miércoles, 15 de junio de 2011

Un país sin memoria

Por: Alexander Cambero

El régimen de Hugo Chávez es tan corrompido como incapaz; pocas administraciones en el mundo pueden igualarse con este permanente asalto que resistimos los venezolanos, un tortuoso vía crucis que va repartiendo desesperanza en todos los ámbitos de la vida nacional. Son innumerables sus desaciertos, incontables los hechos, en donde unos resentidos han penetrado hasta las arcas del Estado para convertirlas en botín de indeseables. Se desligaron del verdadero espíritu militar al que deshonraron al atentar contra la institucionalidad democrática, pervirtieron su honor y hasta llegaron a la desfachatez de supeditarse a corrientes totalitarias que niegan al Estado que los formó en los cuarteles. Son amigos del gobierno cubano, el mismo que en la década del sesenta se encargó de asesinar a humildes soldados venezolanos; igual pasa con la ambigüedad con la cual algunos miembros de nuestro ejército combaten a las fuerzas irregulares colombianas. Deben revolverse en sus tumbas los hombres de la enseña nacional que murieron defendiendo la soberanía ante las pretensiones de estos maleantes. Irrumpieron con odio contra el Estado de Derecho, se alzaron a favor de una dictadura comunista que liquidara al sistema democrático. Ahora aquellos agentes del golpismo totalitario culpan a los demás de lo que ellos trataron de hacer el 4 de febrero de 1992. Esa historia fue la introducción sangrienta de la actual coyuntura. Una fecha que nos devolvió a las montoneras del siglo XIX.

Desgraciadamente somos una nación de poca memoria. Sufrimos de amnesia temporal o definitiva; son tantos los dramáticos episodios que hemos tenido en doce años de hundimiento que olvidarlo es algo muy lamentable. El gobierno de Hugo Chávez se engulló nuestro futuro, acabaron con millones de dólares que no sabemos en dónde fueron a parar. Ahora sus diputados complacientes le aprueban una ley para que sigan endeudando el porvenir de nuestros hijos, al paso que vamos Venezuela terminará como las arruinadas economías de las naciones africanas. Razón tiene el gobernador del estado Zulia, abogado Pablo Pérez, cuando afirma que es incomprensible que con la inmensa cantidad de recursos que llegan por concepto petrolero el país tenga que endeudarse, precisamente cuando está recibiendo el triple de ingreso. ¡Qué atraco han hecho con la patria muda!

Es sorprendente, que miles de nuestros ciudadanos no lo perciban, que todavía apoyen de manera reverencial al primer mandatario nacional y no se percaten de la forma en que nos conduce a todos al despeñadero. Da profunda tristeza sentir como se puede ser tan lerdo por tanto tiempo. Han cabalgado sobre la docilidad de nuestros sectores populares para saquear y culpa a los demás de su propia incapacidad. Jamás asumen un error sino que se lo endosan al pasado como si ellos no fueran parte de ello.

Pueblo de escasa memoria que solo persigue un pingüe beneficio momentáneo. Su ilusión la compran barata mientras siguen engañándolos con promesas que se las llevará el viento. Ellos se devoran nuestros recursos mientras el pueblo fiel se muere de hambre en los mismos ranchos, recibe las balas en los atracos a cada instante mientras sus jerarcas revolucionarios son escoltados como príncipes a sus palacetes tropicales. Una revolución de bandoleros analfabetas, cruenta pandilla que lleva el sello del odio social en sus cromosomas. ¿Hasta cuándo aguantará este pueblo tanta burla? Ya está bueno de ser tan...

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