viernes, 28 de agosto de 2009

Autocracia Educativa

Por: William Dàvila Barrios

Ya se ha
hecho derecho consuetudinario chavista la desconstitucionalización de la República, porque a través de resoluciones administrativas, el régimen ha ido desmontando la constitución.La naturaleza autocrática y militarista del régimen chavista no puede sino elaborar y aprobar Leyes antidemocráticas, una servil Asamblea Nacional, esta a la orden.

El modelo
de estado chavista, comunal, unitario, centralizador y autoritario, es una vieja reminiscencia de la disputa, en nuestra historia, entre la República Liberal Autocrática y la República Liberal Democrática.

La
primera para restablecer en el seno de la República la continuidad de un colonialismo ideológico, centralista y marxista cubano, y la segunda, que defendemos como virtud de lo que construyeron, lideres como Rómulo Betancourt, de esto que los fascistas chavista no entienden bien que llaman separación e independencia de poderes, supremacía de la Ley, soberanía nacional y popular.

Por
ello, como todo fundamentalista, Chávez y sus acólitos pretenden crear por decreto las condiciones materiales y objetivas de un supuesto desarrollo socialista.Cuando el Estado define el bien común, y en consecuencia por ley se crea el cuento de que van a crear ¨nuevos republicanos o republicanas¨ según lo establece la recientemente aprobada Ley Orgánica de Educación, no es más que el acuse de un fundamentalismo tropical que encuentra su legitimidad no ya en la soberanía popular sino en el dogmatismo en torno al líder.

Chávez
es un militarista tropical que cual dictador le da nombre a todo para justificar sus tropelías.

Hitler superó
a los intelectuales conservadores, como Oswald Spengler, y Ernst Jünger que escribieron sobre el ¨socialismo a la prusiana¨, o sobre el ¨socialismo del Frente¨, porque acuñó el término de ¨nacionalsocialismo¨ para enfrentar las decadentes democracias occidentales.Desde leyes y decretos, los Alo Presidente y asamblea partidarias, las líneas de Chávez o encuentros con variopintos intelectuales, Chávez define sus ideas como que si el hombre tuviera una naturaleza fija.

Retomando, hice un llamamiento a la fe y esperanza, le sumamos la organización y disciplina, contacto directo con la base social en los barrios, caseríos, aldeas, parroquias, municipios, etc., es allí donde debemos estar. Descaraquisemos la lucha.

Tomemos
el interior, la calle; porque, la unidad tiene que ser efectiva y popular, hagamos giras permanentes de motivación y evaluación, todos los dirigentes políticos y sociales, juntos, como lo planteó Henry Ramos por todo el país.Si bien el estado Chavista hace uso de su poder excluyente para imponer su orden público, su propia rigidez lo incapacita para reaccionar rápidamente al cambio.

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