Entre las principales mentiras que intenta vendernos el teniente coronel, cabe mencionar: "Me llevaron preso a Fuerte Tiuna", "Nunca renuncié", "Me iban a matar" y "Me rescató el pueblo". La realidad es que se sintió culpable por la masacre y estuvo de acuerdo en renunciar, ante la solicitud de los militares. Voluntariamente aceptó trasladarse al Fuerte Tiuna escoltado por el jefe de la Casa Militar y de un edecán, acompañados del general Rosendo y del general retirado Hurtado Soucre. Éstos actuaron como mediadores y le garantizaron que se acataría su petición de irse a Cuba.
Renunció verbalmente y por ello la anunció Lucas Rincón. Se negó a firmarla cuando en Fuerte Tiuna se impuso el grupo que no aceptaba que saliera del país para que respondiera por la masacre. En La Orchila, sí estuvo dispuesto a firmarla porque le ofrecieron complacer su solicitud de exilio. Videos y fotos demuestran que se le dio un trato respetuoso. El mismo ejército que lo presionó para que renunciara lo regresó al poder, cuando el generalato y el almirantazgo no pudieron controlar el caos por las luchas internas entre los oficiales que estaban conspirando desde antes del día 11 y los que se limitaron a reaccionar ante la masacre. La actuación de Baduel fue tardía y no determinante. La operación Rescate de la Dignidad, un mito. El día 12 nadie protestó por la renuncia. Solo el 13 en la mañana se iniciaron tímidas manifestaciones de apoyo de gente del pueblo, mientras que la mayoría de los dirigentes oficialistas estaban "enconchados".
La gravedad de los sucesos obliga a profundizar en el tema. Quienes fueron protagonistas deben aclarar algunas acciones. Mientras tanto, como participante del paro petrolero iniciado el día 4 de abril, expreso mi agradecimiento por el apoyo recibido de Carmona y de Ortega. Como participante en la marcha del 11, agradezco que Rosendo no haya obedecido la orden de Chávez de aplicar el Plan Ávila, así como a los oficiales que desconocieron a quien considero que no quiso evitar la masacre.
Como en botica: Seguimos vendiendo petróleo a futuro para comprar armas. Éstas son secretas y se almacenan en estacionamiento del IPSFA, por ello no permiten que Globovisión filme ¡Qué ridículos! Cambiamos petróleo por leche y pollos para ayudar a los productores de países hermanos. Solidaridad con Ballesteros y la juez Afiuni. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!