viernes, 20 de agosto de 2010

Municipios en riesgo

Por: GERARDO BLYDE

Los diputados del chavismo legislan en contra de los municipios y los alcaldes

Hace
390 años el entonces gobernador provincial Francisco de la Hoz decretó la fundación de San Francisco de Paula de Baruta. Años más tarde, el nombre de esta pequeña villa rodeada de grandes extensiones de tierra conformadas por prósperas haciendas productoras de café, caña y cacao, cambia su nombre al de Nuestra Señora del Rosario de Baruta haciendo honor a su patrona. Baruta, en lengua indígena, se asocia al árbol de Jabillo, especie que ha sobrevivido al proceso urbano que ha sufrido el hoy municipio autónomo a lo largo de su historia y que aún da sombra a sus habitantes en muchas de sus actuales urbanizaciones. Del Jabillo tomó su nombre el cacique Baruta que dominaba estas tierras y a quien los conquistadores pretendieron cristianizar y someter. Baruta fue el primer pueblo fundado en al sureste del valle de Caracas.

Entre 1927 y 1929 se construyó la carretera desde Caracas hasta Baruta (hoy llamada carretera vieja), pero su verdadero proceso urbanizador comenzó en los años 40 con la transformación de tradicional la Hacienda Las Mercedes. Los 60 dan paso a El Cafetal y éste a otras urbanizaciones como Santa Sofía, San Luis y Santa Paula. También surgió la ciudad satélite La Trinidad como un modelo de urbanismo moderno.

Baruta fue un pueblo bastante autónomo hasta 1954, fecha cuando pasó a formar parte del extinto Distrito Sucre. En 1987 fue creado como municipio autónomo. Dio a luz a las primeras asociaciones de vecinos en Prados del Este y El Cafetal que hicieron a los vecinos tomar conciencia de la necesidad de agruparse para juntos preservar y mejorar las zonas donde habían echado sus raíces para siempre.

Hoy la existencia autónoma de este increíble municipio, que aun bajo la presión del crecimiento poblacional de toda la ciudad ha conservado sus urbanismos y sus decenas de zonas verdes que lo hacen el municipio más verde de la capital, como la existencia autónoma de todos los municipios del país, se ven amenazadas por la política centralista que por la fuerza viene avanzando desde el gobierno central para ahogar financieramente a los municipios e irle quitando sus competencias.

Con una ley inconstitucional que pretende aprobar la Asamblea Nacional se busca dar nacimiento a unas nuevas entidades político-territoriales denominadas Comunas, a las que se pretende asignar las competencias que hoy la Constitución atribuye a los gobiernos municipales. La futura existencia de estas entidades paralelas pretende ser financiada con los ya menguados recursos municipales pero dirigidos sus proyectos y asignados los recursos desde el Ejecutivo Nacional. Luego de tantas luchas para poder elegir de manera directa, secreta y universal a las autoridades municipales, en estas nuevas entidades territoriales locales denominadas Comunas regirá el gobierno asambleario que designará sus autoridades en procesos de segundo y tercer grado y no de manera directa.

Ya las municipalidades han sufrido una mengua gigantesca en sus recursos. Del situado constitucional que les corresponde sólo se asignó a las municipalidades la mitad del que le tocaba al haber el Gobierno Nacional y sus diputados aprobado un presupuesto nacional tomando el barril petrolero a la mitad de su precio real de mercado. Ninguno de esos diputados defendió a sus regiones alzando su voz para que el situado fuera bien calculado. Ya aprobaron en primera discusión la Ley de Comunas en la que obligan a que en el presupuesto del próximo año se asignen partidas para darle los menguados recursos municipales a las Comunas. La Ley del Fides fue reformada por los mismos diputados y estos recursos no llegarán como hasta ahora para ser invertidos en las localidades. La Ley del LAEE acaba de ser reformada para quitarles a las localidades la mitad de esos ya menguados recursos y además ponerle a la Vicepresidencia de la República como la alcabala que determinará cuáles proyectos podrán hacerse y ser financiados. Y finalmente, los recursos propios provenientes de la recaudación, sobre todo por el ejercicio de actividades comerciales e industriales, se han venido a menos toda vez que las políticas nacionales vienen asfixiando al comercio y a la industria nacional.

El juego está cantado. De mantener el Gobierno la mayoría en la AN se profundizará el proceso de destrucción de la descentralización. Así ha sido en todos los regímenes comunistas. El Estado central debe controlarlo todo, no acepta autonomías locales. ¿Eso es lo que quieren los cientos de alcaldes del chavismo en todo el país apoyando a futuros diputados cuya agenda antimunicipal ya está develada? Los diputados del chavismo legislan en contra de los municipios y los alcaldes sin importar su color político.

No hay comentarios:

Publicar un comentario