martes, 31 de agosto de 2010

El holocausto venezolano

Por: Asdrubal Aguiar
El marxismo teóricamente predica la igualdad entre los hombres, sean varones o mujeres. Hace de tal principio una suerte de dogma, al punto que le subordina la idea de la libertad y el resto de los derechos, sean civiles o políticos. En nombre de la igualdad, incluso, cesa la experiencia republicana y democrática -o se la manipula en sus formas para vaciarla de contenido- dentro de países en los que el modelo de socialismo comunista se instala, como en Venezuela, a pesar de ser éste un fósil prehistórico.

El socialismo del siglo XXI, que es marxismo puro y duro, concentrado, comunismo a secas como lo admite el propio Esteban luego de que su anciano jefe político, Fidel Castro, autoriza su revelación, le canta por lo mismo a la igualdad aun cuando entiende que se trata de igualación de todos por el rasero, en ese mínimo nivel de subsistencia que hace cuna en La Habana desde hace más de medio siglo. Todos somos pobres y paupérrimos para la revolución de Esteban y como lo dicta la idea del hombre nuevo del guevarismo.

El asunto es que un proyecto económico y político de tal naturaleza, en su intento de realización, que es contra natura y nulo durante el siglo XX concluido, cuando menos reclama de liderazgos consistentes y coherentes, sacrificados, capaces de dar el ejemplo y éticamente comprometidos. Pero a la luz del experimento en curso, que tiene por presa a los venezolanos, lo que se advierte es la conducción, a manos de un soldado trucho, farsante y de múltiple personalidad, de un barco sin rumbo lleno de filibusteros.

La realidad es que Esteban le compra a Castro y a su logia del G2 una idea de poder que le es útil, con vistas a su único propósito: permanecer en el palacio de Miraflores y usufructuarlo como Juan Vicente Gómez, hasta que la vejiga le reviente y lo envenenen sus orines. Si acaso le llega a mano otra fórmula, incluso Vaticana, distinto puede ser el contrapunteo del truhán de Sabaneta, no hay duda. De modo que, como los alebrijes de Oaxaca -animales fantasmagóricos con caras que varían- cambia éste de norte y credo al ritmo de su miedo existencial. Ayer le hace la guerra a Juan Manuel Santos y hasta lo demoniza, pero hoy se le muestra sumiso, servil hasta la indignidad y para humillación de sus camaradas, a quienes envía hasta la frontera caliente para que allí dejen sus alientos y se multipliquen las viudas: ¡Patria, socialismo o muerte!

Esteban, como los hechos lo dictan, es en esencia un glotón de las alturas, cuya envidia genética e intestina le reprime y le torna en un impotente frustrado, por amamantarse a diario sobre sus traumas de infancia. De allí que odie la inteligencia y le causa depresión el éxito y bienestar ajenos.

No cree, por ende, en la igualdad, como los auténticos marxistas. De allí que discrimine a los blancos y a los ricos, tanto como Adolf Hitler, en búsqueda de su hombre superior, hace a un lado y asesina a los judíos. No cree que unos u otros de los suyos posean igual dignidad, porque él mismo, en su desvarío terminal, se imagina a sí Júpiter tonante. Menos considera que sus opositores políticos tengan vida humana racional, pues, según su visión, son muertos civiles. Por eso, en su momento, auspicia las Listas Tascón y Maisanta, que sobreviven a los "cancerberos" de la muerte.

No por azar, con saña digna de cabos nazistas -esos que durante la Segunda Gran Guerra cuidan las puertas de los crematorios -Esteban celebra la exposición pública de la vivienda familiar y los enseres íntimos de Nelson Mezerhane, su esposa e hijos, a través del canal del Estado. Y como prolongación del mal que encarna dentro de sus pellejos, ocurre lo mismo con su discípulo, el imberbe Izarrita, quien ríe ante el holocausto venezolano- más de 120.000 homicidios durante la década -y en su museo, la morgue de Bello Monte.

Restarle importancia, además, a las 120.000 toneladas de alimentos que deja podrir como Administrador de la Hacienda Nacional o las 800.000 restantes que paga y se roban los suyos, pero que no llegan a los estómagos enjutos de nuestros Juan Bimbas, y afirmar que el Hospital Pérez de León no tiene derecho a dineros del Estado pues sus enfermos están proscritos, por opositores, muestra a Esteban como lo que es: un fascista consumado y aventajado, heredero de los criminales de lesa humanidad que juzga el Tribunal de Nüremberg por creyentes en la discriminación racial y política.

Pronto, si el 26S desborda la paciente indignación del pueblo venezolano, lo veremos en La Haya. Así lo pide Uribe, y también Diego Arria.

viernes, 27 de agosto de 2010

Los humoristas del Brasil

Por: Laureano Márquez

Esta columna, que lleva por título "Humor en serio", no puede hacerse la loca frente a lo que acaba de suceder con los camaradas humoristas del Brasil, que hace poco salieron a la calle a protestar en contra de un par de disposiciones legales que les aluden y afectan. Se trata, en primer lugar, de una norma aprobada en 1997 por la que en televisión y en radio no se permite "usar trucos, montajes u otros recursos de audio o video que, de alguna manera, degraden o pongan en ridículo a un candidato, partido o coalición". Como si esto fuera poco, se incorporó también en 2009 una enmienda a la ley electoral en la que se impide "cualquier uso de audio o video que de alguna manera degrade o ridiculice a los candidatos o a los partidos políticos".

Llama poderosamente la atención el pavor que en los políticos despierta el humor. Es natural y comprensible que suceda en las dictaduras, donde toda voz disidente debe ser silenciada, especialmente la de los humoristas, que poseen más recursos expresivos que el resto de los mortales para saltarse censuras de todo tipo sin que los censores se percaten de ello. Pero es curioso que en las sociedades democráticas y plurales se mantenga ese temor, se persiga a los humoristas, se les amenace con multas, se les silencie con leyes. Estoy convencido de que ese temor se origina en la extraordinaria capacidad que el humorismo tiene para descorrer velos, mostrando con veracidad lo que se esconde detrás de aquello a lo que alude.
El humor desenmascara y da cuenta de lo que, estando a la vista de todos, nadie observa. Por otro lado, el humor es pensamiento libre y creativo, otra cosa que suele asustar a quienes detentan el poder, porque las sentencias del ingenio humorístico son inapelables, a menos que se hagan con el mismo ingenio y los políticos, salvo honrosas excepciones, no suelen tener mucha confianza en sí mismos en esta materia.

Comentario especial merece en las normativas aludidas el uso del término ridiculizar. Se suele acusar a los humoristas de "poner en ridículo" a los políticos.

Aquí hay un error de apreciación tremendo. No son los humoristas los que ridiculizan al poder: el poder hace el ridículo, que es cosa muy distinta, y el humorista da buena cuenta de ello. Es como creer que el niño que denuncia que el rey está desnudo fue el que le quitó la ropa. De ninguna manera, el niño, como el humorista, lo que hace es como revelar un negativo, mostrando algo que todos ven y no perciben. Cuando el humorista hace que la gente caiga en cuenta de su percepción, se produce la risa. La risa del espectador, en el fondo lo que dice es: "esto que me están mostrando es verdad, ¿cómo no lo vi antes?". De allí viene el humor, de mostrar incongruencias en lo que parecía congruente y eso sí que es peligroso para un político, porque vive de la congruencia tanto como el humorista de la incongruencia. De modo que se trata de una contradicción que nunca podrá resolverse y el político sabe que está en desventaja, que el humorista tiene mucho más poder que él ­lo cual debe ser insoportable para un poderoso­, porque en cualquier momento puede desenmascararlo.

Las persecuciones de quien detenta el poder en contra del humorista, son los galones de los cuales éste se nutre en su carrera; son, para decirlo en términos que se entiendan, el equivalente de los ascensos para los militares, pero no ganados en los cuarteles, sino en operaciones de combate. Quien reprime al humor ya perdió, incluso aunque tenga razón, perdió. Por eso lo más inteligente que un político carente de ingenio puede hacer frente al humor es aguantar en silencio.

Desde aquí, desde esta tierra libre en la que nunca un humorista ha sido perseguido, censurado, multado o encarcelado, vaya nuestra solidaridad con los humoristas del Brasil, el país con el presidente "mais vivo do mundo".

26S: Visión estratégica

Por: Pompeyo Márquez
En estos momentos se entrelazan dos situaciones: una, la del gobierno que exhibe un rotundo fracaso después de cerca de doce años de ejercicio del poder.

Es un fracaso en todos los órdenes y que tiene hitos colosales prueba de su ineficacia, por un lado, y de una concepción totalmente equivocada al querer reproducir experiencias fallidas después de 70 años de aplicación, caso URSS, o de 51 años, caso del castro-comunismo cubano.

El tema de la inseguridad, de la pudrición de alimentos, de la salud, de la educación, y muy especialmente, de la destrucción del aparato productivo expelen mensajes de signo negativo para la autocracia militarista que ya no es que viola la Constitución, sino que la ha colocado a un lado.

Una parte importante del país observa y critica tales actuaciones. Lo que hace el gobierno es minoría, lo que significa que una parte de sus seguidores se resienten no sólo de un mal gobierno sino del intento de imponer a la brava un régimen que rompe con los usos y costumbres de la vida civilizada, donde el respeto a la disidencia es una regla de oro de la vida democrática.

El otro elemento es la actuación de la disidencia. Con absoluta claridad asume la ruta electoral, constitucional y pacífica. Y como modo de acción la unidad. El mensaje es claro: respeto a la Constitución, rencuentro de los venezolanos y venezolanas.

Una Asamblea Nacional plural que sirva de contrapeso y al mismo tiempo cumpla con sus funciones contraloras. Detener el camino hacia el totalitarismo, abrir los cauces para alcanzar un funcionamiento democrático de la sociedad venezolana.

Romper la dependencia de un país con respecto a un autócrata que maneja al país como si fuera una hacienda de su propiedad. Aplicar la justicia social y derrotar el clientelismo actual que se expresa en el yo te doy, como algo que es propiedad del autócrata, pero si te pones una camisa roja y vas a mis actos.

Hacer funcionar el Poder Judicial con independencia y poner fin a los abusos de poder. Derrotar el centralismo y desarrollar la descentralización devolviéndole a gobernaciones y alcaldías sus funciones y recursos.

El cruce de estas dos líneas (la del gobierno, descendente; la de la disidencia, ascendente) plantea la posibilidad de obtener una victoria el 26 de septiembre. Esto es sumamente trascendente.

Como es viable plantear el objetivo de conquistar democracia y justicia social que cubrirá una etapa de no sabemos cuántos años, dependerá en alto grado de lo que suceda el 26S.

Pase lo que pase el 27 de septiembre debe aparecer una nueva realidad política. El camino a recorrer tiene un horizonte limitado: 2012, cuando cerca del 80 por ciento de los encuestados señalan el fin de la autocracia militarista.

Si son éstas las perspectivas es obligante que la unidad nacional que se va conformando vaya más allá del 26S y que se entienda que es imprescindible esa unidad para derrotar electoral y políticamente al autócrata y pensar en el postchavismo.

Hay que preparar una transición pacífica. La más amplia unidad es tan poderosa que es capaz de plantearse este objetivo como viable, como alcanzable. Y en esa dirección, pensamos, es como debe entenderse la gran victoria del 26S y su proyección.

Camarada Orwell

Por: DANIEL MORALES ROMERO

George Orwell, autor británico de varias obras entre las que destaca La rebelión en la granja, manifestó en ella su crítica al totalitarismo sanguinario soviético que tanto mal le hizo a millones de personas con su siembra de odio, miseria y muerte. Recomiendo ampliamente su lectura porque nos proporciona una especie de fórmula visual para juzgar la actuación "desinteresada" de los gobernantes y los mecanismos gubernamentales de manipulación mediática.

El camarada era un revolucionario creyente del socialismo -luchó como voluntario en el ejercito republicano en la guerra civil española-. Esa condición no le impidió salir en defensa de la verdad.

El prólogo de La rebelión en la granja, que no pudo ser publicado sino hasta después de su muerte, es un magnífico tratado sobre la libertad de expresión, donde critica a los editores que le habían rechazado su obra -porque un funcionario le había "avisado y hasta advertido severamente sobre su publicación"-, no solo por motivos ideológicos, sino por ser antirruso (el status quo inglés tenía una complicidad servil hacia los dictadores rusos).

Orwell escribió que "nada es menos deseable que un departamento ministerial tenga facultades para censurar libros que no estén patrocinados oficialmente".

Ahora bien, su preocupación principal no era la censura oficial, sino la autocensura. He aquí sus palabras: "el mayor peligro para la libertad de expresión y de pensamiento no proviene de la intromisión directa del Ministerio de Información o de cualquier organismo oficial. Si los editores y los directores de los periódicos se esfuerzan en eludir ciertos temas no es por miedo a una denuncia: es porque le temen a la opinión pública. En este país, la cobardía intelectual es el peor enemigo al que han de hacer frente periodistas y escritores en general. Es éste un hecho grave que, en mi opinión, no ha sido discutido con la amplitud que merece".

Opino que la autocensura complaciente de los medios oficiales es de las cosas más peligrosas que tiene la prensa venezolana. Su carácter servil podría producir graves consecuencias al pueblo venezolano. ¿Será que le tienen miedo a la opinión pública? ¿A quién le tienen miedo? Orwell, socialista y revolucionario, reaccionó contra la mentira stalinista y sus consecuencias nefastas. El camarada también dijo que el resultado de predicar doctrinas totalitarias es que lleva a los pueblos libres a confundir lo que es peligroso y lo que no lo es.

Con independencia de la bandería política e ideológica que tengan los dueños, representantes y periodistas de los distintos medios de comunicación, salgamos en defensa de la libertad de expresión, en rechazo de la autocensura, y en favor de la autorregulación. Así como han prohibido que los banqueros sean dueños de medios, vamos a solicitarle también a la nueva Asamblea que prohíba que el sector oficial tenga una alta concentración de medios a su disposición. Los intereses perversos que podrían estar presentes en un grupo, también pueden estar en el otro. Me gustaría que todos los medios sean más independientes. Estoy seguro que al camarada Orwell también le gustaría.

El 26S se construye el 2012

Por: Argelia Ríos

Ha
comenzado la campaña electoral. Iniciamos un recorrido decisivo para el futuro de la lucha democrática. Ninguna otra medición parlamentaria se le asemeja. En Venezuela, el presidencialismo ha limitado la importancia de la escogencia de los congresistas. Mucha gente desestima estas jornadas: el Poder Legislativo no goza de la simpatía popular. Ocurría antes, y sigue ocurriendo ahora. La opinión pública siempre ha tenido un motivo para resentir de esta institución. Pero el 26S no es una fecha comparable a las anteriores: estos comicios representan el punto de partida de un trayecto crucial en la batalla contra el autoritarismo.

La hegemonía roja no ha sido eficiente en procurarnos una mejor calidad de vida: el "quinquenio de oro" prometido en 2005, sólo ha servido para ensanchar el poder de un solo hombre. La faena de septiembre es una oportunidad inigualable para aplicar la teoría del buen gobierno -la del "premio-castigo"-, a la que el oficialismo apeló para "vender" la reelección indefinida. Es esta la ocasión de evaluar el uso que la nomenclatura bolivariana le ha dado a la confianza que el pueblo depositó en ella. Es el momento de escrutar en frío su desempeño y el de Chávez; de valorar la pertinencia -y las consecuencias prácticas- del exceso de poder que le ha sido concedido.

Las encuestas advierten que el país -en un 80%- sí reconoce la inmensa relevancia de estas elecciones. Pero no es suficiente que los ciudadanos le otorguen jerarquía a la medición: también deben participar atendiendo al carácter estratégico que tendrán estas elecciones, cuyos resultados impactarán el desarrollo del "modelo" y la agenda reeleccionista de Chávez. La pelea presidencial, la del 2012, comienza el 27S, al día siguiente de las legislativas. Si fuere cierto que una abrumadora mayoría aspira a que el presidente permanezca en Miraflores sólo hasta el final de este período -tras haber completado 14 años de gestión-, nadie debería dudar sobre la necesidad de involucrarse desde ya, en su desempoderamiento.

La concurrencia de los electores es forzosa. El 26S no es una elección tradicional. La votación de cada polo permitirá visualizar el potencial con que éstos afrontarán el 2012. Evidenciará cuán comprometido es el rechazo al modelo marxista: cuánto entienden del violento giro ideológico que Chávez ha hecho a espaldas de la opinión de la sociedad. También certificará la viabilidad de convertir el 2012 en el año del cambio y comprobará la posibilidad real de derrotar la vocación perpetuista del comandante y del "proceso". El 26S construiremos las condiciones para una victoria de la alternabilidad en 2012. Es una construcción en la que todos tenemos responsabilidad. Nuestro voto es cabilla, es cemento y es el ladrillo de esa edificación.

martes, 24 de agosto de 2010

Karrouya y San Bartolo

Por: Marcelo Morán

Cuando mi madre iba a Sinamaica a visitar sus familiares no mencionaba el nombre con que fue bautizado este pueblo en el siglo XVIII y que hoy representa la capital del municipio Páez, ubicado en el extremo norte del estado Zulia.

Ella decía simplemente: “Voy para Karrouya”.¿Porqué Karrouya, y no Sinamaica?

El topónimo Karrouya está asociado a los espejismos que hacían deambular desde tiempos remotos las inmensas salinas formada en esta parte de la Guajira por acción de la marea. Tanto así, que los cronistas de siglos pasados lo registraron distorsionadamente como “Garabuya”.

A mediados de la década de los sesentas cuando tuve noción de las cosas, recuerdo que, ir desde Las Parcelas de Mara hasta esta comunidad se tornaba un viaje interminable y aburrido. Primero había que hacer colas para embarcarse en los ferrys que trasladaban a los pasajeros de Puerto Mara hasta la otra ribera del Limón; Puerto Guerrero, con todo tipo de cargamentos.

Algunas veces había que soportar la no muy grata compañía de rebaños de chivos y carneros; apilados en camiones como sardinas, así como gallinas que de vez en cuando escapaban de sus jaulas creando un alboroto de espanto y brinco entre los pasajeros.

Si alguien perdía el ferry tenía que esperar por lo menos dos horas y contemplar el lento desplazamiento de la barquilla de ida y regreso. Al llegar a la otra costa había un puesto de control de la guardia nacional donde se perdía otro buen tiempo, pues se descuartizaban y armaban de nuevo las maletas como si fueran piezas de Lego y a las personas, sobre todos las mujeres, se requisaban casi con la severidad con la que ausculta un médico a su paciente.

De allí tomábamos otra vez el transporte y empezaba con ello otro calvario. La ruta que nos conduciría a Karrouya no estaba asfaltada, y teníamos que soportar en el trayecto el irrespirable polvo que iban dejando los vehículos que nos precedían. Aunque la distancia de nuestro recorrido era relativamente corta para regresar el mismo día, preferíamos pernoctar.

En Agosto de 1974 se inaugura al fin el Puente Guajira Venezolana que une los tres kilómetros que conforma la desembocadura del río Limón y que sirviera para simplificar tantos problemas heredados desde los tiempos de la colonia.

Alonso de Ojeda cuando llegó por primera vez a nuestra tierra el 24 de agosto de 1499 bautizó el lago que los nativos habían bautizado antes como Coquivacoa con el novedoso nombre de Lago San Bartolomé.

El navegante fascinado por el paisaje que dominaba a su alrededor, hizo levantar en lo que hoy es Castilletes una villa con el nombre de Santa Cruz, pero al cabo de unos meses fue llevado prisionero a España y la fundación decayó a tal extremo que ni siquiera quedó vestigios para la posteridad; los terribles vientos alisios que azotan la región se encargaron de sepultar cuanto había de sus ruinas.

A mediados del siglo XVIII esta población toma el nombre de San Bartolomé de Sinamaica en memoria del glorioso apóstol de Cristo.

Más adelante para reforzar la fe que le han profesado los sinamaiqueros o karrouyenses se recuerda un episodio recogido por las crónicas del año 1866 en la que un aguerrido jefe wayuu llamado Uyeipalá -disidente del clan Apshana- incendió el pueblo y cuando estaba a punto de aniquilar la tropa que le hacía frente, comandaba por su compadre, el general Rudesindo González, apareció la imagen de un hombre extraordinario, de barbas blancas, que portaba una espada brillante que hizo huir a los fieros guerreros del jefe kusina (grupo nómada que se dedicaban al hurto y al pillaje y que fueron expulsados de los clanes wayuu por su mala conducta) para sellar de ese modo la victoria del general “Cachimbo” González en las planicies de Kaimalaluu (Caimare Chico).

Desde esa vez aumentó la devoción por este santo que celebra su onomástico hoy 24 de agosto y que el pueblo de Karrouya festejará a todo calor y color, donde no faltará mi compadre Miguel Baptista, junto a mis wales Alberto Herrera y Juan Carlos Luzardo, quienes bailarán al compás de la yonna ejecutada por el gran Salvador Montiel; acompañados por la Dra Marisela Reverol que de seguro los derribará a todos.

lunes, 23 de agosto de 2010

Los antihéroes de la revolución

Por: Vladimiro Mújica

La aureola
que de tanta utilidad le ha sido a los chavistas, la de revolucionarios comprometidos que están peleando por los pobres y por el bienestar del país va en mengua creciente.

No se trata de que alguna vez fuera verdad. Nunca lo fue. Pero mucha gente lo creía y con el telón de fondo de la injusticia social que existe en Venezuela resultaba plausible que esa misma gente confiara en Chávez y su movimiento.

En cierta manera, más que la oposición, los mismos chavistas se han encargado de destruir su imagen. La última adición a la galería de antihéroes de la revolución es Andrés Izarra, a quien el imaginario popular ya bautizó como la Hiena Izarra.

Nada que hacer al respecto, es una tradición venezolana el ponerle remoquetes a la gente que eternizan su conducta en un momento estelar u oprobioso.

Pero más allá del remoquete, la risa irrespetuosa, insolente y provocadora de Izarra, frente al hecho innegable de la violencia endémica que desangra al país, tuvo el efecto beneficioso de exponer la cara más detestable de la oligarquía chavista frente a sus propios partidarios.

No dudemos pues que el mismísimo comandante esté enojado con las travesuras de Izarra por haberle dado munición a la oposición en un momento crítico cercano a un evento electoral.

Los antihéroes del chavismo surgen por los intentos de emular al comandante sin tener las capacidades histriónicas y el carisma de Chávez.

Para la corte de adulantes que lo rodean, si el Jefe dice una vulgaridad, ellos añaden un insulto de su propia cosecha. Si el Jefe agrede, ellos maltratan.

Es una dinámica perversa en la que para hacerse amable a los ojos del Jefe sus lisonjeros se envilecen y terminan por convertirse en una carga para la propia causa revolucionaria.

De hecho, su imagen y sus acciones se transforman en recordatorios permanentes del porqué es necesario que el país se saque el yugo chavista de encima.

A los antihéroes odiosos y evidentes, se les une otra plaga que corroe al chavismo en sus entrañas: los corruptos y los incompetentes de oficio que hacen de la acción del gobierno un tremedal que sólo se sostiene por el chorro de dólares petroleros.

La situación al interior del movimiento no es menos precaria: desprovista de carga ideológica alguna, las pugnas intestinas en el chavismo se manejan con reglas muy simples de supervivencia: No ofender ni contradecir al Jefe. Jalar a quienes estén arriba. Aplastar a los de abajo. Transarse con los del mismo nivel.

Todo ello para hacer avanzar los intereses grupales o personales al margen del interés de la gente. Es lo que inexorablemente ha ocurrido con los movimientos políticos totalitarios cuyo único propósito es auto-perpetuarse en el control de una sociedad.

Qué los sigue sosteniendo en el poder a pesar de que ya son su propio pasado y que no tienen nada que ofrecer a Venezuela, es algo que alguna vez entenderemos sobre nuestro propio modo de ser como ciudadanos y como sociedad.

Presidente, dé un paso al frente

Por Mariano Alvarado

Todas
las encuestas de opinión en los últimos años coinciden en que el principal problema que preocupa a la población en Venezuela es la creciente inseguridad. Las estadísticas en materia de homicidios, secuestros, hurtos y robos indican que estamos ante una situación muy compleja que debe abordarse con seriedad. El gobierno, que recientemente realizó una encuesta de victimización a través del Instituto Nacional de Estadísticas y que se empeña en no hacer pública, sabe que las cifras en esos delitos superan con creces las que vienen difundiendo los medios de información. Empeñarse en ocultar la realidad no ayuda a resolver el problema. Tampoco ayuda que dirigentes del oficialismo y de la oposición usen la situación con fines politiqueros. Al final perdemos todas y todos quienes vivimos en el país.

Se requiere desarrollar un debate serio, responsable y transparente y ese debate debería encabezarlo el Presidente de la República. El primer paso es reconocer que la situación de inseguridad es agobiante y que se ha tenido poco éxito en los más de 15 planes diseñados. El Presidente debe dar un paso al frente y convocar a los distintos sectores del país con el propósito de construir una agenda mínima consensuada que permita diseñar políticas públicas de corto, mediano y largo plazo. Ello implica convocar a los gobernadores y alcaldes de las más variadas tendencias políticas; a los representantes de los poderes Públicos; a los empresarios que simpatizan o adversan al gobierno pero que tienen posibilidad de aportar soluciones; a la diversidad de Organizaciones no gubernamentales; a los gremios y sindicatos y a las víctimas de la violencia.

Ya el gobierno tiene una interesante experiencia con el proceso de reforma policial que no debería desperdiciar. La Comisión Nacional de Reforma Policial convocó a la diversidad de sectores del país y mediante una amplia consulta nacional logró realizar un valioso diagnóstico y elaborar un conjunto de recomendaciones. Algunas de ellas se empezaron a implementar y generan esperanza de cambios positivos.

Con ese mismo espíritu no sectario, amplio, democrático y con el claro propósito de escuchar y recibir todos los aportes que se puedan dar debería promoverse una amplia consulta nacional. Luego habrá que avanzar en diseñar políticas y ejecutarlas garantizando la participación de las distintas instituciones, factores políticos y sociales.

Seguir tratando la situación de inseguridad sobre la base de la descalificación mutua tanto por parte del gobierno como de la oposición solo conduce a que el problema empeore. Manejar el asunto con propósitos electorales pretendiendo minimizar la realidad o exagerarla dificulta acercarnos al diálogo. El gobierno tiene la responsabilidad de tomar la iniciativa para promover ese diálogo, pero la oposición debe demostrar voluntad de querer aportar a la solución y reconocer que en los estados y municipios dónde gobiernan también fracasaron y que requieren trabajar con el Ejecutivo Nacional.

viernes, 20 de agosto de 2010

Autocensura

Por: Laureano Márquez

En
Venezuela, los que trabajamos en esto que usted tiene entre manos, tenemos que pensar y repensar y ponderar cada vez que una palabra sale de nuestra pluma. En este instante, estas líneas que usted descifra, son producto de horas y días de meditación que comienzan el lunes pensando ¿De qué escribiré el viernes? ¿De qué escribiré el viernes sin meterme en problemas? ¿De qué escribiré el viernes sin que me multen y me demanden? ¿De qué escribiré el viernes sin dejar de expresar lo que pienso ni traicionar mis convicciones, pero a la vez evitando que un juez considere que he agredido a un menor, he irrespetado un símbolo, he propiciado el magnicidio, la guerra civil? ¿De qué escribiré este viernes alentando a la gente a que no se desanime, justo esta semana que estoy yo desanimadísimo? Entre esos meandros se desenvuelve nuestro quehacer. Claro que Teodoro la tiene más fácil porque a él le van a dar casa por cárcel (aunque usted no lo crea Teodoro sobrepasa los sesenta).

A mí me llama mucho la atención que siendo él quien dice las cosas más contundentes, al que jodan siempre sea a mí, que me he convertido en el “paga peos” de este periódico.

Claro que me imagino que el gobierno pensará, como la esposa de Petkoff: “¿Y quién aguanta a este hombre en la casa?”, porque si con todas las ocupaciones que tiene, jode lo que jode, ¿tú te lo imaginas sin oficio? Esta semana, por ejemplo: La foto de la morgue. ¿Podre hablar de la foto de la morgue? ¿Hablar de la foto tampoco está permitido? ¿La palabra “sangre” es sangrienta? ¿Y la palabra “morgue”? ¿Puedo decir “morgue”? ¿Si no digo “morgue”, sino “la casa de los muertos de Bello Monte”, está bien? ¿Qué busca el censor, la palabra o el concepto? ¿Puedo contar la fotografía, lo que aparece en ella o hablar de la foto es delito también? ¿Si digo con ironía que el país nunca había estado tan seguro en su historia, me podrán condenar por exageración malsana? ¿Estará bien hablar de la imposibilidad de hablar? Un amigo cercano al Estebanismo me dijo una vez: “Chico, lo que más problemas te trae a ti es lo menos que te produce” (porque se cobra muy poco por esto. Pese al financiamiento que Tal Cual tiene del impe- rio, esto no da ni pa’ las multas que genera) y me comentaba, casi en tono de mensajero, que dejando de escribir, muchos problemas se acabarían. Muchos amigos me aconsejan, si no que deje de escribir, que cambie de tema, que evite, que evitar no es cobardía. El caso es que aquí estoy, una semana más, logré cumplir con los caracteres que Tal Cual me exige, sin decir nada de nada, sin nombrar a nadie. La semana que viene ya veremos, si llegamos. (No, “si llegamos” no. Y si alguien dice que esto es un llamado a la rebelión… “si llegamos”… ya me imagino al funcionario denunciando: “lo que quiere decir es que el gobierno no va a llegar… incitación al golpismo…” Y la verdad es que lo decía por lo de la inseguridad, pero si digo esto en mi defensa, también me van a caer, así que mejor…) …La semana que viene ya veremos, si Dios quiere.

Editorial de TalCual

La otra morgue

Por: Elizabeth Araujo

Si usted se asoma por un instante a los programas de VTV o de las ocho televisoras que están al servicio
del Gobierno y del PSUV, notará que su país está feliz.

Que no hay crímenes ni inflación ni desempleo, y que 60% de las imágenes que transmiten las 24 horas del día, son dedicadas al máximo líder del proceso, bien sea para reinaugurar la obra que hace tiempo fue terminada; o instruir al pueblo con citas del Marx o Fidel, o simplemente amenazar en horario infantil a sus adversarios con pulverizarlos, borrarlos del mapa (la frase que más le gusta a Ahmadineyad), si se les ocurre ganar una próxima elección.

Pero cuando salen del canal, sus trabajadores, periodistas, locutores y analistas políticos observan con sigilo a los lados, abren en tiempo récord la puerta de sus vehículos y se pierden en la nada de esa oscuridad temible que es la Caracas insegura del socialismo de Chávez, rogando llegar ilesos a sus casas.

De esa realidad palpable y dolorosa, que congrega a padres, hermanos y tíos frente a la morgue de Bello Monte cada fin de semana, para retirar el cadáver de un familiar de 25 años acribillado por el hampa, no se habla nunca. El Presidente acaba de confesarlo la noche del lunes, en llamada telefónica a VTV: de ese tema no se habla porque terminas haciéndoles el juego a la derecha y porque a fin de cuentas resulta contrarrevolucionario.

Pero la vida es tan terca y asaz, cruel incluso con quienes gozan el privilegio de disponer de escoltas, GPS en sus autos y chofer armado de Glock.

Desde hace varios meses, combate fieramente contra la muerte, en la privacidad de una clínica privada, un alto funcionario del Ministerio del Interior, a quienes unos desalmados secuestraron para robarlo y terminaron descargándole siete tiros. "Está vivo porque es joven y quiere vivir", dijo un familiar que conoce el caso.

¿Para qué entonces, señoras de la Fiscalía y Defensoría del Pueblo, inventarse esa agrupación de padres nerviosos por la salud mental de sus niños, e impedir que fluya una noticia de hechos banales que hasta la letra de las canciones de salsa lo repiten? El asunto no es la morgue, ni sus empleados, ni siquiera la foto de El Nacional; porque, bajando la cuesta de la calle Neverí en Bello Monte, una indescifrable morgue se esparce en las aceras, en la escalinatas del barrio o a la entrada de cualquier edificio, en cualquier urbanización, a la espera de que llegue el cadáver.

El asunto es que no se sepa lo que todos saben: que hay una violencia desbordada, porque no ha habido una política real contra la inseguridad; porque se sabe que mientras Valentín Santana y su Piedrita se pasean por el 23 de Enero, aun cuando están solicitados por el Ministerio Público, Tareck El Aissami (o cualquier otro ministro con igual simpleza mental) está emocionado, chaqueta roja y aplaudiendo a babear al hombre que el 4 de febrero de 1992 impulsó la violencia como un acto supremo de liberación.

La seguridad según Miraflores

Por: Fernando Luís Egaña

En la escala de la importancia de los temas, es obvio que para los jerarcas bolivaristas la crisis de inseguridad ciudadana está muy pero muy por debajo, por ejemplo, de las presuntas tentativas de magnicidio.

El señor
Chávez acaba de declarar que "la seguridad es un asunto vital"... Pero, ¿a qué tipo de seguridad se estaría refiriendo? ¿A la personal de los 29 millones y medio de habitantes de Venezuela, o más bien a la seguridad o protección del régimen que encabeza? Todas las evidencias se orientan a la segunda, y además en desmedro de la primera.

En la escala de la importancia de los temas, es obvio que para los jerarcas bolivaristas la crisis de inseguridad ciudadana está muy pero muy por debajo, por ejemplo, de las presuntas tentativas de magnicidio.

El periodista Pedro Pablo Peñaloza recién documentó que la Asamblea Nacional le ha dedicado mucho más tiempo y esfuerzo a debatir sobre las teorías conspirativas que sobre la catástrofe humanitaria que ocasiona la violencia criminal.

Una porción significativa del capital político y dinerario del Estado se destina a reforzar "la seguridad de las instituciones", mientras buena parte de las policías languidece por causa de la negligencia o, peor aún, por el propósito oficial de anularlas.

¿Qué cuerpo de seguridad recibe más atención, la DIM o la Policía Metropolitana, la DisipSebin o el Cicpc? A cada rato se promulgan leyes y reglamentos para defender la "seguridad y defensa de la nación".

La educación, las telecomunicaciones, la libertad de expresión, la actividad económica y prácticamente cualquier ámbito de importancia esta siendo hiperregulado con base a ese "principio" tan manoseado por los autoritarismos de cualquier ralea, y en particular porque se equivale seguridad nacional con seguridad gubernativa o estatal.

Y en cambio ni pío sobre la posibilidad de una Ley de Desarme o de otros instrumentos legales que se tomen en serio la tragedia de la violencia. Lo que no es de extrañar, porque ha sido la propia satrapía quien ha promovido bandas para-oficiales en diversas zonas urbanas, y hasta una agrupación guerrillera fronteriza, el Frente Bolivariano de Liberación.

En Miraflores no sólo prefieren ocuparse de la seguridad oficialista en vez de la seguridad de la ciudadanía, sino que no parecen estar dispuestos a reconocer la magnitud del drama de la violencia. El silencio omisivo de Chávez, las carcajadas forzadas de Izarra, o las bobadas típicas de Navarro rinden suficiente cuenta al respecto.

Y no satisfechos con todo ello, ahora se pretende criminalizar a los que investigan, reportan y denuncian sobre la violencia venezolana. Con rapidez se movilizan los "poderes públicos" para enfrentar la "amenaza desestabilizadora", pero en el entendido, claro está, que la amenaza no es el hampa rampante, o las más de 16 mil muertes violentas al año, o el desdén oficial, nada de eso...

Para los voceros del poder la verdadera amenaza es la toma de conciencia social y la atribución de responsabilidad al régimen de Chávez. Eso es lo que debe ser asegurado y protegido por encima de todo los demás. Esa es la seguridad de boinacolorá.

Municipios en riesgo

Por: GERARDO BLYDE

Los diputados del chavismo legislan en contra de los municipios y los alcaldes

Hace
390 años el entonces gobernador provincial Francisco de la Hoz decretó la fundación de San Francisco de Paula de Baruta. Años más tarde, el nombre de esta pequeña villa rodeada de grandes extensiones de tierra conformadas por prósperas haciendas productoras de café, caña y cacao, cambia su nombre al de Nuestra Señora del Rosario de Baruta haciendo honor a su patrona. Baruta, en lengua indígena, se asocia al árbol de Jabillo, especie que ha sobrevivido al proceso urbano que ha sufrido el hoy municipio autónomo a lo largo de su historia y que aún da sombra a sus habitantes en muchas de sus actuales urbanizaciones. Del Jabillo tomó su nombre el cacique Baruta que dominaba estas tierras y a quien los conquistadores pretendieron cristianizar y someter. Baruta fue el primer pueblo fundado en al sureste del valle de Caracas.

Entre 1927 y 1929 se construyó la carretera desde Caracas hasta Baruta (hoy llamada carretera vieja), pero su verdadero proceso urbanizador comenzó en los años 40 con la transformación de tradicional la Hacienda Las Mercedes. Los 60 dan paso a El Cafetal y éste a otras urbanizaciones como Santa Sofía, San Luis y Santa Paula. También surgió la ciudad satélite La Trinidad como un modelo de urbanismo moderno.

Baruta fue un pueblo bastante autónomo hasta 1954, fecha cuando pasó a formar parte del extinto Distrito Sucre. En 1987 fue creado como municipio autónomo. Dio a luz a las primeras asociaciones de vecinos en Prados del Este y El Cafetal que hicieron a los vecinos tomar conciencia de la necesidad de agruparse para juntos preservar y mejorar las zonas donde habían echado sus raíces para siempre.

Hoy la existencia autónoma de este increíble municipio, que aun bajo la presión del crecimiento poblacional de toda la ciudad ha conservado sus urbanismos y sus decenas de zonas verdes que lo hacen el municipio más verde de la capital, como la existencia autónoma de todos los municipios del país, se ven amenazadas por la política centralista que por la fuerza viene avanzando desde el gobierno central para ahogar financieramente a los municipios e irle quitando sus competencias.

Con una ley inconstitucional que pretende aprobar la Asamblea Nacional se busca dar nacimiento a unas nuevas entidades político-territoriales denominadas Comunas, a las que se pretende asignar las competencias que hoy la Constitución atribuye a los gobiernos municipales. La futura existencia de estas entidades paralelas pretende ser financiada con los ya menguados recursos municipales pero dirigidos sus proyectos y asignados los recursos desde el Ejecutivo Nacional. Luego de tantas luchas para poder elegir de manera directa, secreta y universal a las autoridades municipales, en estas nuevas entidades territoriales locales denominadas Comunas regirá el gobierno asambleario que designará sus autoridades en procesos de segundo y tercer grado y no de manera directa.

Ya las municipalidades han sufrido una mengua gigantesca en sus recursos. Del situado constitucional que les corresponde sólo se asignó a las municipalidades la mitad del que le tocaba al haber el Gobierno Nacional y sus diputados aprobado un presupuesto nacional tomando el barril petrolero a la mitad de su precio real de mercado. Ninguno de esos diputados defendió a sus regiones alzando su voz para que el situado fuera bien calculado. Ya aprobaron en primera discusión la Ley de Comunas en la que obligan a que en el presupuesto del próximo año se asignen partidas para darle los menguados recursos municipales a las Comunas. La Ley del Fides fue reformada por los mismos diputados y estos recursos no llegarán como hasta ahora para ser invertidos en las localidades. La Ley del LAEE acaba de ser reformada para quitarles a las localidades la mitad de esos ya menguados recursos y además ponerle a la Vicepresidencia de la República como la alcabala que determinará cuáles proyectos podrán hacerse y ser financiados. Y finalmente, los recursos propios provenientes de la recaudación, sobre todo por el ejercicio de actividades comerciales e industriales, se han venido a menos toda vez que las políticas nacionales vienen asfixiando al comercio y a la industria nacional.

El juego está cantado. De mantener el Gobierno la mayoría en la AN se profundizará el proceso de destrucción de la descentralización. Así ha sido en todos los regímenes comunistas. El Estado central debe controlarlo todo, no acepta autonomías locales. ¿Eso es lo que quieren los cientos de alcaldes del chavismo en todo el país apoyando a futuros diputados cuya agenda antimunicipal ya está develada? Los diputados del chavismo legislan en contra de los municipios y los alcaldes sin importar su color político.

domingo, 1 de agosto de 2010

Desde y para Valera, con cariño

Por: Emeterio Gómez

La Religión (ante el fracaso radical de la Razón y de la Ciencia) es la única esperanza que nos queda

Tener delante a 25 personas que aceptan un reto inmenso eleva el Espíritu de manera impactante. Y sales de allí levitando, con la firme decisión de relanzar tu vida ¡a esta edad! El Reto: sumergirnos en la profunda crisis que aplastó a la Filosofía Occidental ante el fracaso rotundo de Kant, el último esfuerzo serio por conectar la Razón y la Moral. La evidencia aterradora de que ¡no tenemos ninguna posibilidad de entender nuestro Espíritu! Que el Pensamiento Racional se gastó 2.300 años (desde Parménides hasta el tontón de Hegel) tratando de captar racionalmente el "Ser" y el Mundo, cuando lo único que había que captar es que el Espíritu -igual que Dios- es absolutamente incognoscible. Y un empresario desafiante te dice: ¿Qué voy hacer ahora con todos los esquemas sobre los que he construido mi "Ser", si este señor... Heidegger... dice que los humanos no tenemos ninguno y que sólo somos, a duras penas, una "Pura Posibilidad de Ser"? ¿Va usted -en este Diplomado- a darme algunas pistas para rehacer esos esquemas?

Agradezco a la Universidad del Valle del Momboy, a su rector Francisco González, alias El morocho; a Eladio Muchacho, editor del Diario Los Andes y a todos los participantes en dicho Diplomado, por esta maravillosa experiencia. ¡La síntesis de mi vida! Desde que empezamos floto en la infinitud de mi alma. Agradezco muy especialmente a María Carolina, presidenta de Acoinva (la Asociación de Comerciantes e Industriales de Valera), por insistir en que plasmara ese sentimiento en el papel.

Tema 6.- Toda aquella espectacular quiebra de la Filosofía se plasma en dos nombres: Nietzsche, un gran pensador que la remató... y Marx, un buen señor que no entendió nada. Nietzsche asume la quiebra de la Razón -sobre todo la hegeliana- y se burla sangrientamente de ella. Él es la comprensión final de las profundas limitaciones de los seres humanos empíricos, para asumir la elevadísima tarea celestial que Platón y el Cristianismo les asignaron. Es el descubrimiento postrero de nuestra miseria animal, mucho más cercana de las bestias que de Dios. En Nietzsche está ya todo lo que Freud y Jung desarrollarán después: la poderosa restricción que la Psiquis ejerce sobre nosotros, el lastre alacranizante del Inconsciente que el prefroidismo de Descartes o Kant no pudo siquiera intuir.

Marx fue exactamente todo lo contrario. No logró descubrir que la Dialéctica hegeliana era una soberana tontería, que la Lógica sólo puede ser Analítica. Aquella ramplona idea de que a Hegel tan sólo había que "invertirlo", "ponerlo sobre los pies", porque estaba de cabeza. El Materialismo Histórico fue la creencia pueril según la cual el alma humana era un producto de las fuerzas productivas y la evolución natural de éstas haría emerger un Hombre Nuevo, capaz de sustentar el Comunismo. Una sociedad tan extremadamente utópica, con una exigencia de solidaridad tan grande, que requeriría no de Hombres Nuevos sino de Santos Purísimos para poder funcionar. Marx fue, sin duda, la ñapa del fracaso de la Filosofía Occidental.

De todo lo cual deriva una especie de Analogía Trágica que hermana a estos dos hombres y los conecta con el Totalitarismo genocida: Nietzsche -por haber comprendido en toda su profundidad la miseria de Lo Humano y por postularla con fuerza- en alguna medida le abrió el camino al Nazifascismo. Marx, por no haber entendido nada, se lo abrió al Comunismo. Los dos creyeron zonzamente que Dios había muerto, siendo que la Religión (ante el fracaso radical de la Razón y de la Ciencia) es la única esperanza que nos queda.