Por: Econ. Edinson Martínez*
@emartz1
El país de hoy no es el mismo
de los tiempos de la descentralización, un nuevo modelo político ha comenzado a
establecerse en donde el municipio no es la unidad política primaria de la
organización nacional, tal y como además, lo establece nuestra constitución nacional.
Nuevas conceptualizaciones y leyes han ido surgiendo paulatinamente conforme a
la estrategia de socavar las bases de la estructura político-administrativa más
antigua de Venezuela. Mientras el gobierno nacional habla de comunas y otra
suerte de organizaciones a las cuales alimenta financiera, institucional y
logísticamente -riñendo de esta forma con las posibilidades de éxito y
eficacia de los gobiernos locales-, los
municipios van perdiendo espacio y recursos, cuyo impacto directo es sobre la
calidad de los servicios públicos y naturalmente sobre el modo de vida de las
personas.
Ahora bien, en los tiempos que corren, ni el modelo centralista y anulador
del municipio que propugna el gobierno nacional, como tampoco el clásico
descentralizado que antes conocimos y cuyos resultados dejó importantes
experiencias, nos sirven ahora, en el país presente, para atender el desarrollo de
nuestras ciudades. Algunos han dicho que aproximadamente el 80% de los
problemas que afectan nuestras comunidades, bien podrían ser atendidos
exitosamente por una buena gestión de los gobiernos municipales. Estamos
convencidos de que es absolutamente cierto. En fin de cuentas, a quien primero
tocan la puerta los vecinos de una comarca, pueblo, caserío o ciudad, ante las
urgencias ciudadanas de cualquier tipo, es a sus autoridades locales, es decir,
al alcalde y concejales, vale decir, al gobierno municipal. No es al
gobernador, diputados y muchísimo menos al presidente de la república, a quienes acuden por algunos de estos
disimiles problemas que tanto agobian a nuestras ciudades. Eso, precisamente, es lo que hace trascendente la elección
del 8 de diciembre, y, pocas dudas debería haber sobre la necesidad de acudir a
votar. En esta nueva contienda electoral, escogeremos a quienes por un lapso
determinado estarán conduciendo el destino de nuestras vidas en comunidad,
hecho este demasiado importante para el presente y futuro de todos.
Creemos en la tarea de construir un país sobre la base impulsar nuevas redes de
asociaciones comunitarias; en la necesidad de recrear la relación de las personas con su entorno ecológico, entre otros aspectos, porque en el presente quedan muy pocas dudas sobre el impacto en la calidad de vida en las ciudades y su capacidad
de competitividad con otras, cuando se promueve responsablemente una ciudad amigable con el ambiente. Estamos persuadidos de la idea de promover un país para generar nuevos y desafiantes consensos
sociales y políticos que viabilicen la gestión y gerencia pública local, en el
entendido que la convivencia con calidad y confort es un reto demasiado grande
para dejarlo únicamente en manos del ente público.
El municipio que, es de todos y para todos, deberá contar, entonces, con todos
los ciudadanos para que estos
participen activamente, imbuidos de una perspectiva según la cual son parte de
las soluciones y no de los problemas.
Las ciudades son espacios para la creatividad, la solidaridad como valor
humano de convivencia elemental, son la suma de aspiraciones colectivas e individuales,
donde la gente procura tener cerca de sus lugares de trabajo, vivienda y
espacios para la cultura, el disfrute y la recreación, donde además, unas personas, con base a las ventajas competitivas que estas localidades tienen, deciden invertir en proyectos de
carácter económicos y, por qué no, también sus vidas para convivir junto a otras en una misma colectividad.
Es demasiado
exigente el compromiso para procurarnos mejores ciudades en todos los ámbitos, como para que tengamos que pensarlo y
asumirlo únicamente desde la perspectiva gubernamental, tanto más, si estamos pensando en municipios modernos, de
medianas dimensiones, que desarrollen las ventajas de las grandes ciudades y al propio tiempo le
ahorren los pesares de estas, espacios bien equipados, planificados, ordenados y altamente competitivos por sus fortalezas
para invertir, y sobre todo vivir. Eso aspiramos para Lagunillas en los tiempos por venir.
En la próxima entrega esbozaremos los lineamientos del programa de gobierno de
Mervin Méndez, candidato de la Unidad para nuestro municipio.
*.- Coordinador del programa de gobierno de la MUD en Lagunillas