miércoles, 29 de junio de 2011

Decires memorables

Por: Rubén Monasterios

Mi lucha (originalmente en dos tomos, 1925 y 1928) es un entretejido de referencias autobiográficas y exposición de ideas políticas del autor; desde este último punto de vista, sus contenidos más relevantes son la expresión de amor apasionado por el pueblo alemán y el señalamiento de su “misión histórica”, la vocación militarista, la tesis de un partido único, el gobierno de un líder único, la supremacía de la raza aria, el antisemitismo y el anticomunismo (lo que no le impidió aliarse a Stalin en 1939).

El Libro Verde consta de tres volúmenes y fue escrito entre 1975 y 1979; en una mezcla de islamismo, socialismo y nacionalismo árabe, propone en su núcleo doctrinario la Yamahiriya, una república gobernada por un autócrata mediante comités populares. Obviamente, pone acento en el militarismo y en la idea del partido único.

El Libro Rojo o Libro Tesoro Rojo, publicado por primera vez en 1964, es una selección de pensamientos del Presidente Mao, recopilados por Lin Biao. La exaltación demagógica de las masas, el indoctrinamiento del pueblo como clave del control político, la idea del partido único y, naturalmente, el socialismo, están presentes en ese ícono de la China comunista y principal instrumento de la Revolución Cultural de los años sesenta; su importancia comienza a declinar con la década de los setenta y hoy en día es un gadget que venden en los kioscos para turistas; pero en su época tuvo influencia planetaria; lo pone de manifiesto el hecho de que, después de la Biblia, es el segundo libro de mayor impresión en toda la Historia, con un estimado de unos 900 millones de ejemplares.

En Venezuela jugó un papel notable en el movimiento de Renovación Universitaria de los sesenta; al respecto, sería suficiente decir −acudiendo a una experiencia personal− que en la UCV tuve un profesor de Sociología Rural que lo impuso como libro de texto.

El Pensamiento Juche data de 1982; su principio pivotal es una exaltación absoluta de las masas: el pueblo es el único propietario de la revolución; a su lado, sostiene el principio de independencia en pensamiento y política de las personas, pero −al parecer sin advertir la contradicción entre estos enunciados−, asimismo expone que la más importante tarea de la revolución es moldear al pueblo ideológicamente en el marco de la doctrina comunista y movilizarlo hacia una acción constructiva; con idéntica importancia en el contexto de la doctrina, el Pensamiento Juche también exige total sumisión al líder y al partido único.

Siendo Venezuela un país de frágil memoria, se hace indispensable una digresión al referirnos a la dinastía que por dos generaciones ha masacrado al pueblo norcoreano y actualmente mantiene “cordiales relaciones” con el gobierno nacional. Kim Il Sung condenó durante seis años a un campo de concentración de condiciones infrahumanas, al poeta venezolano Alí Lameda (Carora, 1923-1995). Lameda, comunista de toda la vida, había sido contratado por el gobierno de Corea del Norte como traductor al castellano de la información que le interesaba difundir. El “delito” del compatriota fue haber ironizado, con acento humorístico, respecto al culto a la personalidad del tirano, en cartas privadas destinadas a sus amigos. Camaradas cubanos residentes en Pyongyang testificaron contra él al ser finalmente acusado de agente de la CIA; el sumiso al castrismo Alejo Carpentier omitió intervenir a su favor cuando Miguel Otero Silva y otros escritores venezolanos se lo pidieron.

Evadas tampoco fue escrito directamente por Evo Morales, sino por uno de sus jalabolas, el poeta Alfredo Rodríguez, quien justifica su trabajo alegando que el Presidente boliviano es un pensador diez veces reconocido como doctor honoris causa por universidades del mundo. Muestras de sus contenidos han sido difundidos por los medios de comunicación; en un rápido resumen: Morales pronostica que Castro va a vivir 80 años más; el diez veces doctor honoris causa usa el término autosuicidio en cierto comentario y atribuye a la ingesta de pollo la homosexualidad masculina; sustenta que es más importante la ecología que los derechos humanos; hace alarde de su sex appeal: las mujeres lo celebran y en los pueblos por los que pasa todas quedan embarazadas, y sus barrigas dicen “Evo cumple”. (Por poco no grita a voz en cuello: “¡Prepárate, que te voy a dar lo tuyo!”.)

En los libros de sus colegas autócratas de diferentes dimensiones, uno lee constantes perversas como la manipulación de las masas, el dominio del pueblo mediante el control del ejército y de los poderes, la tesis del partido único, manifestaciones de delirio y megalomanía y objetivos criminales; sin embargo, para infortunio de la humanidad, son ideas más o menos estructuradas en función de un proyecto político; pero la sarta de exabruptos y necedades en las frases memorables de Morales sólo son comparables con las de Chávez; de aquí que a la compilación de sus decires en lugar de Evadas, mejor debería llamarse Guevonadas.

Próstatas que torcieron la historia

Por: Charito Rojas

En 1907 Cipriano Castro, llegado a la Presidencia en 1899 gracias a su revolución “Restauradora”, estaba bailando en una fiesta en el Club Venezuela cuando tuvo una neumaturia (expulsión de gases por el tracto urinario). Según el eminente historiador Francisco Plaza Izquierdo, el Presidente exclamó con su característico verbo andino: “¡Que bolera es ésta que me estoy peyendo por el pito!”. Los médicos José Rafael Revenga y Pablo Acosta Ortiz intentan operarlo pero en medio de la cirugía se produce una caída tensional con un paro y los médicos exclaman “¡se nos vá!” y los guardias pretorianos gochos que estaban presenten alli con sus máuser apuntaron a los médicos diciéndoles: ¡Si se vá mi general ustedes también se van! En 1907 el Dr. Juan Iturbe realiza la primera exploración endoscópica (cistoscopia urinaria) en Venezuela, diagnosticándole una fístula colovesical al Presidente Cipriano Castro

Por eso él decide entregarse a la medicina extranjera y viaja en 1908 a Berlín, donde le realizan exitosamente una nefrectomía. Pero su ausencia es aprovechada por su compadre el vicepresidente Juan Vicente Gómez para quedarse con el coroto por 27 años. Dicen que en venganza de que su compadre Cipriano lo humillaba haciéndole capar a los gatos de la Primera Dama, Doña Zoila. Castro intenta regresar a Venezuela por Trinidad, pero se le abre la herida de la operación con un proceso infeccioso. Regresó a París y de allí deambula por el mundo hasta terminar sus días en Puerto Rico, donde muere en 1924.

El sucesor, a pesar de haber disfrutado tantos años del poder, terminó padeciendo por los mismos lados de su antecesor: el General Gómez sufría de retenciones agudas de orina, primero posiblemente por estrecheces uretrales y luego por enfermedades de transmisión sexual, frecuentes en la época. Presentó un crecimiento de la glándula prostática de origen maligno.

El Dr. H. Toledo Trujillo le realiza cateterismos uretrovesicales y atribuyen al éxito en tales actos médicos su nombramiento como Ministro de Sanidad. Gómez pide ser visto por el eminente urólogo francés el Profesor Marion y en 1932 éste llega a Venezuela. El General astutamente lo obliga primero a operar dos pacientes en el Hospital Vargas y uno de ellos muere a las 24 horas, por lo cual el médico es devuelto a Europa sin tocar al dictador, quien muere finalmente de insuficiencia renal (uremia) producto de la obstrucción de la salida vesical por la glándula prostática tumoral.

Así que enfermedades prostáticas, fístulas en salva sea la parte, vejigas y colon atascados han torcido varias veces la historia de Venezuela. Pero hasta en aquella época, lo usual era que la gente se enterara que el Presidente estaba enfermo y éste dejaba a un sustituto. A Castro le salió mal el Encargado y eso al parecer infundió temor a los sucesores, que eliminaron definitivamente el cargo de Vicepresidente… hasta ahora.

Los males de los gobernantes, que son seres tan humanos como cualquiera y por tanto susceptibles a cualquier enfermedad, sólo son conocidos si son demócratas. La gente de izquierda, los dictadores y tiranos, jamás hablan de su salud. Pretenden ser semidioses, invencibles, fuertes y además, se creen eternos. Mientras Presidentes como Fernando Lugo, Ronald Reagan, George Bush, dijeron claramente a sus países que tenían problemas cancerosos, los dictadores como Fidel Castro solamente asoman que “tiene algunos problemas de variada especie”, cuando realmente estan al borde de la muerte.

El dictador de Egipto, Hosni Mubarak, tiene cáncer de estómago, cosa que se rumoreaba desde hace años y sólo ahora que está derrocado lo reconoce. Otros saben que están enfermos y aún así, se lo ocultan a sus pueblos y siguen adelante en sus planes de permanencia en el poder. Francois Miterrand se lanzó a una segunda reelección sabiendo que tenía cáncer de próstata, al igual que el Primer Ministro israelí, Ehud Olmert, quien no renunció cuando le diagnosticaron casualmente la misma enfermedad.

Venezuela tiene a su Presidente enfermo, recluido en otro país, en manos de médicos extranjeros y siguiendo la misma tónica prediluviana castrista del secretismo sobre la salud del líder, no hay un solo parte médico que informe al país sobre la condición del Presidente.

Lo que tiene es lo suficientemente grave como para haberlo mantenido sin comunicarse verbalmente, cosa realmente extraordinaria en él. A menos que tenga una enfermedad en las cuerdas vocales, el hombre tiene algo serio. ¿Tratable? Probablemente. ¿Curable? Tal vez. Las especulaciones son el producto del secretismo y a estas alturas los venezolanos han pasado por toda clase de rumores y especulaciones, por diversos estados de ánimo como una poco católica alegría, o una muy chavista tristeza, o una gran indignación por el silencio o una tremenda preocupación por la situación política de un país acéfalo.

Como si no hubiera pasado más de dos semanas en silencio médico aterrador, como si no hubiese pasado nada, ahora anuncian que vendrá triunfante a presidir el desfile del Bicentenario el 5 de julio. ¿Triunfante de qué? ¿Acaso es como dijo Maduro, de una batalla por su vida? Entonces sí estaba bien enfermo. Y si lo estaba, ¿hasta qué punto está en condiciones físicas para reasumir la Presidencia al ritmo de batalla electoral que él lleva? Confieso que me da hasta lástima, un hombre que no se puede enfermar porque él mismo ha destruido toda posibilidad de sucesión, de liderazgo en su movimiento.

La dramática pobreza de espíritu, la cobardía, la vileza e incompetencia del equipo que en su nombre ha manejado al país en estos días, revelan la verdad más cruda: no son nadie sin Chávez. Y Chávez está solo porque quiere estarlo, porque ha sustituido la capacidad por la incondicionalidad en sus colaboradores, porque para hacerse indispensable ha anulado cualquier dirigencia que le haga sombra, porque ha escogido a sus inferiores, que por eso son de hecho bastante inferiores, para él sentirse superior. Qué tragedia. Si reaparece el 5 de julio, claro que sus seguidores lo recibirán alborozados. Porque, al menos aparentemente, se salvó.

Pero tal vez le hubiese quedado mejor y sería la gran solución para su salud, reconocer que no ha sido capaz en 12 años ni será capaz en los 18 meses que le quedan en la Presidencia, de resolver los inmensos problemas que su revolución de pacotilla ha originado o acrecentado en el país.

Regresa el Comandante con las cárceles oliendo a sangre y a pólvora, con la crisis eléctrica en ebullición, con la protesta laboral regada por todo el territorio, con las empresas de Guayana colapsando en medio de asesinatos y escándalos de corrupción, con la Misión Vivienda descosiendo su gran mentira. Regresa a mirar las caras de sus colaboradores, que le darán cuenta de un país en llamas y lo estarán esperando para que con su cotorra aliñada aplaque los ánimos de las masas y renueve las promesas para darles un tiempo más. Como el Cid Campeador, que fue montado en su caballo después de muerto para que el enemigo se atemorizara con su presencia y sus soldados se llenaran de valor para enfrentar la lucha, así lo veremos en el trono de Los Próceres. Quizás estos días en la soledad de sus pensamientos y sin escucharse su tormentosa cháchara, pueda haber descorrido el telón de su fracaso.

Librar batallas contra la muerte a veces hace que el enfermo revalué su vida, replantee sus metas, deshaga errores y enderece las metas. Ya veremos qué le dijo la Pelona al Comandante. Y si éste la escuchó.

martes, 28 de junio de 2011

La enfermedad del presidente Chávez

Por: Juan Stambuk

La situación médica del Presidente Hugo Chávez se ha prestado para elucubraciones e innumerables comentarios en la prensa oral y escrita. No están claras las razones por las que eligió tratarse en Cuba ni tampoco el hermetismo que ha rodeado el caso. No está claro el diagnóstico, la cirugía realizada ni su pronóstico. Me ha sorprendido leer que muchos críticos y periodistas exaltan sus condiciones de comunicador y experto en el manejo de las políticas públicas. Yo tenía una idea distinta; pensaba que se trataba más bien de una persona autoritaria y torpe. Me equivoqué.

Pero entremos al área médica. ¿ Cuales son las posibilidades diagnósticas en éste caso?.

Se ha publicado que fue operado de un absceso pélvico y eso es todo. En un hombre de aspecto sano y poseedor de un buen estado nutricional las posibilidades se reducen a un absceso secundario a una apendicitis aguda, o bien a una enfermedad diverticular , a un cáncer restosigmoideo o de recto perforado ( poco frecuente este último caso ) o a una enfermedad inflamatoria intestinal.En un hombre carenciado o desnutrido podemos agregar otras dos posibilidades: un absceso frío secundario a una tuberculosis o un absceso séptico que se ha deslizado por los músculos psoas, a veces de causas desconocida. Estas seis condiciones clínicas hemos operado en nuestra práctica clínica a través de los años. En la mujer, son frecuentes además, los procesos sépticos de origen ginecológico, bastantes frecuentes hoy en día, por las conductas sexuales más liberales.

Los divertículos colónicos son bastante frecuentes y las cifras que publica la literatura señalan que alrededor del 50% de los adultos mayores los poseen. Se trata de pequeñas debilidades de la pared del colón que consisten en la protrusión de la mucosa o capa interna de la pared a través de un defecto de la capa muscular del intestino grueso. Los divertículos, variables en número, pero más frecuentes en el colon sigmoides, pueden complicarse y producir perforaciones cuya traducción clínica puede ir desde un absceso localizado a una peritonitis generalizada. También, pueden provocar hemorragias por vía rectal u obstrucciones (estenosis) de la pared, después de repetidos episodios de inflamación. Otra forma de presentación es la comunicación o fistulización a órganos vecinos a través de un activo proceso inflamatorio. Es así como, pueden establecerse fístulas a la vejiga, pared abdominal, intestino delgado u órganos genitales internos.

Los pacientes tratados por una enfermedad diverticular, ya sea medica o quirúrgicamente de acuerdo a la forma de presentación clínica, pueden recuperarse ad integrum, es decir, completamente.

El cáncer colorectal puede manifestarse clínicamente por primera vez con una perforación, que normalmente es libre al peritoneo y provoca un cuadro de abdomen agudo por peritonitis que requiere de una cirugía de urgencia. En estos casos, el pronóstico es deletéreo, ya que, un cáncer perforado implica la siembra de células tumorales a los tejidos adyacentes, lo cual, disminuye las expectativas de curación, a pesar de los modernos tratamientos con quimioterapia.

A veces es clínicamente imposible, a pesar del uso de modernas técnicas de diagnóstico, poder diferenciar entre una enfermedad diverticular complicada de estenosis y un cáncer de colon. Sólo el estudio histopatológico de la pieza quirúrgica puede dilucidar el enigma.

En el caso que nos preocupa, pienso que lo más probable es que se trata de un cáncer de colón o recto complicado. Las otras posibilidades diagnósticas tienen una recuperación más rápida y por su buen pronóstico, las autoridades políticas no hubiesen perdido tiempo en comunicar las buenas noticias. A menos que, una cirugía de urgencia por una enfermedad diverticular se haya complicado.

lunes, 27 de junio de 2011

La fotos de la ira

Por: Elizabeth Fuentes

Patética, por decir lo menos, la imagen de aquel puñito de gente ubicada en los balcones de la Asamblea Nacional, erigiendo cada quien la foto de algún familiar asesinado durante los años 1958-98, imitando la estrategia que usaron los argentinos hace más de dos décadas para denunciar a los dictadores militares y su práctica perversa de torturar y desaparecer a los opositores políticos.

Patética y ridícula la imagen, por agregarle otro adjetivo, porque justamente esa semana habían sucedido los lamentables hechos de El Rodeo y a los izquierdistas trasnochados de la Asamblea no se les ocurrió otra idea más brillante que la de tapar el sucio con más sucio, incluyendo en la estrategia resucitar a José Vicente Rangel, quien tan buenos dividendos sacó en el pasado como denunciólogo profesional de los abusos del poder.

Con el mismo ánimo de Fidel entrando triunfante a La Habana o el Che tomando Santa Clara, los diputados y sus aplaudidores se afanaron en buscar esa tarde una epopeya que les otorgara finalmente un reconocimiento a todo lo que sufrieron en la década del 60, desfilando por el micrófono de la Asamblea Nacional más de un anciano o anciana que se dedicó a recordar lo glorioso de la lucha armada, lo mucho que se fajaron a sufrir en el monte y lo bien que finalmente lo hicieron no precisamente ganando la guerra sino apoyando a Hugo Chávez, jaladora inmisericorde que llevó a una señora a afirmar que si los presos de El Rodeo hubiesen pertenecido a un Consejo Comunal, seguramente hoy serían hombres de bien... o algo así.

La broma es que hablar de desaparecidos, única y exclusivamente durante el periodo 1958-1998, se les fue de las manos al PSUV y sus viejitos invitados, no sólo porque la sola palabra rememora un chiste fácil (los desaparecidos de 1998 en adelante son el aceite, la carne, la leche, la luz, la seguridad, la honestidad, la ética, la justicia y así sucesivamente), sino porque en esa galería de discurseadores más de uno tiene su rabo de paja y los viejos izquierdistas que ahora están del otro lado de la acera les fueron sacando el currículum a medida que iban tomando el micrófono ante las cámaras de ANTV.

Como en el cuento "La Foto", de Luis Britto Garcia, "esa señora que llora cuando menciona a Hugo delató a todos sus compañeros de la guerrilla... a aquella otra le asesinaron al marido porque ambos eran los que vigilaban al secuestrado Niehous y el ejército los agarró con las manos en la masa... aquel se quedó con medio botín del robo de un banco supuestamente destinado a financiar la revolución...".

Sin olvidar la guinda que le colocó a la torta el diputado Walter Márquez cuando, documentación en mano, les enrostró que Ramón Rodríguez Chacín participó en la masacre de El Amparo y El Amparito, y más de un familiar de esas víctimas debería colocar su fotota en la galería de los acusados.

Triste tarde para el chavismo. No pudo su circo diluir el horror de la realidad carcelaria ni las imágenes del armamento incautado, ni las preguntas sobre quiénes les venden las armas o las fotos de los familiares esperando en los alrededores de las cárceles, buscando el nombre de alguno de los suyos en la lista de los muertos "privados de libertad".

Que los "privados de libertad" no sólo están en El Rodeo o Yare sino también "privados de libertad" estamos el resto de los venezolanos, gracias a un gobierno irresponsable, incapaz de combatir la delincuencia y mucho menos prevenirla.

Ya me gustaría ver en la Asamblea Nacional a los familiares de los miles de venezolanos asesinados a diario, cargando la foto de su familiar y solicitando que se enjuicie a los responsables de semejante masacre, acaecida entre 1998 y 2011. Eso sí que sería tremendo debate.

¡Yo quiero saber!

Por: Carolina Jaimes Branger

"Son demasiadas preguntas sin respuestas. ¡Y yo quiero saber!"

La situación que se ha presentado en la cárcel de El Rodeo ha dejado en evidencia no sólo la corrupción de los cuerpos de seguridad del Estado, sino también la absoluta incapacidad que éste tiene de hacerle frente a situaciones delicadas por un método distinto que no sea el de la violencia. Y hasta en eso han fallado.

Yo quiero saber si esos guardias nacionales que vimos en escena son quienes tienen el "honor" como divisa. Si los miembros del Ejército que han intervenido en un número tan desproporcionado al número de presos son los herederos del Ejército Libertador. ¿Son ellos quienes nos van a defender de un hipotético conflicto bélico con Colombia, o de la tan anunciada (por Chávez) invasión de los yanquis? Quiero saberlo, para que Dios me agarre confesada.

Yo quiero saber cómo fue que llegaron a manos de los internos las armas con las que se han levantado. Quiero que el ministro del Interior y el vicepresidente de la República nos expliquen a todos los venezolanos, pero en particular les expliquen con lujo de detalles a las madres, esposas, hermanas e hijas de esos reos, cómo es que esas armas de guerra están dentro de las celdas, cuando ellas han pasado por humillantísimas requisas a la hora de visitar a sus familiares.

Yo quiero saber quién fue el responsable de que se esperara tanto tiempo para actuar una vez comenzado el conflicto. Quiero saber cómo se puede ser tan pasivo ante una tiramenta como la que se había armado, por qué no se agotaron otras formas de negociación antes de entrar asesinando a mansalva. Por qué no se permitió que mediadores como Humberto Prado, Liliana Ortega, Gonzalo Himiob o tantos otros, intentaran la persuasión ¿Cuál es el mensaje para los asesinos que están adentro y para los que actúan impunemente afuera?... ¿Que el Gobierno puede ser tan asesino como ellos?

Yo quiero saber por qué no se ha evitado el hacinamiento, por qué todos los internos no se someten a programas de reeducación. Quiero saber por qué no se ha extendido el programa de Literatura Penitenciaria del doctor Gómez Grillo o el de las Orquestas Penitenciarias de Fesnojiv. Cualquiera que entre en una cárcel venezolana sale más dañado... si es que sale vivo.

Quiero saber por qué la regaladera de dinero afuera y no se invierte en Venezuela y los venezolanos.

¡Yo quiero saber!

viernes, 24 de junio de 2011

La GN y la crisis de El Rodeo

Por: Rocío San Miguel

En Venezuela, según datos de la ONG "Observatorio Venezolano de Prisiones" los resultados de la violencia dentro de las cárceles han arrojado en los últimos 4 años un total de 1.762 reclusos muertos y 3.479 heridos, en su mayoría por armas de fuego.

Sólo el año pasado (2010) hubo 476 muertos y 967 heridos, algunos de ellos como consecuencia de prácticas conocidas como "los coliseos", efectuadas a la vista de la custodia interna de los penales a cargo del Ministerio de Interior y Justicia y de la custodia externa, responsabilidad de la Guardia Nacional. Imposible creer en el eslogan que reza: "La humanización de las cárceles que adelanta la Revolución Bolivariana".

La crisis del Rodeo I y II, que aún no culmina, ha develado a la sociedad venezolana y el mundo, la bomba de tiempo en la que se ha convertido el sistema penitenciario nacional, responsable del funcionamiento de 34 recintos carcelarios diseminados por todo el país, el cual alberga un aproximado de 44.520 personas privadas de libertad, según la memoria y cuenta 2010 del Ministerio de Interior y justicia.

También nos ha develado una trama de delito de ejecución permanente que se sustenta en la responsabilidad de la Guardia Nacional, que por omisión o por acción ha permitido o adelantado el ingreso de armas a estos recintos cerrados dependientes del Estado venezolano, donde el deber primordial es garantizar la vida de quienes allí se encuentran.

Estamos entrando probablemente en las horas más dramáticas de la crisis del Rodeo I y II. Van para hoy 7 días de atrincheramiento de más de 1.000 reos, liderados por jefes de bandas criminales, denominados los Pran, auténticos criminales dispuestos a inmolarse antes que entregar su poder.

¿Dónde están los culpables directos de lo que esta sucediendo, que ha cobrado hasta ahora la vida de un veintenar de reos y dos guardias nacionales? Es necesario para la sociedad conocer los nombres de los guardias nacionales a cuyo cargo ha estado la custodia externa del penal y los nombres de los funcionarios del Ministerio de Interior y Justicia encargados de la custodia interna en el año anterior inmediato a los hechos, tiempo suficiente para responsabilizarse de la presencia de armas y municiones de guerra en estos espacios.

A esta hora y por lo que respecta a la Guardia Nacional, conforme a la legislación militar, los oficiales asignados a ese penal en este tiempo deberían estar separados de sus cargos y tener abierto un consejo de investigación, amén de estar a disposición del Ministerio Público para las investigaciones de rigor. Lo demás es escurrir el bulto. Esta sería la única manera de creer en las promesas del gobierno de adecentar el tema carcelario en Venezuela.

También queremos los venezolanos que la recién estrenada Comisión Presidencial para el Desarme asuma el compromiso frente al país de vigilar el desarme de en todos los centros penitenciarios del país en un plazo breve de 90 días. Me temo que pasará la crisis, y como todo, a esperar la siguiente para escuchar nuevas promesas.

Por lo pronto, no nos interesa el relato del comandante general de la Guardia Nacional en el que refiere, a través de los medios, su compromiso con la "Revolución". Tampoco nos interesan las amenazas que ha recibido de los reclusos. Lo que queremos los venezolanos es que dé una explicación seria de las razones por las cuales hay armas en las cárceles de Venezuela. Es simple, General. ¡Responda!

Silencios y pranes

Por: Fernando Rodríguez

A los regímenes despóticos les es consustancial el manejo de lo que se debe y no se debe saber, es parte esencial de su despotismo, del instrumental para domesticar a sus súbditos. Se manifiesta en su odio por la libertad de expresión, la crítica opositora... la democracia, pues.

Una de las formas más simples de esa disposición es el silencio: cerrar permanentemente las fuentes de información, ignorar las solicitudes de la opinión pública por conminantes que sean, dejar pasar atrocidades como si no existiesen.

Que el país no sepa, diez días después, qué es lo que realmente acontece en el abdomen de Chávez es de una mala educación con el colectivo patrio que tiene pocos parangones. Lo que abre, efecto bumerán inevitable, los derrapes del rumor y las bolas de cristal.

Hemos oído desde que un grupo de babalaos está dando una lucha frontal y decisiva contra el Inca Valero que se lo quiere llevar al más allá hasta, Rafael Poleo dixit, que está sintonizando nuestra economía con la cubana y sus nuevos rumbos hacia el degredo capitalista, pasando por las más variadas y contradictorias enfermedades. De más está decir que los grandes temas nacionales se manejan escondidos, nada es perfecto, eso al menos es vox populi.

Pero a veces el silencio no funciona, por ejemplo cuando se movilizan cinco mil efectivos para asaltar una cárcel y someter unos presos, una de las batallas más egregias de nuestras fuerzas armadas de que se tiene recuerdo.

Entonces entran los pranes del chacumbelato en acción, sujetos que manejan sus propias leyes y no se paran en ningún procedimiento, como sucedió ayer en la Asamblea Nacional.

Como se sabe ésta está sometida a variadas normas del silencio señalado: ni medios radioeléctricos ni periodistas tienen acceso al augusto recinto, la televisión parlamentaria le está vedada al 40% opositor (diputados electos con el 52% de los votos), las sesiones e intervenciones han sido reducidas al mínimo, etc.

En ese sentido, el martes se lucieron censurando: ni imágenes ni audio, un conato de reyerta, para que no se viera la pugnacidad de la oposición, suponemos.

Ahora bien, la operación fue expedita y extravagante a más no poder.

Quienes durante doce años han manejado las cárceles con tal desatino que éstas se han convertido en territorios liberados y armados y ante la amenaza de que se produjeran regularmente pequeñas guerras civiles con decenas de muertos inocultables, como pasó en El Rodeo hace unos días, y llevaron a cabo el heroico y políticamente muy peligroso operativo decidieron que los culpables de la situación eran el capitalismo, los desestabilizadores de siempre, la cuarta república y, he ahí el plato fuerte, los diputados y los medios que habían señalado las responsabilidades y los abusos cometidos en la batalla y que de bían ser severamente castigados, hasta con la supresión de la inmunidad y quién sabe con qué sanciones a los medios.

Al parecer lo lograron muy parcialmente; por ahora, pero vociferaron su humanismo socialista y su amor al pueblo manifiestos tanto en su prolongada política penitenciaria y sus peculiares efectos, como en la aparatosa acción redentora.

Cuando redactamos estas líneas la batalla continúa contra las fuerzas del Mal.

miércoles, 22 de junio de 2011

El Rodeo

Por: Ernesto Alvarenga

Lo que hemos visto y escuchado alrededor de la "masacre" del penal de El Rodeo, es tan dantesco, indigno y bárbaro que deja correr la máscara represiva, antidemocrática y de violación de los derechos humanos que como guión aprendido repiten y cacarean cada uno de los voceros del régimen totalitario que hoy nos gobierna.

Responden con gran violencia a un sector de la población que por múltiples razones terminan tras las rejas. Está claro que estar privado de libertad ya constituye un castigo. Una vez convertido en reo, es el Estado el responsable de velar por su salud, seguridad, situación procesal y derechos humanos. Cuando esto no ocurre, tal como lo hemos visto, no solo en las cárceles, sino a diario en las calles, queda evidenciado como una gran verdad del tamaño del sol, el gran fracaso de las políticas de seguridad, penitenciarias y judiciales en general del régimen que hoy nos gobierna.

El modelo que hoy tratan de inculcarnos a golpe y porrazo no es capaz de generar empleo, educación y ni siquiera condiciones dignas de vida. Maquiavélicamente es el propio modelo el que crea y reproduce las condiciones miserables de vida de la inmensa mayoría de los venezolanos, esto como una condición necesaria para la permanencia del régimen chavista en el poder.

La tragedia que hemos presenciado no será resuelta de manera individual, menos aún si se pretende hacer por el camino de la violación de los derechos humanos. Es absolutamente necesario establecer las responsabilidades en el alto gobierno. Alguien tiene que explicar el ingreso de esta cantidad de armamentos, drogas y demás elementos de guerra. ¿Cómo pueden explicar las autoridades civiles y militares la represión desbordada contra los familiares de los reos, que por razones humanas asumen fervientemente la defensa de sus seres queridos?

No contamos con cifras confiables de heridos y fallecidos, con nombres completos y Nº de cédula de identidad. Son demasiadas las preguntas que el pueblo venezolano se está haciendo, preguntas que el propio régimen quizás no querrá responder. De seguro, cuando pongamos de nuevo en vigencia nuestra Constitución de 1999, se establecerán las verdaderas responsabilidades y sabremos a ciencia cierta cuántas muertes dejó esta vil masacre.

martes, 21 de junio de 2011

El negocio, es armar presos

Por: Teodoro Petkoff

De la tragedia carcelaria el único responsable es el Estado venezolano y, en particular, en los últimos años, el gobierno de Hugo Chávez. Los hechos son demasiado elocuentes. Mucho más allá del colapso de los establecimientos penitenciarios, en los cuales el hacinamiento ha alcanzado niveles sobrecogedores; de la pésima alimentación, de la inexistencia de laborterapia y/o actividades culturales y educativas; más allá del retardo procesal, etc., etc., debe consignarse el escandaloso alcance de los asesinatos diarios en las distintas cárceles, hasta alcanzar pavorosas cifras anuales, todos o casi todos producidos por armas de fuego.

Ahora bien, la gran pregunta es: ¿Cómo y quién introduce las armas en los penales? ¿Cómo y quién puede meter en las cárceles desde pistolas y revólveres hasta metralletas, granadas y armas largas, incluyendo las recién adquiridas Kalashnikovs? Es obvio que los visitantes no pueden ser, pues los registros ­vejatorios, por cierto­ a que son sometidos, harían imposible hasta la introducción de una navajita. Tampoco, aunque no puede descartarse alguna participación, puede culparse a la exigua custodia civil de un tráfico de armas tan voluminoso e intenso.

La sospecha, pues, no puede sino dirigirse a la Guardia Nacional. Los integrantes de este cuerpo tienen acceso al armamento y cuentan con todas las facilidades que les da su contacto con los presos, para hacer entrega de ellas, previo pago, debe presumirse, de sus elevados precios. El gobierno está obligado a hacer una investigación muy a fondo sobre el comportamiento de funcionarios de la GN en las cárceles.

Se está discutiendo una Ley de Desarme en la Asamblea Nacional, pero cabe preguntarse cómo piensan hacer cumplir esa ley con millones de venezolanos que andan por las calles, si no son capaces de desarmar a unas pocos miles que están recluidos en recintos cerrados, supuestamente vigilados y controlados. La respuesta es abrumadoramente sencilla: no desarman a los presos porque el negocio es armarlos.

¿Desde qué nivel de la Guardia Nacional se dirige y aprovecha ese negocio? ¿Es cosa de guardias rasos, asignados a la custodia de un penal o estos son simples “empleados” de otros situados más arriba? Lo cierto es que no se puede continuar cerrando los ojos ante este siniestro “negocio” y mucho menos se puede continuar eludiendo la búsqueda de responsabilidades y el enjuiciamiento y sanción de los culpables. El horror de El Rodeo constituye ya un punto de inflexión. Creer que trasladar presos de esa cárcel a otras soluciona algo es la típica venta del diván del viejo y manido chiste.

Esas otras cárceles están también full de armas y en todas tienen lugar continuas y sistemáticas matanzas entre reclusos.

Ya no se puede demorar una limpieza a fondo de las cárceles y una desmilitarización de la custodia. Hay centenares de personas que estudiaron y se graduaron para cumplir la función de guardianes de cárceles. La inmensa mayoría está de sempleada. El gobierno está emplazado.

Y sus funcionarios y sus cilias flores no pueden continuar con la estúpida versión que pretende trasladar a la oposición su intransferible responsabilidad de garantizar un moderno sistema penitenciario.

lunes, 20 de junio de 2011

De autocracia a democracia

Por: Pompeyo Márquez

Hay que hablarle claro al país. La crisis profunda que sacude a Venezuela no comenzará a ser superada mientras tanto no se derrote a la autocracia militarista y se inicie un funcionamiento democrático de la sociedad venezolana. Esto cubrirá un período.

Recorrer este camino implica contar con un amplio movimiento de Unidad Nacional ya que el autócrata agrede a toda la sociedad. Tenemos una oportunidad para iniciar este recorrido y son las elecciones del 2012, para lo cual requerimos de un candidato de Unidad Nacional, escogido mediante primarias, y una visión de la unidad, no como mero ejercicio electoral, sino como instrumento para conquistar el poder y garantizar la gobernabilidad democrática.

Debemos concebir ese movimiento unitario para derrotar electoralmente a la autocracia y gobernar unitariamente durante el período que transitemos para reconciliar a los venezolanos, unir al país e iniciar la reconstrucción del aparato productivo mediante la inversión estatal, privada nacional e internacional, bajo el concepto de una economía mixta como pauta la Constitución, respetando a la propiedad privada, a la empresa privada.

Una de las tareas más trascendentes es la recomposición de las Instituciones: el Poder Judicial, con su caudal de regímenes penitenciarios y tribunalicios, bajo el imperio de la defensa de los derechos humanos y de la justicia. La institución Fuerza Armada de acuerdo con el artículo 328 de la Constitución. El Poder Electoral basado en el mandato Constitucional de unos rectores apartidistas y no como hoy cuando lo integran cuatro damas, convictas y confesas miembros del PSUV. En fin, institucionalizar a la República Civil, que deseche para siempre la bota militar y se haga práctico lo que ordena la Constitución de que Venezuela "es y será para siempre democrática".

Reconciliar a los venezolanos y enterrar tantos odios promovidos desde el poder, que se acentúan cuando el autócrata en aplicación de aquello de amigo-enemigo, propio de regímenes totalitarios, discrimina a más de la mitad de los venezolanos y venezolanas. Un país en estas condiciones no está en capacidad de progresar, de ahí que sea fundamental esa reconciliación y hacer que el territorio nacional nos sirva de asiento a todos y no se considere propiedad de una minoría de militares y civiles que conducen al país por un despeñadero.

Por cierto, esa camarilla tuvo en sus manos la mayor suma de dinero que gobierno alguno haya tenido, tuvo un respaldo mayoritario y fracasó. Hoy debe pagar ese fracaso. El centro del debate político ­en nuestra opinión­ no debe perder este centro.

Son estos temas el corazón de ese debate. Y por supuesto, ello iría acompañado de ofertas que conformarían una visión de país diferente al que nos quiere imponer esta camarilla militar-civil, a la cual debemos desalojar democráticamente, pacíficamente, en diciembre de 2012.

miércoles, 15 de junio de 2011

Un país sin memoria

Por: Alexander Cambero

El régimen de Hugo Chávez es tan corrompido como incapaz; pocas administraciones en el mundo pueden igualarse con este permanente asalto que resistimos los venezolanos, un tortuoso vía crucis que va repartiendo desesperanza en todos los ámbitos de la vida nacional. Son innumerables sus desaciertos, incontables los hechos, en donde unos resentidos han penetrado hasta las arcas del Estado para convertirlas en botín de indeseables. Se desligaron del verdadero espíritu militar al que deshonraron al atentar contra la institucionalidad democrática, pervirtieron su honor y hasta llegaron a la desfachatez de supeditarse a corrientes totalitarias que niegan al Estado que los formó en los cuarteles. Son amigos del gobierno cubano, el mismo que en la década del sesenta se encargó de asesinar a humildes soldados venezolanos; igual pasa con la ambigüedad con la cual algunos miembros de nuestro ejército combaten a las fuerzas irregulares colombianas. Deben revolverse en sus tumbas los hombres de la enseña nacional que murieron defendiendo la soberanía ante las pretensiones de estos maleantes. Irrumpieron con odio contra el Estado de Derecho, se alzaron a favor de una dictadura comunista que liquidara al sistema democrático. Ahora aquellos agentes del golpismo totalitario culpan a los demás de lo que ellos trataron de hacer el 4 de febrero de 1992. Esa historia fue la introducción sangrienta de la actual coyuntura. Una fecha que nos devolvió a las montoneras del siglo XIX.

Desgraciadamente somos una nación de poca memoria. Sufrimos de amnesia temporal o definitiva; son tantos los dramáticos episodios que hemos tenido en doce años de hundimiento que olvidarlo es algo muy lamentable. El gobierno de Hugo Chávez se engulló nuestro futuro, acabaron con millones de dólares que no sabemos en dónde fueron a parar. Ahora sus diputados complacientes le aprueban una ley para que sigan endeudando el porvenir de nuestros hijos, al paso que vamos Venezuela terminará como las arruinadas economías de las naciones africanas. Razón tiene el gobernador del estado Zulia, abogado Pablo Pérez, cuando afirma que es incomprensible que con la inmensa cantidad de recursos que llegan por concepto petrolero el país tenga que endeudarse, precisamente cuando está recibiendo el triple de ingreso. ¡Qué atraco han hecho con la patria muda!

Es sorprendente, que miles de nuestros ciudadanos no lo perciban, que todavía apoyen de manera reverencial al primer mandatario nacional y no se percaten de la forma en que nos conduce a todos al despeñadero. Da profunda tristeza sentir como se puede ser tan lerdo por tanto tiempo. Han cabalgado sobre la docilidad de nuestros sectores populares para saquear y culpa a los demás de su propia incapacidad. Jamás asumen un error sino que se lo endosan al pasado como si ellos no fueran parte de ello.

Pueblo de escasa memoria que solo persigue un pingüe beneficio momentáneo. Su ilusión la compran barata mientras siguen engañándolos con promesas que se las llevará el viento. Ellos se devoran nuestros recursos mientras el pueblo fiel se muere de hambre en los mismos ranchos, recibe las balas en los atracos a cada instante mientras sus jerarcas revolucionarios son escoltados como príncipes a sus palacetes tropicales. Una revolución de bandoleros analfabetas, cruenta pandilla que lleva el sello del odio social en sus cromosomas. ¿Hasta cuándo aguantará este pueblo tanta burla? Ya está bueno de ser tan...

domingo, 12 de junio de 2011

La conversión del idiota

Por: Moisés Naím

"Cree que somos pobres porque ellos son ricos y viceversa, que la historia es una exitosa conspiración de malos contra buenos en la que aquellos siempre ganan y nosotros siempre perdemos (él está en todos los casos entre las pobres víctimas y los buenos perdedores), no tiene empacho en navegar en el ciberespacio, sentirse online y (sin advertir la contradicción) abominar del consumismo... ¿Quién es él? Es el idiota latinoamericano". Esto lo escribió Mario Vargas Llosa en 1996 como introducción al Manual del perfecto idiota latinoamericano, el excelente libro de Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa, su hijo. Tanto la introducción como el libro hacen una demoledora disección de las malas pero populares ideas que han tenido a América Latina empantanada en el subdesarrollo y la corrupción. También ofrecen un muy preciso retrato hablado del tipo de personas que creen en estas ideas y las promueven.

Ollanta Humala, el recién electo presidente del Perú, calificaba hace dos meses como uno de estos perfectos idiotas. El programa de gobierno que inicialmente ofreció al electorado peruano pareciera haber sido copiado casi textualmente del Manual... Pero mientras que el libro se burla de esas ideas, y muestra cómo han fracasado dondequiera que han sido puestas en práctica, Humala y sus aliados las proponían seriamente como su plan para gobernar al Perú. La trayectoria política del exteniente coronel Humala, sus declaraciones, discursos y entrevistas, su cercanía a las pamplinas de la doctrina etnocacerista (ni pregunte de qué se trata), su golpismo y militarismo y su alianza con Hugo Chávez y otros personajes similares lo hacen un ejemplo icónico de lo que describe el Manual.

Pero eso era antes. Ahora -y súbitamente- Ollanta Humala es otro. Se ha convertido. Botó su programa de gobierno inicial y propuso otro purgado de las ideas que el Manual llama idiotas, se distanció de sus más estridentes familiares y de aliados inconvenientes como Hugo Chávez, se puso corbata y adoptó un discurso moderado y más sereno. También se tornó más conciliador con sus anteriores objetos de escarnio: los empresarios, Estados Unidos, los inversionistas extranjeros, las empresas mineras de las que tanto depende el Perú y de adversarios políticos como, por ejemplo, el expresidente Alejandro Toledo, contra quien auspició un golpe de Estado en 2005.

¿Qué pasó?

Pues que Ollanta Humala no tiene nada de idiota. Se dio cuenta de que si no se convertía no ganaba las elecciones. En la primera vuelta de las presidenciales peruanas el 70% de los votos fueron para candidatos que repudiaban las ideas que Humala entonces defendía. Era obvio que si no ajustaba su oferta a lo que el país pedía, en la segunda vuelta sería derrotado por Keiko Fujimori, la hija del expresidente. Humala cambió y ganó.

Ahora la pregunta inevitable es si el Humala que gobernará al Perú es el original, el seguidor del Manual, o el recién converso -el que abjuró del etnocacerismo (repito: ni pregunte)- para abrazar el liberalismo. Todo parece indicar que, por ahora, el próximo presidente del Perú intentará emular más a su actual mejor amigo, Luiz Inácio Lula da Silva, que a su exmejor amigo, Hugo Chávez. Y ¿por qué no? Brasil es uno los grandes éxitos del momento y Venezuela una de las grandes oportunidades perdidas. Habría que ser idiota para no darse cuenta. Y las realidades políticas económicas, institucionales e internacionales del Perú le imponen a Humala limitaciones que Chávez nunca tuvo. Además, no hay nada más educativo que estar en el palacio presidencial y descubrir que las ideas que parecen buenas en la oposición son en realidad imposibles de implementar desde el Gobierno.

Nadie, sin embargo, puede garantizar que de la misma manera que Ollanta Humala experimentó una repentina conversión al liberalismo económico y político no vaya a sufrir una recaída en la cual reaparezcan los instintos, ideas y mentores que guiaron su conducta hasta hace un par de meses. Afortunadamente, su pragmatismo nos da una pista acerca de cómo monitorear su compromiso con sus nuevas creencias: los precios internacionales de los minerales que exporta el Perú. Si se mantienen altos, las políticas de Humala se parecerán más a las de Lula. Y si los precios caen, se le enreda la economía y se le hace más tentador apelar a las tácticas usuales de los populistas, sus políticas se parecerán más a las de Hugo Chávez. Al final, su cálculo será determinado por factores tan poco ideológicos -y tan poco idiotas- como estos.

viernes, 10 de junio de 2011

La revolución prometida

Por: Àngel Lombardi

Vamos a aceptar la premisa que el actual proyecto político en curso en Venezuela desde 1998, y que ha copado el gobierno y los poderes públicos, es un proyecto revolucionario tal como lo proclaman sus representantes y beneficiarios.

Es decir, que existe la voluntad y el propósito de fundar un "nuevo orden" como lo fue en su momento la revolución bolchevique en la Unión Soviética en 1917 y entre nosotros la Cuba castrista de 1959.

El mismo propósito y la misma intención de fundar un orden nuevo, aunque de naturaleza diferente fueron proclamados por Mussolini y el fascismo italiano en 1922, Hitler y el nazismo alemán en 1933 y ese epígono ibérico de Francisco Franco y su falangismo en España en 1939.

Transcurrido un siglo de estos procesos es posible y necesaria una evaluación histórica y crítica de estos acontecimientos. La Unión Soviética ya no existe y de su ceniza queda una Rusia maltrecha y restaurada en sus tradiciones.

Cuba es un fracaso a la vista, de inminente colapso reconocido por el propio Fidel Castro en un arranque de sinceridad senil y de alguna manera por el propio Raúl Castro con su plan de reformas "capitalistas" con la única intención de ganar tiempo y conservar el poder para la gerontocracia cubana. Italia y Alemania abominan de su pasado nazi-fascista y han practicado con relativo éxito la amnesia histórica.

En España, Franco en progresivo olvido sólo es recordado como un demonio y un fantasma de una pesadilla que todos quieren olvidar. En Venezuela, 12 años después de una proclamada revolución el "hombre nuevo" y un "nuevo orden" no aparecen por ningún lado, lo que se observa es el viejo populismo latinoamericano y vernáculo y la corrupción de siempre, en nuestro caso alimentado por una generosa y abundante renta petrolera.

La "revolución" prometida es apenas un discurso y sigue siendo una promesa más cercana a una fantasía tropical o a nuestro publicitado "realismo mágico" de la literatura.

Seguimos siendo, hoy más que nunca un país fuertemente condicionado por el ingreso petrolero, casi nuestro único ingreso y seguimos dilapidando recursos y oportunidades mientras una pobreza generalizada nos sigue acompañando en un deterioro visible de infraestructura, servicios y calidad de vida, en un empeño suicida de seguir en el subdesarrollo y en transitar caminos como el comunismo y el fascismo derrotados de manera clara y definitiva por la historia.

lunes, 6 de junio de 2011

Ganchos de izquierda

Por: Fernando Rodríguez

Esta semana se constituyó el Frente Progresista por el Cambio que reúne a partidos, grupos y personalidades de izquierda, o progresistas para no ser más papista que el Papa: PPT, Podemos, MAS, Bandera Roja, Causa R, Vanguardia popular, Movimiento Ecológico y otros. Quien haya transitado los caminos de la izquierda (jode la palabrita, tómese en el sentido más amplio posible) en las últimas décadas venezolanas sabrá que una tarea incesante y siempre fallida ha sido encontrar alguna forma de coordinación más o menos extensa y sólida de sus diversos integrantes.

Pues bien, he aquí, de golpe y porrazo, una notable respuesta a ese reto obsesivo. La vida es una tómbola ya se sabe, y esto se logra frente y seguramente a causa de un gobierno sedicentemente revolucionario, de los poquísimos que en este mundo quedan. Claro, aquí entra la equivocidad aludida porque los oradores que oímos hablaban de militarismo y despotismo, de corrupción y fascismo, rasgos poco ambles para definir la izquierda en el buen sentido de la palabra izquierda. Sería bueno aclarar que el Caudillo feroz durante un buen número de años consideró revolucionarios a varios de estos grupos, hoy desencantados y más bien coléricos.

Esos mismos oradores, por ejemplo los que leyeron a tres voces el documento fundacional (Andrés Velásquez, Ismael García y Henri Falcón), fueron muy claros en señalar su vocación democrática, su aceptación de una economía de muchos actores y la necesidad de reunificar los venezolanos infestados de odio y desesperanza. Y, como somos hoy más electores que otra cosa, sobre todo subrayaron sin ambages su adhesión a la unidad y su mesa.

Posición que quedó avalada en las palabras del unitario mayor, Ramón Guillermo Aveledo, que consideró que la juntura de estos caudales en uno mayor que desemboca en el gran río nacional opositor era un logro: “Todos los caminos conducen a la unidad. Cada uno escoge el suyo”. Pensamos lo mismo y no podemos menos que aplaudir ese acto generoso y promisor que le da una mayor estructura a la descoyuntada vida política del país y recoge valores que no sepultaron las estatuas y los muros tan estrepitosamente derrumbados el pasado siglo.

Pero en otra orilla también golpean. Ahora se va a entregar al enemigo, al vecino lacayo y guerrerista, otro apóstol de la FARC, es decir, un camarada, un hermano internacional. Para colmo de males cantautor, como Alí Primera. Sacrilegio, traición vil para la izquierda más esclerosada y delirante de todas. Dese un paseo por Aporrea y verá lo que le contamos.

Y el ex ideólogo del Proceso y el Poseso, Heinz Dieterich, acaba de escribir no sólo que Chávez ha perdido toda influencia internacional y tiene el país en estado de caos sino que de un “antiimperialista burgués” ha pasado a ser un agente de la política norteamericana, de la doctrina Monroe, soldado de Santos y de Obama que entrega guerrilleros, baja la cabeza ante los coscorrones gringos y vende la causa hondureña. Después de tanto hablar y blasfemar, se lamenta con nostalgia el ideólogo en desgracia.

¿No será todo esto la más sutil y envolvente trampa de la ultraderecha y el Imperio? No pareciera, dice uno.

domingo, 5 de junio de 2011

El caso Román Chalbaud

Por Simón Boccanegra

Uno de los casos de degradación moral, de descomposición personal y política más irritantes de estos años lo constituye Román Chalbaud. No encuentro para él otro calificativo que se le ajuste como guante a la mano que el de rata.

Román fue un buen cineasta hasta que transformado en el cineasta oficial del régimen, sus dos últimas producciones, El Caracazo y Zamora, dieron buena cuenta de lo que ocurre con el talento cuando se tarifa y vende al mejor postor.

Produce basura. Hace cine de encargo, complace al Jefe. Pero el colmo es que para anunciar su nueva película (que seguramente será un bodrio como las otras dos), Román tenga las bolas de presentarse como un cineasta y autor teatral perseguido por la cuarta república, cuando supuestamente no se le permitía filmar ni presentar obras de teatro.

Se necesita ser un tipejo capaz de cualquier bajeza para sostener públicamente esta canallada. ¿Nos cree desmemoriados? Román fue el cineasta que más financiamiento recibió en aquella época, al punto que el Estado creó una "Fundación Román Chalbaud", millonariamente financiada.

Fue quien más películas realizó, todas con plata del Estado, y filmó lo que quiso, lo premiaron (hasta el premio Nacional de Cine recibió), y homenajearon abundantemente por esas películas, esas que Chávez calificó de "putas y maricos", ignorando que al autor de ellas lo tenía sentado al lado y quien con infinita cobardía ni siquiera chistó, tragándose el insulto y la descalificación con el mayor gusto. Jamás se le impuso ninguna forma de censura.

Ahora, con su cara de vieja madama, se presenta como un "héroe", un "perseguido", él, Román Chalbaud, el niño mimado de la burguesía ilustrada y de los canales de televisión, donde se cansó de hacer plata. ¡Qué de miserias deja la borra de este régimen

sábado, 4 de junio de 2011

Cuánto cuesta la revolución

Por: Francisco Olivares

Se anuncia que 45 mil millones de bolívares fuertes adicionales se destinarán a la Misión Vivienda Venezuela. Ese dinero saldrá de un nuevo del endeudamiento que remonta las acreencias de los venezolanos a 134 mil millones de dólares. Ese gasto desmedido, todos saben que tiene que ver con el momento electoral y es el costo de edificar esta revolución.

La revolución cuesta muchos dólares y eso en este momento pasa por mantener a Hugo Chávez en el poder.

Que en los primeros cuatro meses del año nuestra inflación acumule 9% o que en alimentos la cifra se duplique, para el Gobierno ese es un mal menor. Por el contrario, Giordani celebra que el costo de la vida no llegará a 30% en diciembre de 2011.

Para eso están esos recursos que mantendrán a la población a raya y esperanzada en que algo de la renta les puede tocar.

Allí están millones de personas que reciben la pensión del seguro social, incluyendo muchos extranjeros recién cedulados incorporados para votar.

Algunos más audaces se redondean además incorporándose, por ejemplo a las comunas que detectan terrenos supuestamente "ociosos"; otros reciben becas de algunas de las misiones y ello puede complementarse con lo que se obtiene por pertenecer a las milicias. En fin se pueden obtener dos o tres pequeños ingresos sin trabajar.

Así pues no está demás anotarse en esta nueva misión vivienda, no importa si el aspirante esté construyendo un cuarto piso en el rancho de bloques (pero bien hecho) o que posea otra vivienda en Colombia que dejó al cuidado de algún hermano. Nunca se sabe si puede ser premiado con vivienda nueva.

En todo caso lo que queremos señalar es que no es precisamente en la educación para el trabajo productivo en lo que se han invertido los 100 mil millones de dólares que debemos los venezolanos, sino en mantener todo un aparto clientelar que sustenta al Gobierno y su revolución.

Nadie puede estar en contra de que un Gobierno construya viviendas dignas, y en especial a personas que las perdieron. Con lo que no se puede estar de acuerdo es que ello se haga a costa del atropello de otros ciudadanos; que se haga improvisando y por encima de las normas de urbanismo más elementales; y peor aún explotando las necesidades de la gente más humilde a quienes prácticamente se les extiende una boleta de fidelidad hacia el Presidente.

Es así que el comprobante de inscripción en la Misión Vivienda dice: "Compatriota usted ha sido registrado en la Gran Misión Vivienda de Venezuela del Gobierno Bolivariano y Revolucionario del Presidente Chávez. Sólo en socialismo se te garantiza el derecho a una vivienda digna".