lunes, 31 de diciembre de 2012

Reflexiones sobre el 16D

Por: Edinson Martínez
           @emart1 


Tal como escribí en días posteriores al 16D, prometí algunas reflexiones sobre los resultados electorales regionales recientes. Comencemos por señalar que esos saldos electorales de la oposición, no significaron ningún asombro para este servidor. No ha habido caso en Venezuela en que a reciente fecha de celebrado un comicio presidencial, los subsiguientes muestren una tendencia diferente. Quien gana una elección presidencial – el proceso de mayor expectativa y convocatoria de sufragantes en el país – se lleva sin duda alguna la mayoría, que suele ser aplastante, de los cargos a disputarse ulteriormente. De modo que era absolutamente ilusorio imaginarse un resultado distinto. Algunos llegaron a pensar que por tratarse de dinámicas electorales diferentes, de un peso importante de los liderazgos regionales, las cosas pintarían de mejor manera. Vana esperanza. En casos en que la distancia temporal es tan corta, el ventajismo de una dimensión tan bárbara y la polarización política sobre temas nacionales tan marcada; el carisma personal, la gestión gubernamental local y demás aspectos regionales, ocupan un lugar subalterno en la definición del voto. Solo casos excepcionales, – porque en todos los campos de la vida suele haberlos – como en efecto sucedió en Miranda, Lara y Amazonas son capaces de romper la tendencia general. Y, obviamente, mal cálculo haríamos sí pensáramos que los resultados opositores habrían de ser favorables a partir de las excepciones. 

Ahora bien, se ha señalado con mucha insistencia que la abstención es la causa de los pobres logros electorales. En consecuencia, se concluye, que de haber votado más personas otro gallo cantaría. Vana esperanza, una vez más. El 7O tuvimos record de asistencia electoral, no obstante, los resultados dieron ganador a Hugo Chávez. Qué nos hace pensar que si más venezolanos hubiesen votado el 16D lo habrían hecho por la oposición y no por el chavismo, como dos meses atrás lo hicieron. Desde luego, es mucho más fácil culpar a los que no votaron de nuestra desgracia electoral.

Estos resultados obviamente que son desfavorables, sin embargo, no son el fin del mundo. Ni siquiera en el Zulia, donde era bien difícil obtener la victoria al tomamos en cuenta los aspectos siguientes:

1.- Los resultados del 7O fueron negativos globalmente para la oposición, solo en dos municipios (Maracaibo y Lagunillas) pudo ganarse. De partida para el 16D Pablo Pérez tenía en el Zulia una desventaja por sobre los 120 mil votos. 

2.- Desde hace dos años Francisco Arias Cárdenas, venía ejerciendo una gobernación paralela, en menoscabo y descredito del gobierno legitimo del Zulia. En las sombras y a ojos vista de toda la región, manejaba recursos del gobierno nacional, anunciaba e inauguraba obras y administraba el clientelismo político, donde PDVSA, Corpozulia, Pequiven y diversos organismos nacionales, jugaban un papel decisivo. Es el ventajismo gubernamental en combinación con una falta de institucionalidad, las que se conjugaron para servir de plataforma al candidato del gobierno. Esto es bien delicado, porque es la primera vez que un particular sin condición gubernamental alguna, sin titularidad oficial que lo ampare, ejerce funciones públicas en claro provecho de su aspiración electoral. Algo verdaderamente insólito. Sin embargo, nunca denunciado ni señalado por el gobernador en ejercicio y tampoco en su condición de candidato. 

3.- Un gobierno regional con pocos logros que mostrar de su propia autoría. Todos – por lo menos los de mayor divulgación pública - los programas, acciones de gobierno y obras, son una extensión de las que en su momento Manuel Rosales emprendió. Nada nuevo bajo el sol, significó su gestión. En su oportunidad fueron importantes e innovadoras iniciativas, pero luego de un tiempo, como es natural, dejaron de serlo. De modo que es razonable pensar en una fatiga de los electores zulianos. El gobierno de Pablo Pérez fue de una monotonía pasmosa. Ni siquiera en temas tan emblemáticos para los zulianos pudo generar interés. No hay razón, por ejemplo, para que nunca haya impulsado una persistente, resonante y organizada campaña para reclamar al gobierno nacional el cumplimiento de sus promesas para: a) Construir el segundo puente sobre el lago b) Culminar la ejecución de la Autopista de Occidente c) Construir las plantas de tratamiento de aguas de servidas que ayudarían a descontaminar el lago e) Construir el puerto de aguas profundas. Estas son solo algunas de varias importantes y sentidas promesas hecha a la región por Hugo Chávez que nunca fueron reclamadas a viva y resonante voz por el gobierno regional. 

4.- En política no hay enemigo pequeño, dice la vieja conseja. La oposición subestimó la candidatura de Arias Cárdenas por el cuento aquel de la gallina y demás argumentaciones poco estratégicas. El ganador, es un hombre de experiencia política, hábil y astuto en estas lides. No era, evidentemente, suficiente el lema de campaña: “Pal Zulia… Pablo” 

5.- Un partido – UNT – que apostó principalmente a su hegemonía electoral en la región y descuidó a varios aliados, a quienes menosprecio por su dimensión, cuando hubo casos en que la diferencia para ganar la curul en el parlamento regional fue de apenas un centenar de votos. A ello debe agregarse las luchas intestinas que al final de la jornada siempre pasan la factura. 

El próximo año habrá elecciones locales, los números son harto conocidos, que los resultados sean mejores depende de varios correctivos, entre ellos, la revisión de los candidatos seleccionados por consenso y en primarias de acuerdo con una composición política que ya no existe. Siempre se dijo que era extemporáneo escoger esos abanderados junto al candidato presidencial y gobernadores. Ahora cobra mayor vigencia esa aseveración, la política se mueve y en nuestro país, cada día nos trae en este campo una buena gama de novedades que con mucho atino deben valorarse. 

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Un gobierno para la gente


Edinson Martínez
@emartz1


Dentro de pocos días habrá culminado el 2012, un año que registra dos convocatorias de los venezolanos a procesos electorales. Del primero de ellos conocemos sus resultados. Del segundo, al momento de escribir esta cuartilla, estamos muy cerca de la fecha pautada para conocerlos. En este caso se trata de comicios regionales, las cuales tienen una dinámica electoral diferente a la de una elección presidencial. Sí algún sentido común conservan los electores, esta consulta popular debería servir para favorecer a quienes desde la opción de la continuidad hicieron un buen trabajo o en caso contrario para atreverse con otras alternativas. Para eso es una elección, no debería tener que ver con la lealtad o deslealtad a quien ya ha resultado vencedor en una contienda presidencial. 

Sin embargo, es necesario destacar que en nuestro país desde hace mucho tiempo, cualquier consulta electoral termina siendo un duelo entre gobierno y quienes se le oponen. De ello no se salvan consejos comunales, sindicatos, gremios y todo tipo de organizaciones sociales donde se agrupan personas para determinadas finalidades. Vivimos en una sociedad, ya se ha dicho, polarizada hasta los tuétanos. Las consideraciones ajenas a esta circunstancia, incluyendo las probables terceras vías, tienen muy poca posibilidad en estos momentos de ser tomados en cuenta por los electores. 

Y es una verdadera lástima para el país, porque en escenarios polarizados - también se ha dicho - mucho talento y capacidades de todo género, quedan atrapadas entre ambos extremos, sin que la nación pueda servirse de ellos. No es ni por cerca el caso del pasado cuartorepublicano, tiempos en los cuales los electores oscilaban de un color político a otro y en medio de los protagonistas de entonces, otras referencias políticas pudieron obtener éxitos electorales de mucha importancia, donde además, iniciativas políticas de minorías cristalizaron en resultados concretos de gran valor para la nación. En estos tiempos eso es sencillamente impensable. 

Pero además, las consecuencias de una polarización como la vigente termina por extenderse a diferentes campos de la vida. Es la calificación que solemos observar cuando un artista, intelectual o deportista destacado expresa su adhesión a alguno de los actores políticos. De inmediato recibe el reconocimiento o descalificación de una de las partes. No es que los venezolanos hayamos sido un dechado de virtudes y respeto por quienes piensen diferente. Pero en nuestra conciencia colectiva siempre hubo consideración por figuras nacionales que llegaron a convertirse en referencias notables para los venezolanos. Para estos días, también eso, parece poco probable y la verdad es muy lamentable. 

Quiera la ocasión que para el proceso electoral que dentro de pocos días se efectuará, el país expresado en cada una de sus regiones, pueda levantar su mirada más allá de la polarización y darle a cada quien los votos que merece. Que resulte ganador quien por sus méritos, mezcla de dedicación, capacidad, tolerancia y honestidad, pueda garantizar el mejor gobierno para la gente.

lunes, 26 de noviembre de 2012

(Para UN) DEBATE NECESARIO

Por: Pompeyo Marquez

Amigos y compañeros plantean la necesidad de debatir, discutir las nuevas realidades y los cambios que necesariamente se deben operar en la política de la disidencia para detener y derrotar al monstruo del totalitarismo que amenaza a Venezuela, que quiere dar pasos apresurados a partir de una lectura equivocada de los resultados de las elecciones del 7-0. Como en toda justa electoral hay quien gana y quien pierde. Pero hay que calibrar cómo se gana y cómo perdió el contrario. Lo real es que de esas elecciones brota una realidad que tendremos que debatir, como decíamos antes, con cabeza fría y corazón ardiente. Y ella es que Venezuela es un país dividido en dos mitades, y una mitad no le puede imponer, a menos que quiera intensificar la crisis política mediante la violencia, un cambio de régimen a la otra mitad. 

Eso es lo que quiere hacer la autocracia al aspirar implantar un poder comunal contrario a la Constitución Nacional. Sería un cambio de la estructura política-territorial de la República establecida en la Carta Magna. Sería la eliminación de la descentralización, del voto directo universal y secreto, el mandato constitucional que la soberanía reside en el pueblo que la ejerce a través del sufragio libre; la virtual eliminación de gobernaciones y alcaldías. En fin, modificar sustancialmente el modo de vida con amenazas directas a la propiedad, como se puede observar en el llamado “plan de gobierno” del autócrata 2013-2019. 

El debate sobre el reexamen del país y las estrategias a seguir durante este período está planteado, pero el debate del momento, el que forma parte de estas elecciones de gobernadores es éste de la amenaza del poder comunal, distinto a los Consejos Comunales, forma de organización de las comunidades, colaboradoras de las alcaldías especialmente. Hay que enfrentar con razones este engendro fracasado en distintos países –fuimos testigos del desastre de las comunas chinas que dieron paso a la “revolución cultural” después del “salto adelante”–. Hoy los chinos vuelven al sistema de municipios. Hay que enfrentar a los que llevan al país al desastre, al caos, como se puede demostrar políticamente en el curso del debate. 

Los otros temas los dejamos para después de diciembre. Tenemos una autocracia militarista, nada es eterno, ni homogéneo. Saber unir todo cuanto se pueda unir contra este régimen y conquistar el funcionamiento democrático del país, la libertad y la justicia social son tareas que estarán presentes en la lucha de estos días por conservar y desarrollar los espacios que tenemos conquistados con esfuerzos y sacrificios. ¡A votar el 16 de diciembre!

viernes, 23 de noviembre de 2012

La abstención: una ruta hacia el naufragio

Por: Argelia Rios

Tras su triunfo en las presidenciales, el oficialismo busca ahora cerrar el círculo con una victoria aplastante sobre sus adversarios en las regionales de diciembre. En el plan de vuelo de la nomenclatura no cuenta solamente el número de las gobernaciones que se puedan obtener: como en las parlamentarias de 2010, el número de votos representa un dato esencial, que definirá la correlación de fuerzas políticas en Venezuela y, como es lógico, el apresto con que cada una de ellas asistirá a las batallas que Chávez anunciará el 10 de enero, cuando comience el nuevo sexenio. A los escépticos y pesimistas no les faltan razones para dudar de la suficiencia de la estrategia electoral de la MUD, pero -al menos por ahora- sólo cabe desafiar al poder participando masivamente, para dejarle en claro que nadie está dispuesto a colaborar con el propósito de impedir que "el proceso" logre instalar una atmósfera de acatamiento, obediencia y rendición general. Si el electorado de la MUD no asiste a las urnas, la oposición se arriesga a que su votación experimente una involución de consecuencias muy serias en los desarrollos futuros de la política. 

Un retroceso, producto de la desilusión, la ignorancia o la irresponsabilidad, minaría severamente la capacidad de resistencia de los venezolanos, que necesitamos acopiar ánimo y determinación para encarar los seis años que, en teoría, tenemos por delante. La docilidad que el Gobierno busca tiene su germen precisamente en la abstención y desmovilización de quienes, desencantados por los resultados del 7-O, son presas fáciles de las maniobras del aparato de propaganda del régimen, que nunca ha dejado de trabajar para fabricar un clima de resignación y de inexorabilidad revolucionaria. Es verdad que la oposición requiere revisar su agenda política para optimizar su desempeño en una lucha que trascienda de lo estrictamente electoral: sin embargo, también es verdad que el voto constituye un eje fundamental de su hoja de ruta, sea cual sea la característica que ella adquiera tras su necesaria evaluación.

La revolución -que internamente reconoce los avances de sus contrarios- busca precisamente reventar la estrategia incrementalista adoptada por la MUD en el 2006, para dejar sin política al país no chavista, que -náufrago y sin brújula-, se resignaría finalmente a los designios del comandante y su "proceso". De este modo, quedaría pavimentada la autopista que conduce hacia el "chavismo sin Chávez", cuya viabilidad no depende del triunfo electoral del chavismo, sino de otro tipo de victoria política: ésa que se alcanza en el campo de las percepciones, donde, por la vía de la rendición, la revolución habrá garantizado su largo plazo, sin Chávez a la cabeza.

16-D: Victoria sospechosa y sin protesta

Por: Agustin Blanco M.

La expresión es muy utilizada entre los militantes de las oposiciones: ¿Cuándo, cómo, en qué terminará esta tragedia? Y se intensifica después del 7-0 porque el colectivo compró el mensaje de que era la última oportunidad de salir por la vía democrático-electoral del golpista presidente (GP) y su régimen. Y al estar frente a los resultados de la victoria gubernamental, los mismos dirigentes que les hicieron creer en el fin del chavismo, les dicen ahora que hay que esperar 6 años más para sacarlo. 

En ese momento, como dice, Teodoro Petkoff (Glob., 18/11/12), el chavismo triunfó pero está en plena declinación, de modo que la oposición ya tiene nueva fecha para ganar: diciembre del 19. Y este es uno de los dirigentes y analistas estrellas de la MUD. Se quiere ocultar de este modo que el 7-0 significa la reconfirmación de la hegemonía que ejercía el chavismo y ratifica al GP como el dueño incondicional de este expaís. Antes del 7-0 ya todos los poderes estaban en sus manos. Pero la "oposición" seguía vendiendo la mercancía de que el voto democrático podía enfrentar y vencer al régimen. Muchas veces se dijo que un fracaso el 7-0 llevaría a establecer definitivamente el comunismo. 

El triunfo entonces era indispensable. Y se aseguró que cualquier evidencia de fraude-trampa, se leería como una autorización para que la "oposición democrática" aplicara las medidas de protesta necesarias para garantizar el respeto a la voluntad popular. De allí surge, nada menos, que la tesis del "Plan B". Y esto significaba que la victoria oficialista debía estar muy bien fundamentada porque de lo contrario no sería convalidada. Pero nada de eso ocurrió y vimos al régimen en pleno reconocimiento de la oposición democrática y el liderazgo que tanta falta le hacía a la revolución. El descontento de la mayor parte de los 6.5 millones de votantes se manifestó. Los dirigentes comenzaron a ser vistos como sospechosos. Y en medio de la protesta, confusión y descrédito de la MUD y del propio excandidato, surgen voces que tratan de salvar la situación.

En este sentido, Antonio Ledezma, al ser nombrado coordinador de la campaña de los candidatos a gobernadores, dice que la victoria del GP fue sospechosa. Es decir, que se aparta del señalamiento que afirma que no hubo fraude y que se perdió porque no se consiguieron los votos. Y cuando le advierten que hablar de fraude en las elecciones del 7-0, puede ser visto como un llamado a la abstención, el dirigente llama a "votar bajo protesta". Y eso significa que viene otra victoria sospechosa y que, a pesar de saberlo, hay que ir a votar aunque en señal de protesta. Y quien se presenta como "otro salvador" sólo logra aumentar las sospechas sobre muchos de sus colegas MUD, cuyo fraccionamiento hoy nadie puede dudar. Y al fraude-trampa, aunque sea por otra vía, le esperan unas cuantas ediciones. Porque una vez que el mapa político-electoral termine de enrojecerse el 16-D, gracias al fraude-trampa permitido, convalidado y legitimado, saldrá a flote una nueva "reingienería del poder" y se procederá a la radicalización del proceso revolucionario. 

Una profundización que apuntará hacia la imposición del socialismo, versión siglo XXI, mediante la puesta en práctica de la acción comunal que servirá como entidad de control político a la cual se le transferirán funciones hoy encomendadas a la Presidencia, Asamblea, Gobernaciones, Alcaldías. Y será ese poder en manos del pueblo el que, en lo sucesivo, procederá a elegir directamente sus conductores. Estaremos entonces en pleno Comunalismo y ya no hará falta el agotado CNE ni las desacreditadas elecciones de la V República. Estas serán públicas y a mano alzada. Y para ello se ha puesto a andar lo que se ha dado en llamar la Constituyente Originaria. Tratan ahora de recoger lo que no les hacía falta en el período de convivencia con la llamada democracia y el capitalismo. 

La radicalización y la imposición del Comunalismo exige el derrumbe de las actuales instituciones para dar paso a las populares y socialistas del siglo XXI. La llamada reingeniería pondría todo el poder en el pueblo y éste sería el único polo decisorio. Por supuesto que en todo esto jugaría la politiquería llamada a utilizar esa fuerza popular en beneficio de los mismos poderes mediático-autoritarios que han prevalecido hasta el presente. El poder del pueblo sería sólo la fachada que viene a sustituir la democrática que tan buenos dividendos pagó en los inicios de la revolución pacífica pero armada. Como puede verse esta tragedia por los momentos no tiene término. Parece más bien estar en sus inicios. La programación para establecer el comunalismo está en plena marcha.

Por ello reiteramos que nos esperan tiempos muy duros porque estamos ahora frente a un proyecto comunal, expresión de una violencia-imposición, ante la cual no se interpone ningún proyecto opositor. Por eso, después de lo que será la victoria sospechosa y sin protesta del 16D, el comunalismo seguirá su marcha a paso de vencedores y pronto puede tener postrada una buena parte del colectivo. ¿Seguiremos apegados a los legitimadores de las oposiciones o seremos capaces de emprender acciones no violentas como las que propone disidencia12.blogspot.com, como una manera de buscar la confrontación con todos los poderes que adelantan la destrucción de este expaís? ¡Qué historia amigos!

miércoles, 21 de noviembre de 2012

La revolución de los nombres

Por: Alberto Arteaga Sanchez

Una de las características de esta etapa de la vida venezolana ha sido el persistente cambio de nombres promovido desde el poder y -lo más grave- asimilado complacientemente por todos, lo que implica aprobación y justificación consciente o inconsciente. 

Ya hemos incorporado a nuestro lenguaje la expresión "cuarta república" que, al decir de doctos en historia carece de todo sentido; utilizamos la expresión "puntofijismo" como sinónimo de pacto corrupto, cuando se trató de una fórmula democrática para conseguir un acuerdo de gobernabilidad; adoptamos como fecha patria el "caracazo" como sinónimo de gesta popular precursora de nuevos tiempos; e identificamos un golpe de Estado como el del 4F y la destitución de un Presidente utilizando como instrumento político a la justicia como incidencias del acontecer republicano, siendo así que fueron desconocidas, sin más, las exigencias del Estado de Derecho. 

Ahora, siempre en el campo que guarda relación con la justicia, se ha generalizado la expresión "privados de libertad", en lugar de presos; se ha repetido una y otra vez que no hay presos políticos sino "políticos presos"; se señala que hay "peculado de uso" cuando se utilizan, sin más, espacios públicos para fines ajenos a los intereses del Estado y se llama "ventajismo oficial" al evidente abuso del poder en favor de una parcialidad política. 

Y lo más grave, como ha dicho Carlos Raúl Hernández, es que asumimos este nuevo vocabulario con aparente normalidad aceptando ahora que el cerro de Caracas no sea "El Ávila"; dejamos de llamar "negro" a nuestros más queridos amigos; o renegamos del sistema democrático por culpa de "todos los líderes corruptos" que dominaron la escena política. 

Pero, refiriéndome a lo que toca mi materia, quiero insistir en que no es correcto utilizar la expresión privados de la libertad, ya que de la libertad no se puede privar a nadie, a menos que se le dé muerte y a pesar de que en los antros penitenciarios es la propia vida la que se encuentra en riesgo; ni tiene sentido hablar de "políticos presos" para negar la condición de "presos políticos" porque, en definitiva, preso político o perseguido político es todo aquel que lo sea por motivaciones predominantemente políticas y un político preso pareciera indicar que lo está por ser político, como en efecto ha ocurrido entre nosotros; no hay "peculado de uso" por el empleo de un local del Estado con erogaciones de personal, luz y otros gastos, evidente peculado propio por la desviación de fondos para fines ajenos al servicio público; ni podemos hablar de simple "ventajismo" cuando se conmina a funcionarios a votar por un partido o se favorece una opción electoral, ni cuando se invierten fondos públicos en una campaña, hechos constitutivos de delitos de corrupción según la ley de materia. 

En definitiva llamar a las cosas por sus propios nombres es ser fieles a la verdad, resaltar la fuerza de las instituciones y exaltar la importancia de la tradición de un pueblo.

martes, 20 de noviembre de 2012

El reto del movimiento Democrático

Por: Gonzalo Gonzalez

El profesor Demetrio Boesner escribió en su columna del diario El Nacional en relación al desempeño futuro de la oposición democrática recomendando que ella debía: “continuar haciendo lo mismo pero hacerlo mejor”; el Profesor tiene razón, pero solo en parte. Es obvio que el movimiento democrático agrupado en la MUD ha tenido muchos aciertos en su andadura y esa asertividad se ha traducido en una creciente fortaleza tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo de la oposición y por lo tanto ese capital político debe ser conservado y acrecentado, empezando por mantener, fortalecer y ampliar la Unidad como estrategia para confrontar a las fuerzas regresivas que dirigidas por Hugo Chávez tienen secuestrado al Estado. Ahora, perseverar en todo lo hecho y hacerlo mejor no garantiza adquirir la fortaleza suficiente para desplazar al Chavismo del poder, hay que mejorar lo realizado pero es crucial hacer otras cosas también para crear una nueva mayoría político-social y neutralizar el inmenso aparato creado por el régimen para mantenerse en el poder. 

Las causas de la derrota sufrida el 7/0 y la magnitud de la misma no tiene una sola explicación sino varias y complejas razones que es necesario debatir y desentrañar para corregir los errores cometidos, superar las deficiencias pero también y eso es quizás lo mas importante adoptar las políticas necesarias para fortalecer la condición de alternativa de poder de la coalición democrática. Hemos avanzado mucho, mas no lo suficiente en términos de poder y capacidad de presión y es en este punto en donde radica la clave para detener el intento de imponer en Venezuela el modelo Castrista. 

Buena parte del cuerpo social considera positiva la acción del actual gobierno, otro sector que lo votó está insatisfecho. El primero no quiere arriesgar los beneficios reales o supuestos de la gestión y el segundo es víctima de la intimidación y el miedo o ha preferido malo seguro a bueno por conocer. En estos dos segmentos está el posible, granero de respaldo para construir esa nueva mayoría político-social necesaria para cambiar las cosas. 

El Movimiento Democrático y su instrumento la MUD se han comportado básicamente como fuerza electoral en el marco de una sociedad llena de conflictos e insatisfacciones porque sus carencias y problemas no solo continúan estando presentes sino que han aumentado. El país no marcha bien y esto lo comparten sectores que han votado a Chávez, sin embargo la oposición no ha podido o no ha sabido como atraer a sus filas a esos sectores descontentos y eso quizás se deba en gran medida a que las fuerzas democráticas solo combaten al régimen en el campo electoral y han descuidado lo social y lo reivindicativo. 

La MUD tiene que trascender lo meramente electoral e ir al encuentro de los ciudadanos que diariamente entran en conflictos sociales y reivindicativos debido a la incapacidad, ineptitud e inconsecuencia de quienes hoy gobiernan. Debe convertirse el movimiento unitario en portavoz de las reivindicaciones populares, en promotor de las luchas sociales, en acompañante de todos aquellos sectores inconformes. Las circunstancias propias de cada lucha recomendaran el rol a desempeñar, pero lo importante es tener posición y presencia , hacer sentir a quienes protestan que no están solos que cuentan con la solidaridad y el acompañamiento de la oposición. La transversalidad de los problemas del ciudadano común puede facilitar la comunicación con ellos.

Es vital para la creación de una nueva mayoría debilitar el posicionamiento del Chavismo como reivindicador y defensor de los intereses del pueblo, la falsedad de su discurso y su acción de gobierno debe ser desenmascarada y para lograrlo es necesario insertarse en las luchas diarias del ciudadano común, promover la agitación y la desobediencia civil. La calle puede convertirse en un recurso de mucha utilidad si sabe utilizar. 

Hay que estar claros en que las cosas no van a mejorar y los problemas y carencias que aquejan a la población no van a remitir por cuanto seguirán gobernando los mismos, con las mismas ideas y los mismos procedimientos ya fracasados. Por tanto la oposición está ante el reto de liderar y ofrecer una alternativa al previsible fracaso de quienes pretender imponer un Sistema fracasado y contrario a la libertad, la inclusión, el progreso y la justicia para todos.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Nada nuevo bajo el sol

Por: Edinson Martínez
         @emartz1

Todo parece indicar que al cierre de este año tendremos un nuevo record de importaciones en Venezuela, probablemente una cifra superior en más de un 11% a la registrada en 2011. Para el 2012 una cantidad mayor a los 52 mil millones de dólares se habría destinado a cubrir compras en el exterior. La sobrevaluación del bolívar, el estancamiento en la producción de bienes y la política de compras externas del gobierno, sustentada en la extensa variedad de acuerdos comerciales internacionales. Se conjugan para dejarnos una economía que cada año supera con creces los niveles importadores de cada ejercicio fiscal anterior. 

Según las previsiones gubernamentales para el 2012 - Giordani-Merentes-El Juri – la economía nacional crecerá 5% en comparación con el 4.2% del año pasado. Habría que agregar que las importaciones en 2011 crecieron en un 15% como consecuencia de ese crecimiento impulsado principalmente por el petróleo. Para este año, las importaciones de igual modo cerrarán con un crecimiento más que proporcional y un estancamiento de la inversión. Es un crecimiento como alguna vez, en aquellas lejanas clases de economía en la facultad, se nos explicara como un crecimiento sin desarrollo. 

Naturalmente, no puede haber desarrollo con una economía que engulle en importaciones de todo género, lo que produce por vía de la exportación de su único producto de venta al resto del mundo. En la literatura especializada este tipo de economía, se define desde hace mucho tiempo, como economía de puerto, especie de rémora del subdesarrollo, que sí además le agregamos la condición de materia prima que constituye el producto de exportación, la definición no admite ninguna discusión. 

Varios de los países bajo clasificación de tercer mundo, comenzaron a dejar atrás hace algunos años esta condición de economía de puerto, hicieron esfuerzos en reformas y políticas económicas  que permitieron ampliar su base productiva, diversificar su economía y hacer del gasto público una palanca para el crecimiento y desarrollo. No estaría demás citar a título de simple mención los casos de Chile, Colombia y Brasil, caso aparte. Mientras esto sucede, en Venezuela vamos en sentido inverso a las tendencias exitosas, solazándonos en unos indicadores macroeconómicos de ficción. 

Un gobierno cuya prioridad es su agenda política, solo viable con un modelo de crecimiento económico como el que se ensaya, deja poco espacio para la productividad y la diversificación del aparato productivo. Las exportaciones no petroleras, por ejemplo, desde hace mucho tiempo no representan mayor cosa en el menú exportador del país. En 2011 fueron inferiores a las de 1998 y este año no prometen nada distinto. Siendo que justo en estos años ha habido un escenario internacional de aumento de precios que bajo otras circunstancias nos habría favorecido, particularmente en las cotizaciones del hierro, aluminio y acero. Pero, ya todos sabemos, el destino que ha tenido el complejo de empresas básicas de Guayana. 

Nada nuevo bajo el sol en materia económica tendremos al cierre del 2012 y continuará la misma tendencia en los siguientes años mientras haya gobierno con ésta perspectiva y un barril petrolero sobre los 100$

viernes, 16 de noviembre de 2012

¿Constituyente?

Por: Teodoro Petkoff

En estos días el gobierno puso a circular la idea de una Constituyente. Rápidamente, sin embargo, la especie fue desmentida, entre otros por el propio Elías Jaua. Se aclaró que lo así denominado era, en verdad, el proceso de debate, supuestamente nacional, sobre el plan de gobierno 20132019, que convoca el PSUV, invitando a participar a cuanta institución existe, oposición incluida. Sin embargo, esta súbita aparición pública del término "constituyente", con todas sus connotaciones, no es gratuita ni se puede creer que se trate de un lapsus de quienes así denominaron lo que en el fondo es una discusión partidista, con su piquete electoral. 

Parece, más bien, el primer paso de una operación a mediano plazo que probablemente tiene en mente Chacumbele, que es la de convocar una Constituyente para insistir con el proyecto de reforma constitucional que fue rechazada en 2007. Ese primer paso fue el de poner al país político y a los medios de comunicación a hablar del tema, a "inflarlo". Ya la idea de una Asamblea Constituyente comenzó a flotar sobre el país. 

Desde luego, no se trataría de convocarla para este mismo año, sino el próximo. 

Chacumbele cree que, a partir de su triunfo el 7-0 y estimando una suerte de arrase en las elecciones de gobernadores, debido a la abstención de sus adversarios, esta vez la cosa sí le saldría como quiere. ¿Por qué ese afán? Es comprensible. Chávez necesita darle constitucionalidad a varias de sus jugadas, realizadas al margen de la Carta Magna, como por ejemplo hacer que el Banco Central financie al gobierno, prohibido en el texto constitucional. Pero, en particular, Chávez necesita una Constituyente para darle piso y techo constitucional a la creación del Estado comunal, que es ahora su gran proyecto, el que cree "histórico", el que lo hará pasar a la historia. Como se sabe, en la Constitución vigente, Chávez considera que el gobierno se anotó varios autogoles. Pero tenía que ser así porque para la época Chávez no tenía la menor idea de lo que podía ser una revolución en este país y cuáles las reformas institucionales que debían caracterizarla. 

Por eso el texto que salió de la Constituyente fue una versión ampliada de la Constitución de 1961; el cual, al poco tiempo, el Presidente comenzó a considerar como una camisa de fuerza. Adaptar la de 1999 para reforzar el poder de la Presidencia, o sea, el de él mismo y a lo que ahora Chávez piensa que es el socialismo, requiere su reforma. La idea, derrotada en 2007, quedó pendiente para una ocasión más favorable. Piensa Chávez que podría ser esta, pero para ello requería no sólo de su propia reelección sino acabar o reducir el peso de la oposición en las gobernaciones, de las cuales controla una tercera parte. De modo que si lograra este propósito el 16-D, debido a una abstención crecida de sus adversarios, no sería de extrañar que el 2013 tengamos Constituyente. Ya pasamos por la experiencia de 2005, cuando se entregó de gratis a Chávez el Parlamento, con las nefastas consecuencias que ello tuvo. La abstención, pues, repitiendo el error de 2005, sería una opción suicida.

jueves, 15 de noviembre de 2012

¿Poder eterno?

Por: Carlos Oteyza

Pareciera que el poder, en cualquier época, tiende a modelar el comportamiento de los que permanecen aferrados a él. Podríamos decir que los nubla y les hace perder las perspectivas del futuro, como si el presente se ensanchara groseramente y no hubiera cabida para otra forma de vivir sino ejerciéndolo, disfrutándolo para siempre. 

 De las lecturas hechas sobre cómo se manejó el poder durante la década de los 50 del siglo pasado, cuando la dictadura de Pérez Jiménez, siempre nos dio curiosidad saber si quienes lo ejercían en aquellas circunstancias dictatoriales se hacían preguntas como si podría la dictadura permanecer por décadas o si era posible vivir eternamente sin libertad de prensa; o acaso creían que de verdad el Nuevo Ideal Nacional iba a parir un nuevo venezolano obediente, adicto a los desfiles militares, sin preferencias partidistas. 

Quizás algunos veían su propia permanencia en el poder solamente como una etapa necesaria, como una contribución momentánea porque un sistema de gobierno alternativo se volvería a instalar. ¿Y los que ejercieron la represión asesinando, aplicando torturas y vejaciones a los adversarios políticos, no pensarían nunca que estas violaciones sistemáticas, efectivas en un momento, eran insostenibles en el tiempo? ¿No pensaron ellos en su futuro, en el de sus hijos? ¿Sería que el poder que ostentaban y los avatares por defenderlo no les daban tiempo para hacerse preguntas como "¿y después? ¿Qué será de nosotros cuando esto termine?" ¿Acaso abusar permanentemente no genera dolor, odios y posibles retaliaciones futuras? ¿Había tiempo para hacerse esas preguntas? ¿Se las hicieron? ¿Era pertinente hacérselas? 

En todo caso, lo que sí sabemos, es que el régimen perezjimenista un buen día se acabó. Lo que vivimos hoy no es, por supuesto, el calco del siglo pasado, pero el calibre del actual gobierno ha ido en aumento desde 1998 y una autocracia petrolera se ha ido consolidando. No es la tortura al estilo de la Seguridad Nacional lo que predomina hoy, pero la sumatoria de abusos desde todas las instancias del gobierno nos hace recordar que el comportamiento de los que detentan hoy el poder se parece cada día más a los que en aquella década lo manosearon. 

 Nos da la impresión de que algunos lo ejercen asumiendo que están cumpliendo con una obligación histórica: crear ­como en los años 50­ un nuevo venezolano, por lo tanto todo se vale. Las arbitrariedades de hoy son el costo que habría que pagar para parir el hombre nuevo del mañana. Muchos otros parecen considerar que les llegó el turno de mandar, y que si el ventajismo y los abusos son la norma que el régimen autocrático exige, ¿por qué no plegarse? Mantenerse en el poder exige fidelidad a la causa, y si la causa transgrede y abusa, "razones habrá", considerarán los fieles. 

 Desvincularse de responsabilidades individuales al gobernar repartiendo abusos, considerar que la estadía en el poder puede ser permanente, evitar hacerse preguntas incómodas en pleno goce de la autoridad, responder con arrogancia al desacatar las leyes, no son comportamientos novedosos. Tampoco lo es preguntarse si el poder puede ser eterno.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Amanecerá y veremos

Por: Edinson Martinez

Varios son los aspectos que en materia económica enfrentará el nuevo periodo de gobierno de Hugo Chávez. Comencemos por pasearnos por el tema de la inflación, dolor de cabeza gubernamental desde casi todo el extendido mandado chavista. Venezuela continúa exhibiendo hasta el momento la más alta del continente, no obstante la mengua que en recientes meses ha experimentado, – según cifras oficiales, sobre las cuales, una reserva de juicio tiene absoluta pertinencia – paradójicamente cuando el gasto público ha manifestado su mayor crecimiento. 

Por otra parte, el aspecto del crecimiento económico de modo sostenido y diversificado que nos haga salir del atraso y de la crónica dependencia de la exportación petrolera como fuente casi única de divisas y sostén económico de la nación. Esto configura una de los mayores fracasos de la gestión presente. El petróleo en lugar de haber transformado nuestro aparato productivo por vía de sus ingentes recursos, - reclamo perenne en nuestra historia económica - ha terminado repitiendo el mismo ciclo dependiente y de vulnerabilidad de las décadas precedentes. 

Y, finalmente, el tema de la política cambiaria. Venezuela lleva casi una década de control cambiario; es hasta ahora, el mayor tiempo que en nuestra historia ha durado un control de cambios. También es, probablemente, el único caso en que dicha medida antes que por razones meramente económicas, su permanencia por tan largo periodo, es una consecuencia de la visión política de quienes gobiernan. Ha sido, en efecto, una política de Estado y no una contingencia, cuya pretensión es sostenerla indefinidamente en el tiempo. 

Estos tres aspectos motivarán decisiones en el corto y mediano plazo siempre y cuando el escenario económico mundial se modifique sustancialmente. Hasta el presente la variable que ha dominado todos los escenarios de desempeño económico ha sido la cotización del barril petrolero, tendencia de precios elevados que han permitido el dispendioso gasto público y la discrecionalidad presidencial en su aplicación. Que, además, permiten solapar con mucha facilidad los niveles de eficacia de la gestión pública, dado que su impacto hace lucir los indicadores económicos nacionales y los financieros de la propia PDVSA, como altamente positivos. Si el mundo sigue moviéndose en esa dirección, cosa que parece cierta, el gobierno nacional en su nuevo sexenio mantendrá similares pivotes económicos a los que se ha aferrado en todos estos años. Amanecerá y veremos.

La nave de los locos

Por: Carlos Raul Hernandez

La reacción de parte importante de los grupos democráticos frente a los resultados electorales del 7-O es autodevoradora, un lupus político. En la historia democrática desde 1958 en Venezuela nunca, que se conozca, una derrota concitara tal odio fratricida. Una reacción infantil, en adultos sencillamente insoportable, trastornada, inadmisible, proviene de frauduleros de las capas medias cultas, responsables directas del ascenso de este régimen desde los 90 del siglo pasado. Inmadurez, irresponsabilidad, locura, supina ignorancia hasta de los más rudimentarios resortes de la política, conjugadas con soberbia, llevan a calumniar y cubrir de infundios al liderazgo por algo que le contó "la tía del amigo de un primo", "de buena fuente" una "prueba de traición". 

Por los mismos odios y patológicos motivos que los llevaron a liquidar los partidos y encumbrar la antipolítica, hoy arremeten contra los que a tiempo completo y en desventaja mantienen viva la alternativa mientras ellos disfrutan sus vidas. Nadie está exento de errores en estos años. Por eso es espurio desenterrar cuchillos oxidados para cobrar viejas -o recientes- facturas, y minar dirigentes competidores "esperados en la bajaíta". A eso contribuye el silencio de quienes dirigieron el comando de campaña, su inhibición para dar la cara y seguir siendo dirigentes en la primera prueba seria que les pone el oficio y tal vez la vida a varios de ellos. 

La imprescindible unidad entra en jaque. La explosión de esquizofrenia sacude las calles opositoras. Algunos inventan canalladas que arrojan un manto raído y maloliente sobre quienes condujeron la campaña, más allá de sus errores. Rompieron con la realidad y sumidos en el encono, no les importa mucho dónde conduce su ira, ni que el comunismo pueda avanzar sobre las tumbas de los candidatos a gobernadores que compiten el 16-D, hoy abandonados y frente al terrorismo judicial. Una jefatura de estreno creyó que ganar el poder era relativamente sencillo. Bastaba "el saber", títulos académicos y apartarse de los leprosos. Coser y cantar. Por desgracia no supieron -se meten a brujos sin conocer la yerba- que los triunfos electorales son producto de políticas incluyentes, amplias. 

Chávez ganó las elecciones con una alianza que iba desde Olavarría en la derecha hasta Douglas Bravo en la izquierda, además de sus "hombres nuevos". Hoy mismo se está a punto de regalarle el estado Monagas al gobierno por mero cretinismo. ¿Qué es la locura? En términos generales se trata de un estado temporal o permanente que sumerge los seres humanos en un mundo imaginario y desconectado de lo real-circundante. El enajenado transcurre en las sombras de su subjetividad melancólica, desesperada, furiosa o aterrada, rodeado de lémures que da por existentes y le permiten ignorar las agresiones del entorno. La madre que alisa insistentemente la chaqueta al cadáver de su hijo. 

 Un inquietante autor alsaciano, Sebastian Brandt, publicó en 1494 un también inquietante opúsculo, La Nave de los Locos (o de los cretinos, según la traducción: Stultífera Navis en latín) un escritor maldito, por la sutil aniquilación que realiza del dogmatismo eclesiástico, a pesar de ser teólogo. Produjo una reacción en cadena, lo reeditaron en las ciudades más cultas de la época, y dio origen a apócrifos y segundas partes, como El Quijote. Erasmo se inspiró en él. Tres grandes desgarrados le dedicaron obras plásticas, El Bosco, Durero y Brueghel. El libro se inspira en la leyenda de que durante la Edad Media, para librarse de los dementes, las villas solían acordarse montarlos en barcos sin destino. La nave del libro de Brandt se dirige a Narragonia, o tierra de los necios, una isla desconocida en medio del océano. En verdad no van a ninguna parte, no hay destino final (ni les importa), como lo confiesa uno de los pasajeros. "Nuestro viaje no tiene fin, pues nadie sabe dónde podemos llegar. 

No tenemos descanso ni de día ni de noche y nadie de nosotros presta atención a la sabiduría". En las fiestas de locos se disolvían las jerarquías y ocurrían desahogos colectivos. El objetivo era saciarse, aflorar lo que se tuviera dentro sin importar las consecuencias. Todos hacían y decían lo que les placiera porque al final nada importaba sino drenar las bajas pasiones. Ojalá esta fiesta de locos de la oposición termine ya y algunos se percaten del abismo. "El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatídico. Lo importante es el valor para seguir". Eso lo dijo Winston Churchill. Encajar el golpe y caminar hacia adelante.

lunes, 15 de octubre de 2012

Los resultados del 7/O, causas y consecuencias (I)


Por: Gonzalo González

Formo parte de los millones de venezolanos que creímos posible que la confrontación entre el continuismo y el cambio se decantaría a favor de la segunda opción, estaba consciente de que no era fácil lograrlo pero el empuje la vitalidad y la creciente aceptación de la opción Capriles mostrada en el transcurso de la campaña electoral alimento el optimismo, no se trataba de una quimera sino de una posibilidad real. Hago esta precisión porque ahora emergen opinantes que apostillan diciendo “yo lo sabía desde antes, pero no se podía desanimar a la gente”.

No pretendo en estas reflexiones ser exhaustivo sobre las causas y consecuencias de la victoria del continuismo y mucho menos dorarle la amarga píldora que la derrota significa para millones de compatriotas, incluso para un sector de los votantes de Chávez, sino exponer mi criterio sobre el porqué paso lo que paso y sus funestas consecuencias para el país.

Este no fue un proceso electoral justo, incluso la participación del militar activo Hugo Chávez es inconstitucional y su derecho a la reelección también pero el secuestro del Poder Judicial y del CNE hacía inútil cualquier acción legal en esta materia, la oposición democrática competía no contra un gobierno y su partido sino contra el Petroestado y con todos los Poderes Públicos en contra activamente, empezando por el CNE quién expresamente fue incapaz de garantizar el “ Fair play” y hacer cumplir la legalidad vigente.

La victoria de Chávez de debió a varios factores: Hugo Chávez es un gran político- que no un Estadista-, un líder popular a quién siguen de manera acrítica a pesar de su enormes errores como gobernante y de sus inconsecuencias  un sector muy importante del cuerpo social, quienes parecen no concederle importancia a las formas y modos que garantizan que una democracia funcione como tal, tampoco pareciera importarles el respeto a la legalidad y comparten y celebran el abuso de poder, el culto a la personalidad y los atropellos de diversa índole cometidos por el gobierno en estos catorce años. Pareciera que este sector considera que la Democracia como sistema solo consiste en votar cada tanto tiempo, además creen de verdad estar empoderados cuando  en realidad son sujetos de una manipulación sin precedente en la política venezolana. Chávez es hábil, astuto y sagaz y esas cualidades se potencian cuando se actúa, como él lo hace, sin escrúpulos, cuando convierte la mentira y el cinismo en praxis cotidiana en el manejo de los asuntos públicos, cuando dispone a discreción los inmensos recursos económicos provenientes de los altos precios del petróleo.

Chávez ganó por haber construido una enorme estructura de poder desde los programas sociales asistencialistas, que si bien eran necesarios y en términos generales han beneficiado a una parte significativa de los mas pobres y ha creado y reforzado su imagen de redentor social, no han sido eficaces para abatir significativamente la pobreza y elevar la calidad de vida de los mismos. Las llamadas Misiones han devenido en un perverso mecanismo de control clientelar y eso se demostró en el proceso electoral.

La política del miedo fue otro factor importantísimo en el resultado, buena parte del mensaje del régimen a los venezolanos fue dirigido a estimular el temor en el pueblo sobre todo entre quienes perciben prebendas, ayudas o tienen relaciones laborales o de cualquier tipo con el poderoso Estado. Chávez en sus discursos advertía de que si él no era elegido sobrevendría el caos y la guerra civil. Se sugería sin pudor o recato desde el oficialismo que era posible conocer por quién se votaba, de que el voto no era secreto y que en consecuencia habría represalias si el favorecido no era el Comandante. En este particular la actuación del Arbitro fue deplorable por su manejo ambiguo en el asunto de las captahuellas. Los pronunciamientos ilegales de voceros del alto mando militar en el sentido de que la FAN no reconocería otro resultado que el favorable a Chávez fue otro ingrediente clave en esta operación.  La aparición continua y la actuación de los grupos paramilitares ligados al oficialismo le daban credibilidad al escenario del caos. Mucha gente fue presa del miedo y la intimidación.

El ventajismo fue otra de las cartas utilizada por el régimen para condicionar a su favor el voto. El aparato del Estado fue puesto sin límites al servicio de la candidatura oficialista: los recursos económicos, los recursos materiales, las sedes de los organismos oficiales, los vehículos, los medios de comunicación, a los empleados públicos se les obligaba a hacer proselitismo a favor de Chávez y asistir a sus actos- muchos de esos trabajadores lo hacían voluntariamente por ser adeptos al gobierno, pero muchos lo hicieron en contra de su voluntad. El acarreo final de electores realizado por el chavismo en la tarde del 7 solo era posible en esa magnitud si se contaba con los recursos del Estado.

No desconozco el liderazgo de Chávez y la fuerza popular del chavismo como movimiento político-social, pero el haber tenido que acudir a tal grado de corrupción política, al vale todo para triunfar le resta legitimad democrática a su victoria.

A Henrique Capriles y su equipo hay que reconocerles que hicieron un esfuerzo enorme, algunos lo han catalogado como épico y coincido con esa afirmación, partimos en desventaja y se logro en un momento dado poner al régimen contra las cuerdas pero ese esfuerzo respaldado por la esperanza de millones no fue suficiente a pesar de los avances obtenidos en votos y porcentajes y en la consecución de un líder y en la consolidación de la Unidad Democrática como instrumento. Pero hay que reconocer sin ambages que fuimos derrotados y que este revés puede serlo de carácter estratégico, cosa que depende en buena medida de los resultados de diciembre, competencia en la cual partimos en desventaja por la victoria de Chávez, quién creo ha recuperado su condición de eficaz Portaviones. 

Creo que se cometieron algunos errores que pudieron disminuir nuestras posibilidades de victoria: el manejo del tiempo no fue el adecuado, nos falto mas tiempo de campaña para sembrar con mas consistencia la condición de alternativa al gobierno y ajustar mejor el mensaje y la estructura de campaña y movilización de votantes. Lo conveniente era haber realizado la primarias en diciembre del 2011 y de esta manera disponer de los 10 meses del año 2012 para hacer la campaña electoral. Considero también, al igual que otros, que haber insistido al comienzo de la campaña contra Chávez en el mismo tipo de discurso que hizo ganar e Capriles en las primarias fue un error. Se ha debido elaborar  un discurso mas confrontativo con Chávez, su proyecto y su gestión. No supimos o pudimos contrarrestar la campaña del miedo y aclarar el secreto del voto.

Como dije al comienzo no pretendo ser exhaustivo en el análisis de lo ocurrido sino contribuir al necesario debate. En la segunda parte de estas reflexiones abordare lo referente a las consecuencias del triunfo de Chávez y lo qu considero debe hacer de aquí en adelante el movimiento democrático.

sábado, 13 de octubre de 2012

Todo confuso o más claro que nunca

Por: José Pons

Aparentemente en las actuales circunstancias políticas, raíz de la recientes elecciones presidenciales donde se habla de un país donde más de ocho millones de ciudadanos no les importan los servicios públicos, la inseguridad, la inflación, entre miles de males que padece la Patria. La “gran minoría”, reclamamos los derechos legítimos de una sociedad moderna que exige mejores condiciones de vida y más posibilidades de triunfos; en una Venezuela que recibe el Estado, millonarios recursos del petróleo de todos.

Así, viéndolo desde esta expectativa, logramos entender que la Venezuela de hoy, de todos los colores no desean pernotar en el tiempo sino, seguir en el proceso social viviendo mejor y asegurando a nuestros hijos un futuro cierto y seguro. Por lo demás, las necesidades sociales de equidad, responsabilidad, apoyo, justicia y solidaridad deberán entenderse para todos los ciudadanos de cualquier matiz político, pero son las instancias de gobierno las que deberán dar primero el ejemplo. 

Al estamento político, en una regiones más y otras menos, gobernadores y alcaldes, legisladores y concejales, a la misma MUD o Polo Patriótico, deberán de entender que el mensaje del pueblo, no es más que la esperanza y la certeza de requerir del país que los oiga y los entienda. Lo cual, nos indica que la conexión neurolingüística está fallando en ambas direcciones.

¿Qué hacer entonces?, además de una discusión común, en la evaluación del rol que realizamos y como lo realizamos dentro del deber ser de la política nacional. Venezuela demanda una reingeniería, no solo de una parte sino de todas. La que denominamos democrática tiene que hacer un gran esfuerzo, a pesar que algunos sobreviven jugando a perder elecciones presidenciales. 

Son momentos de excelente reflexión; gobernaciones y alcadías vienen a darle el toque definitivo a un proceso que lo está ganando la “gran minoría”, es de pensar entonces que el esfuerzo es apremiante para esta mitad del país que no obtuvo los votos suficiente y requiere del piso para el futuro cercano a nivel nacional. Pero entonces, ¿cuál es el meollo del asunto, que nos perturba? 

En uno de estos tantos, nos orienta, Nitu Pérez osuna en el Diario el Universal afirmando; “También percibí, como fueron apartados los Adecos, Copeyanos, incluso gente de PJ, candidatos a alcaldes y gobernadores, como candidatos presidenciales y muchos que fuimos radicales defensores de las libertades ciudadanas a los largo de estos años”. Ignorados sectores que fundamentan la vida en sus opiniones y acciones son ignorados y menospreciados. 

A esto le incluimos, el continuismo aberrante, la falta de inclusión, ausencia de respeto a los aliados y a los ciudadanos en general, la falta de transparencia en lo regional y lo local, la complicidad de algunos factores, la falta de de coherencia en la administración de los recursos, la impunidad política en las acciones de nuestros representantes, el afán de riqueza y la falta de respuesta e interés real a verdaderos problemas de las regiones. Este es la base piramidal del problema, lo que nos llevara a abordarlo más temprano que tarde.

Abriendo caminos

Por: Edinson Martínez

Vistos los resultados del siete de octubre, una mayoría de venezolanos decidió a favor de la opción del continuismo gubernamental. El candidato del gobierno, ha debido emplearse a fondo para imponerse electoralmente, llevándose el vergonzoso mérito del uso inescrupuloso e indebido de los recursos públicos, un claro ventajismo e ilegal disposición de los bienes públicos para fines particulares que ha estado presente en todas las campañas electorales. El CNE, también en esta ocasión, fue incapaz de poner límite a dichos abusos. Especialmente en el tema de las cadenas nacionales que en momentos lucían con abierta intención de impedir la cobertura informativa en tiempo real de los eventos electorales de Capriles. Quedará para la historia la reseña de éste proceder, que sin duda, en algún momento de nuestro devenir se citará como uno de los peores momentos de nuestra institucionalidad. 

Pero, en fin, esos son los resultados y no hay más remedio que acatarlos, aun con toda nuestra molestia. El propio candidato Henrique Capriles lo ha expresado con una hidalguía de la que una pequeña porción no le vendría nada mal al candidato del gobierno. Éstos resultados, al mismo tiempo, muestran un avance importantísimo de la propuesta opositora. De 2006 – la penúltima elección presidencial – hasta el siete de octubre, la oposición aumenta su caudal electoral en 2.100.000 votos, mientras el candidato Chávez en 700.000. La oposición creció 43%, en comparación al año 2006 y el Chavismo apenas 10,5% 

El voto opositor creció en todo el país, no hay un solo estado o región donde la fuerza electoral opositora haya disminuido. Sin embargo, el voto chavista, mermó en cinco estados. En Lara, Sucre, Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro. Además de perder las importantes plazas electorales de Mérida y Maracay. 

Perdiendo se puede ganar, dice una vieja conseja, y eso es, precisamente, lo que ha ocurrido éste siete de octubre. Se abre un espacio enorme para el avance y eventual victoria electoral de la propuesta de cambio en lo que aún está pendiente por disputar.  Deja claro que el corto plazo – una vez más – no es la premisa predominante en los procesos políticos. El capital político de una propuesta se incuba por lo general en años de lucha y perseverancia, lleva tiempo madurarse y eso es lo que ahora ocurre. Con frecuencia se aludía en la campaña electoral recién finalizada al pasaje bíblico donde David venció a Goliat. Ciertamente lo venció, en un episodio lo venció. Tendríamos, entonces, que reflexionar sobre el tiempo en que David ha debido invertir para plantearse anímica y materialmente su victoria. David finalmente venció a Goliat, luego de su constancia y de muchas veces plantearse la derrota del contrario. 

Mención aparte hemos querido hacer al esfuerzo de nuestro candidato Henrique Capriles. Una entrega y devoción muy grande con claro entendimiento de la desventaja que significaba competir electoralmente con el estado venezolano, porque Chávez, no era el candidato de un partido; era el candidato del estado venezolano convertido en un gran partido político que no para en mientes para disponer de los recursos públicos. Recorrer el país en más de 300 pueblos y darle aliento a una idea, se dice fácil, pero entraña un desafío enorme. Ciertamente ha sido una epopeya moderna abriendo caminos. Henrique Capriles, además de un buen candidato, es aún mejor persona.

martes, 9 de octubre de 2012

No se acabó el mundo

Por: Teodoro Petkoff

Habría ganado Chávez las elecciones de no contar con ese poderoso instrumento que es el chantaje a los dos millones de empleados públicos, entre los cuales el miedo a perder el trabajo es inmoralmente explotado por el chavismo? Es una pregunta que Chávez y los suyos deberían hacerse. Porque, sin mayor análisis, se puede establecer que la votación del reelecto es mucho más frágil de lo que parece en ese supuesto voto "duro" de siete millones. La capacidad de intimidar del gobierno es enorme. 

Por ejemplo, uno entre muchos, todos los supuestos beneficiarios futuros de viviendas comprometen su voto por temor a quedarse sin el techo ofrecido. 

No vamos a negar que Chávez conserva todavía una conexión significativa con capas extensas de nuestra población, pero ésta viene disminuyendo lenta pero perceptiblemente. 

Con relación a Rosales, Chávez subió su votación sólo en unos 300 mil votos. En cambio, Capriles obtuvo cerca de 2 millones de votos más que Rosales. La votación de Chávez está estancada, la de la oposición va en franco crecimiento. Con relación a Rosales, a quien derrotó con el 67% de la votación, a Capriles lo venció con el 54%. Un bajonazo de 13 puntos porcentuales, que contrasta con los 8 puntos en que incrementó Capriles su porcentaje con respecto al de Rosales. No estamos dorando la píldora sino tratando de evidenciar que hay un país que adversa a Chávez, o está en trance de hacerlo, que es mucho más dinámico y abierto a revisar sus opiniones que aquella parte de la población dominada por el clientelismo y aferrada al líder que dispensa los favores. En ese país dinámico, que crece con la propia población, está el futuro. Veinte años de gobierno de un mismo ciudadano serán el mayor incentivo para este sector, que no habrá conocido más que un solo presidente en su vida. 

Chávez pronunció un discurso conciliador desde el Balcón del Pueblo. Pero picado de culebra se asusta de bejuco. Hemos oído tantas veces a Chávez enunciar los mismos buenos propósitos, para reencontrar al poco tiempo a la misma persona de siempre: agresiva, insultante, descalificadora, incluso en el terreno personal, de cualquier rival que se le atraviese, que cuando lo escuchamos hoy no podemos dejar de sentir un punto de escepticismo. Sin embargo, esta vez hay un panorama que tal vez obligue a una reflexión en Chávez y los suyos. Ganó, pero no aplastó. No puede decir que recibió un mandato para pasar por encima de sus opositores. Apareció un país de masas conscientes que no puede ser desdeñado; que exige un trato justo, democrático y respetuoso para contribuir a la necesaria gobernabilidad que el país exige para poder romper el estancamiento y avanzar. 

En todo caso queremos participar a nuestros lectores que somos los mismos de la semana pasada, y de los últimos trece años, dispuestos a mantener el espíritu de lucha, la crítica sin ambages, la palabra empeñada con ustedes y el país entero.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Será presidente


Por: Edinson Martínez
@emartz1

A pocas horas del que con seguridad, desde 1998 hasta el presente, será el proceso comicial de mayor trascendencia que hayamos vivido los venezolanos. Escribo éste artículo convencido de la victoria del candidato Henrique Capriles Radonski, es una afirmación resultado de las evidencias que todo éste lapso de campaña han acumulado a su favor. Su visita y recorrido en más de trescientos pueblos del país a un ritmo enloquecedor, de exigencia física e intelectual apto para muy pocos, han despertado un entusiasmo solo comparable al generado en sus buenos tiempos por el presidente saliente. Ver las imágenes por televisión apenas nos da una idea de la euforia popular del tamaño del respaldo; sin embargo, vivirla de cerca, desde adentro de la multitud, es un espectáculo francamente impresionante.

Los instantes en que llega el candidato o intenta abrirse paso entre las personas, su misma despedida, se convierten en momentos de explosión emocional incontrolables. Un par de veces me tocó presenciar, asistir y caminar en esos recorridos, les aseguro que no es nada envidiable sentirse estrujado, empujado, magullado y literalmente arrollado por la gente poseída de una euforia indescriptible. Me tocó verlo pasar a poca distancia virtualmente en el aire entre miles de brazos y manos desesperadas por tocar aunque fuera un pedazo de su camisa. Gritos que se escuchan desde todos los puntos cardinales y mujeres de todos los colores y tamaños bregando desde alguna altura, en maromas equilibristas que desafían la cordura,  intentando  tomarle una foto. Es una “locura” de verdad.

Ganará, no abrigo duda alguna. Capriles será presidente y aprovecho lo que me resta de espacio para expresar un trío de inquietudes.

1) Aspiro como creo lo ambicionan la mayoría de los venezolanos, una regeneración de la política, un relevo de las ideas y modos de hacer política en el país. Tal vez resumidas en estos pocos enunciados: Decencia, modernidad y eficiencia en la gestión pública.

2) El impulso de una nueva ética gubernamental que ubique al estamento público, como servidores de la gente y no al revés. El ejercicio público es para los ciudadanos y en ningún caso de modo contrario. Esa idea según la cual el pueblo debe agradecer y bendecir a todo aquel que cumpla con su trabajo, bien porque construya una obra o inaugura algún servicio, y, por ello celebrarlo con fuegos artificiales y adular hasta al cansancio al benefactor, debe ser desterrada en una nueva y moderna gestión pública. Y

3) Relevo generacional sin menosprecio a la representatividad que la experiencia de otros puedan ofrecer, pero definitivamente abrirle paso a un país cuyo talento profesional se ubica abrumadoramente en una población comprendida entre los 25 y 45  años.

Desde luego que son muchas las reflexiones que pueden plantearse en un tiempo como el que vivimos, en el país y en el mundo. Pero seamos modestos, acompañemos e impulsemos los cambios que una nación como la nuestra requiere para un mejor porvenir. Hemos perdido oportunidades en todos estos años, descendido en aspectos que creíamos consolidados,  – la descentralización pública y fortalecimiento institucional de las regiones, por ejemplo – pero siempre hay espacio para el  optimismo, para levantarse después de la caída y construir el futuro a la medida de los mejores sueños colectivos. Sí otros han podido, por qué los venezolano no habríamos de poder.  

martes, 18 de septiembre de 2012

"Tiempos de dictadura"

Por: Adelso Gonzalez Urdaneta

Son los "Tiempos de Marcos Pérez Jiménez", como lo dice la magnífica película del amigo y compañero en estudios y en luchas comunes Carlos Oteyza. Personalmente tuve el honor de ser invitado por él a la Premier de la película, que compartí con el numeroso público y con mi esposa. Tanto ella como yo vivimos, luchamos y padecimos alrededor de las inclemencias de aquel bochornoso momento histórico, y esto nos ayudó mucho, como a tantos otros invitados, en el vivo recuerdo de aquel ayer. 

La carga emocional nos invadió poco porque las vivencias más crueles de la dictadura de entonces fueron presentadas en la narrativa de la película con fina objetividad, en la voz de sus autorizados y acreditados comentaristas (Pompeyo Márquez, José Agustín Catalá, Isabel Carmona, Simón Alberto Consalvi, Oscar Yanes, Américo Martín...), sin entrar en la siembra de nuevos y actualizados odios, tan dañinos en el quehacer político venezolano, ahora repetidos y profundizados con el mal ejemplo de nuestro primer servidor público, empecinado en esa mala siembra con su negativa prédica conflictiva y divisionista, que tanto daño nos ha hecho a todos. 

La fotografía histórica de la dictadura militar pérezjimenista está en la película bien tomada, a los ojos nacionales e internacionales; revela con objetividad la crueldad con los luchadores contra ella y la siembra del miedo en la sociedad y en la calle, así como el esfuerzo gubernamental de entonces por llenar de obras públicas el edificio nacional, como para hacer olvidar el sufrimiento imperante. Uno de los elementales objetivos de la película, dicho por el mismo Carlos Oteyza, es el de contribuir en hacer perder el miedo; y lo logra, pues estimula la inconformidad y la lucha contra lo malo, mucho más al tratarse de los derechos humanos y de la esencia democrática que debe adornar a cualquier modelo político hecho régimen de gobierno. La gente cada vez aprende más sobre lo que debe ser y no debe ser un gobierno verdaderamente democrático. 

En ese aprendizaje va adquiriendo mayor conciencia de los males que causa a la Nación y a todos los venezolanos una dictadura, militar o civil. Sobre esto, en la actual situación política hay muchos, de Venezuela y de la comunidad internacional, que están convencidos, y lo plantean, de que ahora estamos en una Dictadura. Personalmente no comparto tal opinión, como tampoco creo que vivimos en una real Democracia. Entonces, ¿qué tenemos?, me preguntan al escucharme. 

Mi respuesta es muy sencilla: un híbrido gubernamental, especie de mondongo venezolano, donde el signo del personalismo autoritario es determinante. A propósito de la película, personalmente me he propuesto ofrecer una contribución más, sobre todo al magisterio y a nuestra juventud que lucha por sus sueños e ideales, al desenmascaramiento de una dictadura militar, con el esfuerzo de un libro vivencial-testimonial: Un maestro entre barrotes. Memoria de un preso político de la dictadura militar pérezjimenista.19511958.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Falta poco

Por: Edinson Martinez
@emartz1

Si hay alguna región de Venezuela donde se justifique en toda su expresión un cambio de gobierno. Esa es, la Costa Oriental del Lago de Maracaibo. Todos los indicadores de empobrecimiento muestran un crecimiento progresivo en tiempos en que el gobierno ha disfrutado de precios petroleros que jamás se imaginaron. Esto nos lleva de modo inevitable a una comparación con los años previos al gobierno chavista. Comencemos por decir que en aquellos años, las cotizaciones del crudo lograban ubicarse en promedios que hoy dan risa. Con todo y el modelo injusto del reparto de la riqueza, los efectos de la bonanza petrolera de algún modo impactaban medianamente en positivo esta parte del país. Al contrastar aquellos tiempos con los días que discurren, el saldo es de un alarmante desbalance. Las obras de infraestructura que aún se mantienen en pie, descuidadas y abandonas en el presente, se realizaron en los gobiernos precedentes. Dos zonas industriales se construyeron desde finales de los 60´ hasta comienzo de los 90´, amén de la extensa franja de empresas e industrias ubicadas en toda la franja de costa lacustre extendida entre Cabimas y Bachaquero. Este gobierno no puede mostrar luego de 14 años ni una sola empresa nueva instalada en alguna de las dos zonas industriales. 

Hay que ver lo que esto significa en una región que tiene una población superior a varios estados del país, entre ellos, Sucre, Portuguesa, Mérida y la tierra natal del presidente. En 1.998 el desempleo en la subregión COL se ubicaba en el 11% de la población económicamente activa. Hoy sobrepasa el 25% evidenciado en el lastimoso estado en que se encuentran las empresas sobrevivientes de éste descalabro. El gobierno en lugar de crear empleos en esta zona del Zulia, ha generado más desempleo. Expropiaciones sin sentido y luego la gerencia irresponsable de las empresas expropiadas, que mejor parece el usufructo de un botín de guerra. 

Las dos principales vías de comunicación entre el estado y el resto del país, han sido abandonadas; no se trata de que se haya hecho un paliativo o mantenimiento de menor monta, de modo intermitente, al tiempo que los enredos del centralismo y la burocracia permiten. No, - es asombroso apenas considerarlo - sencillamente, se abandonaron a su suerte y con ella a los cientos de miles de personas que transitamos por ellas. Es el caso de la ampliación de la Lara-Zulia y la avenida Intercomunal. Las plantas de tratamiento de aguas servidas que para un gobierno medianamente responsable han debido ser una prioridad…ninguna funciona de las pocas que construyeron. Tampoco el agua potable, que aún recibimos de los viejos embalses y represas construidas en lejanos años, han recibido la inversión requerida para una población que dentro de poco llegará al millón de personas. 

Cuando se escribe estas cosas uno puede llegar a pensar que los lectores de otras regiones del país, en algún momento de la lectura tal vez se detengan y las dudas le asalten sobre la verdad de éste artículo. Porque, en realidad, no hay nada racional que pueda explicar un proceder gubernamental de éste modo. Si no fuera por el hecho, de que nuestro lector sufre un apagón eléctrico de varias horas en el momento en que ahora lee éste breve relato que obligara su conclusión posteriormente. Pues, podría pensar que no es verdad lo que escribimos. Porque es como una planificación del descalabro y la destrucción la que se ha instalado en Miraflores para hacernos la vida de cuadritos. Es un gobierno de despropósitos que para fortuna de la mayoría de los venezolanos, llega a su fin en pocos días llevándose el segundo record de mayor estancia gubernamental en nuestra historia patria.

jueves, 6 de septiembre de 2012

País de las maravillas

Por: Miguel Angel Latouche

Dicen por allí que la lengua es castigo del cuerpo, que el que mucho habla mucho yerra. Somos un pueblo peculiar, nos encantan los habladores de paja. Esos que hablan y hablan sin parar. ¡Ahhh! son el alma de la fiesta, se saben todos los cuentos y todos los chistes, le ponen sobrenombre a cualquiera sin pensarlo mucho. No les importa el qué dirán, terminan bailando con la más bonita de la fiesta, comiéndose todos los pasapalos, dándole un beso a alguna reina y agarrándole las nalgas a la dueña de la casa. 

Uno de esos carajos que arrima y bocha, que nunca ahorca la cochina. Todos conocemos y hemos sufrido a algún Barbarazo, sí, claro, uno de esos de quienes se dice que acaban con tó. Si uno les pregunta por su canción preferida terminan entonando a buen pulmón, casi siempre con muy buena voz y tratando de imitar al Carrao de Palmarito, aquel estribillo, ¿lo recuerdan?, "a quién no le va a gustar pedir y que le den fiao, dormir en chinchorro ajeno con aire acondicionao". 

Así, vivimos en medio de una irracionalidad social que se condimenta con la lógica de lo Real Maravilloso. La realidad es mucho más sorprendente que la ficción. Es así como vivimos en la ficción de ese País de las Maravillas que Lewis Carroll construyó para su Alicia. En este mundo del absurdo en el cual no pasa nada, en el cual no hay problemas, en el cual todos somos felices. 

Tomamos té con la reina de corazones, perseguimos conejos y hablamos con gatos que se desaparecen a voluntad. Basta con que usted esté de acuerdo con el gobierno para que todo esté bien. Si usted por equivocación se queja pues tenga cuidado, a lo mejor lo empiezan a perseguir las cartas de la baraja. El asunto es sencillo, no se queje, no diga nada, deje de pensar. La felicidad asociada a la obediencia ciega de esta religión civil que se nos impone desde el Panteón de los Nuevos Héroes de la Patria. 

Quizás un acto de prestidigitación nos permitirá abstraernos de algunas de nuestras tragedias cotidianas: Haga usted el intento, querido lector, ponga la mente en blanco, concéntrese, concéntrese. Trate de olvidar, trate de olvidar, trate de olvidar. Asuma la fe ciega. Déjese iluminar por el halo refulgente de quien nos gobierna y ya, pronto se dará cuenta de que todo es mentira. Usted había estado siendo manipulado por unos malvados que intentan confundirlo. La verdad es que el Lago de Valencia no está contaminado ni a punto de desbordarse; el Puente que se acaba de colocar en Cúpira es más arrecho que el de Angostura; acá no asesinan a nadie, ni roban a nadie, ni secuestran a nadie. ¿Vio?, ¿ya se dio cuenta? ¿No siente usted cómo la felicidad empieza a embargarlo? Ya no hace falta discutir los contratos colectivos, ya los sueldos y salarios empiezan a alcanzar, ya cede la inflación.

No apague el televisor durante la cadena, se trata de la Palabra revelada: Los accidentes mortales son un hecho común en cualquier complejo petrolero. Nadie es culpable, esas cosas pasan. Fíjese, para muestra un botón: esos malvados montan una alharaca diciendo que las consideraciones de seguridad industrial obligan a evitar que se construyan viviendas dentro de un radio de kilómetro y medio de distancia de los sitios de producción y procesamiento. ¿Explicación? Pues se trata de vainas del Imperialismo, para evitar beneficios para las clases populares. Siga tratando de olvidar, tratando de olvidar, tratando de olvidar. Hombre, no se queje del culto a la personalidad, disfrútelo, cáleselo. A fin de cuentas vivimos en un país al revés. 

Por ejemplo: El CNE no dice nada sobre las cadenas en el ámbito de la campaña electoral, ni le preocupa la posibilidad de que se utilicen recursos públicos en la misma. La verdad es que andamos todos medio locos. ¿Cómo es que esta semana amanecimos hablando de resultados electorales? ¿No se trataba de un simulacro? ¿Cómo es que hay gente repartiendo cargos públicos? ¿No es un poco prematuro? Si fuésemos lógicos hubiéramos dicho que las maquinas resultaron y que el tiempo de votación es el apropiado y que las captahuellas en efecto no afectan el secreto del voto. Yo, lo confieso, ando un poco confundido. Ponga la mente en blanco, ponga la mente en blanco. . . 

Pero son las vainas que pasan cuando uno vive en un país sin instituciones, que escribe su historia en clave de Realismo Mágico, esperando la llegada de Melquiades y rezando para que no nos salga un Rabo de Cochino. Mientras tanto pues que viva la bagatela y los barbarazos. Los países o se enserian o se joden. Nosotros no somos serios, por lo cual estamos jodidos.

jueves, 30 de agosto de 2012

Estado obeso y débil

Por: Teodoro Petkoff

Chacumbele ha dicho que "de no haber contado con un Estado fuerte no habríamos podido hacer frente a la emergencia". El Presidente coloca la carreta delante de los bueyes. Es precisamente al revés. Mucho tiene que ver con las distintas tragedias habidas no la fortaleza del Estado sino precisamente su debilidad. 

El Estado sólo se hace presente cuando ocurre el desastre, pero durante años y años, cuando debiera estar alerta, monitoreando y vigilando la situación de las obras, entonces nunca se ve al Estado. En estos casi catorce años la situación ha empeorado porque el gobierno ha venido destruyendo sistemáticamente la institucionalidad estatal y creando simultáneamente una paralela, plagada de vicios, ineficiencia y corrupción, incapaz de garantizar las funciones elementales del Estado y que lo ha debilitado aún más. De no ser así, sólo podría explicarse como una coincidencia la cantidad de grandes males que se han abatido recientemente sobre el país. 

Pero no es coincidencia. Es que ya en los diversos ámbitos donde se ejerce la función del Estado, la infraestructura humana y física de este ya no da más, como producto de década y pico de desidia, negligencia y corrupción. El Estado no puede con las cárceles, que constituyen un verdadero tumor purulento en el cuerpo del país. Pero tampoco puede con el hampa, que le gana la batalla de cada día. Recientemente se produjo la masacre de la cárcel de El Rodeo I, una más de las que casi mensualmente, en mayor o menor escala, tienen lugar en todos los penales del país. ¿Habla esto de la "fortaleza del Estado", como asegura Chacumbele? El Estado no puede con puentes y carreteras. Recientemente se cayó el puente de Cúpira y en diversas regiones del país hay puentes caídos desde hace varios años, sin que se hayan tomado medidas para recuperarlos. Están olvidados. Muchas carreteras transforman en un suplicio la circulación por ellas. ¿Es esta la conducta de un Estado fuerte? 

La reciente explosión en Amuay, que tantas vidas humanas cobró y tantos daños materiales causó, ciertamente exige una investigación a fondo para poder pronunciarse a ciencia cierta sobre sus causas, pero hay evidencias suficientes de que, de no haber sido por la negligencia que desestimó alertas y advertencias de los propios trabajadores, la tragedia habría podido evitarse. Como habrían podido evitarse los 300 y pico de accidentes y los 77 fallecidos que jalonan la administración chavista de la industria petrolera. ¿Estado fuerte? Chávez ha debilitado el Estado cuando lo hizo crecer de 900.000 trabajadores a sus dos millones y medio actuales, la mayoría sin funciones específicas pero cobrando. Esto es obesidad, no músculo. 

Chávez ha debilitado el Estado al sustituir trabajadores veteranos y eficientes por recién llegados provistos de carnet partidista, sin ninguna experiencia. Chávez ha debilitado el Estado al vincular la estabilidad laboral a la lealtad a él y al partido. Chávez ha debilitado el Estado al envolver a sus trabajadores en una espesa neblina de miedo. Las desgracias vienen juntas porque toda la máquina del Estado está oxidada y sólo se acuerda de Santa Bárbara cuando truena.

martes, 28 de agosto de 2012

La campaña del progreso

Por: Santiago Quintero

Al aproximarse el 7 de octubre, es necesario que los tres millones cien mil venezolanos que salimos a votar el 12 de febrero, nos convirtamos también en candidatos que lleven a votar a dos o tres venezolanos que no lo hicieron en esa fecha. 

La campaña personal, esa del contacto persona a persona que lleva el candidato Capriles, es la misma que cada uno de los electores primarios debe hacer para conquistar la confianza e intención de voto de la pareja o el trío que nos acompañará el día de las elecciones. 

Ésta es una variable de suma importancia. El venezolano es sumamente afectivo, emocional. La campaña electoral se convierte en ese nivel en la campaña personal de cada venezolano por su futuro y el de su familia. Hay que verle la cara a la gente, mirarla directamente a los ojos, escucharla no sólo con los sentidos sino tambien con el corazón, tocarla, para que fluya plenamente la comunicación que siembra la confianza. Y es esa confianza la que lleva a la cooperación, a la sinergia, al trabajo efectivo en equipo. El Espacio Físico Electoral y el Espacio Situacional de cada Centro de Votación deben dominarse para que el Activismo y la Movida del Progreso cumplan con sus objetivos. 

El Espacio Físico debe mapearse, para identificar en él a los electores que luego alimentarán la cadena electoral. 

 De igual forma debe identificarse a los voceros por cuenta propia e integrarlos en forma inclusiva en la campaña. Allí están todos los emprendedores: el taxista, el buhonero, el albañil, el electricista, el carpintero y otros artesanos, los profesionales y técnicos autónomos, en particular médicos y odontólogos, los pequeños y medianos comerciantes, bodegueros y quiosqueros, los arrendadores de habitaciones y viviendas, trabajadores domésticos y todos aquellos que trabajan autónomamente para levantar a sus familias. 

El espacio situacional tiene que ver con el desempeño adecuado de las funciones asignadas bajo diferentes escenarios. La comunicación operativa y fluida entre los actores activistas, los progresistas y los testigos electorales, es capaz de hacerle frente a cualquier riesgo o amenaza externa. Vencer el miedo a comunicarse es la primera gran victoria, la requerida para convertir las voces en manos que se unen para lograr el triunfo común. Y ello es posible si se asume con compromiso la campaña personal por el progreso de todos por igual.