempos el extraño espectáculo de un gobiernopatrono, que se dice socialista, tratando, por todos los medios, de anular la contratación colectiva como mecanismo de relación con sus trabajadores. Lo que viene haciendo con los petroleros es ya grotesco. Con toda clase de trucos, ha logrado posponer las elecciones sindicales durante casi un año Mientras estas no se realicen no hay discusión de contrato colectivo. El mismo aplique se le hace a los trabajadores eléctricos.

Los empleados públicos, más fáciles de chantajear, esperan desde hace casi cinco años la discusión de sus contratos. Por eso, y con toda razón, está tan encabritado el frente sindical y laboral.

sábado, 29 de agosto de 2009

Las Musas de Bello

Por: Marcelo Morán

Chile es el único país de Latinoamérica que ostenta hoy dos Premios Nóbel de Literatura: Gabriela Mistral en 1945 y Pablo Neruda en 1971; ambos en poesía.

Escudriñando un poco la historia, conseguí que todo comenzó en 1810, cuando Andrés Bello parte a Londres en compañía de Bolívar y López Méndez en misión diplomática que a la postre resultó un rotundo fracaso.

Los dos últimos regresaron, mientras que el Maestro, se quedó por largos diecinueve años sorteando todo tipo de penurias, pero sin abandonar nunca su afán de nutrirse de los valores que le hacían falta para convertirse después en el más grande humanista de América.

En su estadía en Londres, escribe 1823 entre otras, la silva: Alocución a la Poesía, con la que invita a las musas a abandonar Europa ante el desgaste y cansancio que ya acusaban, presentándole en América un campo fértil donde renovar sus facultades.

En 1829 llega a Chile donde consigue la ansiada estabilidad para acoger su numerosa familia, y donde logra consolidar su apostolado. Allí escribe la Gramática del castellano destinada al uso de los americanos con la que logra unificar el idioma de la Reina Católica, que a nuestros días, fuera un verdadero arroz con mango.

Fundó además en 1843, la primera Universidad, redactó la constitución y todo cuanto hacía falta para que ese país austral se convirtiera en uno de los más cultos de las ex colonias españolas.

Las musas del Olimpo a las que solía invocar en sus versos no resistieron al llamado y vinieron también a montar sus carpas por los cielos de Latinoamérica de donde han venido vertiendo inspiraciones a figuras como los Nóbel de Chile.

Para ilustrar esta convicción, tenemos una anécdota escrita por el gran Pablo Neruda en el año 1953, recogida por el diario de izquierda El Siglo; convertido hoy en semanario: “Hace tiempo en Uruguay, un joven critico, me dijo que mi poesía se parecía más que otra a la de un poeta venezolano. Yo no sé si ustedes van a reírse cuando escuchen el nombre de ese poeta, pero yo me reí de buenas ganas: es Andrés Bello (…)”.

En los últimos diez años se ha desatado en el país una ola de violencia que no ha dejado incólume ni siquiera nuestro castellano, propiciada por el lenguaje soez e insolente que ha caracterizado al presidente y que sólo puede ser comparado con las proferidas por borrachos amanecidos en cantinas de mala muerte. Es por ello que, las sublimes musas del Olimpo no hayan soportado semejantes agravios y hayan resuelto desmantelar sus carpas y recoger sus macundales para irse horrorizadas a otras latitudes.

Ojala tengamos la dicha de tener entre nosotros un guía conciliador, que marque con un lenguaje culto y respetuoso las coordenadas para que las extraviadas hijas de Zeus, vuelvan a reencontrarse con Venezuela y de esa manera, honrar el esfuerzo de Bello, cuando hace casi doscientos años tuvo el acierto de traerlas a América: envueltas y embriagadas en los viejos pergaminos
de la Alocución a la Poesía.

viernes, 28 de agosto de 2009

Autocracia Educativa

Por: William Dàvila Barrios

Ya se ha
hecho derecho consuetudinario chavista la desconstitucionalización de la República, porque a través de resoluciones administrativas, el régimen ha ido desmontando la constitución.La naturaleza autocrática y militarista del régimen chavista no puede sino elaborar y aprobar Leyes antidemocráticas, una servil Asamblea Nacional, esta a la orden.

El modelo
de estado chavista, comunal, unitario, centralizador y autoritario, es una vieja reminiscencia de la disputa, en nuestra historia, entre la República Liberal Autocrática y la República Liberal Democrática.

La
primera para restablecer en el seno de la República la continuidad de un colonialismo ideológico, centralista y marxista cubano, y la segunda, que defendemos como virtud de lo que construyeron, lideres como Rómulo Betancourt, de esto que los fascistas chavista no entienden bien que llaman separación e independencia de poderes, supremacía de la Ley, soberanía nacional y popular.

Por
ello, como todo fundamentalista, Chávez y sus acólitos pretenden crear por decreto las condiciones materiales y objetivas de un supuesto desarrollo socialista.Cuando el Estado define el bien común, y en consecuencia por ley se crea el cuento de que van a crear ¨nuevos republicanos o republicanas¨ según lo establece la recientemente aprobada Ley Orgánica de Educación, no es más que el acuse de un fundamentalismo tropical que encuentra su legitimidad no ya en la soberanía popular sino en el dogmatismo en torno al líder.

Chávez
es un militarista tropical que cual dictador le da nombre a todo para justificar sus tropelías.

Hitler superó
a los intelectuales conservadores, como Oswald Spengler, y Ernst Jünger que escribieron sobre el ¨socialismo a la prusiana¨, o sobre el ¨socialismo del Frente¨, porque acuñó el término de ¨nacionalsocialismo¨ para enfrentar las decadentes democracias occidentales.Desde leyes y decretos, los Alo Presidente y asamblea partidarias, las líneas de Chávez o encuentros con variopintos intelectuales, Chávez define sus ideas como que si el hombre tuviera una naturaleza fija.

Retomando, hice un llamamiento a la fe y esperanza, le sumamos la organización y disciplina, contacto directo con la base social en los barrios, caseríos, aldeas, parroquias, municipios, etc., es allí donde debemos estar. Descaraquisemos la lucha.

Tomemos
el interior, la calle; porque, la unidad tiene que ser efectiva y popular, hagamos giras permanentes de motivación y evaluación, todos los dirigentes políticos y sociales, juntos, como lo planteó Henry Ramos por todo el país.Si bien el estado Chavista hace uso de su poder excluyente para imponer su orden público, su propia rigidez lo incapacita para reaccionar rápidamente al cambio.

miércoles, 19 de agosto de 2009

ETICA Y ALGO MAS (IV)

Por: Américo Gollo Chávez

De todos los textos por mí leídos en estos
tiempos, quizá, el de más alto desvalor sea el proyecto de ley orgánica de educación propuesta por el gobierno, cuya demostración más evidente de su origen está en que Navarro sea el “adalid” civil en defensa de la necesidad y bondades del proyecto, y no, por ejemplo, la profesora de Queipo y menos un solo diputado, como si, a fin de cuentas, seres son para la obediencia que prueba su sumisión con la mano en alto. Se necesita una inmensa dosis de paciencia para abordarlo. Loas a quien ya lo ha hecho y ha podido demostrar sus “defectos” – dicho con piedad suprema - sin que la indignación lo signe. Prevención a quienes lo rechazan sin más razones que la ausencia de ellas.

Agradezco a usted, lector, su vigilancia para evitarme incurrir en las fallas, falacias, incoherencias, que puedo descubrir en otros y, desde luego, en el texto objeto de esta consideración. A riesgo, pues, de muchos errores, empecemos por observar la ausencia de exposición de motivos. No es ésta una ley cualquiera, razón tienen quienes la consideran en orden institucional, aun de mayor significación y trascendencia que la Constitución.

Me inclino, con particular insistencia, que los fundamentos de cualquier constitución, a esta altura de la existencia humana, deben estar cuidadosamente sustentados, de modo que, al lado de las grandes conquistas de la humanidad, (derechos humanos, políticos, culturales, económicos, etc.), de los avances de la ciencia, la tecnología, de los alcances, conquistas, creaciones del arte, sería ideal que fuese una doctrina abierta de la educación la que iluminase la constitución, habida cuenta que, como lo establece la propia Constitución, artículo 23, los tratados, acuerdos, etc. internacionales por nosotros suscritos, sobre derechos humanos, (la educación, la vida, etc.) son supra constitucionales, dicho mejor, han de sustentar principios básicos que orientan, fundamentan, toda la constitución en esta era.

Señalemos dos ejemplos que iluminan esta afirmación. Las resoluciones y recomendaciones de la UNESCO-Paris 98, sobre la educación superior, y especialmente sobre la universidad, conclusión del trabajo mas riguroso, amplio y abnegado del mundo de hoy para orientar, ilustrar, y aun resolver con sabiduría, los problemas de la educación superior y la cualidad de sus instituciones. Las universidades especialmente. Y otros como Bioética y educación. Diversidad cultural. La fundamental declaración de Principios sobre la Tolerancia, etc., allí están si no todas las respuestas, las fundamentales hasta ahora, a las interrogantes formuladas.

Sea esta la primera observación a esta cosa. Desconocer que Venezuela es y existe en el mundo. Y que para poder ser en el mundo y existir en él, solo disponemos de la ciencia y el arte, las técnicas. Las técnicas y la ciencia nos permiten reconocer qué somos, cuál nuestra ser, mientras el arte nos traduce lo qué somos. La Ciencia y la tecnología nos permiten la presencia en correspondencia con la libertad del mundo y en el mundo, el arte nos permite el desarrollo crítico de nuestra particularidad como cultura, su desarrollo y crecimiento. El arte hace humano al hombre y por eso nos permite, en grado especial, saber qué somos y como crecer libres en cuanto somos.

Tal vez mas gráficamente descrito, la ciencia y la técnica, en la medida en que son parte de nuestra propia cultura, en correspondencia con su desarrollo mundial, nos permite superar la dependencia casi abismal, casi imposible de acortar, de eso que por mucha mezquindad, mucha imbecilidad, se llama el imperio y que malintencionadamente se reduce a la expresión mas lograda del capitalismo, los Estados Unidos, tal como si Europa no existiese, Japón estuviera en otra galaxia, Australia, Sur África, Israel, etc.…habitantes serían de otros mundos. Como si el capitalismo chino, comunismo fuera.

Pero no, allí están, aquí están y estamos. Y necesitamos estar y vivir con ellos, no contra ellos; pero para que no nos devoren -por su propia dinámica – tenemos que crecer cualitativamente, y en eso la ciencia, además de necesaria es imprescindible. Y es el arte la única posibilidad de permanecer en el mundo con identidad propia. Existir y ser en el mundo. Desconocer que estamos en el mundo así no queramos, es pisotear La Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, La Declaración de Principios sobre la Tolerancia, etc., y este desconocimiento nos conduce al abismo.

Para simplificar, en vez de tolerancia, el proyecto reafirma la intolerancia, y para garantizar el poder de la intolerancia, de la arbitrariedad, concede al Estado, en su expresión más pobre, violenta por ontogénesis, al poder el ejecutivo, convertido en poder absoluto, sin discreción, sin posibilidades de analizar sus decisiones y de enmienda necesaria. Se torna al Estado su absoluto dominio sobre la verdad, vale decir, la verdad es la verdad del estado-ejecutivo. La verdad se hace del dominio absoluto del ejecutivo. Los verbos de ese absolutismo son regular, supervisar y controlar.

Planifica, ejecuta, coordina políticas y programas. etc. etc. y deja abierta mas atribuciones absolutas al ejecutivo en las leyes derivadas y que se proponen adelantar a toda marcha. (Pido lector que lea conmigo una vez más el proyecto de Chávez, Navarro,…) Me ahorra espacio para observar y negar cada una de las evidentes demostraciones autoritarias, autocráticas, que dan muerte a la educación. (Perdone esto que pareciera ser irónico: ¿no es la muerte de la inteligencia, la forma más expedita hacia el socialismo? O como afirma Giordani, que la pobreza la garante de hacer posible el socialismo.

Una segunda observación, permite asegurar que esa ausencia de exposición de motivos, que en buen grado es la expresión teórica hecha palabra de la legitimidad de una ley, de su orientación, de su norte para la interpretación, etc., no es, en modo alguno, casual. Es cálculo perverso, pues, no habiendo “semáforos” la fuerza queda en manos del sargento. Así ha trabajado el presidente y su combo, desde Diosdado a Lina Ron, desde la Piedrita a las pedradas de Navarro.

Ese vacio teórico se quiere suplir con expresiones que, como el caso del Articulo 1., colmado de – francamente estupideces – como aquello de desarrollar principios rectores, etc., orientados por “valores ético humanistas para la transformación social”. Desconozco y no se quienes son – en buena gracia de Dios- los favoritos del rey en esta “materia”, digamos filosófica. No hace falta señalar que la adjetivación de valores éticos presupone la existencia de valores inéticos o no éticos y mas supone el ideolema, la existencia de valores ético humanistas, claro queda en el enunciado la existencia de su opuesto.

Pero, qué vamos a hacer. Pero hagamos. Una de las grandes confusiones de este socialismo y que se hace concreta en este proyecto, la LOE, es el manejo arbitrario del lenguaje, el desconocimiento de constructos y categorías, de la historia y del saber mismo. Así, el humanismo tiene una larga historia que arranca justamente como movimiento del espíritu crítico que anima al Renacimiento. El amor a la cultura, a la sabiduría griega, al arte, a la lengua, y la sabia incorporación de ese reconocimiento al Renacimiento, que por algo se llama así.

Pues bien, este inmenso aporte de la humanidad sigue su curso y sin detenerme en él, basta saber que es imprescindible hoy, si se asume la expresión de este movimiento espiritual, humanismo, forma cómoda para no definirlo, ha de caracterizarse, ha de determinarse, más allá de definirse. Así entonces, como es imposible saber qué es socialismo indoamericano, originario, bolivariano, robinsoniano, zamorano, humanista,… mas complejo se hace a este lenguaje incorporar estas “categorías” a la ley. De qué humanismo se trata, de mantener su vigencia? ¿Del Cristiano? ¿Del Marxista? ¿Del existencialista? ¿Del –así se habla aun hoy – del humanismo nazi?

Y aquí Rodas, salta aquí! Hay en el documento en consideración un marcado olor racista, salvo que hecho en nombre de las culturas originarias, las afro- descendientes. Nada mas soez para nuestra cultura que negar lo que somos: ni blancos, ni negros, ni indios (si a razas vamos, pero Bolívar no era imbécil, se trataba de mucho más: de culturas) somos un nuevo ser que de allí se hace y es ese nuevo ser el que está en juego. Ese tufo racista asquea el alma y taladra los huesos. Y en este ya inmenso conjunto de desproporciones, de ignorancia, no pude faltar una, la pseudo-dogmática, “el obligatorio cumplimiento de LA EDCUACION en la doctrina de la educación de Simón Bolívar”. Pobre Bolívar. No tiene el Libertador una doctrina de la educación, atisbos geniales, sí, tantos y tanto más importante cuanto que son un tratado de tolerancia, amor a la ciencia y al arte.

Un rechazo al poder de las espadas y un culto al valor del ciudadano. Nada de esto hay aquí. Solo la usurpación de un ser que a todos pertenece. Bolivar amó la libertad, por ella luchó, con el mayor desprendimiento que conoce la historia, pues tenía mucho que perder y lo perdió, en efecto, por amor a la historia, a la libertad. Amó a la mujer, en muchas mujeres, por ellas sufrió, se alegró, vivió, lloró, pataleó. Deploró la traición e hizo de la amistad un supremo valor.

Se equivocó en la Constitución de Bolivia, pero para evitar al dictador, a esa presidencia permanente colmó de tantos impedimentos que lo hacían un rey eunuco, un trono sin poder. Pero, dejó muchas más cosas bellas y que se repiten. El Discurso de Angostura es su mejor documento teórico político, donde, por cierto, el modelo de Chávez no tiene espacio. Y el inmenso documento de los estatutos de la UCV, son piedra angular para verlo en su dignidad trascedente.

Finalmente este proyecto es la expresión más primitiva en contra de la ética. Hoy ésta es dialógica en las relaciones con la naturaleza. Es dialógica en sus relaciones con el arte y la ciencia. Es dialógica en el reconocimiento del ser social y del individuo. Es dialógica entre el ser social, el individuo, la naturaleza y el estado.

Pero, por si fuese poco, este documento es la traición mas grave contra Marx, y en este caso contra la revolución humana hacia la superación de toda alienación, y por ello el Estado debe desaparecer y ese es el desiderátum ético mas importante para poder superar la violencia, la fuerza de las hegemonías, cualquiera sea su nombre y sus actores. Será ese de Marx su mas elevado objetivo, en donde a cada quien según sus capacidades y según sean sus necesidades.

¿Talibán o ingenuo?

Por: Freddy Nuñez

El problema de los venezolanos no es Colombia. El problema se llama Hugo Chávez. Es él quien tiene 10 años mintiendo con cinismo inaudito, violando la Constitución, apañando la corrupción más obscena que hayamos padecido, y dirigiendo el régimen más ineficiente de la historia de Venezuela. Ha despilfarrado más de 700 mil millones de dólares, y sumido al país en el caos, la anarquía y el odio.

Hoy dependemos del petróleo más que nunca antes, de cada 100 US$ que ingresan al país, 93 corresponden a la factura petrolera, mientras continúa en su plan de acabar con la economía privada para imitar el modelo cubano de concentración absoluta de toda actividad humana en manos del régimen.

Entre tanto somos cada vez más dependientes de las importaciones y la escasez comienza a gravitar en nuestra vida cotidiana. Los venezolanos no tenemos problemas con Colombia, no creemos en invasiones.

Nuestro problema es que Hugo Chávez haya dado hasta la saciedad demostraciones de complicidad con los narcoterroristas de las FARC, y que estos encuentren refugio en nuestro país, contando con impunidad para cometer delitos de sicariato, secuestro y vacuna. Hay que hablar de paramilitarismo en Venezuela.

A lo largo de nuestra frontera occidental ­la cual a pesar de los deseos de Chávez no limita con las FARC- un grupo denominado fuerza bolivariana de liberación, el cual ha sido señalado muchas veces de actuar en contubernio con la narcoguerrilla colombiana, en contra de ciudadanos y bienes venezolanos, opera normalmente sin que el régimen se dé por enterado.

En Caracas grupos armados que operan a pleno día, con armas largas, incitando al odio y practicándolo, sólo producen actos de opereta en Chávez, quien "ordena" la detención de Valentín Santana con el resultado conocido.

Grupos como Carapaicas, Tupamaros y hasta se comenta de moto-taxistas armados, andan por la libre con la absoluta impunidad que les otorga actuar protegidos por el gobierno. En varias zonas del país como Cumaná y Anzoátegui, ya hay al parecer, seguidoras de esa Rosa Luxemburgo oxigenada llamada Lina Ron.

Es cierto que la robolución ha sido incapaz de enfrentar la inseguridad, más de 100 mil asesinatos en estos 10 años lo demuestran, pero también es obvio que no actúa contra estos delincuentes "políticos" porque los utiliza para amedrentar a la población creando un ambiente de zozobra permanente.

Conociendo a Chávez, y estando el régimen en plena zafra contra la libertad de expresión, liquidando emisoras y acelerando la aprobación de leyes rechazadas en el referéndum para la enmienda constitucional, como la ley de educación cubana, ¿es absurdo pensar que la "prisión" de Lina es otra vulgar farsa para distraer la atención sobre estos asuntos, y su conflicto con Colombia, un intento de ocultar lo evidente? Quien así lo piense, ¿es un talibán? ¿O es un ingenuo quien no lo piense? Es famosa y evidente la capacidad de fingir y mentir de este truhán a tiempo completo.