domingo, 17 de octubre de 2010

Teodoro, Capriles y Vargas Llosa

Por: Emeterio Gómez

Algunos
amigos criticaron el artículo en el que le pedí a Henrique Capriles que se definiera ante el Capitalismo; que frente al comunismo de Chávez hay que postular una clara alternativa económica. "Tú conoces bien el rechazo profundo que tanto el Capitalismo como la Economía de Mercado generan, ¿cómo puedes entonces pedirles a los potenciales líderes opositores que se echen a cuestas esos bacalaos?".

No soy tan bruto, panas. Al menos no tanto como para pedirle a Capriles, Leopoldo, María Corina o Pablo Pérez que asuman una defensa acrítica del Capitalismo, ¡¡pero sí que muestren que saben de qué se trata, que están al tanto del problema!!, que tienen clara la necesidad de postular un modelo económico capaz de enfrentar la pobreza. Porque la inmensa pelea que viene, no puede centrarse en la Democracia Social ¡¡sino en la economía!! Quien quiera derrotar a Chávez en el 2012, tiene que haberse enterado que sólo hay una forma eficiente de organizar el aparato productivo: el Mercado. Y que sin éste, las Políticas Sociales son una paja loca.

Los aspirantes tienen que estar a la altura de Teodoro Petkoff, quien en su editorial del 6/10 ¡¡y viniendo del comunismo!!, muestra sólidamente que está a la altura del problema. Veamos: "¿Se preguntarán por ventura los chavistas qué llevó a comunistas como los chinos y los vietnamitas... a producir virajes económicos que en la práctica significaron profundas aperturas hacia la economía de mercado o capitalista?". Y, más poderoso aún, en un párrafo que le agradezco mucho: "La planificación centralizada del campo, sometiendo a los productores (... ) a decisiones sobre asignación de recursos y distribución del producto ¡que ninguna burocracia puede tomar con mayor eficiencia que el mercado!, anuncia la ruina inevitable del sector y con éste la del país todo" (las admiraciones y cursivas son mías).

Sólo queda pedirle a Teodoro que dé el saltico final, que redondee la única propuesta que podrá enfrentar a Chávez en el 2012: ¡que desarrolle la dimensión ética de la Economía de Mercado! Que conecte ésta con una visión moral superior a la que Occidente nos ha inculcado. Esa que nos hizo creer que los principios y valores eran realidades absolutas. La que nunca pudo asumir la terrible condición animal de Lo Humano. La que creyó que -en nuestro inconsciente- el Bien tenía que imponerse a la profundidad insondable del Mal. La que apenas ahora -desde Nietzsche- está empezando a descubrir que sólo la dimensión infinita y absoluta del alma, es decir, Dios, puede darle sentido a la Moral. Tema, este último, que por supuesto se le exonera a Petkoff.

¿Y Vargas Llosa? Es tan solo una breve alusión al increíble error que comete en su artículo de El Nacional del 8/10, aludiendo precisamente al liderazgo opositor: "Se reprocha a la oposición venezolana carecer de líderes, no tener al frente figuras carismáticas que arrebaten a las masas. Pero, cómo, ¿todavía hay que creer en los caudillos? ¿No han sido ellos, esos horripilantes payasos con las manos manchadas de sangre, embelecos inflados de vanidad... la razón de los peores desastres de América Latina y del mundo?". Con todo el respeto que Vargas Llosa se merece -con o sin el Nobel- es forzoso denunciar esta increíble inconsistencia. Tan inaudita que me veo obligado a jurar que no la estoy inventando. Empieza con una indiscutible verdad: que la Oposición carece de líderes, para abrupta e irresponsablemente cambiar líder por caudillo y desmadrarse contra éstos: payasos, asesinos, embelecos. ¡Vaya usted a saber lo que será un embeleco!

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