viernes, 23 de septiembre de 2011

Las Elecciones

Por: Alirio Figueroa

Recientemente el Consejo Supremo Electoral aprobó en forma unánime, celebrar las elecciones Presidenciales, la de Gobernadores y la de Alcaldes y Concejales en forma separada; lo cual ha sido aceptado mayoritariamente por todos los sectores del país. La decisión está bien encaminada para facilitarle al elector que al momento de elegir un representante ante los diversos órganos del Poder Público evalúe y pondere la actuación y trayectoria de cada candidato y es lo más aconsejable porque se trata de 3 niveles de representación popular diferente.

En efecto, en cuanto al Poder Nacional esta la figura Presidencial y la de los Diputados a la Asamblea Nacional; en el Poder Regional tenemos al Gobernador y los Diputados a los Consejos Legislativos Estadales y, en el Poder Municipal, esta el Alcalde y los Concejales; no incluyo a los Miembros de las Juntas Parroquiales, ya que estos en virtud de la última reforma parcial de la Ley Orgánica del Poder Público Municipal son electos por los voceros de los Consejos Comunales de cada Parroquia. Al separar las elecciones y realizarse como se tiene proyectado, la Presidencial en el mes de Octubre de 2.012; la de Gobernadores y Diputados al Consejo Legislativo en Diciembre del mismo año; y la de Alcaldes y Concejales en el año 2.013 se está cumpliendo con la Ley de Regularización de los Periodos Constitucionales y Legales de los Poderes Públicos Estadales y Municipales.

Lo importante de las elecciones, es que ellas son el fundamento de la legitimidad del Poder y en el intervalo entre una y otras, la legitimidad, se mantiene por medio de la representación que ejercen los elegidos; surgiendo entonces una pregunta ¿Por qué existen las elecciones y la representación? Sin lugar a dudas, se trata de encontrar las razones que justifiquen el hecho de que unos pocos elegidos por muchos, adopten decisiones que van afectar a todos, ya que lo lógico sería que todos participasen en esas decisiones.

El ideal democrático del auto gobierno, es tan viejo como el mundo, apareciendo en forma rudimentaria en las civilizaciones que los etnólogos denominan tradicionales, porque la transmisión de los conocimientos se realiza en ellas por tradición oral. Pero las dificultades comienzan cuando se trata de llevar a la realidad ese principio, el cual es admirable en la teoría pero que se revela en la práctica irrealizable dada la complejidad del mundo actual; porque identificar el pueblo soberano legislador y el pueblo ciudadano gobernado sería lo ideal pero eso no pasa de ser una meta, un sueño de todas las ideologías políticas utópicas que piensan que puede ser realidad.

De manera que ante el irrealizable atractivo de ese ideal democrático, modernamente se ha desarrollado un sistema de Democracia Participativa y Representativa, basada en la existencia de gobernantes electos por medio de elecciones. Lo interesante en todo caso, es que en ese sistema exista mucha participación, porque en definitiva, el progreso consiste en la participación cada vez más amplia de cada uno en la determinación de su destino.

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