miércoles, 27 de abril de 2011

El aumento sal y agua

Por: Teodoro Petkoff

En materia inflacionaria Chacumbele y su gobierno estánen un pantano de arenas movedizas. Mientras más se mueven más se hunden. Están cogidos en una trampa inflacionaria, montada por el propio gobierno, de la cual no logran zafarse; por el contrario, todo cuanto hacen contribuye a acelerar la velocidad con la cual suben los precios y con ello se encogen los sueldos y salarios.

Frente a la inflación al gobierno no se le ocurre ninguna otra respuesta que el incremento anual del salario mínimo. Pero prisionero de la trampa inflacionaria, este aumento periódico produce una paradoja. Por un lado, siempre se queda a la zaga de la inflación pasada, o sea que no compensa lo que perdió el poder adquisitivo en el año anterior, pero, al mismo tiempo, pese a que ante los ojos de los asalariados el aumento luce mezquino, en la práctica es más gasolina para la candela de la inflación. Ese incremento salarial, que obliga a mover toda la escala, por encima del mínimo, se traslada inevitablemente a los costos de producción y, a través de éstos, a los precios de todos los bienes y servicios. En definitiva, más inflación.

En el caso del aumento decretado el martes, siendo en total de 25%, se queda por debajo de la inflación anualizada desde marzo 2010 a marzo 2011, que fue de 27,4%. Para el 1º de mayo será más o menos similar. En total, pues, el aumento es inferior a la inflación pasada y, paradoja de paradojas, está bastante por encima de la inflación proyectada para este año. Es la trampa inflacionaria: suben los precios, se aumentan los salarios y la inflación da otro brinco. Es una carrera que siempre pierde la tortuga salarial frente al conejo de los precios. El primer tramo del aumento del martes, de mayo a septiembre, es de 15%, que será tragado por la inflación de ese lapso; el segundo tramo, de septiembre a mayo de 2012, se disolverá en la inflación de ese periodo. Al final la situación de la gente que vive de sueldos y salarios será todavía peor que la de ahora porque al paso que vamos la inflación de este año se anuncia mayor que la de 2010.

El resorte principal de la trampa inflacionaria, en nuestro caso actual, es la irresponsabilidad fiscal. El gasto público, desorbitado, sin control alguno, movido por las exigencias electorales, casi completamente improductivo, hace imposible contener la inflación. Mientras este resorte no sea desmontado, mientras no se instaure una estricta disciplina fiscal y se eliminen los dos presupuestos, uno oficial, aprobado por el Parlamento y otro secreto, el del Fonden, manejado a voluntad por el Presidente; mientras no se controle el irresponsable ritmo del endeudamiento público (también para alimentar el gasto corriente) la trampa inflacionaria continuará asfixiando al país y al gobierno. Esto, sin hablar del potente efecto inflacionario de la destrucción del aparato productivo interno y de la importación de alimentos, cuyos precios están otra vez al alza.

De manera que si Chacumbele cree que con ese aumento salarial puede mejorar sus alicaídas perspectivas electorales, se va a caer de un coco.

martes, 26 de abril de 2011

Dudas primarias: 12-02-12

Por: Enrique Ochoa Antich

Los desaguisados del golpe del 12A (no de la insurrección civil del 11A), del paro 2002/2003 (más que un crimen una estupidez), de la necedad abstencionista de 2005, que regalaron al tiranuelo, envueltos en celofán y en bandeja de plata, la institución armada, la condición de demócrata, Pdvsa, y la AN, tienen una causa común: la falta de una dirección política que mereciera llamarse tal. La poca que hubo estaba signada por el antipartidismo y la antipolítica, hegemonizada por una sociedad civil de clase media que, por ejemplo, diseñó una pésima campaña para el revocatorio, sifrina, frívola, razón fundamental de su derrota en tales comicios. Eso cambió a partir del año 2006 cuando, con la precandidatura de Petkoff (que tuvo el mérito de mover las aguas estancadas de una oposición plañidera y sin rumbo) y con el histórico pacto Rosales-Petkoff-Borges, dotó por primera vez a la Venezuela democrática de un Estado Mayor (para echar mano de la expresión leniniana) conformado por políticos, esa especie humana especializada en un oficio que no se aprende en la universidad ni se compra en botica: la política, es decir, la conducción de los asuntos públicos.

Zapatero a tus zapatos.

Esa nueva dirección ­que al final ha coagulado en la MUD­ sólo ha ofrecido victorias a la Venezuela democrática: reagrupó las fuerzas dispersas en 2006 (mérito, también histórico, de la candidatura de Rosales), revaloró el voto como instrumento eficaz, nos enrumbó por la ruta democrática, y, por consecuencia, venció por primera vez al tirano en el referendo constitucional del 2007, reconquistó posiciones perdidas y ganó nuevas en las regionales de 2008, y logró que la Venezuela nochavista probara en las parlamentarias de 2010 que es mayoría (52 %).

Por eso la MUD merece un voto de confianza.

Puede haber dudas acerca de la decisión de convocar las elecciones primarias para el 12-0212, pero nunca debemos olvidar que entre nosotros no hay un capataz, un único hegemón, y que por tanto las decisiones se adoptan a través de un complejo proceso de debates con base a reglas de juego que los partidos tienen el inmenso mérito de haber acordado. Unos querían que las primarias fuesen ya; otros, lo menos pronto posible para dejar al Majunche peleando consigo mismo y con el colosal desastre que es su gestión pública. Pero bien: se encontró un punto intermedio que preserva la unidad. Suele decirse que la MUD contradijo la voluntad del pueblo opositor que quiere primarias ya: pues no olvidemos al Mandela de "Invictus" quien en algún momento sentencia que si él no estuviera dispuesto a contradecir a su pueblo no tendría derecho a ser su líder.

El 12-02-12 (fecha casi cabalística) elegiremos al Presidente de la refundación democrática.

lunes, 25 de abril de 2011

Capitalismo o muerte, venceremos?

Por: Fernando Rodriguez

Es bastante trágico todo el asunto. Ancianos que no quieren dejar este mundo sin reparar un error inconmensurable, reiterado durante medio siglo y que, a todas luces, no debería tener perdón de los dioses. Para empezar no hay tiempo para ellos, se necesitarán otras décadas para volver a Cuba a la carretera pavimentada de la historia. O sea muerte (y sin absolución de la Historia, Infierno). Pero, como si fuese poco, el imposible "venceremos", mirar florecer los malls y las hamburguesas, implicaría la destrucción de pensamientos y acciones tan adheridos a sus pieles y su pasado como el verde oliva o la máscara marxista-leninista.

De todos modos hay algo de hidalguía enlodada en el gesto de esos condenados a todas las muertes. Y de culpa en muchos de nosotros, cómplices ocasionales cegados por la historia.

Mil manos, de mil delegados, aprobaron el proyecto de Raúl en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, el primero en catorce años, a pesar de ser "la fuerza dirigente superior de la sociedad", constitucionalmente dicho. El plato de las reformas económicas venía ya confeccionado y aderezado con los denuestos, muy duros y genéricos esta vez, para aquellos que patalean todavía, en la ocasión los comunistas fervorosos, válgame Dios.

Nada novedoso en estilos y maneras, pues. Hay pocas reformas políticas, eso está al final del proyecto, para cuando ya se hayan ido los últimos históricos, pero hay una muy significativa: la supresión de la reelección indefinida, sólo dos períodos continuos (a lo chino o a lo gringo) para que no haya otro medio siglo, para que los jóvenes todavía sin rostro, los hijos que no engendraron ("no hay jóvenes debidamente preparados"), tengan un día las palabras del futuro. No deja de ser terrible, dicho sea de paso, para Chávez y su ya golpeado proyecto gadafiano. Igualmente ahí están las etiquetas pudorosas: actualización del modelo y preservación del socialismo, sobre todo. Para lo cual hay que imponer un capitalismo muy primitivo cuyas características sólo apuntamos porque ya son harto conocidas: centenares de miles de trabajadores al nuevo espacio privado, reducción y descentralización del Estado, alejamiento de éste y el partido, vivas a los curas, crédito a los minicapitalistas, compra y venta libres de todos los bienes personales, privatización de tierras estatales ociosas, reconocimiento de todo tipo de propiedad productiva, impuestos, disciplina laboral, desaparición paulatina de los subsidios, para empezar la tarjeta, emblema de la igualdad socialista. Un paquete económico colosal, entonces. Lo suficiente para dar por terminado el marxismo-leninismo, la abominable herencia soviética. Claro que una cosa es esta primera piedra y otra que el dispositivo funcione en una economía cuadrapléjica. Seguramente habrá que hacer grandes transfusiones de capitales foráneos.

Pero llaman también la atención otras dos cosas. Ninguna desmesura con el imperialismo, relaciones respetuosas y reciprocidad. Y quizás la que podría ser síntesis última o premisa mayor: la sustitución del igualitarismo por la igualdad de derechos y oportunidades, hablamos de salarios jerarquizados y sin techo. Igualdad de oportunidades y no de resultados, como dicen los neoliberales.//SVR

Errores

Por: ALEXIS MÁRQUEZ RODRÍGUEZ

En general, puede considerarse un vicio que se origina en un deficiente conocimiento de la lengua. Nada hay que justifique, por ejemplo, que se diga "experticia" en lugar de "experiencia", ni que se emplee la expresión "a nivel de…" en vez de "a la altura de…".

No es nada nuevo, pues ya Andrés Bello, en el prólogo de su Gramática, lo censuraba, y lo consideraba uno de los peores vicios de lenguaje.

Sin embargo, en esto no se debe ser demasiado radical. Si bien, en general, se trata de un vicio que, insisto, casi siempre se debe a un escaso dominio del idioma, en ocasiones el agregar a alguna palabra una nueva acepción resulta conveniente, y de hecho puede tenerse como un medio de enriquecimiento semántico del idioma. Un buen ejemplo lo tenemos en la palabra "álgido". Esta aparece por primera vez en el Drae en su edición de 1869, como un término propio de la Medicina, con el siguiente significado: "Med. Lo que produce un frío excesivo, glacial; así se dice fiebre álgida, período álgido del cólera, etc.".

Esta definición se mantiene, con ligeras variantes, hasta la 20ª edición, de 1984, en que se amplía en los siguientes términos: "Muy frío. 2. Med. Acompañado de frío glacial. Fiebre álgida; período álgido del cólera morbo. 3. Fig. Dícese del momento o período crítico o culminante de algunos procesos orgánicos, físicos, políticos, sociales, etc."

Esta ampliación se hace en el Drae para registrar un uso que se venía haciendo del vocablo, agregándole esta definición en sentido figurado. Es decir, el uso, al generalizarse y arraigarse consagró la nueva acepción de "álgido", pero es de observar que tal empleo peculiar se impuso por una necesidad expresiva, pues la idea que se expresa con dicha acepción no la contiene ningún otro vocablo de nuestro idioma con tal precisión y exactitud. No fue, pues, una modificación semántica arbitraria ni caprichosa.

Estas modificaciones semánticas son válidas en tanto que no obedezcan a caprichos, imitaciones serviles de otras lenguas o a algunas otras motivaciones parecidas, sino a la natural evolución de la lengua que hablamos.

domingo, 24 de abril de 2011

El primer televisor

Por: Marcelo Morán


La televisión fue inventada en 1926 por John Logie Baird; un solitario físico de origen británico. Pero no fue hasta 1950 cuando experimenta un repunte a escala mundial de la que también es parte Venezuela, y no fue hasta 1966 cuando llega a mi pueblo de Las Parcelas de Mara.

La electricidad

Antes de 1966, el único entretenimiento que yo tenía era esperar las noches para acostarme sobre un tronco de dividive de quince metros de longitud, que había sido derribado siete años atrás por la fuerza de mi madre. Desde allí observaba deslumbrado el maravilloso espectáculo de las estrellas. Mientras los adultos se enfrascaban en conversaciones aburridas de tres y cuatro horas, yo sólo esperaba la caida de la penumbra para disfrutar del refulgente mundo de las constelaciones, la luna y otras figuras astrales como un cometa, que un día apareció y sólo dejaba verse de madrugada como una palma encendida sobre el cielo de mi pueblo. Esa manifestacion sideral estaba vedada para niños de mi edad. Según mi abuela -que tenía una manera de interpretar las señales del cosmo- el que mirase ese fenómeno quedaría ciego al siguiente día. A pesar de ello, no creí mucho en sus presagios. Así que, esperé que todos se rindieran de sueño para verle el rostro al visitante estelar. Lo vi tantas veces en las madrugadas hasta que desapareció del cielo de Las Parcelas para irse y lucirle quizás su cola incandescente a espectadores de otros suburbios del espacio.

Todos los días me acostaba sobre aquel tronco hasta que el sueño me envolvía. Hubo momentos en que aquel racimo de luceros que me fascinaba tanto y le inventaba nombres no aparecía en el cielo debido al movimiento de traslación de la tierra. Cuando eso ocurría, sentía un desaliento muy grande, pues tenía que esperar la llegada de la luna y que ésta se pusiera gorda y llena para compensar la falta.

Ese mismo año empecé a cursar el primer grado, y a lo largo de los dos kilometros que tenía que recorrer para llegar al colegio, escuchaba el pregonar constante de la gente:
“Viene la electricidad”.
Se decia tantas cosas de este prodigio que encendía bombillas desde los tiempos de Edison y que iba ailuminar mi casa y a la vez haría espantar de las calles oscuras varias generaciones de fantasmas, y que reemplazaría también en corto tiempo mi afición por las estrellas.

El primer televisor

En mi familia hubo un desaliento tan grande como la expectativa que nos habíamos creado con la llegada de la luz. Se había corrido el rumor de que el tendido eléctrico no pasaría por frente de nuestra casa porque había que derribar varios curarires, sobre todo uno, colosal, que se encontraba al otro lado de la carretera, y que impedía la ejecución del añorado proyecto.

Fue entonces cuando mi padre, y un vecino llamado Jesús Vilchez, se pusieron de acuerdo y le cayeron en cayapa junto a otros voluntarios para poder derribar el formidable árbol de treinta metros de altura.

Al poco tiempo se instalaron los enormes postes plateados y enseguida ¡hágase la luz!
No volví a acostarme sobre el viejo tronco como lo hacía siempre. Las luces artificiales que alumbraban mi casa, y aclaraban el patio, impedían ver las estrellas con aquella fidelidad y refulgencia con las que me acostumbré a mirarlas desde que tuve noción de las cosas.

Mis compañeros de clase, junto a las maestras, conversaban con la pasión que podía trasmitir la ocurrencia de un milagro muy grande. Decían que, en casa de la señora Rosa Peña, y más tarde en la de Eva Bracho, se veían películas y muñequitos a través de un moderno aparato llamado televisor. Casi todos mis compañero hacían colas para ver por lapsos la nueva maravilla que tenía patas arriba al vecindario.

Yo sólo los observaba desde la carretera, pues mi madre me habia aleccionado a no meterme en casas ajenas sin su consentimiento. Y así contuve mis ganas.

Hasta que un día, mi padre, se apareció en una camioneta y empezó a bajar a toda carrera una enorme caja que contenía el añorado televisor. Seguidamente comenzó a armar la antena, que me recordó en el acto el esqueleto de un bocachico descomunal y de esa manera con la ayuda del conductor, quien era un turco muy recordado en el sector, por su insensibilidad a la hora de cobrarle a su clientes, consigió conectar al fin el artefacto, y en instantes, empezó a salir la imagen zigzagueante de Popeye el marino con su ronca voz doblada al ingles.

Cuatro años de novela

Era tanta mi afición a la TV, que llegué a olvidarme de mis estrellas. Deseaba que cayera un aguacero de un año para no ir al colegio, o ansiaba que a la maestra se le torciera un tobillo y la suspendieran por una larga temporada. Pero nada de eso sucedía, al contrario, mi buena maestra Luisa, se mudó desde San Francisco, Maracaibo, donde vivía, para darnos las mejores atenciones, de modo que siempre me las ingeniaba para no perderme la programación de los canales: Popeye el marino, Super Raton, El gato Felix, El zorro, El llanero solitario, Jim de la selva, Meteoro, Jhonny Quest, Cool McCool y otros tantos muñequitos que se encuentran desperdigados en los laberintos de mi memoria.

Los adultos y mis hermanas, veían en las tardes, una novela que duró dos años en la pantalla de RCTV: El derecho de nacer, protanonizada por Raul Amundaray y Conchita Obach. El día que terminó el último capítulo de esta telenovela escrita en 1940 por el cubano Felix Caignet , hubo en Las Parcelas y en el resto de Venezuela una conmoción, comparada sólo con la muerte de un prócer de la patria. No se hablaba de otra cosa durante varios meses que no fuera de las aventuras del Dr. Albertico Limonta.

También había un apego semejante con la lucha libre: Catch as can can que se trasmitía los sábado en las noches por el canal 8 CVTV.

Todavía hoy, a mis cincuenta años, no me resisto a ver una comiquita en la TV. Tal vez es la revelación de ese niño que llevamos todos y que no envejece ni con un siglo acuestas.

Y a pesar de ser testigo hoy de tantas innovaciones producidas en el campo de las telecomunicaciones, tampoco he podido abandonar mi pasión por las estrellas. Cuando las veo titilar, desde mi residencia en el municipio Lagunillas, enseguida me transporto a aquel viejo tronco de dividive para contemplarlas con comodidad.

La campaña electoral más larga

Por: Kiko Bautista

EFE, ANSA, CNN, ABC. Especial. Este es el extraño caso de un país donde se está llevando la campaña electoral más larga de la historia. El presidente Chávez, por un lado, lleva 12 años buscando votos. La oposición, por el otro, con el cuento de la escogencia de la fecha de las primarias para elegir su candidato, tiene rato ya metida en la pelea.

Lo insólito del caso es que en la oposición venezolana, que se dice llamar democrática, hay un debate algo atormentado sobre el papel que tienen las mayorías en la toma de las decisiones políticas.

No importa que en el Medio Oriente y el mundo la tendencia sea a darle protagonismo a las masas. Para ciertos sectores de la oposición de este país, el pueblo no hace otra cosa que meter la pata.

Una parte importante de los partidos que se oponen al presidente Chávez sostienen que la mayoría no siempre tiene la razón. Argumentan que no es del todo recomendable confiar en el criterio de las bases a la hora de tomar una decisión que implique algo tan importante como la toma del poder.

Cuentan estos señores que llegaron a esta dura conclusión después de numerosas experiencias traumáticas. Señalan que las masas condujeron a la dirigencia política, cual vaca al matadero, al paro que hubo en esta nación en el 2003 y a la abstención electoral a la Asamblea Nacional en las elecciones del 2005.

El pueblo opositor fue el que impuso estas políticas equivocadas. En estos casos, el liderazgo no hizo otra cosa que seguir la corriente y por eso el fracaso. La política hay que dejársela a los políticos sostienen parte de los integrantes de una especie de coordinadora de la oposición venezolana conocida como la Mesa de Unidad Democrática.

En privado, estos señores confiesan que, a partir de que el liderazgo político profesional sustituyó la conducción histérica y emocional de las mayorías por el razonamiento y la lógica de las direcciones partidistas, el cuadro comenzó a cambiar y fue allí que por fin aparecieron las victorias en la lucha contra las pretensiones continuistas del presidente Chávez.

El 11 de abril, el paro, el revocatorio, la abstención, todos esos episodios tristes de la política en Venezuela fueron impulsados por un enloquecido fenómeno conocido como la antipolítica.

Según la dirigencia partidista esta esquizofrenia colectiva fue inventada por un tal Marcel Granier y su pupilo un escritor de telenovelas tumbagobiernos llamado Ibsen Martínez en los años 90.

Ambos, dicen los jefes de los partidos, fueron los principales responsables de la caída de Carlos Andrés Pérez y de la crisis posterior que llevó al poder al hoy presidente Hugo Chávez.

La antipolítica sigue haciendo estragos en la política venezolana. Sus principales voceros son un grupete de periodistas y habladores de pistoladas que no hacen otra cosa que evitar que los partidos se solidifiquen y cumplan con su sagrado deber de conquistar el poder.

Esta banda de fablistanes alternan sus críticas a las organizaciones partidistas con un duro enfrentamiento con el oficialismo. Con el cual, reconocen los analistas, son implacables.

Sin embargo, inflados por su aparente prestigio, pretendían sustituir a la MUD e imponer que las primarias para escoger el candidato de la oposición se hicieran este año.

Amparados en las encuestas que registraban que un 70, 80% de los electores coincidían con esta opinión, la antipolítica pretendía insistir una vez más en negar la necesidad de una dirección política.

Según declaran importantes jefes de los partidos democráticos venezolanos, una vez más tal pretensión fue derrotada y la MUD fijó el 12 de febrero del 2012 como fecha para la realización de las ansiadas primarias.

La decisión desató un zafarrancho de críticas por twitter. Este medio puede haber contribuido en el Medio Oriente al derrumbe del autoritarismo. Pero, en Venezuela es visto por las cúpulas partidistas como un instrumento para el chismorreo ocioso de la clase media.

Lo extraño del caso, es que pese a las declaraciones recogidas en esta nota, los analistas consideran que este debate por la fecha de las primarias, ya es parte de la campaña electoral.

Se espera que, para después de la Semana Santa, aparezcan más de una decena de precandidatos a la Presidencia, desatados por todo el país buscando votos. El presidente Chávez tendrá que enfrentar a un montón de ansiosos aspirantes a la Presidencia atacándolo todo el santo día.

Sin querer queriendo, en este insólito país, todo el mundo anda metido en política. Masas y dirigentes vienen en un apasionado y eterno debate.

Tal locura pareciera ser la manera de ejercer la democracia en la oposición venezolana. Se espera sea la del 2012 la campaña electoral más larga en la historia de la humanidad.

viernes, 22 de abril de 2011

Causas y culpas

Por: Enrique Ochoa Antich

Tal es el título que la editorial Libros Marcados publica y que procura analizar la génesis histórica del fenómeno chavista de 1958 a 1998, con énfasis en la responsabilidad de las segundas presidencias de Pérez y Caldera.

Tal es el título de un ensayo que la editorial Libros Marcados, cuyo director es, como se sabe, Fausto Masó, habrá de publicar en los días que corren y del que es autor quien esto escribe.

Fue Fausto quien me propuso la idea, a partir justamente del contenido de una de mis columnas en este diario.

Causas y culpas procura analizar la génesis histórica del fenómeno chavista de 1958 a 1998, con énfasis en la responsabilidad de las segundas presidencias de Pérez y Caldera.

Podría enunciar su contenido diciendo que el libro parte de la convicción con arreglo a la cual un proceso político, económico y social de la envergadura del que hemos padecido los venezolanos durante ya más de una década (profundo y radical en su acción, y más, mucho más perdurable en el tiempo de lo que habríamos imaginado) no puede ser explicado sólo a partir de la conjura y/o las habilidades de su líder ­el tiranuelo­ y de sus acólitos, sino de causas históricas profundas que hunden sus raíces en las atrofias del “antiguo régimen” y de culpas precisables de su liderazgo (en particular durante sus postrimerías).

Causas y culpas quiere decir causantes y culpables. De manera muy destacada Pérez y Caldera, como hemos dicho, pero así mismo AD y Copei tomados en conjunto, y el MAS y la Causa R, y los mal llamados “Notables”, y la candidatura de Alfaro, y la entente Irene/Herrera.

Y fenómenos como el cepalista plan de sustitución de importaciones de los años 60 y el estatismo de los 70 propios de la promesa populista de progreso que signó al Pacto de Punto Fijo, la hipertrofia partidocrática, la corrupción inveterada, la masiva violación a los derechos humanos (de modo destacado, los sucesos del 27F), la gigantesca crisis económica que desembocó en el Viernes Negro del 83, y la antipolítica de nuestras clases medias durante los 80 y los 90.

Todos desfilan por las páginas del libro que más que ensayo pretende ser testimonio existencial descarnado de quien formó parte de aquella monumental “comedia de las equivocaciones” que, al menos de los 70 en adelante y muy particularmente durante 1997 y 1998, nos trajo hasta aquí.

Hay muchas razones útiles para haber escrito y para publicar este libro en los revueltos tiempos que corren: una, que las nuevas promociones del liderazgo político democrático nacional conozcan la crónica de una historia que no vivieron y cuya memoria muchas veces alcanza sólo a los límites de este régimen.

Otra, que sirva como contribución a la reflexión histórica de una alternativa democrática que, si aspira ser gobierno a partir de 2013, debe reconocer a cabalidad los errores que en el pasado hicieron posible este ominoso presente de modo de no reproducirlos en el futuro. Ojalá satisfaga ambas pretensiones.

Causas y culpas

Por: Eddie Ramirez

¿Tiene algún valor agregado escudriñar las causas y culpas que nos condujeron a este Totalitarismo Siglo XXI? Esta pregunta viene al caso al iniciar la lectura del libro de Enrique Ochoa Antich que lleva este título. Sin duda es importante todo escrito de quienes han sido o son actores de determinados sucesos y la honestidad intelectual obliga a narrar los acontecimientos tal y como se vivieron, aunque desde luego los participantes suelen tener diferentes percepciones sobre los mismos hechos. A pesar de que no comparto algunas de sus afirmaciones, Ochoa es honesto en lo que expone, todo lo contrario de quienes actualmente detentan el poder que mienten descaradamente.

Insistir, como lo hacen algunos, que cualquier tiempo pasado fue bueno y echarle la culpa de lo sucedido a la llamada antipolítica es castrar la necesidad de rectificaciones, las cuales son imprescindibles para salir de este régimen. Cometimos muchos errores, unos por acción y otros por omisión, como lo señalan Ochoa y otros autores. La mal llamada antipolítica no surgió por generación espontánea, ni por la supuesta perversidad de unos "notables", sino por el hastío de muchos ciudadanos sobre la forma de hacer política por parte de algunos actores que torpedearon la democracia.

No es tiempo de recriminaciones, pero sí de recordar que no debemos cometer los mismos errores. A la fecha, las encuestas y lo que se percibe en el ambiente es que son altas las probabilidades de que el teniente coronel salga por la vía electoral en el 2012. Pero estemos conscientes de que esas probabilidades pueden revertirse no solo por el ventajismo oficial, el dinero, las promesas y la conexión emocional del lenguatón, sino porque el electorado no perciba que en la alternativa democrática exista un equipo confiable para conducir el cambio. Ojalá nuestra dirigencia note el peligro y acepte humildemente que, a pesar de los logros, todavía el ciudadano común no tiene plena confianza en algunos mensajes. Insistir en que cualquier crítica es fruto de la antipolítica, es de necios.

Entendemos que las decisiones electorales les corresponden a los partidos. También que en condiciones normales éstos tienen que defender sus intereses, pero hoy se impone el interés nacional. La postergación de la fecha de las primarias dejó un mal sabor a muchos, pero pasemos la página. Ojalá ciertas ansias presidencialistas no le resulten costosas a la democracia y algunos partidos no pierdan credibilidad por estar predicando que disponen de más de un precandidato, cuando en la alternativa democrática solo hay dos o tres con posibilidades reales. Por otra parte, estamos totalmente de acuerdo con discursos que llamen a la reconciliación entre los venezolanos, pero nos parece suicida que a veces se compra el discurso oficialista sobre algunos sucesos como los de abril. Las causas y culpas del pasado que nos condujeron al presente no deben repetirse.

Como en botica: "La justicia revolucionaria", libro de Rafael Chavero constituye una denuncia muy seria de los abusos del Poder Judicial por razones políticas. "Sangre en el diván", de Ibéyise Pacheco, evidencia las perversiones de Chirinos y la crisis de valores que lo llevaron a ser rector de la UCV, candidato presidencial y amigo de gente influyente. Los rojos siguen endeudando al país. Con los bajos sueldos de los educadores, de los policías y de quienes están en el sector salud es imposible lograr un mejor país. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

jueves, 21 de abril de 2011

Inequidades groseras

Por: BERNARDO KLIKSBERG


Una niña que nace en un país pobre vive 45 años, una que nace en un país rico desarrollado 80 años. En la rica ciudad de Monterrey en México, en el municipio más próspero San Pedro Garza García, mueren 18.4 niños de cada 1.000 antes de los 5 años; en otros tres municipios, General Zaragoza, Mier y Noriega, y Rayones, la cifra es el doble. Los avances médicos son muy importantes en el mundo pero amplios sectores no tienen acceso a ellos.

Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), demostraron que influyen muchísimo en si hay salud o enfermedad, los determinantes sociales. Mirta Roses, directora de la OPS, destaca entre ellos: agua potable, nutrición, educación, vivienda, empleo, seguridad pública. Subraya: "Si tiene todo eso un 70% de su salud está bien".

La mayoría no lo tiene.

En el 2010, fallecieron en el mundo 8.1 millones de niños menores de 5 años por carecer de ellos, y 350.000 madres durante el embarazo o el parto.

La directora de la OMS, Margaret Chan, resalta: "a pesar de todos los progresos, las brechas en ingresos, oportunidades y resultados de salud son actualmente las mayores que en ningún tiempo de la historia reciente".

Entre ellas se halla el hambre. El mundo puede producir alimentos para una población muy superior a la actual, sin embargo 1 de cada 6 personas tiene hambre (más de 1.000 millones) por falta de acceso a poder comprar alimentos. El fuerte aumento de su precio en los últimos 9 meses, agravó la situación.

Otra brecha aguda es en electricidad. 1.400 millones no la tienen. En los países del Sub-Sahara africano viven 800 millones de personas. Utilizan en total la misma electricidad que los 19 millones que viven en el estado de New York.

Por falta de energía, 2.700 millones de personas cocinan con medios casi primitivos, contaminándose.

¿Hay soluciones para todo esto? Lo muestra la realidad de la misma Latinoamérica. En medio de la crisis mundial, generada en Wall Street en el 2008/2009, Costa Rica aumentó su inversión pública en salud, y redujo aún más sus ya bajas tasas de mortalidad infantil y materna. Uruguay hizo en los últimos años una gran reforma en salud, con impactantes resultados. En ambos casos actuaron sobre los aspectos médicos, pero también sobre los determinantes sociales de la salud. En Argentina un programa reciente, que da un subsidio a todos los niños hijos de trabajadores informales, comprometiéndose la familia a que vayan a la escuela, y a los centros de salud, para vacunarse y otros cuidados, ha tenido un gran éxito. Está llegando a 3.500.000 niños y generó un fuerte aumento de la escolaridad y de vínculos de los pobres con el sistema de salud. En estos y otros casos se sumaron a la acción pública dinámicas organizaciones de la sociedad civil, y empresas socialmente responsables.

Garantizar el derecho a salud, y superar las groseras inequidades actuales, debería ser una prioridad total en la región y el mundo.

Autor con el Nobel Amartya Sen de Primero la Gente (13va. edición, 2011)

¿Para que nada cambie?

Por: Américo Martín

Es una de esas batallas que se libran para que todo siga igual."
Giusseppe de Lampedusa


1 ¿Casi nadie ignora quién fue el autor de El Gatopardo, una obra plena y rica, ni desconoce algunas de las frases que Lampedusa sembró en esa novela. ¡"Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie." ¡"¿Y ahora qué sucederá? ¡Bah! Tratativas pespunteadas de tiroteos nocturnos, y, después, todo será igual pese a que todo habrá cambiado." ¡El Gatopardo se editó en 1957, muerto Lampedusa el año anterior.

¡Pero casi todos ignoran que una frase similar salió del gran Antonio Machado a través de un doble literario suyo. Porque en efecto, Juan de Mairena, por mucho tiempo conocido por el público hispanoparlante, era un seudónimo de Machado, cuyo libro Juan de Mairena a sus alumnos fue publicado en 1936, ¡21 años antes que El Gatopardo! ¡"Uno de los medios más eficaces ­declamaba Mairena­ para que las cosas no cambien nunca por dentro es renovarlas constantemente por fuera. Por eso los originales ahorcarían si pudieran a los novedosos y los novedosos apedrean cuando pueden a los originales."

2 ¡Lampedusa no supo de Mairena. Sería grotesco sugerir inexistentes plagios. El Gatopardo es único por original y por su estilo magistral. El éxito de esta obra se explica porque desveló uno de los grandes hábitos del hacer político universal.

"Gatopardiano" es aquel que llegado al poder o a alturas de dominio, modera sus promesas cambiándoles radicalmente el sentido sin prescindir del todo de la retórica que lo llevó a la notoriedad. Para muchos sería equivalente a sinuoso traidor.

No obstante puede más bien ser una muestra de sutil inteligencia política, necesaria para que las sociedades no sucumban. Malo es abandonar principios, peor hundir sociedades. Dicho sea sin convalidar la ética o falta de ética envueltas en la operación.

He pensado en Lula, Lagos, Pepe Mujica, Lionel Fernández y Martín Torrijos. Se suponía que encabezarían inviables movimientos de izquierda extrema.

En cambio, ya en el mando, continuaron la obra de sus antecesores o, contra lo esperado, la mejoraron radicalmente. Lula mantuvo el programa del moderado Cardozo, Lagos el de los demócrata-cristianos Alwyin y Frei y en algunos aspectos, del dictador Pinochet.

Martín Torrijos se apartó del modelo revolucionario de su padre, el célebre Omar. Gatopardianos, que no quisieron aceptar el naufragio de sus países, por aferrarse a la banderola de los principios.

3 Es el dilema que nos trae la primera vuelta electoral de Perú. Para un observador externo resulta incomprensible que el país más exitoso del hemisferio haya quedado a la suerte de Ollanta y Keiko.

Alan García declaró: "en el mundo solamente China puede competir con Perú; ya todos aceptan que Perú va a crecer 8,5% este año, eso significa que el empleo va a aumentar y la pobreza se reducirá".

Más caminos y puertos, incremento notable de la inversión agrícola, obras de electrificación y petroleras.

Según cifras oficiales, las reservas internacionales netas superaron con creces a las de nuestra hidrocarburizada nación: totalizaron 44.105 millones de dólares en 2010 contra algo menos de 30.000 millones de Venezuela.

Y las exportaciones peruanas ascendieron a 131.000 millones en los últimos cinco años. Al desechar la demagogia populista, Perú ha crecido sostenidamente por veinte años.

El PIB del país se ha triplicado claramente en relación con el experimentado hace diez años. Pero aunque esta onda impetuosa ha mejorado la calidad de vida y los cascos urbanos, más de un tercio de la población sigue hundida en la pobreza; es lo que explica la permanencia de las opciones "salvacionistas" de Ollanta Humala, Keiko Fujimori y varios más.

4 Vargas Llosa, creo, habló del sombrío dilema peruano al tener que escoger entre el cáncer y el sida. Se puede dudar. Cuando Chávez accedió al poder lo hizo a horcajadas de 19 años de decadencia de la economía y caída del nivel de vida. Venezuela estaba fracturada por el rompimiento del pacto de gobernabilidad que le dio estabilidad y desarrollo por más de 20 años.

En cambio Ollanta o Keiko tendrán que dirigir un tren de alta velocidad que les costaría descarrilar si se lo propusieran.

Las primeras declaraciones de ambos denotan cierta seducción gatopardiana, y ojalá así sea. Keiko soltó un misil: "no gobernaré sola, lo haré con PPK", quien le disputó desde posiciones modernas el salto a la segunda vuelta.

Humala asegura que no cambiará el modelo ni detendrá el ritmo de crecimiento y modernización de la economía; asegura no ser un Chávez y fortalecerá las relaciones con su principal socio comercial, EEUU.

¡Lo mismo decía Chávez! Es posible, pero también lo dijeron Lula y Martín Torrijos y mire que honraron sus promesas básicas. Bueno, sí ­replicarán­, porque no les quedaba más remedio. Efectivamente, sea que fueran sinceros o que no tuvieran más remedio, el resultado será el mismo. ¿Keiko da Silva? ¿Ollanta Torrijos? Sólo el Padre Tiempo...

lunes, 18 de abril de 2011

El petróleo y la economía nacional en 2011

Por: Àngel García Banchs

El incremento de la renta externa petrolera real estará detrás del crecimiento del consumo y, por tanto, del PIB en 2011. Cuánto crecerá el PIB, entonces, dependerá esencialmente de cuánto aumente el precio del petróleo, que en lo que va de año ha subido en un 29%. Por dar un ejemplo, si el precio del petróleo promediase el 2011 en unos 87$/barril, el crecimiento del PIB podría alcanzar un 2,9%; si promediase los 100$/barril un 3,8%; y si promediase 75$/barril un 1,5% (lo anterior en base a un conjunto de supuestos).

En todo caso, tal y como he indicado anteriormente, tal crecimiento no será sostenible, pues depende de una recuperación del precio del petróleo mayor al de la caída de las exportaciones en volumen (número de barriles exportados), por un lado, y, por el otro, también del incremento del endeudamiento, particularmente, asociado al préstamo chino (los desembolsos del préstamo chino serán mucho mayores este año que el anterior). Cuando los chinos dejen de prestarnos, o el precio del crudo deje de crecer lo suficiente, nuevamente los desbalances siempre presentes (i.e. la alta inflación y sobrevaluación) volverán a percibirse.

Vivimos, pues, como aquel hogar que percibe hasta el momento un buen ingreso, pero, vive con casi 0 (reservas líquidas) en el banco y su tarjeta de crédito hasta el límite (i.e. sin mayor holgura o capacidad de endeudamiento); bajo esas condiciones, sin blindaje, basta con que una de las 2 cabezas de familia pierda su empleo para que regresen otra vez los problemas, o en la analogía, basta con que el precio o las cantidades de petróleo a exportar caigan lo suficiente para que ello ocurra.

Resulta fácil entender por qué la renta externa petrolera juega un rol fundamental en la expansión del consumo y el producto. El consumo privado pesa más del 70% del PIB; así, lo que pase con él determinará lo que pase con el producto; y más de 2/3 (o 31,6%) del crecimiento del consumo real por hogar en 1998-2010 (45,4%), se debió al aumento de la renta petrolera real dedicada al consumo. Así, pues, el alza recientemente observada del precio del crudo contribuirá a hacer crecer el consumo y, por tanto, el producto. Pero, nuevamente, este crecimiento no podrá ser sostenible, puesto que vendrá, en todo caso, a costa de una mayor deuda, que en 2013-2014 asumiremos cuando acabe la fiesta.

domingo, 10 de abril de 2011

¿De dónde salió Humala?

Por: Fausto Masó Ollanta Humala salió de los últimos lugares en las preferencias de los electores para ponerse a la cabeza en las encuestas. ¿Qué pasó? No necesariamente las encuestas mienten; las encuestas honestas, las que no son complacientes con los clientes, las más serias y profesionales dependen del humor de los encuestados que a veces no saben lo que quieren y cambian de opinión a última hora, frente a una buena campaña o un acontecimiento imprevisto. Eso parece que está ocurriendo en Perú.

Como Chávez en 1998 ahora Humala cambió de discurso y de forma de vestir, abandonó poses revolucionarias y admira a Lula, no quiere saber nada con Venezuela, emplea un argumento manido, dice que el modelo venezolano no se aplica al Perú. ¿Está mejor asesorado? Por desgracia para los peruanos, sólo sabrán la verdad si lo eligen presidente, le dan oportunidad de mandar y comprobar que les había mentido.

Humala habla de referéndum revocatorio, insiste en que la patria se defiende: “Y para defenderla tenemos que hacer una revolución educativa y de salud, para que todos los peruanos tengan acceso a estos servicios con calidad y que no sea exclusivamente de los ricos”, aseguró. Humala, un militar retirado que en 2000 se sublevó contra el gobierno del ex presidente Alberto Fujimori, afirmó que es la hora de los más pobres.

A los que visitan Perú les impresiona el progreso del país, los resultados económicos, la modernización de las empresas, el milagro peruano.

Por desgracia, otros milagros han terminado en desastres espantosos hasta en la propia Europa, donde Irlanda pasó de ser el tigre celta a sobrevivir gracias a un plan de rescate de la Comunidad y un brutal ajuste que empobreció el país.

El verdadero milagro peruano ha sido la resurrección política de Ollanta Humala, la que este domingo confirmarán los electores, y los peruanos;para horror de Mario Vargas Llosa; tendrán que escoger entre Humala y la hija de Fujimori.

Como las estrellas de los astrólogos, las encuestas inclinan pero no obligan. Demasiado tarde los adversarios de Humala han reaccionado. En Venezuela, Chávez anda convencido de que arrasará en 2012.

¿Y si ocurre lo contrario? Si hasta buena parte de los chavistas votan por la oposición porque no quieren que gobierne 20 años.

Sin tomar en cuenta las encuestas, la política se convierte en una adivinación; pero guiándose únicamente por las encuestas se cometen los errores peores. Ni Chávez ni Salas Römer hubieran sido candidatos a la Presidencia si toman al pie de la letra las encuestas de 1997.

A los latinoamericanos no les basta con los buenos resultados de la economía, la aprobación de la prensa internacional, los supuestos sabios del FMI, una verdad que olvidó el propio Carlos Andrés.

En todo caso, en América Latina es una locura entregarle la bandera de la justicia y de la patria al adversario, dejar que un Chávez dicte los términos del debate, no asumir la defensa de los excluidos y los pobres, no abandonar la plaza Altamira e irse a la de Catia.

Hay que realizar las primarias, las que, por supuesto, nadie ha ganado ya; las encuestas cambian…

Algo ayuda a la oposición: Chávez anda demasiado confiado y la buena estrella no lo acompaña, en América Latina perdió su prestigio. El próximo año comprobaremos si en Venezuela también tiene el sol a su espalda.

Perú: entre el pasado y el abismo

Perú: entre el pasado y el abismo


Por: Edinson Martínez 

Como es natural los ojos del mundo político y analistas de toda Latinoamérica, por decir lo menos, están puestos hoy en el Perú. Alejandro Toledo en uno de sus actos de cierre de campaña, señaló en palabras más, palabras menos, que esta cita electoral sería “elegir entre un pasado oscuro y un salto al vacío", en clara referencia a quienes según las encuestas aparecen como favoritos. 

El pueblo peruano posee una “extraña” naturaleza electoral. En 1990 le otorga sorpresivamente el triunfo por primera vez a Alberto Fujimori, derrotando al tal vez más notable y prestigioso de todo los peruanos, el escritor y posteriormente premio Nobel Mario Vargas Llosa. Se inicia un período de diez años de abusos que hoy tienen al “chino” en prisión por delitos de lesa humanidad. Alejandro Toledo -por cierto, el primer presidente de origen indígena en nuestra América y no Evo Morales– ocupa la presidencia después de la turbulencia política que se vivió en aquellos años en que se verificó el ventajismo y fraude por Fujimori en su reelección por tercera vez. 

Luego vendría el actual presidente Alan García que derrota en segunda vuelta, al hoy aparentemente favorito Ollanta Humala. Los electores peruanos se han dado con la misma piedra varias veces. Con Alan García, desde luego, ya antes fue presidente; con Humala que casi lo fue hace cuatro años. 

La elección de hoy tiene varias particularidades que vale la pena comentar. La primera de ellas es que el gobierno de Alan García ha sido uno de los mejores, por lo menos en la última década, con logros significativos en el campo económico que ha hecho crecer la economía sostenidamente y en niveles promedios del 7% y en el último trimestre por sobre el 9% –por cierto sin inflación, la cual promedia la envidiable cifra para los venezolanos de entre 2 y 3 por ciento anual, y, bien vale la pena acotar, que Perú no tiene petróleo para exportar, hecho este que obviamente, como el caso venezolano, habría hecho que sus indicadores económicos se abultaran milagrosamente–. La segunda consideración es que la suma de las preferencias electorales de los tres (Toledo, Castañeda y Kuczynski) candidatos con oferta democrática y logros tangibles cuando han ejercido gobierno, superan ampliamente al favorito Humala que ronda el 28%. Es evidente que el desacuerdo o para decirlo de modo más sutil, la falta de entendimiento entre ellos, logrará que Ollanta Humala gane la primera vuelta y la segunda se dispute entre lo que el propio Toledo premonitoriamente ha sugerido al cierre de su campaña.

Y, una tercera consideración -tal vez muy empírica de mi parte– sobre nuestros pueblos, para quienes metabolizar la democracia les ha sido tan supremamente difícil. Perú ha sido testigo del drama del fujimorismo; del terrorismo inspirado en ideologías que se trasmutan en sectas del terror y el fanatismo. Del populismo oportunista y vacuo que nos deja al final del camino con las manos vacías –en cuatro bloques como diríamos en el Zulia–. Sin embargo, hoy se debate entre el fujimorismo representado por una bisoña, carismática y heredera política que sólo puede remitir al pasado de su padre. Y Ollanta Humalla, que se hace identificar como “el nacionalista”, mezcla de personalismo militarista, y, obviamente populista, que ofrece las soluciones mágicas y mesiánicas al muy estilo latinoamericano a problemas tan complejos y extendidos de nuestro atraso. 

En nuestra américa morena, se pueden agotar en minutos entradas a 700 dólares para ver a Paul McCartney –acaba de suceder en Lima–, y luego ir a un baño público o privado que no tiene agua, bajar el vidrio de nuestro carro y arrojar la basura a la calle para no tenerla dentro, y un presidente hacer una cadena nacional de radio y TV por horas para hacer chistes e insultar a quienes se le oponen. 

Hay preguntas que debemos hacernos desde el fondo de nuestra psiquis, desde nuestro inconsciente colectivo, para conocer por qué, por ejemplo, en Japón donde el planeta casi acaba con ellos y el drama humano en las ciudades afectadas por el terremoto primero, un tsunami después, y luego una tragedia nuclear, hasta el momento no ha habido una sola disputa social, saqueo o alboroto que desdiga de su condición cívica. Sea con la política, sus ofertas y las aspiraciones de la gente, y mucho más allá de ella, comprendiendo que hay otras esferas de la vida igualmente importantes, estamos obligados a revisarnos desde la más honda dimensión humana.

Este artículo lo termino de escribir el mismo día en que se realizan las elecciones en Perú.

Ciudad Ojeda. 10-04-2011


domingo, 3 de abril de 2011

Presidente sin primarias

Por: Edinson Martínez

Más de la mitad del país opuesta al gobierno de Hugo Chávez y sus aspiraciones reeleccionistas, en distintos momentos de los últimos meses y muy probablemente años, se ha planteado diversos escenarios de competencia electoral para el 2012.

Los partidos políticos opositores, sin duda, han sido quienes de modo sistemático se lo han planteado pública e internamente; en fin de cuentas, es a los partidos a quienes corresponde en primera instancia ese ejercicio de análisis, como parte del excepcional “laboratorio de ideas” que constituyen.

La propuesta de elecciones primarias para escoger a quien representará el sentimiento opositor - el cual por cierto, no está solo en los partidos políticos – en el proceso electoral del venidero año, es finalmente la que ha ganado cuerpo.

El año pasado, cerrando el mes de diciembre, decidí escribir unas reflexiones de fin de año, que envié por correo a varios de mis amigos, sobre el tema que motiva este artículo y algunas ideas adicionales relativas al asunto electoral. Hoy, luego de pasado el primer trimestre de 2011, creo que aún son válidas esas reflexiones y me gustaría compartirlas públicamente.

En primer lugar habría que decir sobre el gobierno presente que nunca antes una suma de incompetencia, abundancia de recursos, corrupción y culto a la personalidad, se habían hermanado tanto para hacer que las aberraciones del pasado sean una simple caricatura en comparación con el presente. El actual presidente, después de Juan Vicente Gómez, es el mandatario que mayor tiempo ha gobernado en Venezuela desde sus inicios como nación. No es cualquier cosa esto, una o dos generaciones de venezolanos crecieron y se hicieron hombres y mujeres en este tiempo; apenas recuerdan que hubo un tiempo donde los períodos presidenciales duraban cinco años y que la alternabilidad – reducida en la propia Constitución a una simple expresión – es una pendejada inventada por la oposición.

Estoy seguro que vivimos momentos estelares para impulsar cambios en el país. En la historia de las naciones siempre hay momentos coyunturales que se convierten en la puerta de entrada para ellos, puntos de quiebre fundamentales de la institucionalidad del momento, los hemos visto en 1.945 en 1958 y luego en 1.998, con el propio Chávez. El 2012 es un escenario, el único en la perspectiva electoral, pacífica y democrática, para darle cauce a una nueva legitimidad institucional.

La Mesa de la Unidad es la instancia para darle cuerpo a la propuesta electoral y política de cambios que la mayoría de los venezolanos desea. Este conjunto de partidos que la conforma han acordado primarias para escoger candidato. Me habría gustado una selección por un método distinto. Una ponderación de encuestas con análisis político, en especial, con mucha consulta nacional a factores sociales, gremiales y académicos. Si el momento histórico fuese otro, estaría de acuerdo; pero la verdad es que vivimos un tiempo excepcionalmente dramático que antes de privilegiar a quien tenga mayores capacidades logísticas y de movilización en unas primarias; lo fundamental sería privilegiar el análisis político y la propuesta.

La historia está llena de episodios como este y deberíamos aprender de ellos. En España después de la muerte de Franco, las fuerzas democráticas escogieron a Adolfo Suárez para un período de transición a la democracia; luego vino el discurrir normal de la política y la recomposición institucional que aún conocemos. En Chile y Uruguay a nadie se le ocurrió hacer primarias para escoger un candidato que hiciera frente a los militares. Hubo sí, mucho debate, unidad y concertación. El período que sigue luego de una hecatombe como la nuestra y que otros han vivido de diverso modo, son momentos de transición y en rigor a ellos las fuerzas que lo promueven, se organizan y generan sus políticas.

Por otra parte, creo que ninguno de los que ahora son gobernadores o alcaldes, debería ser candidato presidencial; no entiendo cuál puede ser el desespero en una generación de jóvenes políticos con todo un potencial por delante. No descuidar los espacios conquistados, debería ser en primera instancia su objetivo con base a una perspectiva colectiva de conquistar el poder para las fuerzas democráticas.

Si alguno de ustedes me preguntara: ¿Quién puede ser, entonces, el abanderado de la oposición?. Lo dije en el correo que envié. No diré aquí su nombre por razones de obvia consideración a quien no me ha autorizado para ello. Pero, creo que debe ser una mujer, no cualquiera desde luego, una persona de experiencia en asuntos de conducción gubernamental. De indubitable solvencia moral y ética que tanto hace falta en nuestros días. De reconocida trayectoria pública y formación académica que pueda conducirnos con el suficiente equilibrio y ponderación a la institucionalidad. Que no tenga prurito en reconocer lo positivo que en doce años de gobierno se haya podido construir y temple suficiente para abrir cauce a un nuevo país. Que, además, sea presidenta para un solo período o un lapso menor de transición y entonces bajo una competencia entre iguales, cualquiera de nuestros jóvenes políticos pueda llegar a ser presidente…