lunes, 18 de enero de 2010

"A mi que me importa"

Por: Edinson Martínez

El
presidente Hugo Chávez se declaró "marxista" la semana pasada en alocución presidencial. Menos mal que en esta ocasión se le ocurrió hacer esa precisión y no declararse musulmán, shiíta o budista. Es que son tantas y tan variadas ideas que han anidado en la mente del presidente, que no sería de extrañar que de un momento a otro nos sorprenda con alguna otra novedad, una exquisitez intelectual cultivada en esas largas horas de insomnio a las que alude con frecuencia.
Ahora bien, eso no es ningún problema y tampoco atributo que podría conferirle una dimensión humana especial al primer mandatario. Lo que pasa es que el comandante ha venido a descubrir a Carlos Marx a una edad en la que normalmente todos los demás ya nos hemos encontrado con él en nuestros años adolescentes. Llegas un poquitín tarde al marxismo para experimentar la misma emoción que han tenido generaciones en el mundo entero en sus primeros años de vida. Llegas cuando la pasión reveladora del marxismo ha pasado su prueba de fuego en la realidad. Cuando de inspiración revolucionaria y redención del hombre se transformó en el sistema màs conservador y represivo que la hsitoria humana haya conocido. Para la historia importa poco si esos sistemas portadores de lo que alguna vez se llamó "socialismo real" eran efctivamente marxistas o no, en nombre de éste se erigieron y sus perversiones se le apuntan en sus haberes.
Pero en fin, lo que si nos habría gustado, bueno a mi personalmente y unos cuantos más, para no hacer generalización alguna. Es que nos dijeras cómo resolverás la crísis eléctrica nacional, la inseguridad y la inflación por mencionar este trébol de problemas que amenazan en convertirse en los tres jinetes del apocalipsis de los venezolanos.
También tendríamos que haber escuchado, con abundancia de detalles, pormenores y sin chistes, la explicación de cómo es que en 11 años de gobierno (dos períodos de los viejos), ingresos petroleros "buchones" y un dominio político absoluto de la nación, hemos llegado a cuantificar los mismos males que teníamos antes de que llegaras. Que muchos de ellos se han agravado inexplicablemente y la comparación entre el pasado y el presente termine por reivindicar lo que en su momento ya era un desastre. Que ahora se nos diga "soy marxista" equivale para mi a decir: "estoy enamorado". Muchos de ustedes que ahora leen este artículo, tal vez digan conmigo: "a mi que me importa"
Un gobernante responsable tendrìa que rendir cuentas, un país organizado y centrado en sus prioridades tendría que exigir cuentas y reclamar soluciones. Un país donde su primera figura pública y ductor político cada vez que hace una alocución presidencial se diluya entre anecdotas, chistes, insultos y vociferaciones. No llega a ninguna parte, no tiene norte - por utlizar una expresión conocida, no faltará algun seguidor del comandante que diga: ...yyy por qué tiene que ser un norte... - , no atisba a definir su futuro como país de progreso y bienestar para la gente que le habita.

1 comentario:

  1. ¡Hola! Édinson, la última parte de tu artículo describe exactamente a Hugo Chávez.
    De la forma en él habla tiene el país lleno de miseria, desorden porque su mente no está clara y como tú dices él es un hombre sin norte.

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