miércoles, 7 de marzo de 2012

Tiempos de “mala leche”

Por: Edinson Martínez
@emartz1

Si alguna región de Venezuela ha sentido el impacto del desgobierno de estos últimos años, ha sido precisamente la Costa Oriental del lago de Maracaibo. Un conglomerado urbano e industrial, que pese a la cultura centralista predominante por muchos años en el país; logró convertirse en una importante referencia industrial y de servicios a la industria petrolera. Ciudades y poblaciones enteras crecieron y se consolidaron al amparo del efecto multiplicador de la principal actividad económica del país.

Hoy, la otrora principal región petrolera nacional, exhibe una extensa y deprimente muestra de empresas quebradas, cerradas y a medio andar, cuyo impacto en el empleo y calidad de vida de las personas, no requiere mayores explicaciones. Paradójicamente esto ocurre cuando el precio del petróleo alcanza niveles históricos y sobrepasa los $100/barril. Un par de preguntas, entonces, se nos ocurren en el momento: ¿por qué los altos ingresos petroleros del país no han logrado beneficiar a la principal región que lo produce?. ¿Podrá este gobierno hacer en un nuevo periodo lo que no ha hecho en 13 años?.

Ahora bien, adicionalmente, en el curso de estos años, una nueva deuda social se ha acumulado en esta parte de la nación. Comencemos por mencionar un par de ellas también. En la Costa Oriental del lago de Maracaibo, no está culminada ninguna de las plantas de tratamiento de aguas negras que para la fecha deberían estar en pleno funcionamiento. Las ciudades más grandes (Cabimas y Ciudad Ojeda), descargan totalmente sus aguas negras al lago de Maracaibo y en el caso de Ciudad Ojeda, probablemente buena parte de la inversión realizada se perderá debido a graves fallos en la distribución y localización de las redes y planta respectiva. Estamos hablando de casi 600 mil habitantes.

El otro de los temas, esta referido a la ejecución del último tramo de la autopista de occidente (Lara-Zulia), totalmente paralizada y con perdida de la inversión que a la fecha se había realizado. Varios cientos de millones de bolívares, por cierto. ¡Cuántas vidas se han perdido por culpa de ese mezquino proceder oficial! De acuerdo al ritmo de ejecución con que marchaban los trabajos en manos de la gobernación del estado, para la fecha la obra estaría plenamente concluida y beneficiando a las miles de personas que por ella circulamos cada día.

Solo son dos de las muchas aspiraciones truncadas de un pueblo que por décadas ha buscado un mejor vivir. No tiene ningún derecho gobierno alguno a desconocerlas y justificar su proceder con argucias politiqueras. Sí ya antes era difícil arrebatarle al centralismo la atención a los ingentes problemas que la propia industria petrolera había creado en esta región. En estos tiempos – tiempos de “mala leche”, como algunos dicen – es imposible conseguir que la acción gubernamental nacional se sobreponga a su mezquindad política y atienda a una región que por casi 100 años ha sido el soporte de la economía nacional.

Para un nuevo gobierno será de interés prioritario resarcir a la costa oriental del lago de los efectos que la desidia e irresponsabilidad de este gobierno ha generado en ella. En próximo artículos nos referiremos a varios temas de urgente atención en el nuevo gobierno que se encargará en enero de 2013.

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