lunes, 26 de noviembre de 2012

(Para UN) DEBATE NECESARIO

Por: Pompeyo Marquez

Amigos y compañeros plantean la necesidad de debatir, discutir las nuevas realidades y los cambios que necesariamente se deben operar en la política de la disidencia para detener y derrotar al monstruo del totalitarismo que amenaza a Venezuela, que quiere dar pasos apresurados a partir de una lectura equivocada de los resultados de las elecciones del 7-0. Como en toda justa electoral hay quien gana y quien pierde. Pero hay que calibrar cómo se gana y cómo perdió el contrario. Lo real es que de esas elecciones brota una realidad que tendremos que debatir, como decíamos antes, con cabeza fría y corazón ardiente. Y ella es que Venezuela es un país dividido en dos mitades, y una mitad no le puede imponer, a menos que quiera intensificar la crisis política mediante la violencia, un cambio de régimen a la otra mitad. 

Eso es lo que quiere hacer la autocracia al aspirar implantar un poder comunal contrario a la Constitución Nacional. Sería un cambio de la estructura política-territorial de la República establecida en la Carta Magna. Sería la eliminación de la descentralización, del voto directo universal y secreto, el mandato constitucional que la soberanía reside en el pueblo que la ejerce a través del sufragio libre; la virtual eliminación de gobernaciones y alcaldías. En fin, modificar sustancialmente el modo de vida con amenazas directas a la propiedad, como se puede observar en el llamado “plan de gobierno” del autócrata 2013-2019. 

El debate sobre el reexamen del país y las estrategias a seguir durante este período está planteado, pero el debate del momento, el que forma parte de estas elecciones de gobernadores es éste de la amenaza del poder comunal, distinto a los Consejos Comunales, forma de organización de las comunidades, colaboradoras de las alcaldías especialmente. Hay que enfrentar con razones este engendro fracasado en distintos países –fuimos testigos del desastre de las comunas chinas que dieron paso a la “revolución cultural” después del “salto adelante”–. Hoy los chinos vuelven al sistema de municipios. Hay que enfrentar a los que llevan al país al desastre, al caos, como se puede demostrar políticamente en el curso del debate. 

Los otros temas los dejamos para después de diciembre. Tenemos una autocracia militarista, nada es eterno, ni homogéneo. Saber unir todo cuanto se pueda unir contra este régimen y conquistar el funcionamiento democrático del país, la libertad y la justicia social son tareas que estarán presentes en la lucha de estos días por conservar y desarrollar los espacios que tenemos conquistados con esfuerzos y sacrificios. ¡A votar el 16 de diciembre!

viernes, 23 de noviembre de 2012

La abstención: una ruta hacia el naufragio

Por: Argelia Rios

Tras su triunfo en las presidenciales, el oficialismo busca ahora cerrar el círculo con una victoria aplastante sobre sus adversarios en las regionales de diciembre. En el plan de vuelo de la nomenclatura no cuenta solamente el número de las gobernaciones que se puedan obtener: como en las parlamentarias de 2010, el número de votos representa un dato esencial, que definirá la correlación de fuerzas políticas en Venezuela y, como es lógico, el apresto con que cada una de ellas asistirá a las batallas que Chávez anunciará el 10 de enero, cuando comience el nuevo sexenio. A los escépticos y pesimistas no les faltan razones para dudar de la suficiencia de la estrategia electoral de la MUD, pero -al menos por ahora- sólo cabe desafiar al poder participando masivamente, para dejarle en claro que nadie está dispuesto a colaborar con el propósito de impedir que "el proceso" logre instalar una atmósfera de acatamiento, obediencia y rendición general. Si el electorado de la MUD no asiste a las urnas, la oposición se arriesga a que su votación experimente una involución de consecuencias muy serias en los desarrollos futuros de la política. 

Un retroceso, producto de la desilusión, la ignorancia o la irresponsabilidad, minaría severamente la capacidad de resistencia de los venezolanos, que necesitamos acopiar ánimo y determinación para encarar los seis años que, en teoría, tenemos por delante. La docilidad que el Gobierno busca tiene su germen precisamente en la abstención y desmovilización de quienes, desencantados por los resultados del 7-O, son presas fáciles de las maniobras del aparato de propaganda del régimen, que nunca ha dejado de trabajar para fabricar un clima de resignación y de inexorabilidad revolucionaria. Es verdad que la oposición requiere revisar su agenda política para optimizar su desempeño en una lucha que trascienda de lo estrictamente electoral: sin embargo, también es verdad que el voto constituye un eje fundamental de su hoja de ruta, sea cual sea la característica que ella adquiera tras su necesaria evaluación.

La revolución -que internamente reconoce los avances de sus contrarios- busca precisamente reventar la estrategia incrementalista adoptada por la MUD en el 2006, para dejar sin política al país no chavista, que -náufrago y sin brújula-, se resignaría finalmente a los designios del comandante y su "proceso". De este modo, quedaría pavimentada la autopista que conduce hacia el "chavismo sin Chávez", cuya viabilidad no depende del triunfo electoral del chavismo, sino de otro tipo de victoria política: ésa que se alcanza en el campo de las percepciones, donde, por la vía de la rendición, la revolución habrá garantizado su largo plazo, sin Chávez a la cabeza.

16-D: Victoria sospechosa y sin protesta

Por: Agustin Blanco M.

La expresión es muy utilizada entre los militantes de las oposiciones: ¿Cuándo, cómo, en qué terminará esta tragedia? Y se intensifica después del 7-0 porque el colectivo compró el mensaje de que era la última oportunidad de salir por la vía democrático-electoral del golpista presidente (GP) y su régimen. Y al estar frente a los resultados de la victoria gubernamental, los mismos dirigentes que les hicieron creer en el fin del chavismo, les dicen ahora que hay que esperar 6 años más para sacarlo. 

En ese momento, como dice, Teodoro Petkoff (Glob., 18/11/12), el chavismo triunfó pero está en plena declinación, de modo que la oposición ya tiene nueva fecha para ganar: diciembre del 19. Y este es uno de los dirigentes y analistas estrellas de la MUD. Se quiere ocultar de este modo que el 7-0 significa la reconfirmación de la hegemonía que ejercía el chavismo y ratifica al GP como el dueño incondicional de este expaís. Antes del 7-0 ya todos los poderes estaban en sus manos. Pero la "oposición" seguía vendiendo la mercancía de que el voto democrático podía enfrentar y vencer al régimen. Muchas veces se dijo que un fracaso el 7-0 llevaría a establecer definitivamente el comunismo. 

El triunfo entonces era indispensable. Y se aseguró que cualquier evidencia de fraude-trampa, se leería como una autorización para que la "oposición democrática" aplicara las medidas de protesta necesarias para garantizar el respeto a la voluntad popular. De allí surge, nada menos, que la tesis del "Plan B". Y esto significaba que la victoria oficialista debía estar muy bien fundamentada porque de lo contrario no sería convalidada. Pero nada de eso ocurrió y vimos al régimen en pleno reconocimiento de la oposición democrática y el liderazgo que tanta falta le hacía a la revolución. El descontento de la mayor parte de los 6.5 millones de votantes se manifestó. Los dirigentes comenzaron a ser vistos como sospechosos. Y en medio de la protesta, confusión y descrédito de la MUD y del propio excandidato, surgen voces que tratan de salvar la situación.

En este sentido, Antonio Ledezma, al ser nombrado coordinador de la campaña de los candidatos a gobernadores, dice que la victoria del GP fue sospechosa. Es decir, que se aparta del señalamiento que afirma que no hubo fraude y que se perdió porque no se consiguieron los votos. Y cuando le advierten que hablar de fraude en las elecciones del 7-0, puede ser visto como un llamado a la abstención, el dirigente llama a "votar bajo protesta". Y eso significa que viene otra victoria sospechosa y que, a pesar de saberlo, hay que ir a votar aunque en señal de protesta. Y quien se presenta como "otro salvador" sólo logra aumentar las sospechas sobre muchos de sus colegas MUD, cuyo fraccionamiento hoy nadie puede dudar. Y al fraude-trampa, aunque sea por otra vía, le esperan unas cuantas ediciones. Porque una vez que el mapa político-electoral termine de enrojecerse el 16-D, gracias al fraude-trampa permitido, convalidado y legitimado, saldrá a flote una nueva "reingienería del poder" y se procederá a la radicalización del proceso revolucionario. 

Una profundización que apuntará hacia la imposición del socialismo, versión siglo XXI, mediante la puesta en práctica de la acción comunal que servirá como entidad de control político a la cual se le transferirán funciones hoy encomendadas a la Presidencia, Asamblea, Gobernaciones, Alcaldías. Y será ese poder en manos del pueblo el que, en lo sucesivo, procederá a elegir directamente sus conductores. Estaremos entonces en pleno Comunalismo y ya no hará falta el agotado CNE ni las desacreditadas elecciones de la V República. Estas serán públicas y a mano alzada. Y para ello se ha puesto a andar lo que se ha dado en llamar la Constituyente Originaria. Tratan ahora de recoger lo que no les hacía falta en el período de convivencia con la llamada democracia y el capitalismo. 

La radicalización y la imposición del Comunalismo exige el derrumbe de las actuales instituciones para dar paso a las populares y socialistas del siglo XXI. La llamada reingeniería pondría todo el poder en el pueblo y éste sería el único polo decisorio. Por supuesto que en todo esto jugaría la politiquería llamada a utilizar esa fuerza popular en beneficio de los mismos poderes mediático-autoritarios que han prevalecido hasta el presente. El poder del pueblo sería sólo la fachada que viene a sustituir la democrática que tan buenos dividendos pagó en los inicios de la revolución pacífica pero armada. Como puede verse esta tragedia por los momentos no tiene término. Parece más bien estar en sus inicios. La programación para establecer el comunalismo está en plena marcha.

Por ello reiteramos que nos esperan tiempos muy duros porque estamos ahora frente a un proyecto comunal, expresión de una violencia-imposición, ante la cual no se interpone ningún proyecto opositor. Por eso, después de lo que será la victoria sospechosa y sin protesta del 16D, el comunalismo seguirá su marcha a paso de vencedores y pronto puede tener postrada una buena parte del colectivo. ¿Seguiremos apegados a los legitimadores de las oposiciones o seremos capaces de emprender acciones no violentas como las que propone disidencia12.blogspot.com, como una manera de buscar la confrontación con todos los poderes que adelantan la destrucción de este expaís? ¡Qué historia amigos!

miércoles, 21 de noviembre de 2012

La revolución de los nombres

Por: Alberto Arteaga Sanchez

Una de las características de esta etapa de la vida venezolana ha sido el persistente cambio de nombres promovido desde el poder y -lo más grave- asimilado complacientemente por todos, lo que implica aprobación y justificación consciente o inconsciente. 

Ya hemos incorporado a nuestro lenguaje la expresión "cuarta república" que, al decir de doctos en historia carece de todo sentido; utilizamos la expresión "puntofijismo" como sinónimo de pacto corrupto, cuando se trató de una fórmula democrática para conseguir un acuerdo de gobernabilidad; adoptamos como fecha patria el "caracazo" como sinónimo de gesta popular precursora de nuevos tiempos; e identificamos un golpe de Estado como el del 4F y la destitución de un Presidente utilizando como instrumento político a la justicia como incidencias del acontecer republicano, siendo así que fueron desconocidas, sin más, las exigencias del Estado de Derecho. 

Ahora, siempre en el campo que guarda relación con la justicia, se ha generalizado la expresión "privados de libertad", en lugar de presos; se ha repetido una y otra vez que no hay presos políticos sino "políticos presos"; se señala que hay "peculado de uso" cuando se utilizan, sin más, espacios públicos para fines ajenos a los intereses del Estado y se llama "ventajismo oficial" al evidente abuso del poder en favor de una parcialidad política. 

Y lo más grave, como ha dicho Carlos Raúl Hernández, es que asumimos este nuevo vocabulario con aparente normalidad aceptando ahora que el cerro de Caracas no sea "El Ávila"; dejamos de llamar "negro" a nuestros más queridos amigos; o renegamos del sistema democrático por culpa de "todos los líderes corruptos" que dominaron la escena política. 

Pero, refiriéndome a lo que toca mi materia, quiero insistir en que no es correcto utilizar la expresión privados de la libertad, ya que de la libertad no se puede privar a nadie, a menos que se le dé muerte y a pesar de que en los antros penitenciarios es la propia vida la que se encuentra en riesgo; ni tiene sentido hablar de "políticos presos" para negar la condición de "presos políticos" porque, en definitiva, preso político o perseguido político es todo aquel que lo sea por motivaciones predominantemente políticas y un político preso pareciera indicar que lo está por ser político, como en efecto ha ocurrido entre nosotros; no hay "peculado de uso" por el empleo de un local del Estado con erogaciones de personal, luz y otros gastos, evidente peculado propio por la desviación de fondos para fines ajenos al servicio público; ni podemos hablar de simple "ventajismo" cuando se conmina a funcionarios a votar por un partido o se favorece una opción electoral, ni cuando se invierten fondos públicos en una campaña, hechos constitutivos de delitos de corrupción según la ley de materia. 

En definitiva llamar a las cosas por sus propios nombres es ser fieles a la verdad, resaltar la fuerza de las instituciones y exaltar la importancia de la tradición de un pueblo.

martes, 20 de noviembre de 2012

El reto del movimiento Democrático

Por: Gonzalo Gonzalez

El profesor Demetrio Boesner escribió en su columna del diario El Nacional en relación al desempeño futuro de la oposición democrática recomendando que ella debía: “continuar haciendo lo mismo pero hacerlo mejor”; el Profesor tiene razón, pero solo en parte. Es obvio que el movimiento democrático agrupado en la MUD ha tenido muchos aciertos en su andadura y esa asertividad se ha traducido en una creciente fortaleza tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo de la oposición y por lo tanto ese capital político debe ser conservado y acrecentado, empezando por mantener, fortalecer y ampliar la Unidad como estrategia para confrontar a las fuerzas regresivas que dirigidas por Hugo Chávez tienen secuestrado al Estado. Ahora, perseverar en todo lo hecho y hacerlo mejor no garantiza adquirir la fortaleza suficiente para desplazar al Chavismo del poder, hay que mejorar lo realizado pero es crucial hacer otras cosas también para crear una nueva mayoría político-social y neutralizar el inmenso aparato creado por el régimen para mantenerse en el poder. 

Las causas de la derrota sufrida el 7/0 y la magnitud de la misma no tiene una sola explicación sino varias y complejas razones que es necesario debatir y desentrañar para corregir los errores cometidos, superar las deficiencias pero también y eso es quizás lo mas importante adoptar las políticas necesarias para fortalecer la condición de alternativa de poder de la coalición democrática. Hemos avanzado mucho, mas no lo suficiente en términos de poder y capacidad de presión y es en este punto en donde radica la clave para detener el intento de imponer en Venezuela el modelo Castrista. 

Buena parte del cuerpo social considera positiva la acción del actual gobierno, otro sector que lo votó está insatisfecho. El primero no quiere arriesgar los beneficios reales o supuestos de la gestión y el segundo es víctima de la intimidación y el miedo o ha preferido malo seguro a bueno por conocer. En estos dos segmentos está el posible, granero de respaldo para construir esa nueva mayoría político-social necesaria para cambiar las cosas. 

El Movimiento Democrático y su instrumento la MUD se han comportado básicamente como fuerza electoral en el marco de una sociedad llena de conflictos e insatisfacciones porque sus carencias y problemas no solo continúan estando presentes sino que han aumentado. El país no marcha bien y esto lo comparten sectores que han votado a Chávez, sin embargo la oposición no ha podido o no ha sabido como atraer a sus filas a esos sectores descontentos y eso quizás se deba en gran medida a que las fuerzas democráticas solo combaten al régimen en el campo electoral y han descuidado lo social y lo reivindicativo. 

La MUD tiene que trascender lo meramente electoral e ir al encuentro de los ciudadanos que diariamente entran en conflictos sociales y reivindicativos debido a la incapacidad, ineptitud e inconsecuencia de quienes hoy gobiernan. Debe convertirse el movimiento unitario en portavoz de las reivindicaciones populares, en promotor de las luchas sociales, en acompañante de todos aquellos sectores inconformes. Las circunstancias propias de cada lucha recomendaran el rol a desempeñar, pero lo importante es tener posición y presencia , hacer sentir a quienes protestan que no están solos que cuentan con la solidaridad y el acompañamiento de la oposición. La transversalidad de los problemas del ciudadano común puede facilitar la comunicación con ellos.

Es vital para la creación de una nueva mayoría debilitar el posicionamiento del Chavismo como reivindicador y defensor de los intereses del pueblo, la falsedad de su discurso y su acción de gobierno debe ser desenmascarada y para lograrlo es necesario insertarse en las luchas diarias del ciudadano común, promover la agitación y la desobediencia civil. La calle puede convertirse en un recurso de mucha utilidad si sabe utilizar. 

Hay que estar claros en que las cosas no van a mejorar y los problemas y carencias que aquejan a la población no van a remitir por cuanto seguirán gobernando los mismos, con las mismas ideas y los mismos procedimientos ya fracasados. Por tanto la oposición está ante el reto de liderar y ofrecer una alternativa al previsible fracaso de quienes pretender imponer un Sistema fracasado y contrario a la libertad, la inclusión, el progreso y la justicia para todos.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Nada nuevo bajo el sol

Por: Edinson Martínez
         @emartz1

Todo parece indicar que al cierre de este año tendremos un nuevo record de importaciones en Venezuela, probablemente una cifra superior en más de un 11% a la registrada en 2011. Para el 2012 una cantidad mayor a los 52 mil millones de dólares se habría destinado a cubrir compras en el exterior. La sobrevaluación del bolívar, el estancamiento en la producción de bienes y la política de compras externas del gobierno, sustentada en la extensa variedad de acuerdos comerciales internacionales. Se conjugan para dejarnos una economía que cada año supera con creces los niveles importadores de cada ejercicio fiscal anterior. 

Según las previsiones gubernamentales para el 2012 - Giordani-Merentes-El Juri – la economía nacional crecerá 5% en comparación con el 4.2% del año pasado. Habría que agregar que las importaciones en 2011 crecieron en un 15% como consecuencia de ese crecimiento impulsado principalmente por el petróleo. Para este año, las importaciones de igual modo cerrarán con un crecimiento más que proporcional y un estancamiento de la inversión. Es un crecimiento como alguna vez, en aquellas lejanas clases de economía en la facultad, se nos explicara como un crecimiento sin desarrollo. 

Naturalmente, no puede haber desarrollo con una economía que engulle en importaciones de todo género, lo que produce por vía de la exportación de su único producto de venta al resto del mundo. En la literatura especializada este tipo de economía, se define desde hace mucho tiempo, como economía de puerto, especie de rémora del subdesarrollo, que sí además le agregamos la condición de materia prima que constituye el producto de exportación, la definición no admite ninguna discusión. 

Varios de los países bajo clasificación de tercer mundo, comenzaron a dejar atrás hace algunos años esta condición de economía de puerto, hicieron esfuerzos en reformas y políticas económicas  que permitieron ampliar su base productiva, diversificar su economía y hacer del gasto público una palanca para el crecimiento y desarrollo. No estaría demás citar a título de simple mención los casos de Chile, Colombia y Brasil, caso aparte. Mientras esto sucede, en Venezuela vamos en sentido inverso a las tendencias exitosas, solazándonos en unos indicadores macroeconómicos de ficción. 

Un gobierno cuya prioridad es su agenda política, solo viable con un modelo de crecimiento económico como el que se ensaya, deja poco espacio para la productividad y la diversificación del aparato productivo. Las exportaciones no petroleras, por ejemplo, desde hace mucho tiempo no representan mayor cosa en el menú exportador del país. En 2011 fueron inferiores a las de 1998 y este año no prometen nada distinto. Siendo que justo en estos años ha habido un escenario internacional de aumento de precios que bajo otras circunstancias nos habría favorecido, particularmente en las cotizaciones del hierro, aluminio y acero. Pero, ya todos sabemos, el destino que ha tenido el complejo de empresas básicas de Guayana. 

Nada nuevo bajo el sol en materia económica tendremos al cierre del 2012 y continuará la misma tendencia en los siguientes años mientras haya gobierno con ésta perspectiva y un barril petrolero sobre los 100$

viernes, 16 de noviembre de 2012

¿Constituyente?

Por: Teodoro Petkoff

En estos días el gobierno puso a circular la idea de una Constituyente. Rápidamente, sin embargo, la especie fue desmentida, entre otros por el propio Elías Jaua. Se aclaró que lo así denominado era, en verdad, el proceso de debate, supuestamente nacional, sobre el plan de gobierno 20132019, que convoca el PSUV, invitando a participar a cuanta institución existe, oposición incluida. Sin embargo, esta súbita aparición pública del término "constituyente", con todas sus connotaciones, no es gratuita ni se puede creer que se trate de un lapsus de quienes así denominaron lo que en el fondo es una discusión partidista, con su piquete electoral. 

Parece, más bien, el primer paso de una operación a mediano plazo que probablemente tiene en mente Chacumbele, que es la de convocar una Constituyente para insistir con el proyecto de reforma constitucional que fue rechazada en 2007. Ese primer paso fue el de poner al país político y a los medios de comunicación a hablar del tema, a "inflarlo". Ya la idea de una Asamblea Constituyente comenzó a flotar sobre el país. 

Desde luego, no se trataría de convocarla para este mismo año, sino el próximo. 

Chacumbele cree que, a partir de su triunfo el 7-0 y estimando una suerte de arrase en las elecciones de gobernadores, debido a la abstención de sus adversarios, esta vez la cosa sí le saldría como quiere. ¿Por qué ese afán? Es comprensible. Chávez necesita darle constitucionalidad a varias de sus jugadas, realizadas al margen de la Carta Magna, como por ejemplo hacer que el Banco Central financie al gobierno, prohibido en el texto constitucional. Pero, en particular, Chávez necesita una Constituyente para darle piso y techo constitucional a la creación del Estado comunal, que es ahora su gran proyecto, el que cree "histórico", el que lo hará pasar a la historia. Como se sabe, en la Constitución vigente, Chávez considera que el gobierno se anotó varios autogoles. Pero tenía que ser así porque para la época Chávez no tenía la menor idea de lo que podía ser una revolución en este país y cuáles las reformas institucionales que debían caracterizarla. 

Por eso el texto que salió de la Constituyente fue una versión ampliada de la Constitución de 1961; el cual, al poco tiempo, el Presidente comenzó a considerar como una camisa de fuerza. Adaptar la de 1999 para reforzar el poder de la Presidencia, o sea, el de él mismo y a lo que ahora Chávez piensa que es el socialismo, requiere su reforma. La idea, derrotada en 2007, quedó pendiente para una ocasión más favorable. Piensa Chávez que podría ser esta, pero para ello requería no sólo de su propia reelección sino acabar o reducir el peso de la oposición en las gobernaciones, de las cuales controla una tercera parte. De modo que si lograra este propósito el 16-D, debido a una abstención crecida de sus adversarios, no sería de extrañar que el 2013 tengamos Constituyente. Ya pasamos por la experiencia de 2005, cuando se entregó de gratis a Chávez el Parlamento, con las nefastas consecuencias que ello tuvo. La abstención, pues, repitiendo el error de 2005, sería una opción suicida.

jueves, 15 de noviembre de 2012

¿Poder eterno?

Por: Carlos Oteyza

Pareciera que el poder, en cualquier época, tiende a modelar el comportamiento de los que permanecen aferrados a él. Podríamos decir que los nubla y les hace perder las perspectivas del futuro, como si el presente se ensanchara groseramente y no hubiera cabida para otra forma de vivir sino ejerciéndolo, disfrutándolo para siempre. 

 De las lecturas hechas sobre cómo se manejó el poder durante la década de los 50 del siglo pasado, cuando la dictadura de Pérez Jiménez, siempre nos dio curiosidad saber si quienes lo ejercían en aquellas circunstancias dictatoriales se hacían preguntas como si podría la dictadura permanecer por décadas o si era posible vivir eternamente sin libertad de prensa; o acaso creían que de verdad el Nuevo Ideal Nacional iba a parir un nuevo venezolano obediente, adicto a los desfiles militares, sin preferencias partidistas. 

Quizás algunos veían su propia permanencia en el poder solamente como una etapa necesaria, como una contribución momentánea porque un sistema de gobierno alternativo se volvería a instalar. ¿Y los que ejercieron la represión asesinando, aplicando torturas y vejaciones a los adversarios políticos, no pensarían nunca que estas violaciones sistemáticas, efectivas en un momento, eran insostenibles en el tiempo? ¿No pensaron ellos en su futuro, en el de sus hijos? ¿Sería que el poder que ostentaban y los avatares por defenderlo no les daban tiempo para hacerse preguntas como "¿y después? ¿Qué será de nosotros cuando esto termine?" ¿Acaso abusar permanentemente no genera dolor, odios y posibles retaliaciones futuras? ¿Había tiempo para hacerse esas preguntas? ¿Se las hicieron? ¿Era pertinente hacérselas? 

En todo caso, lo que sí sabemos, es que el régimen perezjimenista un buen día se acabó. Lo que vivimos hoy no es, por supuesto, el calco del siglo pasado, pero el calibre del actual gobierno ha ido en aumento desde 1998 y una autocracia petrolera se ha ido consolidando. No es la tortura al estilo de la Seguridad Nacional lo que predomina hoy, pero la sumatoria de abusos desde todas las instancias del gobierno nos hace recordar que el comportamiento de los que detentan hoy el poder se parece cada día más a los que en aquella década lo manosearon. 

 Nos da la impresión de que algunos lo ejercen asumiendo que están cumpliendo con una obligación histórica: crear ­como en los años 50­ un nuevo venezolano, por lo tanto todo se vale. Las arbitrariedades de hoy son el costo que habría que pagar para parir el hombre nuevo del mañana. Muchos otros parecen considerar que les llegó el turno de mandar, y que si el ventajismo y los abusos son la norma que el régimen autocrático exige, ¿por qué no plegarse? Mantenerse en el poder exige fidelidad a la causa, y si la causa transgrede y abusa, "razones habrá", considerarán los fieles. 

 Desvincularse de responsabilidades individuales al gobernar repartiendo abusos, considerar que la estadía en el poder puede ser permanente, evitar hacerse preguntas incómodas en pleno goce de la autoridad, responder con arrogancia al desacatar las leyes, no son comportamientos novedosos. Tampoco lo es preguntarse si el poder puede ser eterno.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Amanecerá y veremos

Por: Edinson Martinez

Varios son los aspectos que en materia económica enfrentará el nuevo periodo de gobierno de Hugo Chávez. Comencemos por pasearnos por el tema de la inflación, dolor de cabeza gubernamental desde casi todo el extendido mandado chavista. Venezuela continúa exhibiendo hasta el momento la más alta del continente, no obstante la mengua que en recientes meses ha experimentado, – según cifras oficiales, sobre las cuales, una reserva de juicio tiene absoluta pertinencia – paradójicamente cuando el gasto público ha manifestado su mayor crecimiento. 

Por otra parte, el aspecto del crecimiento económico de modo sostenido y diversificado que nos haga salir del atraso y de la crónica dependencia de la exportación petrolera como fuente casi única de divisas y sostén económico de la nación. Esto configura una de los mayores fracasos de la gestión presente. El petróleo en lugar de haber transformado nuestro aparato productivo por vía de sus ingentes recursos, - reclamo perenne en nuestra historia económica - ha terminado repitiendo el mismo ciclo dependiente y de vulnerabilidad de las décadas precedentes. 

Y, finalmente, el tema de la política cambiaria. Venezuela lleva casi una década de control cambiario; es hasta ahora, el mayor tiempo que en nuestra historia ha durado un control de cambios. También es, probablemente, el único caso en que dicha medida antes que por razones meramente económicas, su permanencia por tan largo periodo, es una consecuencia de la visión política de quienes gobiernan. Ha sido, en efecto, una política de Estado y no una contingencia, cuya pretensión es sostenerla indefinidamente en el tiempo. 

Estos tres aspectos motivarán decisiones en el corto y mediano plazo siempre y cuando el escenario económico mundial se modifique sustancialmente. Hasta el presente la variable que ha dominado todos los escenarios de desempeño económico ha sido la cotización del barril petrolero, tendencia de precios elevados que han permitido el dispendioso gasto público y la discrecionalidad presidencial en su aplicación. Que, además, permiten solapar con mucha facilidad los niveles de eficacia de la gestión pública, dado que su impacto hace lucir los indicadores económicos nacionales y los financieros de la propia PDVSA, como altamente positivos. Si el mundo sigue moviéndose en esa dirección, cosa que parece cierta, el gobierno nacional en su nuevo sexenio mantendrá similares pivotes económicos a los que se ha aferrado en todos estos años. Amanecerá y veremos.

La nave de los locos

Por: Carlos Raul Hernandez

La reacción de parte importante de los grupos democráticos frente a los resultados electorales del 7-O es autodevoradora, un lupus político. En la historia democrática desde 1958 en Venezuela nunca, que se conozca, una derrota concitara tal odio fratricida. Una reacción infantil, en adultos sencillamente insoportable, trastornada, inadmisible, proviene de frauduleros de las capas medias cultas, responsables directas del ascenso de este régimen desde los 90 del siglo pasado. Inmadurez, irresponsabilidad, locura, supina ignorancia hasta de los más rudimentarios resortes de la política, conjugadas con soberbia, llevan a calumniar y cubrir de infundios al liderazgo por algo que le contó "la tía del amigo de un primo", "de buena fuente" una "prueba de traición". 

Por los mismos odios y patológicos motivos que los llevaron a liquidar los partidos y encumbrar la antipolítica, hoy arremeten contra los que a tiempo completo y en desventaja mantienen viva la alternativa mientras ellos disfrutan sus vidas. Nadie está exento de errores en estos años. Por eso es espurio desenterrar cuchillos oxidados para cobrar viejas -o recientes- facturas, y minar dirigentes competidores "esperados en la bajaíta". A eso contribuye el silencio de quienes dirigieron el comando de campaña, su inhibición para dar la cara y seguir siendo dirigentes en la primera prueba seria que les pone el oficio y tal vez la vida a varios de ellos. 

La imprescindible unidad entra en jaque. La explosión de esquizofrenia sacude las calles opositoras. Algunos inventan canalladas que arrojan un manto raído y maloliente sobre quienes condujeron la campaña, más allá de sus errores. Rompieron con la realidad y sumidos en el encono, no les importa mucho dónde conduce su ira, ni que el comunismo pueda avanzar sobre las tumbas de los candidatos a gobernadores que compiten el 16-D, hoy abandonados y frente al terrorismo judicial. Una jefatura de estreno creyó que ganar el poder era relativamente sencillo. Bastaba "el saber", títulos académicos y apartarse de los leprosos. Coser y cantar. Por desgracia no supieron -se meten a brujos sin conocer la yerba- que los triunfos electorales son producto de políticas incluyentes, amplias. 

Chávez ganó las elecciones con una alianza que iba desde Olavarría en la derecha hasta Douglas Bravo en la izquierda, además de sus "hombres nuevos". Hoy mismo se está a punto de regalarle el estado Monagas al gobierno por mero cretinismo. ¿Qué es la locura? En términos generales se trata de un estado temporal o permanente que sumerge los seres humanos en un mundo imaginario y desconectado de lo real-circundante. El enajenado transcurre en las sombras de su subjetividad melancólica, desesperada, furiosa o aterrada, rodeado de lémures que da por existentes y le permiten ignorar las agresiones del entorno. La madre que alisa insistentemente la chaqueta al cadáver de su hijo. 

 Un inquietante autor alsaciano, Sebastian Brandt, publicó en 1494 un también inquietante opúsculo, La Nave de los Locos (o de los cretinos, según la traducción: Stultífera Navis en latín) un escritor maldito, por la sutil aniquilación que realiza del dogmatismo eclesiástico, a pesar de ser teólogo. Produjo una reacción en cadena, lo reeditaron en las ciudades más cultas de la época, y dio origen a apócrifos y segundas partes, como El Quijote. Erasmo se inspiró en él. Tres grandes desgarrados le dedicaron obras plásticas, El Bosco, Durero y Brueghel. El libro se inspira en la leyenda de que durante la Edad Media, para librarse de los dementes, las villas solían acordarse montarlos en barcos sin destino. La nave del libro de Brandt se dirige a Narragonia, o tierra de los necios, una isla desconocida en medio del océano. En verdad no van a ninguna parte, no hay destino final (ni les importa), como lo confiesa uno de los pasajeros. "Nuestro viaje no tiene fin, pues nadie sabe dónde podemos llegar. 

No tenemos descanso ni de día ni de noche y nadie de nosotros presta atención a la sabiduría". En las fiestas de locos se disolvían las jerarquías y ocurrían desahogos colectivos. El objetivo era saciarse, aflorar lo que se tuviera dentro sin importar las consecuencias. Todos hacían y decían lo que les placiera porque al final nada importaba sino drenar las bajas pasiones. Ojalá esta fiesta de locos de la oposición termine ya y algunos se percaten del abismo. "El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatídico. Lo importante es el valor para seguir". Eso lo dijo Winston Churchill. Encajar el golpe y caminar hacia adelante.