martes, 28 de diciembre de 2010

El Marx de Eduardo Vásquez

Por: Emeterio Gómez

Escribo esta crítica a mi antiquísimo profesor de Hegel y Marx ¡¡sólo porque Chávez nos hizo el regalo de declararse marxista!! Porque ­así y ahora­ denunciar los profundos e increíbles errores de Marx, en alguna módica medida ayudará a derrotar esta farsa grotesca que vivimos.

Me había prometido no perder más mí tiempo criticando el pensamiento endeble del padre del Comunismo... pero al profesor Vásquez le debo este artículo.

Amén de que la locura de Chacumbele justifica romper cualquier promesa, hay que hacerle saber a nuestra gente ­a los chavistas, sobre todo­ que Marx fue un buen señor, un alma noble... ¡¡que no entendió nada!!

Por suerte, alguien le inoculó a Chacu las ideas de del susodicho y hay que rogar para que se aferre a ellas. Sería terrible que descubriese que son falsas. Pero, más allá de todo ello, vaya mi mayor gratitud y respeto para Eduardo, por su larga trayectoria como profesor de valía.

Antes que nada, gracias a él por reconocer explícitamente muchas de las graves deficiencias de Marx (en una entrevista que el 31/10/10, le hizo Ramón Hernández para El Nacional): "Marx no reconoció los derechos humanos... En Sobre la cuestión judía, interpreta los derechos del hombre y del ciudadano como un reflejo del egoísmo de la sociedad burguesa. Consideraba que la propiedad privada, la seguridad jurídica, la libertad de pensamiento, etc., eran conceptos típicos de hombres que sólo se preocupaban de su bienestar".

Y, sobre todo, le agradecemos a Vásquez esta honestísima y aplastante afirmación: "El irrespeto y el desprecio de los comunistas por los derechos humanos tienen su origen en las ideas de Marx".

¡No me lo podía creer! Pero más allá de esos reconocimientos, es de lamentar que Eduardo Vásquez no haya ido hasta el fondo del asunto. Porque había que decir ¡¡que no fue sólo a los derechos humanos, sino a la dimensión moral más profunda del Hombre y de la Mujer, a la que Marx obvió por considerarla como un prejuicio burgués!!

Él, simplemente, en todo su sistema ­que pretendía ser una comprensión profunda de la sociedad­ dejó de lado, ignoró, nada más y nada menos que a la esfera espiritual, a los valores éticos, esto es, a la condición esencial que define lo Humano.

Ella no le importó en lo más mínimo, no llegó a abordarla siquiera, porque ­según él­ la sociedad se constituía en la esfera material de la economía, en la bendita interacción entre las Relaciones de Producción y el Desarrollo de la Fuerzas Productivas.

Marx ­sin el menor atisbo de los enormes errores de Hegel, ni de la quiebra radical y definitiva de la Filosofía Occidental­ dejó de lado lo esencial, la promoción de los Valores, exactamente en la misma época en la que Nietzsche la asumió.

Cuando éste puso acertadamente el énfasis en la quiebra radical de Sócrates, Platón y Aristóteles, el infeliz autor de El Capital, de retro, creyó que la ética se constituía en la esfera de la economía, gracias al "desarrollo de las fuerzas productivas".

Qué lástima que el profesor Vásquez no le diga a los chavistas ­y a todos los venezolanos­ que el método y la lógica de Marx fueron un fraude. Porque se dejó engañar por Hegel y su Lógica Dialéctica, una aberración que sólo puede ser asumida o asomada cuando uno no ha captado lo que el genio de Wittgenstein captó: que la Lógica no puede ser ¡¡sino analítica!! Que la Dialéctica es una hermosa distracción, un juego ingenioso del Espíritu.

Un enfoque insensato que en Marx se transformó en el Materialismo Histórico, la visión primitiva según la cual las ideas de los hombres y las mujeres son un producto de sus condiciones materiales de producción y de vida.

Pero lo más grave ­lo realmente grave­ que EV dijo en esa entrevista, fue su alusión a la Teoría del Valor Trabajo, el núcleo ultraesencial del Marxismo: "Marx dice en El Capital que coqueteó con el lenguaje de Hegel. Lo utiliza en la exposición del valor, que los economistas no entienden porque no saben lógica y tampoco los filósofos porque no saben de economía".

Espero, dicho sea muy de paso, que Eduardo en nada se parezca al grupo de marxistas que ­también desde El Nacional­ se dedican a inventar un Marx profundísimo, que nunca existió; pero negándose ferozmente a discutir su Teoría del Valor; que es, sin duda, la piedra angular del Marxismo. Una Teoría, que si resultase un fiasco, convertiría a todo Marx en una estafa. ¡¡Y, por fortuna, fue un fiasco!!

Porque no es, como Eduardo Vásquez dice, que "ni los economistas ni los filósofos la entienden"; es que no hay nada que entender, que absolutamente nadie puede descifrarla, porque los absurdos lógicos (o sea, analíticos) no pueden ser entendidos; porque es un sinsentido creer que la fuente exclusiva del valor de las mercancías sea el trabajo.

Cuando Marx publica El Capital, en 1867, faltaban aún tres años para que la Economía Neoclásica dilucidase el problema del Valor (¡¡frente al que Adam Smith fracasó rotundamente!!).

Tal vez por ello, Marx no pudo nunca intuir que no sólo es que el Valor de las Mercancías no depende ­de manera exclusiva­ del trabajo que contienen, sino que no tiene nada que ver con él. ¡Ni tampoco con el conjunto de sus costos!

Esto es, para decirlo frontalmente: que el valor de un Bien no tiene que ver ni con su proceso productivo ni con su oferta, porque ese valor depende exclusivamente ­en el Capitalismo y en el Comunismo­ de su escasez relativa, o sea, de su demanda.

Los indígenas de Vargas Llosa

Por: César Rodríguez Garavito

Criticar a un Nobel es tan políticamente incorrecto como hablar mal de un muerto. Y el galardonado padece la muerte lenta de ver su obra convertida en lectura de moda para adular —aquellas cosas que “debes leer” en vacaciones o mencionar en un coctel—.

Afortunadamente, el merecido premio literario a Vargas Llosa puede ser la excepción. Porque el autor peruano siempre ha entendido la escritura como una invitación a la crítica, a esa discusión abierta que florece sólo en las democracias que ha defendido toda la vida.

Pues bien: uno de los debates centrales de la obra reciente del peruano tiene que ver con los pueblos indígenas. Su última novela, El sueño del celta, reconstruye las atrocidades cometidas contra los indígenas amazónicos de Colombia y Perú. Y en su discurso del Nobel en Estocolmo sostuvo que “desde hace dos siglos la emancipación de los indígenas es una responsabilidad exclusivamente nuestra y la hemos incumplido. Ella sigue siendo una asignatura pendiente en toda América Latina. No hay una sola excepción a este oprobio y vergüenza”.

Atrocidades, oprobio, vergüenza: temas improbables para una lectura de playa. Por eso, antes de que la discusión naufrague en la lectura pop, vale la pena plantear algunas preguntas incómodas.

Por ejemplo, ¿qué ha sido de los huitotos y los demás indígenas que, como se cuenta en El sueño del celta, fueron asesinados, esclavizados, mutilados, violados, despojados y marcados como ganado por los cultivadores de caucho en el Putumayo hace un siglo? Hoy se sabe que el genocidio fue tal que, entre 1900 y 1912, la población nativa pasó de más de 50.000 a cerca de 8.000.

Lo que pocos saben es que los huitotos están hoy tan amenazados y desamparados como entonces. El riesgo ya no es el caucho, sino la coca, el boom minero y otras economías que han atraído a colonos, grupos armados y empresarios que están detrás de las tierras nativas. Por eso son uno de los 34 pueblos en riesgo para los que la Corte Constitucional pidió protección especial en 2009. Por eso su población no supera la que dejaron los caucheros, y hoy es diezmada por los desplazamientos forzados a Leticia, Florencia o Villavicencio. Y por eso siguen esperando respuestas estatales concretas a la orden de la Corte, o al plan de vida que presentaron al Gobierno hace unos años.

Así que los lectores que se horroricen con lo que Roger Casement, el celta de la novela, vio en Putumayo, tendrían que horrorizarse con lo que encontrarían hoy allí mismo, o con la situación de más del 60% de los pueblos indígenas colombianos que, según la ONIC, están en riesgo de extinción por la misma combinación de violencia, desplazamiento, minería y otros proyectos económicos que avanzan sin consultas adecuadas con los pueblos.

El problema es que hay un abismo entre la indignación sobre los errores pasados y la disposición para no repetirlos. Aquí es justamente donde se equivoca Vargas Llosa. Con la misma elocuencia que ha narrado los abusos históricos, ha criticado al movimiento indígena por oponerse a la explotación comercial de sus territorios. El año pasado se vino lanza en ristre contra los indígenas peruanos por detener la legislación que abría la Amazonia de su país a la minería. Y en 2003 pronunció aquel infortunado discurso en Bogotá, en el que comparó al movimiento indígena con colectivismos terroristas, basados en el “espíritu de la tribu”, que parecen “un anacronismo más bien ridículo” y obstaculizan “el desarrollo, la civilización y la modernidad”.

Así que la “emancipación” de la que habla el escribidor no es la que decidan los indígenas, sino la única que estima posible: la economía de mercado y la “civilización”. Lo mismo decían los caucheros que cazaban indígenas en el Putumayo.

sábado, 25 de diciembre de 2010

¡Expropiadas y usurpadas las navidades!

Por: Agustín Blanco Muñoz
En este tiempo de penas y zozobras que tiende a aniquilar el acercamiento humano-espiritual, es muy difícil que alguien, de sinceridad y convicción, aluda a una Feliz Navidad.

En otros tiempos Navidad fue festejo, alegría, unión, esparcimiento y siembra de nuevas esperanzas e ilusiones. Hoy la politiquería nos impone un ambiente insufrible que nos hace prepotentes-agresivos o sumisos-incondicionales.

Es mi posición "política" contra la otra. La "revolución" enfrentada a la "democracia". Socialismo contra capitalismo. Poder popular contra el poder del capital.

Para quienes ejercen hoy el mando-poder aquí llegó la hora del deslinde de posiciones y la pobreza debe poner a andar el Gobierno de los pobres para que la riqueza comience a sufrir y padecer.

Según esta concepción de la vida social y el mundo, en todo momento debe haber quien cumpla con la cuota de dolor que el mundo reclama.

El bien y el mal tienen que mantener atrapados y sometidos a quienes dicen detentar la condición de humanos, alejados de la alegría e inmersos en el dolor.

Hoy tenemos aquí muchos motivos para el padecimiento. El régimen no solo avanza contra lo que queda de Venezuela sino que también se produce un daño interno cada vez más profundo.

Pero aún desde la implosión, lo que hoy se tiene como "revolución" entiende que debe continuar su labor de aplastamiento del colectivo e imponerle todos los odios propios de una situación en la cual prevalece la polarización.
Y es este un cuadro en el cual tiene cada vez más espacio la angustia-temor-miedo que deja atrás la tranquilidad, el sosiego, la calma para darle entrada a toda enfermedad dispuesta para alimentar el camino hacia los cementerios.

Y esa angustia en el campo de los enfrentados al régimen se ve aumentada por la incertidumbre que mantiene la gente en el electoralismo.

Porque lo lamentable es que ante la destrucción castro-chavista, como ha señalado Manuel Rodríguez Mena, se quiera responder con la "democracia tradicional del voto", que controla el golpista-presidente.

Cuando el GP se otorga una nueva habilitante y hace simples adornos a los diputados electos, se comienza a admitir que estamos ante un régimen dictatorial que ha dado un golpe para desconocer "la mayoría de la AN".

De modo que ahora no se trata simplemente de una habilitante por 18 meses, sino que en el segundo semestre del 12 la AN no funcionará, porque todos sus miembros estarán en campaña.

Y una vez que se produzca el nuevo triunfo del GP, vía fraude-trampa, se procederá a la reforma de la Constitución, por referendo o por una nueva Asamblea Constituyente que disuelva la actual AN.

A la fecha nadie puede poner a un lado el trazo totalitario que arremete hoy contra el Sur del Lago y obtiene los mejores resultados. Esta zona privilegiada de la producción de alimentos pasa a manos de la "revolución".

El esquema que se sigue es el mismo: el Estado procede a rescatar latifundios, pero cuando en el Sur del Lago se muestran los altos niveles de producción, se apela a la titularidad de las tierras.

Y quienes en un principio se muestran radicales en la defensa de sus propiedades, como en el caso de Jesús Meleán del fundo "El Peonía", que llegó a decir que a sus 92 años lo sacarían muerto de sus tierras, luego, ante la amenaza con la Fuerza Armada y la decisión gubernamental de no dar "vuelta atrás", comenzarán a negociar y a aceptar la oferta del pago de sus bienhechurías.

La cobertura mediática baja junto con las posibilidades de una confrontación violenta y el propio Meleán declara que la publicidad que se le dio, le permite irse para Holywood a filmar una película.

El régimen sigue avanzando a paso de destructor y la respuesta es la misma: no nos desviará con sus provocaciones de nuestro objetivo electoral. Iremos a las primarias y lo sacaremos el 12.

La MUD convocó a un cacerolazo a las 8:00 pm del 21/12 contra las expropiaciones y fue un rotundo fracaso. La gente siente que de nada le ha servido las marchas, sus ruidos y votos.

Y a esta hora cunde la desesperanza. Por ello decimos en nuestro mensaje de fin de año que es "difícil cantar en el grito de un / tiempo que se convierte en/ repique mayor de una centella/ de muros que hacen de esta incierta/ humanidad el registro de las penas/ que se pierden en las distancias/ que los días inscriben más allá/ de las cimas de donde emanan/ los propósitos de entregas de/ cada una de las esperanza".

Y ante esta esperanza tan comprometida advertimos: "Pero de allí surgirán los rumbos que/ guiarán la huellas de los hombres/ que por empeño de alegrías/ se volverán Navidad a la hora/ de la resurrección de los mares/ que mantendrán por siempre/ el aleluya en la conciencia de/ todos los dioses del amor".

Por lo pronto solo hay que decir, que este régimen no se limita en su práctica destructiva y que hoy nos trata hasta de expropiar y usurpar las navidades.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Se acaba el 10 y llega el 11

Por: Soledad Morillo Belloso

El
año 2010 termina mal. Con miles de damnificados por las lluvias y millones de damnificados por la pésima gestión del Gobierno en materia económica. Con un par de miles en procesos judiciales injustos cuyo único propósito es la persecución política y el silenciar las voces disidentes. Con una inflación que según fuentes oficiales roza el 30% (la más alta del mundo) y un desabastecimiento que pone los pelos de punta. Con una situación absolutamente inestable en materia de entidades bancarias pues, las que no se ha cogido el Gobierno, viven en permanente estado de sospecha, no sabemos sospecha de qué, pero sospecha al fin. Con una moribunda Asamblea Nacional que a las carreras produce leyes como churros, con el único objeto de respaldar los caprichos de "micomandantepresidente". Con un Tribunal Supremo de Justicia con nuevos magistrados escogidos a la machimberra y, de nuevo, para asegurar que lo que haga el Gobierno sea ley certificada por el máximo tribunal. Con las arcas medio vacías, con recursos escasos, gracias al despilfarro y el "meta la mano" de los funcionarios de Estado. Doce años de Gobierno de "micomandantepresidente", en los que han ingresado al país la bicoca de unos 999.000 millones de dólares y los venezolanos estamos mucho peor que en los peores momentos de la cuarta república.

Chantaje
El 2010 termina con lluvias y chantaje. A mí nada de lo que haga este Gobierno, o deje de hacer, me sorprende. Pero no me acostumbro. Ni quiero acostumbrarme, porque eso sería darme por vencida. Y eso, aviso a mis detractores, no va a pasar.

Aquí lo que ocurre todos los días, mañana, tarde y noche, es un Gobierno haciéndole añicos la lógica a los ciudadanos. Eso es de esperarse en un Gobierno de milicos, un Gobierno nepótico y autoritario. Pero el país no es de unos militares que desviaron el curso, sino de millones de civiles que, no sólo somos mayoría, sino que somos los verdaderos propietarios de un país al cual salirse del esquema militaroide le tomó casi dos siglos y toneladas de sangre.

Ver a Chávez disfrazado de aceituna verde rellena de pimentón pone de bulto que el hombre carece de la más elemental conciencia civilista. Nadie de sus "íntimos" tiene el coraje de decirle la verdad: que no estamos en guerra, que no es esto una conflagración, sino una emergencia por causa de inclementes lluvias. No nos han invadido ningún país (bueno, salvo Cuba, pero esa es otra historia). Somos objeto de unas vaguadas que han derrumbado miles de viviendas y puesto en condición de damnificados y/o afectados a ya más de cien mil ciudadanos.

Pero Chávez no sabe sino estar en campaña. Él es un eterno candidato. Y su tratamiento de la emergencia no es otra cosa que una campaña más en su haber. Él no piensa en la emergencia; piensa sólo en las elecciones de 2012. Por eso es pésimo como rescatista. Por eso no hace sino embrollar más todo el ya muy complejo asunto. Por eso no piensa sino en cómo sacarle punta para su beneficio electoral a toda esta tragedia. Las gentes que perdieron sus viviendas, sus corotos y hasta sus seres queridos le importan un bledo. Chávez no ve seres humanos; ve votos. Hoy, como antes y como siempre, saca cuentas.

El juego
Estamos a días del año 2011. Año preelectoral. Año en el que se moverán las piezas del juego. El 5 de diciembre dará comienzo el "encuentro" entre las fuerzas de oposición y las del Gobierno en la nueva Asamblea Nacional. No tenga el lector la menor duda que allí podrá pasar cualquier cosa. Los diputados de la democracia serán minoría, 65, por ahora... Pero no faltarán a las sesiones, no cederán ante los ataques que recibirán y, sobre todo, no callarán. No la tendrán fácil, pero tienen muy claro (y debemos tenerlo nosotros también) que son minoría sólo porque la Asamblea actual inventó una ley de procesos electorales que es una verdadera aberración. Pero en la realidad, no es sólo que los venezolanos votaron mayoritariamente a favor de la auténtica democracia (52 y tanto por ciento), sino que ellos sí sienten, sí saben, sí están conscientes que un diputado representa al país, a los ciudadanos, no sólo a quienes votaron por él o ella.

Cosas y más cosas
En 2011 pasarán cosas. Cosas importantes. Cosas graves. La inflación se disparará aún más. El Gobierno saqueará a las empresas privadas y amenazará de muerte a cuantos se le opongan o se atrevan a elevar una crítica. Pero a pesar de todo su poderío económico, mercantil, militar, etc., el Gobierno no logrará vencernos. ¿Por qué? Porque no tenemos madera de esclavos.

En lo que queda de aquí al 2012, "micomandantepresidente" recurrirá a las vaguadas de 2010 como la excusa para todo lo que no ha hecho o en lo que ha fracasado. Y se lanzará con los más almibarados discursos para justificar su pésima gestión de gobierno. Cuando Chávez se pone cursi, no hay quien le gane.

Colette Capriles, atinadamente, dice que el Estado se ha convertido en un gigantesco cajero automático, del que sólo Chávez tiene la clave para extraer dinero. Dinero, por cierto, que no es de él, ni del Estado. Dinero que es de cada venezolano. Pero Chávez cree que esos cobres son de él. Chávez no rinde cuentas. El sólo pontifica. Chávez decide inconsultamente dónde poner cada cobre. Y encima, para beneficiarse de su magnanimidad, los ciudadanos deben aceptar dos cosas: 1. Jalar; 2. Jurarle por lo más sagrado que se votará por él y por sus focas en 2012. Es un perverso y monstruoso chantaje, de la peor especie, de la peor calaña.

El 2011 es año de paso. Es como una escala en un largo viaje. Dentro de dos años, cuando llegue el día de las elecciones y todavía haya miles de damnificados de las vaguadas de 2010, ya veremos a Chávez diciendo que la oposición le impidió proceder con la construcción de viviendas dignas. Culpará a los gobernadores y alcaldes de la alternativa democrática. Alguien tiene que pagar los platos que él rompió.

Lo que no dirá, pero usted debe saber, amigo lector, es una cosa: la verdadera tragedia de este país no es una vaguada o un terremoto. La peor tragedia es tener a Chávez y sus secuaces comandando el país, exterminándolo, más bien.

Megaelecciones
En 2012 habrá elecciones. Megaelecciones. No sólo elegiremos presidente, sino también gobernadores y alcaldes y seguramente concejales y miembros de juntas parroquiales. En 2011, seguramente elegiremos al candidato presidencial y a los que nos representarán en las elecciones regionales y municipales.

Hay que hacerlo tarde en el año, pero a tiempo para que los candidatos puedan recorrer, ojalá varias veces, los espacios y entrar en contacto directo con los electores. No será una campaña mediática, porque el CNE se encargará de imponer cientos de regulaciones para impedirlo. Será una campaña sensorial, en la cual las palabras clave serán "unidad" y "cambio".

Si queremos que esta tragedia se acabe hay que sentar en esos escaños a civiles competentes y honestos, que quieran al país más que a sí mismos.

Entretanto, un descansito no viene mal. Hay que respirar y recobrar energías.

La lista de un solo deseo

Por: Elizabeth Fuentes

Okey
: Le hago caso a Alejandro Botía e intento esbozar eso que popularmente se conoce como "Nuestros Mejores Deseos para el Año que Viene".

O sea, la listica de propósitos que siempre elaboramos y jamás cumplimos, pero esta vez vista en grandote, como quien agarra el mapa de Venezuela y cual General en Jefe le va clavando banderitas de colores del tipo "Aquí a lo mejor ganamos, Aquí no... Por Aquí vamos a penetrar al enemigo, por este lado lo vamos a acorralar..." y así sucesivamente hasta que el Atlas casi desaparece ante tantos colorinches de batallas de embuste.

En fin, se trata de elaborar un ejercicio estratégico, donde alguien juega a que todos sus deseos se cumplen después del 1º de enero (asunto que a veces, y sobre todo recientemente, se ha vuelto excesivamente popular para mi gusto) y culmina su jornada satisfecho, aunque tenga que celebrar su triunfo en solitario, ya sin botas ni charreteras ni chaleco antibalas ni guardaespaldas.

Un hombre desnudo, como el cuento del Rey, que finaliza patéticamente el día, solo en su cama, sin nadie que de verdad lo quiera desinteresadamente y lo abrace por lo que es y no por lo que representa. Entonces y por lo mismo, me dispongo a hacer mi listica, humildemente, no vaya a ser que una termine también así, tan sin nadie.

Y he aquí mi Primer Gran Deseo para el 2011, que aunque luce sencillo, créanme que no: ¿Será mucho pedir, por caridad de Dios, que la propaganda oficial cambie el tono?

¿Por qué razón toda la promoción de lo que hace el gobierno (que por cierto, para eso fue electo, para que lo hiciera) tiene que venir aliñado con ese llantén, con aquel soundtrack lastimero, ese "mensaje subliminal" del pobrecitos nosotros, donde los locutores casi lloran vendiendo las bondades de un banco o una Ley, una fábrica de celulares o una finca expropiada?

¿Cuántas tomas le hicieron a las señoras que se secan las lágrimas justo cuando le dan las gracias al Presidente porque, supuesta, presuntamente, les solucionó su problema habitacional?

Excepción, al Cesar lo que es del César, de la propaganda de Pescalba, donde en los testimonios a favor del gobierno filman a unos pescadores furibundos, porque ahora sí están pescando para el pueblo y aseguran, casi a punto de darnos un coñazo, que Pescalba es puro amor o algo así.

Y como los tipos lo dicen como si nos estuvieran regañando, el asunto ha llenado de angustia a más de uno porque, visto lo que andamos viendo, pues a mucha gente le ha dado por creer en eso de El Secreto y El Mapa del Tesoro y todo aquello de la energía positiva y cómo nos afectan las rabietas ajenas.

Entonces, si esos señores hacen su trabajo con esa arrechera, pues vaya usted a saber si los pescados no vendrán como envenenados, energéticamente hablando, digo yo, y el dineral despilfarrado en la propaganda oficial culminará por afectar las ventas entre los comeflor, lo cual, capitalistamente hablando, podría inducir al cierre de la Pescalba Socialista porque mucha gente dejaría de confiar en un producto obtenido con semejante nivel de agresión.

Toda una contradicción irreconciliable, como diría cualquier marxista recién llegado. Que si ya Hugo ordenó que eliminaran su imagen y semejanza de cualquier proyecto fracasado, a doce años de la revolución ya va siendo hora de que disimulen un poquito de alegría por lo que están deshaciendo.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Martillo habilitante

Por: Domingo Fontiveros

Visto
en retrospectiva, el año 2010 estuvo marcado por eventos previsibles. En lo económico, continuó la prevista recesión con inflación, en niveles que la gente padece muy por encima de lo que señalan las cifras oficiales, así como el endeudamiento galopante y la inversión en letargo. En lo político, se previó que el Gobierno perdería en el voto popular pero no la Asamblea gracias a la aritmética amañada de los circuitos, a pesar que la mayoría oficialista lograda no alcanzó a ser calificada. Se anticipó también que la legislatura saliente bien podría cometer el exabrupto de aprobar un instrumento habilitante antes de su fenecimiento. Así que en estos aspectos no hubo sorpresas mayores.

Donde estalla lo imprevisto es que la moribunda maquinaria psuvista venga a entender a la habilitación presidencial para legislar como una especie de testamento a ser cumplido, obviamente, después de la muerte. Y pretenda inhabilitar, con lo mismo, nada menos que a la nueva Asamblea electa en septiembre, con una carga interesante de diputados opositores, inhabilitación que extiende, con el añadido de la ley anti-salta-talanquera, a los oficialistas que se les ocurra abandonar los rediles de la incondicionalidad con el régimen (aunque el cuchillo corta por ambos lados).

Ya con esto se anuncia que el siguiente será año de renovada e intensa conflictividad entre las dos corrientes que competirán por el dominio interno de la Asamblea, y en torno al predominio y correcta lectura de la Carta Magna. La conflictividad con seguridad va a involucrar a todas las instancias de los diversos poderes y probablemente los trascienda hacia la ciudadanía. En este ámbito no es nada bueno lo que auspicia la habilitación tan rebuscada que el obsecuente oficialismo está aprobando, en un burdo estiramiento de sus facultades.

Si en lo político el panorama luce tormentoso, en lo económico y social los problemas actuales continuarán haciéndose más complejos. A pesar de lo mucho que ha bajado el producto y el nivel de actividad, no parece que las tendencias hayan tocado fondo. El déficit del sector público se hará mucho más difícil de manejar en un entorno financiero externo que deja al mundo en desarrollo, con excepción de los países más prometedores, fuera de las prioridades como destino de créditos e inversiones. Y a pesar de que el precio de exportación del petróleo estará cerca o levemente por encima de los $72 y algo por barril de 2010, ya el Gobierno asoma un incremento de la tasa IVA y una nueva ronda de acoso tributario, acompañada de nuevas campañas admirables de expropiaciones y confiscaciones.

Nada de lo descrito contribuye para superar la crisis múltiple que se ha venido fraguando y se prolonga sin ser atendida. Los asesores del Gobierno se han olvidado por mucho tiempo de las tendencias negativas en aras de satisfacer un concepto inoperante de socialismo que hace inviables las aspiraciones de prosperidad de las mayorías. Han sido innumerables los mensajes de advertencia emitidos por expertos, opinión pública y en procesos electorales, pero estos asesores y la dirección del Gobierno se han hecho los sordos. Pero no los ciegos.

Como han perdido poder por voluntad popular, ahora quieren más poder aplicando trucos habilitantes y martillos jurisdiccionales.

¡O se es poeta... o se es chavista!

Por: Emeterio Gómez

Yo
no sé nada de Poesía! Con toda mi atención puesta en la quiebra de la Filosofía y en el descubrimiento de la Mística (la dimensión más elevada del Espíritu) se me ha recrudecido un viejo prejuicio contra la Estética. Por más que me esfuerzo, no logro superar una idea necia: que Occidente cultivó el Arte, ¡¡porque no pudo con la Mística, como expresión superior de lo Humano!! O, peor aún: porque lo único que pudo producir, como hecho cultural masivo y predominante, fue la Lógica (la ciencia, la mercadotecnia y la tecnología); esa reducción aberrante del Alma a la Razón... y a la tasa de la ganancia, que nos dejó al Arte como entretenimiento o distracción.

Hasta hace poco, logré paliar esa idea mía, tonta y vergonzosa. Pero ella se me ha reforzado... desde que me mudé cerca de alguien que al parecer es un buen poeta ¡y, a la vez, un chavista militante! Y mis amigos devotos del Arte se molestan cuando les digo que no se puede ser poeta y chavista al mismo tiempo. O, peor, que ¿cómo se puede ser un buen poeta y, a la vez, no simplemente "un chavista", sino un jerarca cultural que avala toda la nefasta barbarie de este régimen? "Es que tú no tienes la menor idea del Arte; y como te crees esa estupidez, según la cual la Estética no pasa de ser un sucedáneo de la Mística, entonces nunca vas a entender nada". A lo que -tembleque- suelo responder: ¿Me están diciendo acaso que se puede ser un buen poeta y, al mismo tiempo, parte de un Proyecto Totalitario que les liquida a los más pobres cualquier posibilidad de desarrollo humano, sin que puedan ofrecerles nada serio, porque el Comunismo es tan solo una necedad? "¡Allí está! ¿Te fijas? Es que tú no entiendes; la poesía de este señor nada tiene que ver con Chávez. Simplemente es buena, ¡muy buena! Y cuando una poesía es buena (o mala), es objetivamente buena (o mala), no importa lo que el poeta haga con su vida".

Una opinión que, paradójicamente -por demasiado errónea-, ayuda a captar mejor la clave del Existencialismo Místico: esa potente idea de que nada, radicalmente nada, en la Estética o en la Ética, ES, "en abstracto" o "conceptualmente"; como Platón y Aristóteles nos hicieron creer. Que en dichas dos esferas el Ser sólo puede "Ser en la Existencia", o sea, en las realidades concretas. Que no se puede Ser poeta, al margen de lo que Seas como persona. ¡¡Que con las "categorías" o "ideas" que neciamente intentan captar el Espíritu no ocurre lo que con las de la Naturaleza, en la que un gato sigue siendo un gato aunque sea chavista y no haya maullado jamás!! Que tal vez, amigos, por ahora, él SEA un buen poeta, porque su Comunismo apenas empieza. Pero, ¿seguirá siéndolo, cuando esta barbarie avance y se parezca cada vez más a las de Stalin, Mao, Pol Pot o Castro... y si nuestro poeta se mantiene allí? ¿Seguirá él siendo chavista? ¿Seguirá avalando esta locura, aunque la barbarie se radicalice hasta destruir lo Humano?

Terminemos entonces, panas, con una vieja pregunta, dolorosa pero muy pertinente: ¿Creen Uds. que Neruda -militante comunista- habría seguido siendo un gran poeta (léase bien, por favor: no pregunto si "habría seguido considerándoselo un gran poeta", sino si habría seguido ¡¡siéndolo!!) si Allende hubiese impuesto su Comunismo en Chile y hubiese asesinado a unos cuantos miles de adversarios -tal como se veía venir- y si Neruda hubiese apoyado esos crímenes? ¿Habrían leído ustedes, embelesados, su "poesía"; o sea, en ese caso, sus mentiras? ¿Puede, de verdad, algo ser poesía en abstracto u objetivamente, sin que se la conecte con la Existencia?

viernes, 17 de diciembre de 2010

Tapando votos con "leyes"

Por: Mariano J. González

Es así. La historia lo demuestra. Llegado un momento los gobiernos en decadencia dejan de prestarle la atención a la realidad. Construyen su propia manera de ver las cosas. Y se meten allí, se quedan allí. El actual gobierno no podía actuar de otra manera.

Desde el 26 de septiembre el gobierno viene resintiendo de la magnitud de la derrota. Tratando de buscarle la vuelta. De esconderla. Pero la derrota sigue ahí. Para la mayoría de los venezolanos este gobierno dejó de ser la alternativa. Y lo peor: para muchos de los que lo apoyan, también. Estos tres meses el gobierno ha intentado reinventarse, tratar de ver las posibilidades de que pueda salir victorioso en 2012. Todos los escenarios le resultan cuesta arriba. Ya el viento ha cambiado de dirección. Está en la parte final del tango.

Asumir todo lo anterior con entereza no es una opción para el gobierno. Ha trabajado mucho para que ahora se resigne a los nuevos tiempos. El gobierno, especialmente cuando se siente que expresa una "revolución", no puede sino seguir hacia delante. El precipicio es su destino.

De manera que las conductas de estas semanas, especialmente la aprobación de "leyes" que a todas luces violan disposiciones constitucionales, no han sido nada sorprendentes.

Estaba cantado que el gobierno optaría por la vía radical. Tratar de alcanzar la mayor cantidad de "objetivos" antes de que finalice el lapso de vigencia de la actual Asamblea Nacional. Y en eso se apareció la "emergencia". Un poco de análisis en la Sala Situacional les dio la solución: convirtamos la "situación de las lluvias" en el eje de la nueva estrategia.

Cada día una cadena con el Presidente entregando bonos a los damnificados, luego un paseo a la sala del Consejo de Ministros para animar a los muchachos, más tarde una visita al comando militar en el cual la "revolución" se concreta y profundiza, donde es de verdad. El hombre de la "risa fácil" será el encargado de convertir este "reality show" en la gran política. Más claro no canta un gallo.

Hay un "pequeño detalle" que la majestuosa "revolución" no toma en cuenta, o no quiere tomar. El 5 de enero se instala una nueva Asamblea Nacional.

En menos de 20 días. Las consecuencias de tal hecho son amplias. Aunque el gobierno quiera minimizarlo, allí estará un liderazgo unitario que expresará las nuevas alternativas. Será más notoria la pobreza de argumentos con los que el gobierno pretende enfrentar la grave situación social, económica e institucional que vive el país.

Independientemente de los excesos y atropellos a la propia Constitución, que se realizarán en los días finales del año, habrá 5 de enero. Es decir, se abrirá un mar de posibilidades para enfrentar la vocación totalitaria del actual gobierno, en los espacios y opciones que establece el marco constitucional. En cuestión de pocos días.

Doble moral

Por: Rocío San Miguel

El gobierno nacional avanza en el control de todo el Estado y edifica un discurso de conveniencia, en el que exige a todos lo que es incapaz de dar. Una muestra de ello queda en evidencia con las compras militares. Veamos:

Como datos de interés en materia de compras militares Venezuela se posicionó como el cuarto país importador de armamento ruso en 2009, según se conoció este año 2010 a través de declaraciones de la corporación estatal rusa Rosoboronexport, que coordina las exportaciones militares de ese país. India, Argelia, China, Venezuela, Malasia y Siria, son los principales clientes de la industria rusa de defensa.

También se pudo conocer este año 2010, que Venezuela se convirtió en el segundo comprador de material de policía español durante el primer semestre de 2009.

Angola fue el primer cliente con 5,5 millones de dólares, seguido por Venezuela, con compras por 801.038 dólares. Los datos están contenidos en el informe sobre las ventas de armamento españolas de la Secretaría de Estado de Comercio y enviados al Congreso de los Diputados.

Sin embargo, Venezuela cóntinua sin establecer una metodología que facilite el conocimiento del gasto militar de la Nación, no rinde cuenta anual completa sobre compras de armamentos al Parlamento Nacional, no cumple con el Informe Estandarizado de las Naciones Unidas sobre Gastos Militares y encontrará dificultades con toda certeza en avanzar en los mecanismos regionales que desde el seno de la OEA y la UNASUR se adelantan para aprobar un Registro Interamericano de Gastos de Defensa con remisión anual obligatoria.

Como agravante de esta situación las adquisiciones militares que se han adelantado por parte del Estado Venezolano, no están concentradas exclusivamente en el Despacho del Ministerio Popular para la Defensa. Se han venido incorporando numerosos entes de la administración del Estado en esta función, con lo cual el control de gestión se atomiza y dispersa deliberadamente para escapar a los controles.

Vale destacar que los poderes que en esta materia están adquiriendo de manera creciente la Vicepresidencia de la República a través de Venezolana de Exportación e Importación Compañía Anónima (VEXIMCA), el despacho de la Presidencia la República, PDVSA, Gobernaciones oficialistas, CAVIM, entre otras.

Venezuela, según datos oficiales, contará para el año 2011 con una fábrica de municiones capaz de producir 50 millones de proyectiles anualmente y un número aún indeterminado de fusiles Kalashnikov Serie 100.

Sin embargo, en Venezuela aún se desconocen y son absolutamente opacos los datos relativos al número y el tipo de armas y municiones decomisadas por la Fuerza Armada Nacional y Cuerpo de Seguridad del Estado, el número de personas que en Venezuela tienen porte legal de armas, el listado de entidades oficiales distintas a la Fuerza Armada Nacional, de las empresas de vigilancia y de comercializadoras autorizadas, tener, disponer y comercializar armas en Venezuela.

Siendo por lo demás inexistente un registro por parte de la Inspectoría General de la Fuerza Armada Nacional del numero de armas de guerra con que cuenta la República. Sin duda, cada día es más evidente la doble moral.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Sadismo político

Por: Freddy Núñez

Es viernes 10 de diciembre. Caracas –gracias al desmadre que impera hace 12 años en Venezuela– tiene entre sus incontables lacras, el haberse convertido en el másgrande estacionamiento de América Latina.

En la interminable cola enciendo la radio y aparece el teniente coronel. Como cada vez que le da la gana, ha asaltado la libertad de los ciudadanos para imponer una de sus vergonzosas peroratas en cadena nacional. Está en un refugio del 23 de Enero desplegando toda la piratería y truculencia de que es capaz.

Se escucha un vocerío de niños, que aún padeciendo el drama, son incapaces de captar su magnitud. Hablan algunas mujeres y estremece escuchar sus voces quebradas por la angustia, el desespero, la incertidumbre.

Él está en su apogeo, actuando el papel de preocupado por los humildes, cuando esta tragedia es ­y en mucho- de su exclusiva responsabilidad. Canta, reparte besos, hace chistes uno peor que el otro, se ríe.

Al fondo, la corte de adulantes que le acompaña, ministros, parlamentarios, alcaldes, militares, reaccionan de acuerdo al hígado del jefe, ríen, o hablan con voz quebrada, contritos.

Dice "hay que ir de esquina en esquina, pararse a escuchar a la gente", "ves, Jacqueline, bueno, tú no, porque si vas tú lo que pueden es piropearte" "yo puedo ir, lo que pasa es que no sé, yo voy y se me pega un gentío", y acto seguido larga esta perla de modestia pura, "no sé porqué se me pegan, bueno, eso lo dirá la historia en su momento".

Y así continúa saltando de un tema a otro, que si él quería ser como el Látigo Chávez, que la culpa es del capitalismo, regaña a sus sumisos, da órdenes que hieden a farsa y amentira, y de repente, como si hubiera entrado en un trance sofrónico, engola la voz y espeta "daría mi vida si es preciso", "estoy decidido a que juntos hagamos paaatrrrrriiiiia". Aplausos tímidos.

Sigue el cruel sainete y arranca con unos desvaríos que a uno de sus sumisos le hace creer que debe salir en su ayuda, intenta interrumpirlo, y truena la voz del amo, "deja, deja un momento, que estoy elaborando,estoy construyendo soluciones estratégicas".

Aunque usted no lo crea. La patria no depende de un gobierno que sea organizado, que planifique, que sea simplemente lógico y racional. No. Depende de los disparates que broten como impromptu genial de la mente de este pernicioso demagogo.

La catarata de populismo y manipulación del tte.cnel, no tuvo límites. "Ayer me acosté como a las 3 de la madrugada pensando, ¿de dónde saco el dinero para construir viviendas?" Bastaría con dejar de regalar el dinero de los venezolanos en el exterior, o enfrentar lacorrupción.

"general sutano, que me armen la carpa que me regaló Gadafi, en el patio de Miraflores, y así puedo yo ceder mi despacho para algunas personas, es un espacio grandote, con baño y demás".

Esa es la respuesta a 12 años sin construir viviendas, a 12 años de destrucción nacional. Por cierto ¿Por qué Chávez no menciona nunca a La Casona como refugio? Allí caben por lo menos 40 familias y hay piscina, Bowling, y jardines de sobra. ¿Será que el sadismo político se práctica con el pueblo y no con la familia?

Camino a la dictadura

Por: Teodoro Petkoff

Hace dos noches, el gran jurista de Sabaneta se burlaba, con su característico estilo insultante, de quienes hemos señalado que la Ley Habilitante que solicita no puede trascender el período del Parlamento que la otorga.

Sin nombrarlo, pero citando sus argumentos, acusó a este editorialista de "ignorante" y dio diversas razones, algunas de ellas francamente inconsistentes, cuando no risibles, para justificar su pretensión de extender la vigencia de los poderes especiales por un lapso de seis a dieciocho meses.

Aunque cabe la posibilidad de que Chacumbele crea, en verdad, que es posible llevar la Ley Habilitante más allá del 5 de enero, la pura verdad es que él, que sí es un ignorante comprobado, lo hace porque piensa que no existen limitaciones legales ni constitucionales para su conducta y que puede hacer lo que le dé la real gana. A lo mejor no sabe de lo que está hablando pero, la verdad verdadera es que, incluso si lo supiera, lo haría, porque su naturaleza es la de un abusador contumaz e irredimible.

Aunque sea por no dejar, vamos a explicarle a Chacumbele por qué la Ley Habilitante no puede pasar del día en que fenece la actual Asamblea Nacional.


Una Ley Habilitante faculta al Presidente para legislar por decreto. Es decir, el Parlamento delega en el Presidente sus propios poderes legislativos. El ignorantón adujo, para justificarse, que si fuera como sostenemos nosotros, las leyes aprobadas por un Parlamento dejarían de tener vigencia una vez que ese Parlamento cesa en sus funciones. No, señor.

Las leyes, una vez aprobadas y promulgadas por la presidencia, cobran vida propia, caminan por su cuenta, por así decir; se han "desprendido" del cuerpo legislativo que las creó. Su vigencia no implica una delegación de poderes del Parlamento, el cual los ejerció, precisamente para aprobarlas.

En el caso de una Ley Habilitante, que es una ley, ciertamente, pero una ley muy peculiar, no tiene vida propia más allá de la del Parlamento que la otorga, porque ella afecta las atribuciones permanentes del Parlamento, que son las de legislar y las cuales delega temporalmente.

Pero no puede trasladar al que le sigue su propia decisión de ceder poderes legislativos al Presidente. Con eso anularía al siguiente, despojándolo de sus facultades. Precisamente, para eso es esta Ley Habilitante. Para castrar a la próxima Asamblea Nacional. Porque para ninguna otra cosa, ya sea relacionada con el desastre natural o para aumentar el IVA, necesita de poderes especiales. Esta ley es la respuesta a una Asamblea Nacional que ya no podrá dominar como a la moribunda.

Eso fue lo que hizo Adolfo Hitler. El 24 de marzo de 1933, el Reichstag, el Parlamento alemán, le otorgó poderes especiales por tiempo indefinido y para legislar sobre cualquier materia. El Reichstag no se reunió más nunca; de allí en adelante, Hitler gobernó dictatorialmente. Con este atropello constitucional, más las reformas a las leyes de Telecomunicaciones y Resorte, y el proyecto que se ha anunciado sobre la Ley de Universidades, Chávez ha comenzado a recorrer, ahora sí, el camino de la dictadura. ¿Se lo va a calar el país?

domingo, 12 de diciembre de 2010

La Independencia como mitología

Por: Manuel Caballero
(Último artículo publicado)

La
mitología de la guerra de independencia en la Venezuela republicana posterior a 1830 y hasta nuestros días tiene caracteres menos políticos que fundacionales: los guerreros de la independencia, Bolívar en primer lugar, no crearon una nación ni un Estado, sino una cultura; no son guerreros victoriosos, sino nuestros primeros padres; no son hombres prestigiosos por sus hechos de armas y sus ideas, y ni siquiera son mitos, sino semidioses (y en el caso de Bolívar, un solo Dios). Trataremos en una primera parte de definir cuáles son los rasgos de esa mitología; y en una segunda, sus momentos más resaltantes.

Hay tres fases dominantes en la expansión de la mitología revolucionaria en la sociedad venezolana: el prestigio real de los libertadores, la mitología popular y el culto oficial.

Los estratos más bajos

En primer lugar, los libertadores venezolanos, una vez eliminada físicamente en el turbión de la Guerra a Muerte la élite social e intelectual, provinieron de los más bajos estratos de la sociedad: el mejor ejemplo posible es José Antonio Páez, de quien algún historiador mostraba el tremendo y súbito ascenso social y político diciendo que "había saltado de lavarle las patas al zambo Manuelote [capataz del hato donde trabajó] a la Presidencia de la República". El Libertador, que no pertenecía a esta clase sino que provenía de la antigua oligarquía "criolla", compensaba eso con el hecho de ser, además de un guerrero, un líder carismático como pocos en la historia de nuestro continente: Sarmiento, en su Facundo, le encuentra comparación, en ese terreno, sólo con José Gervasio Artigas, el héroe uruguayo. Las manifestaciones delirantes con que se le recibió en Caracas en 1827 dan la pauta del espontáneo fervor popular hacia su figura.

Pero a ese prestigio real, y sea esto dicho en segundo lugar, unen los héroes de la independencia (y en primerísimo y casi solitario lugar Bolívar) su carácter de mitos populares.

El culto oficial

Finalmente hay el culto oficial de los libertadores. Esa es una situación con partes iguales de espontaneidad y de inducción: los libertadores se admiraban a sí mismos por la gesta de su juventud, y concentraban esa admiración en quien los convirtió, de salteadores de caminos en Padres de la Patria. Y en cuanto a lo de inducción, los gobernantes venezolanos han seguido, incluso avant la lettre el consejo de Laureano Vallenilla Lanz a los historiadores argentinos: argentinizar "por el corazón" a las masas recién venidas, inculcándoles la religión patriótica.

Sobre la base del prestigio real de los libertadores, y de su transformación en mitos populares, los gobernantes venezolanos han ido formando la religión patriótica, en un país menos indiferente que indolente en materia religiosa. El culto a los libertadores, pero sobre todo a Bolívar se ha transformado en un fundamentalismo intolerante y fanático. Del desarrollo de este culto oficial señalaremos aquí varios momentos especialmente significativos.

1842. Está signado por la repatriación de los restos del Libertador a Caracas y sus impresionantes honras fúnebres.

La reconciliación

Por un lado, simbolizaba la reconciliación entre Páez y Bolívar, rematado todo eso con una tendencia que venía en Páez de mucho antes y que quedará plasmada en su autobiografía: su deseo de parecerse a Bolívar, de actuar como Bolívar, de ser visto como "el segundo Libertador".

1883. Aquí arranca el culto oficial a los libertadores y sobre todo a Bolívar: son los fastos del centenario de su nacimiento; es el bautismo institucional de la religión bolivariana. Y por aquello de Cuius regio, eius religio, es también la exaltación de Guzmán Blanco, como un hombre con los quilates del Libertador: la medalla conmemorativa presentaba en relieve los perfiles del Libertador y del Ilustre Americano.

1930. En este año se conmemoraban cien años de la muerte del Libertador, y es normal que su culto alcanzara extremos paroxísticos; pero sería un error creer que de allí "arranca" una nueva etapa de la religión patriótica, pues su desarrollo avasallante es muy anterior.

La segunda independencia

Y lo es porque algunas de las ideas del Libertador expresadas a partir de Angostura, en la Constitución boliviana y al final de su vida, casaban con la justificación de la dictadura.

1936. A partir de este momento, es decir, a partir del momento en que el pueblo hace su ingreso en el teatro político, a veces a trancas y barrancas, la religión oficial se vuelve religión popular. Eso se da ampliando y profundizando los caracteres religiosos de lo que en un principio había sido una admiración popular por una figura carismática.

1945. De todas formas, se insistía en los aspectos más conservadores de la religión patriótica bolivariana. Pero a raíz del 18 de octubre se da un vuelco y se va a agitar esa religión no como algo otorgado sino impuesto por la voluntad popular: el gobierno del trienio será el de la "Segunda Independencia".

1983. El proceso anterior se va a desarrollar ya sin dique posible entre la fecha anterior y esta última.

1992. Todo esto va a tener como remate una consecuencia actual, presente: el 4 de febrero de 1992 un grupo militar se alzó no en nombre de principios políticos o filosóficos, no en función de un programa de gobierno, sino, dijeron, para hacer cumplir la voluntad de Bolívar, Zamora y Simón Rodríguez, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Pugna por imponer magistrados

Por: Seabastiana Barraez

TSJ
. Son los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia. En el proceso de selección de los nuevos designados, la presidenta del TSJ envió una lista con sus postulados, encabezando José Leonardo Requena, y con la exclusión de otros que eran promovidos por los diputados. Eso trajo como consecuencia que sacaran al pupilo de Luisa Estella Morales. Sólo entró un suplente

El gran ganador fue Carrasquero. Él sí logró ubicar a gente de sus afectos en todas las salas, con énfasis en el primer suplente de la Sala Penal. Quienes se opusieron a este suplente argumentaban que ni siquiera le querían dar el cargo de juez, y cuando se lo dieron, lo destituyeron. Por otra parte, hubo críticas contra Ninoska Queipo, designada magistrada principal de la Sala de Casación Penal. Es porque tendría un amparo con lugar acordado por la Sala Constitucional que sería suficiente para sustituirla como juez superior. La sentencia de la Sala Constitucional es la Nro. 1251 del 30 de noviembre 2010. Y, en el caso de Isaías Rodríguez, funcionó la cayapa que le hicieron dos damas de poder para dejarlo fuera del máximo tribunal del país.

INFORME. Es de la División de Seguridad Industrial de Corpoelec- Cadafe Barinas. Lo firma el ingeniero José Manuel Molina. Explica lo sucedido en el incendio ocurrido el 18 de octubre 2010. Fue en la Planta de Generación Guanapa I, del Grupo Electrógeno distribuida, ubicada en la Sub-estación Barinas I.

Dice que el incendio se habría producido “por parte del personal cubano que se encontraba de guardia: Noslem Montelier, Yemil Moral, Noel de Armas Sánchez y Lázaro Luis Peguero, adscritos a la Brigada de Mantenimiento y Reparación de Plantas Eléctricas de la Misión Cubana”. Dice que los cubanos reconocieron que la causa fue una mala operación de su parte “debido a que no conocían con detalle los grupos de electrógenos de dicha sala de control Nro. 1”. Agrega el informe que llegó al lugar todo el personal de la División de Seguridad Industrial de Corpoelec Barinas.

En presencia del teniente coronel (Ej) González Díaz, se observó “que la batería Nro. 1 o Sala de Control Nro. 1 quedó totalmente calcinada. Se afectó la generación de 45 megavatios, destruyendo la barra principal al igual que el transformador elevador de potencia 13.8KV y 115KV. Se ocasionaron daños materiales de consideración y pérdidas millonarias al Estado venezolano. “La versión fue ratificada por los trabajadores de la Planta de Generación: Jesús Marquina, Carlos Ferrer, Arnoldo Yánez, José Viera y el operador de guardia de la subestación, Alfonso Guerra.

Ellos manifiestan que los cubanos que manipularon dicho aparato eléctrico, no cumplieron paso a paso con las 5 reglas de oro, para realizar trabajos en las líneas de alta tensión. Incumplieron con los lineamientos y directrices de las normas de seguridad”. Ese caso fue denunciado por el contralor social Julio Roberto Álvarez en la Fiscalía Superior del estado Barinas. Álvarez dice que han ocurrido constantes apagones, que podrían guardar relación con ese incendio. Además, reclama esclarecer los hechos porque el gobernador Adán Chávez ha dicho que el incendio lo causó el sabotaje de unos infiltrados en la empresa, mientras que el director de comercialización de la empresa lo ha catalogado de falla humana. He ahí el documento.

CONTRALOR. Es el general de la República, Clodosbaldo Russián. Nos escribe en relación con la denuncia que hiciera José Antonio Saade, de la empresa Serviadmicon, contra Raúl Russián y Guillermo Halmoguera. Dice el Contralor General que este Raúl Russián no es su sobrino. “No tengo ni he tenido hermanos. Tengo hermanas y los apellidos de sus hijos y obviamente, mis sobrinos, llevan los apellidos de sus padres”. Advierte que ni siquiera conoce al tal Raúl. Lamenta que el uso de supuestos vínculos consanguíneos o de amistad con él, no estén tipificados como agravantes, en caso de incurrir en hechos irregulares. Vale la aclaratoria del contralor Russián y es propicia para que funcionarios y autoridades tengan en cuenta que el tal Raúl, no puede fingir parentesco familiar con Clodosbaldo Russián, aunque el tráfico de influencias, sea cual fuere la razón, es un delito.

RUMBA. Es lo que pretenden montar con el festival Aragua en Marcha. Llevarán a reconocidos artistas. Inicialmente se desplegó una avasallante publicidad en todo el estado, anunciando que el evento sería del 2 al 20 de diciembre 2010, en el parque de ferias San Jacinto. Utilizando a los organismos de seguridad para tal fin. Lo de ese evento llegó oídos de Chávez. Y el 27 de noviembre, en el acto de la aviación y en presencia del general Cliver Alcalá Cordones, el Presidente le dijo al gobernador de Aragua que suspendiera esa aberración del gasto público.

Isea cumplió la orden, a medias. Se unieron gobernación y alcaldía con respaldo del Consejo Legislativo y la cámara municipal de Girardot. Hay alcaldes chavistas a favor y en contra para relanzar la estrategia, desconociendo lo ordenado por Chávez. El evento lo han reprogramado del 10 al 20 de diciembre con una gran lista de artistas. Las entradas oscilan entre 90 y 300 BsF. con VIP incluido. La propaganda es en pancartas, televisoras y radios locales. El espectáculo lo ejecuta una empresa privada, que sería propiedad de Leonardo Isea, hermano del gobernador de Aragua. ¿Será por eso tanto interés en hacer el evento en medio de una tragedia nacional?

RÉPLICA. Es de Isabel Serafín de Zamora, directora del CEI Simoncito La Rosaleda. Dice que la nota publicada el 19 de noviembre, sobre la disposición de los alimentos de esa institución, no es cierta. “Niego rotundamente, en todas y cada una de sus partes, las afirmaciones expresadas, por considerar que carecen de todo fundamento y veracidad, además de contener incongruencias, no se identifica al supuesto grupo de denunciantes, pero se pone en entredicho el buen nombre de la institución y por ende a mi persona, máxima representante como directora de la misma. Nuestra institución tiene una trayectoria en la comunidad de La Rosaleda, de lo cual se puede dar fe gracias al profesionalismo y transparencia que nos caracteriza. Solicito, como es mi derecho, sean publicados los nombres de los denunciantes, porque mi gerencia es de puertas abiertas y estamos dispuestos a aclarar cualquier duda o confusión, si fuere el caso”.

BÉCQUER. Gustavo Adolfo un día escribió: “podrá nublarse el sol eternamente;/ podrá secarse en un instante el mar;/ podrá romperse el eje de la tierra/ como un débil cristal./ ¡Todo sucederá! Podrá la muerte/ cubrirme con su fúnebre crespón;/ pero jamás en mi podrá apagarse/ la llama de tu amor”.

Última Hora • Hay profesores, no militares, en la Unefa, que tienen más de un año sin cobrar su sueldo. • En Achaguas, a 80 kilómetros de San Fernando de Apure, la guerrilla amenazó a dos candidatos a alcalde, obligándolos a declinar.

Espacio para el amor

Que en este país haya más de 100 mil personas damnificadas, casas destruidas, futuros truncados, sonrisas convertidas en llanto, y lodo y mucha agua que entraron a la vida de miles de familias, nos obliga a mirar. Pero a mirar de verdad. ¿Que la mayoría de la población no fue afectada? Nos obliga a mirar dos veces lo que tenemos: la sonrisa de nuestros niños, el techo que nos cobija, el pan que podemos comer y los brazos que nos permiten abrazar. Dios se empeñó en hacer que enarbolemos aquel viejo y casi olvidado principio de solidaridad. Lo hizo en el 99. Lo hizo en el 2010. ¿Tiene que volver a hacerlo? Si en su mesa hay hayacas, pan de jamón, licor, dulces navideños, asúmalo como un regalo, como la ñapa de vivir. Entonces no deje de aportar un porcentaje, aunque sea pequeñito de ese regalo, para destinarlo a algunos de esas más de 100 mil personas que lo perdieron casi todo. En Quinto Día también nos empeñamos en revivir ese viejo principio. Usted, no deje de hacerlo. Este es un espacio para lo más sublime de la vida: la capacidad de amar

Bienestar quebrantado

Por: Gerver Torres

Investigaciones
recientes sobre el bienestar, calidad de vida o felicidad, como quiera llamársele, realizadas a escala mundial por la empresa Gallup, encuentran que el factor más importante en la determinación de cómo la gente siente y aprecia su vida es el bienestar ocupacional. Esto es, la satisfacción con su trabajo, con su ocupación, con aquello a lo cual dedica la mayor parte de sus energías diarias. El hallazgo es interesante porque el peso de ese factor aparece incluso por encima de factores asociados a la familia u otras relaciones sociales como las de amistad.

Cuando se explora un poco más profundamente el bienestar ocupacional, se encuentra que los factores que a su vez la determinan tienen que ver con la sensación de utilidad, de realización de metas, de estar la persona dedicada a hacer las cosas que mejor sabe hacer, aquellas para las cuales tiene talento y de contar con líderes que los estimulen de forma regular para seguir por ese camino.

El peso del trabajo es tal en el bienestar, que de acuerdo a estas investigaciones, el factor individual que más puede afectar negativamente la felicidad de una persona es una situación prolongada de desempleo, inclusive más aún que, por ejemplo, la pérdida de la pareja.

El trabajo es pues, no solamente un factor económico fundamental para generar riqueza material. Es también el primer determinante del bienestar subjetivo de los individuos. Estas consideraciones vienen a mi mente a propósito de la situación que se da en Venezuela con el ataque sistemático que el Gobierno mantiene contra la empresa y la iniciativa privada, principales proveedores de empleos en el país; con la tendencia que tiene a querer resolver todos los problemas con becas y limosnas que nos van convirtiendo en un gran campo de damnificados, ya no solo por las lluvias que caen del cielo sino por las cosas peores que llueven del Gobierno.

¿Dios o Dionisos?

Por: Emeterio Gómez

Ante
la quiebra radical de la Filosofía Occidental que él mismo con toda razón decretó, Nietzsche -y algunos lúcidos seguidores suyos- nos proponen regresar al momento en el que se cometió el presunto error que generó dicha quiebra: el siglo V a.C., en el que Sócrates opta por Parménides contra Heráclito, entre los filósofos; y por Apolo contra Dionisos, entre los dioses. Parménides era el Ser y lo Racional; Heráclito el Devenir y lo Pasional. Apolo era el dios del orden, el equilibrio, la luz y, sobre todo, la inteligencia. Dionisos lo era del caos, el desequilibrio, la oscuridad y, más aún, las emociones, el bonche y lo irracional. Sócrates, para fundar la Filosofía, se inclina por Parménides y Apolo, contra Heráclito y Dionisos y -según Nietzsche- lanza a Occidente por el camino equivocado. Porque, en su opinión -de Nietzsche- lo esencial de la Realidad es el Devenir y no el Ser, las pasiones y no la razón. La quiebra de la Filosofía tendría así una explicación muy clara: el Ser y la Verdad, esto es, lo estable y los conceptos son sólo una ficción, ¡¡la Re-presentación abstracta de una Realidad inaccesible!!

La propuesta de Nietzsche y sus partidarios, luce atractiva: regresemos al momento del error... y corrijámoslo. Si Parménides y Apolo llevaron la Filosofía a esta crisis, asumamos entonces el otro camino -el de Heráclito y Dionisos- que, "por lógica", debería ser el correcto. Y eso es lo que nos propone el autor de Ecce Homo; erróneamente... porque al regresar a esa encrucijada empieza uno a descubrir, aterrado, que aunque Nietzsche tenía razón, ¡¡Sócrates no se equivocó!! Escogió lo único que se podía escoger. Porque el Devenir, las pasiones, el caos y toda la profunda oscuridad dionisíaca que llevamos en el alma, no se pueden entender más que como Sócrates lo intentó: a través de las Ideas, la Razón abstracta y las Re-presentaciones, ¡¡por falsas e ilusas que ellas sean!! Sócrates hizo lo único que en su momento se podía hacer, dadas tanto la imposibilidad absoluta de comprender el Devenir, como la irracionalidad e inescrutabilidad radical del alma humana, de las pasiones, las emociones y, finalmente, del Inconsciente; pero, por sobre todas las cosas, dada la imposibilidad infinita de encontrarle algún sentido a la vida o a nuestro espíritu... si es que excluimos a Dios. Fue ante todo ello que Sócrates, Platón y Aristóteles intentaron -¡erróneamente!- captar el mundo a partir de la Razón.

Nietzsche, por el contrario, en un error similar al de Sócrates, supone que el camino correcto es el de Heráclito y Dionisos, el de asumir el Devenir y las Pasiones. Él -y sus más brillantes partidarios- creen que el Hombre tiene fuerzas espirituales suficientes para captar la absoluta irracionalidad del Devenir y... del Mal, la oscuridad dionisíaca infinita de nuestro espíritu. Nietzsche sueña con que del hombre podamos pasar al Superhombre, a su venerado Ubermensch. Cree que -de nuestro propio espíritu- podemos sacar las fuerzas necesarias para entender simultáneamente al Devenir y a Dionisos. Faltaban cuarenta años para que Wittgenstein y Eliot intuyeran finalmente que todo ello conduce inevitablemente a la noción de Dios. Que está allí, ante nosotros, oculta en el Devenir y en Dionisos, pero sin que tengamos la menor posibilidad de entenderla... sólo de sentirla. Una "Realidad" ante la cual -Wittgenstein dixit- lo único que cabe es callar. Me refiero, por supuesto, al Primer Wittgenstein, al místico, el que afrontó el verdadero problema, el del Espíritu; no al Segundo, el que se entretuvo con los rollos derivados del Lenguaje.

jueves, 9 de diciembre de 2010

El Nobel de Mario Vargas Llosa

Por: Juan David Zuloaga D.

Los detractores del escritor (pues lo son más de su persona que de su obra) aducen en su contra ora su actuar político, ora su postura ideológica. Postura que, por lo demás, hubiera creído uno, lo inhabilitaba para recibir tal premio, por lo menos según las inclinaciones del jurado en los últimos lustros. Olvidan sus críticos, entonces, que el premio es una distinción literaria y que, a la hora de la elección, sopesa el comité evaluador la calidad artística de su obra, la difusión en amplios ámbitos intelectuales y culturales, la maestría en el uso de la lengua, la destreza para inventar o recrear personajes que conmuevan la sensibilidad humana y no el ideario político de un autor (por lo menos en términos más o menos ideales y respetando, dentro de ciertos límites y de manera un tanto arbitraria, la voluntad del señor Alfred Nobel).

Quienes admiran su obra estarán felices, desde luego, por la concesión del premio. Pero más allá de estas disputas —más políticas que literarias, repito—, el galardón sólo puede beneficiar a la literatura de Iberoamérica. Incluso si las tendencias políticas del autor incomodan a algunos, incluso si su obra no la encuentran particularmente sugerente, lúcida o interesante, vale recordar que el hecho de que el galardón literario más prestigioso del mundo recaiga en un escritor hispanoamericano sólo puede beneficiar a los escritores y en general a todo el mundo editorial del ámbito hispanoamericano.

Yo reconozco en los libros de Mario Vargas Llosa la maestría en el uso de la lengua y el ritmo de su prosa. Aunque reconozco también que, quizás, les hubiera dado el laurel a otros escritores del llamado boom latinoamericano; sólo que algunos de esos otros, infortunadamente, ya están muertos. En cualquier caso, me parece una distinción justa y merecida para uno de los más conspicuos representantes de esa generación de escritores de la literatura española que, preocupados por la forma en la novela y los distintos recursos de la narración, tomaron distancia de esa literatura costumbrista y provincial que los precedió. Y haciéndolo y creando verdaderas obras maestras volcaron la atención del mundo lector sobre una literatura que hasta entonces había permanecida ignorada y, no menos importante, le dieron voz a un continente que, por su situación sociopolítica, había tenido que callar.

Tenemos, pues, un buen motivo para alegrarnos porque la lengua española reciba nuevamente tan respetada distinción. Por ello, mañana, cuando Mario Vargas Llosa reciba el galardón, sé que me voy a emocionar y, estando con los que el destino quiera que esté, brindaré. Además, olvidaba decirlo, mañana también es el día de mi cumpleaños. Así que me permito brindar. Salud.

martes, 7 de diciembre de 2010

De nuevo en Venezuela

Por: Sebastián de la Nuez
La otra noche vi de nuevo Reflejos en tus ojos dorados y ya Elizabeth Taylor no era la misma. Acababa de leer el retrato que Truman Capote le hace, a ratos despiadado, dentro de la serie de perfiles que editó en español la editorial Anagrama. Elizabeth y Truman fueron amigos y quizás podrían haber sido pareja si no se hubiese interpuesto la militante homosexualidad del escritor.
Capote no ahorra descripciones; antes bien, las vomita: «Sus piernas resultan demasiado cortas para su torso, y la cabeza es excesivamente voluminosa en relación con el conjunto», dice. Elizabeth Taylor ya no será jamás, luego de haber leído la semblanza que de ella escribe Capote, la belleza arrasadora de ojos turquesa pues esa imagen ahora vendrá envuelta, empaquetada, en la versión que de ella hace Capote.
Es decir, será una mezcla de lo que vendió Hollywood y la representación vívida que aporta Capote. Durante la proyección de la película en televisión fue inevitable imaginármela un poco contrahecha, por debajo de esos planos compuestos principalmente de ojos y senos convenientemente iluminados.
Ahora viene a Venezuela otro epítome del retrato, más periodista que Capote e igualmente norteamericano, desde luego un hombre con un interés particular por el mundo latinoamericano: Jon Lee Anderson. Viene para continuar con la tradición que impuso la Fundación para la Cultura Urbana: invitar cada año a una figura de la literatura que comparta con los venezolanos. El año pasado fue Jorge Volpi.
Lo mejor de Anderson es su trabajo, pues indica rigor, constancia y valentía. Esto último se evidenció en su libro sobre la guerra en Irak, que comenzó a cubrir desde noviembre de 2002. Por supuesto que hay mucho de reportaje en La caída de Bagdad pero episodios como la espera en el hotel Al Rasheed ante el inminente bombardeo norteamericano, con los pormenores de su nerviosa cotidianidad, dan la medida de una crónica inteligentemente construida.
Lo peor de Anderson quizás sea su respuesta, hace unos años en el Ateneo de Caracas, cuando alguien le preguntó qué le parecía el régimen venezolano actual. Dijo que no venía a Venezuela a dar opiniones políticas, pero que en todo caso le parecía un proceso muy interesante.
Con “i” mayúscula, recalcó. En ese momento estaba recién salida de los hornos su biografía del Che Guevara, el más completo reportaje que se haya escrito sobre la figura del legendario icono de la izquierda. Pero el entusiasmo contenido de Anderson, más sus ganas de volver a retratar al presidente venezolano –ya lo había hecho en una ocasión pero deseaba volver por sus fueros− me parecieron propios del gringo fascinado por este tropical experimento, ese norteamericano inflado de “buenismo” que ha descubierto en medio del subdesarrollo la clave para el futuro de la humanidad. Su fascinación ante el proceso chavista me pareció más propia de la antropología que del periodismo.
PLEGARIAS ATENDIDAS
Desde luego que Anderson guarda enseñanzas. Ojalá aprendiéramos del rigor. Ese mismo rigor que una vez detecté en un inglés que había estado ocho años siguiéndole la pista a los hooligans del Manchester hasta que por fin escribió un libro de maravilla.
Anderson sabe cómo adherirse a una fuente: lo hizo, por ejemplo, con Aleida March –viuda del Che− en Cuba, a quien hizo despertar luego de tres décadas de hibernación. Anderson es un yanqui insolente y fisgón, así mismo se define. Y está muy bien que lo sea; como Capote; como el periodista que escribió la biografía de Capote, otro insolente y fisgón: Gerald Clarke. Gente que pasa años hasta que por fin se decide, tras mucha averiguación y mucho sudor, a escribir.
Es un buen ejemplo porque la tradición, en Venezuela, ha sido la contraria: los periodistas agarran sus apuntes de un caso, montan un par de episodios más o menos imaginados a partir de un par de chismes y arrancan. Hacen un par de entrevistas adicionales y el resto es copia de lo que ellos mismos han hecho anteriormente para algún periódico o revista. Se vio con el caso del Banco Latino. Se vio con El Amparo. Se vio con los sucesos del 11 de abril. Por eso es tan grato reseñar el triunfo en ventas y en crítica de una periodista venezolana rigurosa a quien le ha tomado cuatro años llenar una tronera de la historia reciente, la caída del presidente Carlos Andrés Pérez. Mirtha Rivero, a la calladita, acaba de dar una lección de periodismo aunque no se apellida ni Anderson ni Capote ni Clarke.
Está bien que Anderson venga y nos hable del perfil. Además, es una bofetada a este Gobierno el hecho de que la tradición de la Fundación perdure. Pero me quedo con el rigor, la valentía y las herramientas técnicas de Anderson. No con su criterio.

La muerte del conocimiento

Por: Carlos Machado Allison

Un
grupo de ciudadanos conocidos por su ignorancia y sumisión, modificaron la ley (LOCTI) que le había dado algún oxígeno a los centros de investigación y a las empresas privadas. Esa ley hacía compulsorio dedicar un porcentaje de las ventas a la investigación, capacitación o modernización tecnológica de la empresa. Gracias a ella las empresas contrataban, de acuerdo a sus necesidades, a las universidades y otros núcleos de investigación. Éstos, a su vez, elevaban propuestas vinculadas al estado internacional del desarrollo tecnológico o de los avances científicos que fueran relevantes al desarrollo de nuestro país. Los que conocían sus necesidades y los que podían suplirlas, negociaban directamente. Eso funcionaba bien.

La modificación de la ley tiene como objetivo obligar, a empresas e instituciones con competencias en investigación y desarrollo tecnológico, a someterse al dictamen del Gobierno. Los recursos irán a las arcas centrales y allí deberán acudir los interesados con sus proyectos. Ya podrá el lector concluir que si éstos no se ajustan al credo socialista -o como lo quieran llamar- pues, simplemente, no serán aprobados.

Peor aún, nadie sabe de dónde sacarán las competencias necesarias para juzgar con acierto qué necesita cada empresa en materia tecnológica o la calidad de la propuesta generada por alguna universidad.

Esta ley, le daba oxígeno a la relación entre empresas y sector académico, relación que en los países desarrollados no sólo es natural, sino indispensable. Los países exportadores necesitan competir en los mercados internacionales y para ello ciencia y tecnología, como todo el mundo sabe o deduce, es algo vital.

Aun si no exportan, las empresas también deben competir en el mercado interno a través de productos novedosos, de calidad creciente o menor costo y para ello, ciencia y tecnología son importantes. De allí que, cuando se cuantifican los aportes para financiar la innovación, en muchos países los del sector privado superan a los correspondientes al Gobierno. Un ejemplo son las innovaciones que se han perpetuado en empresas que llevaron, o aún llevan el nombre de inventores: Boulton & Watt, Edison, John Deere, King Gillette, Westinghouse, Daimler, Lumiére o Siemens.

Obviamente todos en países desarrollados, con economía de mercado, emprendimiento, exportaciones diversificadas, inventiva, seguridad social, viviendas, grandes universidades y laboratorios, abundante empleo, elevado índice de desarrollo humano y valoración del conocimiento. Al asesinar a la LOCTI nuestro Gobierno es consistente en su esfuerzo para mantener a Venezuela en los últimos lugares de las clasificaciones sobre competitividad, inversión privada, libertad para hacer negocios, garantías sobre la propiedad privada. Cosas que marcan la diferencia entre el primer y el último mundo.

La capacidad de inventiva de nuestro Gobierno revolucionario es realmente extraordinaria, en efecto, cada día inventan algo para destruir al país.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Cuento de Navidad

Por: Aglaya Kinzbruner

Un niño conocido mío me preguntó el otro día si Santa Claus era chavista. Me quedé algo fuera de base y le pregunté: "¿Por qué?" Ni corto ni perezoso el niño contestó: "Muy sencillo: viste de rojo, es gordo, trabaja sólo una vez al año y le da regalitos a la gente que deja caer como de muy arriba".

Los niños de hoy en día son tan distintos de cómo era uno a la misma edad. Pero hay que tomar en cuenta que ven televisión y videos a toda hora, ya al año van para el maternal y oyen hablar de política todo el santo día. No es de extrañar que a los tres años ya sepan que quienes hacen los regalos son papá y mamá.

No son niños prodigio ni inclinados al genio, son los niños de su tiempo que con las revelaciones de Walid Makled y los sabios pronunciamientos de Rangel Silva han hecho una ensalada nada diplomática y que se mueren de la risa con el nuevo mejor amigo de Santos y Chávez, sin que le crean nada en absoluto a ninguno de los dos.

Este cuento me lo mandó uno de mis amigos chiquitos, chiquito en tamaño pero gigante en ingenio.

Cuentan que San Pedro estaba sentado en una nube delante de la Puerta del Paraíso y a los que iban llegando los ponía en cuenta que debido a la gran cantidad de gente que se moría en Navidad debían especificar a qué se debía su deceso, por lista eso sí, porque el Cielo ya abarrotado por la explosión demográfica, más la explosión de muerte y violencia, además de los explosivos, tantos que en un embarque de enseres personales desde Venezuela llegaron al país de arribo metidos entre prendas íntimas, tenía las manos llenas por así decir.

Obedientes, las almas vestidas en sus túnicas blancas iban desfilando: "Yo soy de la lista Tascón decían unos­ nunca más conseguí empleo y me morí de hambre". "Yo soy de la lista Maisanta, me botaron de toda vaina, me metí a buhonero, un haitiano me contagió el cólera y me morí como un tonto". Otros se identificaron con la lista de Pdvsa. Uno dijo que se consiguió un carrito para vender donas en un parque pero de noche vinieron unos cubanos, se comieron las donas, le robaron el carrito y le dieron una paliza.

Así fueron llegando hasta que llegó un alma vestida de rojo, unos soles relucientes en el pecho y un Kalashnikov al hombro. San Pedro lo reconoció al vuelo.

"Pero tú no estás muerto", dijo a manera de pregunta.

"Sí, sí, estoy muerto, en todo caso no soy más que un zombi. Yo soy de la lista Makled". "¿Por qué no te vas al infierno?", preguntó amablemente San Pedro.

"Ahí es donde fui primero dijo el zombi pero el diablo me dijo que soplaban aires de democracia y se aceptaban bandidos, sicarios, asesinos, pervertidos, destripadores, hasta a la nueva Canciller de España ya le estaba reservando un puestecito en la Sección de Rompe Pelotas con castigo homónimo. Sin embargo, luego se me quedó viendo y me dijo: "Gorilas, no, ¡qué asco!" "¿Y ahora para dónde voy?"